LANZAMIENTO DE LA SEGUNDA REFORMA AGRARIA
DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA
REPÚBLICA
La primera reforma agraria fue un proceso de cambio
estructural, engarzado en la larga lucha de nuestro pueblo por mayor igualdad y
justicia.
Los patrones y hacendados ya no comerían más de la
pobreza de nuestros hermanos campesinos, y la tierra pasó hace más de cincuenta
años a ser conducida por más de dos millones de pequeños productores que hoy
conforman nuestra agricultura familiar, comunera y cooperativa.
Con mucho orgullo debo decir, desde esta tierra
milenaria del Cusco donde se gestó la primera revolución rural y andina de
Túpac Amaru, que he sido elegido presidente de la República con el apoyo masivo
de todos ustedes, de nuestros agricultores familiares que a través de sus
gremios y organizaciones han venido luchando por una segunda reforma agraria
que saque de la pobreza a todos nuestros hermanos y hermanas del campo, que transforme
nuestro agro para alcanzar la plena soberanía alimentaria.
Esta segunda reforma agraria no busca expropiar
tierras ni afectar derechos de propiedad de nadie. Es una reforma para cambiar
la forma de gobernar, para que nuestro Estado se ponga al servicio de nuestros
agricultores familiares, que han sido abandonados por los sucesivos gobiernos
de los últimos 30 años.
Nuestros hermanos del campo no están pidiendo dádivas
ni regalos, están pidiendo lo justo, más y mejores políticas públicas que mejoren
sus ingresos, su productividad y su acceso a los mercados de productos y
servicios.
La segunda reforma agraria que haremos es una reforma
del estado y los mercados en favor del campo y el desarrollo rural.
Por eso, la primera medida que quiero anunciar ante
todos ustedes es la creación de un gabinete de desarrollo agrario y rural para
la segunda reforma agraria, el cual presidiré.
Este gabinete estará conformado por los ministerios
productivos, de infraestructura y desarrollo social; y contará con
participación de representantes de los gobiernos regionales y locales.
Desde este gabinete se diseñarán e impulsarán
políticas para el desarrollo rural y agrario, que son la base de la segunda
reforma agraria.
En segundo lugar, quiero anunciar medidas de apoyo
directo e inmediato para nuestros agricultores que hoy viven una severa crisis
económica debido a la pandemia y el encarecimiento del costo de sus insumos de
producción.
Todos estos años de abandono nos han dejado un país
muy dependiente de la importación de alimentos e insumos agropecuarios, algo
que debemos empezar a cambiar.
En las próximas semanas haremos ajustes a la franja
de precios para proteger mejor la producción nacional de la competencia desleal
de productos subsidiados importados del extranjero.
Igualmente, estamos lanzando un programa de apoyo
directo para la compra de fertilizantes de los pequeños agricultores debido al
incremento de sus precios, e iniciamos los estudios para instalar una planta de
producción de fertilizantes en base a los fosfatos de Bayóvar que tenemos en Piura.
Somos el único país de la cuenca del Pacífico que tiene fosfatos, y en lugar de
producir fertilizantes con estos los exportamos como materia prima para que
otros países produzcan los fertilizantes que necesitamos.
En mi gobierno tendremos una planta de fertilizantes
en base a fosfatos en favor de todos nuestros productores, e incluso pasaremos a
ser exportadores de fertilizantes fosfatados en la región.
La tercera línea de acción de nuestra segunda reforma
agraria tiene que ver con reformas para darle a nuestros agricultores y
agricultoras un acceso más justo a los mercados, con mejores precios e
ingresos.
Estamos ya impulsado un programa ambicioso de compras
públicas de alimentos a la agricultura familiar con MIDIS y MIDAGRI, y para los
próximos doce meses estaremos comprando por lo menos unos 300 millones de soles
desde los programas sociales y alimentarios.
Igualmente, invertiremos recursos públicos para la construcción
de mercados de productores en todas las provincias del país, articulándolos a una
red de mercados moderna y con adecuados servicios en favor de los consumidores
pero también de nuestros productores.
Nuestro cuarto eje de trabajo para la segunda reforma
agraria tiene que ver con un recurso fundamental para la vida y la
alimentación: el agua. Sin agua no hay agricultura y sin agricultura no hay
alimento.
Estamos impulsando un ambicioso programa de siembra y
cosecha de agua, con la construcción de cientos de qochas y micro-reservorios
en nuestras cuencas andinas. El agua es escasa y fundamental y tenemos que
aprender a usarla eficientemente y con tecnología, por lo cual impulsaremos un
programa masivo de tecnificación del riego a nivel nacional.
El quinto eje de nuestra política de segunda reforma
agraria contiene los elementos centrales de transformación que llevarán a un
cambio estructural de nuestra agricultura: más asociatividad, industrialización
y fomento rural.
Estamos ya promoviendo la asociatividad y el
cooperativismo de nuestros productores, y tenemos ya una ley de
perfeccionamiento de las cooperativas agrarias, cuya autógrafa me tocó firmar
al inicio de mi gobierno.
Todos los beneficios tributarios para las cooperativas
serán aplicables a nuestras comunidades campesinas y nativas, con lo cual queremos
reconocerlas no sólo como organizaciones sociales y culturales fundamentales en
nuestra sociedad, sino también como organizaciones productivas y empresariales
con plenos derechos económicos.
Nuestras zonas rurales requieren infraestructura y
condiciones favorables para generar mayor valor agregado en el campo. Esto
mejora los ingresos y el empleo, y contribuye a un crecimiento económico más
equilibrado en nuestros territorios.
En base a la ley de industrialización rural que ya
tenemos aprobada, impulsaremos planes de negocios y emprendimientos para la
transformación de productos agropecuarios saludables y competitivos.
Desde el gabinete de desarrollo rural impulsaremos la
electrificación y conectividad rural, bases fundamentales para la
industrialización a escala local de nuestras zonas rurales.
La segunda reforma agraria se sustenta también en más
y mejores servicios para nuestros productores.
Tenemos ya en preparación un programa se servicio
civil agrario, al que llamamos SECIGRA-AGRARIO, por el cual miles de jóvenes
universitarios recién egresados, saldrán al campo a apoyar técnicamente a
nuestros agricultores y agricultoras.
Igualmente, daremos los pasos necesarios para que
nuestro país tenga una Banca de Fomento Agrario, sobre la base de AGROBANCO,
COFIDE y el BANCO DE LA NACIÓN. Nuestros agricultores y agricultoras empezarán
a tener acceso a crédito en condiciones favorables, con apoyo técnico y
aseguramiento agrario.
Finalmente, no quiero terminar este lanzamiento sin
hablar de la mujer rural, la mujer productora del campo. Uno de cada tres
productores agrarios en nuestro país es mujer, y dentro de todos los hogares
agropecuarios las mujeres cumplen un rol central en el trabajo productivo y en
la alimentación y sustento de sus familias. En mi gobierno impulsaremos un
Fondo de la Mujer Rural, el cual permitirá desplegar diversos programas de
apoyo técnico, empresarial y social hacia las más de 700 mil productoras
agropecuarias en todo el país. La segunda reforma agraria tiene también rostro
de mujer, el rostro de nuestras madres, hermanas e hijas.
Muchas gracias.
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