viernes, 11 de septiembre de 2015

SONIA MOLINA SOBRE MASCARAS EN EL AIRE

“MASCARAS EN EL AIRE” 
DE BORIS ESPEZUA, MOSHO Y GUIDO SERRUTO 
Sonia René Molina Cabala
No estábamos preparados para recibir esta gratísima sorpresa antes de fin de año, y menos del Gobierno Regional Puno (que agonizaba saturado de conflictos)
Tres maestros acreditados, que enseñan, que comparten sus conocimientos, y que además no han subido al podio de la sobrevaloración en ningún momento. Maestros generosos, comunicativos, que repelen el culto al YO: que son antípodas de “Narciso”, que habiendo llegado a la cima de sus artes,  no calibran  despectivamente a los demás mortales….que deslizan siempre un par de frases encomiables a quien viene en busca de consejo, que le toman de la mano y brindan sin ningún estribo secretos profesionales. Ellos son: El eximio artista plástico Moshó, Boris y Artista Grafico Guido Serruto. Por cierto, es muy difícil alcanzarlos. 
Boris Espezúa Salmón (Premio Copé de oro 2009) 4 años tenía anidando el libro, ¿Será que el fondo de los ojos de nuestros vates, absorbe de manera exótica, el numen creativo que luego plasma y transmite? , ¿Será que emiten radiaciones químicas poderosas, que atraen como imán a personas de gran sensibilidad?; ¿Será por ello que nos les falta adoradoras?, pues precisamente por los ojos, se transmite la energía que irrumpe del interior. No es por tanto igual que la de cualquier mortal la mirada extrema de los artistas (Boris, Moshó, Guido), que hoy tenemos en la palestra.  
El eje central que alumbró esta Obra  partió del Poeta Mayor (de Juli) Boris Espezúa Salmón, que oteó como nadie la importancia vital de la imagen en la obra literaria y aunó esfuerzos con el irrepetible maestro Moshó, honorable melgarino máximo representante de la exquisitez y versatilidad  del artista contemporáneo y finalmente Guido, el joven fotógrafo que ve aún con ojos inocentes nuestras danzas y extrae del paisaje y sus habitantes el clímax cósmico de la forma irrepetible, con solo ajustar en el segundo preciso el click mágico del obturador. Todo ello aglutinado en un solo libro: formidable conjunción de trueno, rayo y calor. La química que emanan los ojos del  Buho, capaces de generar conflictos en sus siempre jóvenes fans. La prodigiosa imaginación de Moshó, capaz de enseñar en unas horas el arte del dibujo y la pintura (soy testigo de cómo habilitó a mi hijo en tres días, en que plasmó un tigre sentado y un barco flotando en alta mar.) ¡Maravilloso! Maestro…, capaz de transmutar los rasgos amorfos de nubes y piedras en figuras animadas, de dar vida y colores a la historia de Puno; y lo más impactante: su poderoso talento caricaturista, clave de su filosofía de la vida, tremendamente irónica de los días que vivimos. 
El joven fotógrafo Guido Serruto, no se queda atrás. Se lanzó a la vida pública en el Puno actual, como maestro de niños menores de 13 años en la isla de Amantaní con resultados exitosos que fueron divulgados en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Puno. Para saber cuánto vale alguien talentoso, es necesario evaluar al docente y al alumno. En este caso ambos; Moshó y Guido obtendrían veinte. Mas, es difícil y complicado enseñar a escribir poesía -la especialidad de Boris- pues según él: “antes que ser poeta hay que ser filósofo” y si esta materia afinca en él junto a las Ciencias Jurídico-políticas, el tema se complica en exceso. Sin embargo cualquier profano, puede apreciar la belleza de la poesía, aunque no entienda por completo el significado profundo del mensaje, este efecto comparten Gamaliel Churata en su libro “El Pez de Oro”, Omar Aramayo en “Los Dioses”, y Boris Espezúa en su libro Cope: Gamaliel y el Oráculo del Agua”; de modo más amigable.    
Protagonistas que opinan en esta obra son: el Kusillo, el Ayarachi, Santiago y la china diabla. La naturaleza vibrante se comprime en los versos, en la imagen atrapada en claroscuros y colores radiantes. Se aprecia en los rostros la simbiosis que sufren los danzarines apenas se enfundan sus vistosos trajes e irrumpen al tronar la música…olvidan su pasado, presente y futuro y dan vida al subconsciente. Magia de carnavales, paralela a Venecia… a las noches de Suecia, a carnaval de Rio, donde por la búsqueda del goce inasible no importa la vida o la muerte, la seguridad o el decoro. Acá sueltan sus kkepis todos los que danzan.
Se transforman en el espíritu de la danza.
Y para nuestra mayor sorpresa nos enteramos que los libros en la imprenta no han sido cancelados totalmente. Es decir el presidente anterior Mauricio Rodríguez, dejó un asunto más a medio resolver.  
La obra de arte se halla impresa en tamaño A-4, horizontal, presentación de lujo por su diagramación, materiales y contenidos y también por bondades adicionales como: el prólogo a cargo del poeta y docente universitario Marco Martos de la Universidad Decana San Marcos de Lima, que alude a los maestros Gamaliel Churata y Efraín Miranda Luján; y el comentario de los expertos: Ana María Jordán, Hernán Cornejo Roselló y Elard Serruto Dancuart
Escuchemos a Boris: 
“¿Ese fulgor convertido en sopor chorreando brillo, descifra el desconsuelo de nuestras sombras?”
- “¿Dónde estuvo desterrada la espina de fuego, dejando su quemadura encostrada?”
- “Mis pasos cicatrizan los callos del aire, congela el agua evaporada que sale coque nace con la muerte”.
- “Ronda su propio cadáver cuando danza, ronda su alegría efímera y paralela a la plegaria del espíritu. El oro de no tener nada, las sobras que te dan todo.”
- “La música se engulle al mundo, entra por los resquicios de las casas con su tono de inmortalidad flotando”

Poesía y  prosa poética, intercalada de 3 prodigiosas acuarelas de Moshó, alusivas a la fiesta patrimonial de La Candelaria:
Primera estampa: el pueblo de rodillas con su bandera blanca hecha jirones , una virgen de mirada resignada cargando al niño y con vista al frente , un dragón asomando la cabeza, una sirena de mirada despectiva,  un ángel Gabriel de moreno rostro y albo ropaje, el templo de indios de San Juan, San Gabriel, danzarines de morenada, diablada, tinkus, ayarachis, sikuris, huaca huaca, rey moreno; varias de ellas con espadas, el chullo,  el báculo que todos queremos portar, Manuel Pino. Al final de la estampa la virgen estrecha con cariño al niño asustado.    
Segunda estampa: la careta del diablo mirando de perfil, una turista con su lámpara de carburo, una china diabla, jalándose un joven gringo, templo de San Juan, las polleras –mantón de una subyugada huaca huaca, una careta de diablo al suelo y tres danzarines de diablada. El lanzón de Chavín tirado al suelo, las chullpas  de Sillustani, la laguna de Umayo con sus balsas de totora, loritos.
Tercera  estampa : se observa el campo trasladado al centro de Puno, se asoma al fondo el arco Deustua, los kaperos, cargando leña, dentro de sus Kkepis, una turista de pícara sonrisa, el perrito mirando el fuego del pago a la tierra, músicos que soplan instrumentos de viento, Torres de la catedral, la virgen, el celular  en manos de nueva gente joven, los devotos de la procesión, las alas del ángel Gabriel., un gringo saludando con el pulgar hacia arriba, cirios, flores, picaflores danzando, peces que van y vienen- incluyendo a Boris, Gamaliel y Omar. El sol y los símbolos venerados antaño: El puma, (Ricardo Bardales) el rayo ( Guido) , el cóndor ( Moshó) .
Las fotografías de Guido Serruto, son extraordinarias: algunas en blanco y negro y otras a colores. Y son cerca de 60 de variados argumentos:
Una anciana que baila con la mirada ausente y sus mejores galas sin brillos ni menjunjes. Un niñito del campo vestido de bayeta y alpaca, de sonrisa abierta y mirada satisfecha, mostrando sus manitas oscuras, producto de intenso trabajo y exceso de vida libre exposición. Dos zampoñistas de ojos cerrados, tocan absortos dulces melodías desde doce cañas huecas. Una conocida promotora de Turismo, danzarina de huaca huaca, blandiendo su porongo y su llijlla, ataviada íntegramente de rojo.
Hablan por todos nosotros cuatro personajes clave de las danzas en los versos de Boris: 
- Ayarachi                         
“Los perros muertos de mis memorias, huelen mi sombra y su ojo negro. Las grietas del ladrido del perro cabeza de puma, ruge de sus agujeros de una muerte que no tuvo
A veces aborrezco mi rostro, mi triste vivir de humo y ante la ternura huyo y también huyo de los derrumbes interiores, de esa entraña glaciar que hace arder mi lacerado cuerpo.”
- China diabla
“Me voy con todas las puntas de la pasión con los desvaríos y los embarazos sensuales
Me voy con la genitud y la infinitud del vivir
En este lugar mágico y vulnerable como mi calzón.”
“La danza es el cuerpo en movimiento, es una zambullida de la herida a la pasión abierta, la reserva de la sabiduría libre que necesita el cuerpo, el clímax de las hojas sueltas mecidas en el viento. La danza nos permite tantear con su lengua invisible lo de afuera y se interioriza en nosotros en un instante perpetuo.”
Y el danzarín más lúcido, libre y despistado: el kusillo (léase Boris Espezúa) .
   “Nuestra tarea es tejer y destejer en la gente un espectáculo inquieto, donde todos quieren expresarse y envidian la licencia que tiene  el kusillo que sí puede azotar, amar, burlarse y reírse sin ser identificado. Soy un dolor trajeado vestido de risa para ocultar el llanto, entusiasmo al cielo a fin de que el Wamani proteja mis excesos, exude mis misterios y mis ateridos gritos ahogados.

Puno mayo 2015

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