LIMA PERU 31
JULIO 2015
HUMALA Y UN FUTURO SINIESTRO
El
último discurso del presidente confirma que no tiene el menor propósito de
enmienda y que el Perú marcha al continuismo dictado por el peor
conservadurismo
CÉSAR HILDEBRANDT
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 260, 31JUL15
pp. 8 y 10
Dice "sueño
realizados" o "cariño demostrados".
Su
aptitud para la concordancia de número tiene que ver con su cociente
intelectual. Dice también "todos y todas" para congraciarse con el
feminismo analfabeto y en ristre.
Y pinta
un país ficticio, una leyenda urbana y otra rural, un paisaje de cifras en
azul. Habla como un contable de encargos, como un intendente que se permite
algún entusiasmo escolar. Lee -o deletrea- con gran esfuerzo y a ratos
tartamudea por escrito. Y pone cara de edecán de Odría.
Pero,
sobre todo, miente. Habla de una energía barata que nadie encuentra, de una
radical reforma educativa que las estadísticas no registran, de una lucha
anticorrupción que él ha intentado desalentar. Futurista sin saber quién
diablos es Filippo Marinetti, se atreve a incorporar a "la lista de sus
éxitos" nada menos que "los parques industriales que construiremos en
todo el país" Así de sencillo. Así de demagógico.
Sus
ministros lucen desganados, más provisorios que nunca. La "portátil"
sí que funciona y crea una atmósfera de teatral unanimidad. Los partidarios
rentados y citados por la señora Solórzano ocupan los mejores palcos y desde
allí crean un coro cortesano de vítores y aplausos pactados. Es un espectáculo
sombrío de somocismo terminal.
Dice
que ha invertido 1,951 millones de soles en la Policía mientras todas las
encuestas señalan que la inseguridad ciudadana es el mayor problema del país.
La PNP está podrida y él lo sabe.
Fácil deducir por qué se rie usted, presidente: de lo tontos que fuimos |
Y
enseguida dice que los sicarios que perpetren “feminicidio” –lo que quiere
decir que los que maten a tenedores de pene y testículos recibirán condenas
menos severas-. ¿Se puede ser más estúpido? ¿Es posible ser más poblador
de los suburbios de la inteligencia? Lo dudo.
No habla seriamente de nada. Ni de la economía ni del medio
ambiente ni de la diversificación industrial ni de la agricultura de consumo
interno ni de las pequeñas y medianas empresas ni de las relaciones exteriores.
Y se atreve a hablar de La Haya cuando Chile aún no
convalida los documentos que confirmen la nueva frontera marítima, cuando lo
del triángulo terrestre está pendiente y cuando lo del espionaje quedó en
veremos.
Y no se atreve, eso sí, a tocar el tema del sueldo mínimo
mortal que padecemos.
Ni tiene el coraje de reconocer errores o admitir siquiera
que el contexto internacional lo obligó a renunciar a muchas de las metas
planteadas en su campaña electoral. Huye de todo gesto de grandeza.
Y parece que acaba de inaugurar el régimen. Habla como si
tuviera cinco años por delante, el crédito intacto, la imagen ¡lesa. Quiere que
nos olvidemos que es el gerente de su propia ruina.
Habla en un Congreso hoy tomado por el fujimorismo
impertérrito y el Apra inamovible. Dos prontuarios se han juntado para aupar al
mensajero de Orellana en lo más alto del parlamento. Y me produce arcadas
escuchar a la fujimorista Luz Salgado decir en RPP que está horrorizada por lo
que pueden hacer con la democracia "los organismos de inteligencia al
servicio del gobierno" El Perú tiene Alzheimer.
Lo más increíble es que la derecha peruana -cuyos ancestros
se opusieron a San Martín y a Bolívar, perdieron guerras y oportunidades y
saquearon las arcas públicas- sigue siendo hoy la fuerza protagónica del
escenario.
Llevan 194 años gobernando –excepción hecha de los pocos
meses de Billinghurst y los cinco años de Velasco- y siempre se presentaron con
la misma cara de falsas vírgenes.
Son la orgía de la consolidación, la fiesta del guano, la
derrota del Pacífico, la pérdida de Leticia, las dictaduras feroces de
Benavides u Odría, la frustración generalizada, la inviabilidad del país, son
la explotación y el racismo, el resumen de nuestros vicios, son todo eso y más,
digo, y ahora se encarnan en los rostros de Keiko, PPK o Alan.
Nos han hecho creer que no hay salida, que hay una Biblia de
la economía que nos mira desde arriba y que nos fulminará si la desobedecemos.
La única concesión que están dispuestos a hacer es la de los "programas
sociales" tipo Humala migajas sobreras pero sin ningún cambio estructural.
Y nos han hecho creer que el cambio es herejía que la
planificación es de demonios, que poner aranceles al dumping es sacrílego, que
cuestionar la dictadura mundial de los mercados merece el ostracismo. Y allí
están con sus diarios y sus televisiones imponiendo su agenda bicentenaria y
llenando sus listas negras de réprobos y aguafiestas.
Mientras tanto, la izquierda cuántica sigue empeñada en la
insignificancia y no podemos producir liderazgos regionales que no estén
manchados por la mediocridad o la corrupción. Fuimos el último país de Sudamérica
en liberarnos del yugo español. Seguimos pagando esa factura. Ahora somos el
país más conservador de la región. Hasta los pobres votan aquí alegremente por
sus verdugos. Y la derecha, que secuestró a Humala a punta de chantajes mediáticos
y lo obligó a traicionar su programa, dice ahora que Humala no es suyo. Todo
para que las turbas de las manos tendidas vuelvan a votar por sus inacabables
seudónimos. Y nada ni nadie parece oponerse a este destino trágico.
¿Somos un país o ya somos un cementerio donde solo
penamos. ▀
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