BORIS ESPEZUA
“TODO POETA ES UN CIUDADANO QUE VIVE Y
SUFRE LAS VICISITUDES DE LA SOCIEDAD”
Fernando Chuquipiunta
en
LOS ANDES DIC20
Boris
Espezúa Salmón. Nació el 27 de diciembre de 1960 en Juli. Fue Ganador del
premio Copé de Oro 2009, autor de poemarios como “A través del ojo de un
hueso”, “Tránsito de Amautas”, “Tiempo del Cernícalo”, “Alba del pez”,
“Gamaliel y el oráculo del agua” y “Máscaras en el Aire” Candelaria Fe y fuego
de tres reediciones. Es promotor cultural, con Elard Serruto dirige la serie
Puno Esencial, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Puno. Docente
ordinario de la Universidad Nacional de Altiplano de Puno. Participó en
diversos Festivales de Poesía. Es actual decano de la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional del Altiplano de Puno. Miembro de la Sociedad Peruana de
Derecho Constitucional del Perú.
¿Cuál es la función de la crítica literaria?
Fundamentalmente,
debiera ser validar los mejores trabajos de literatura, y señalar las inconsistencias
de los que no tengan el relieve esperado. La crítica literaria en el Perú no
tiene los reflejos que esperan los escritores, y principalmente en provincias
no orientan la labor de creación en el marco de reflexionar la cultura
heterogénea peruana y detectar oportunamente los aportes que pudieran
trascender nuestras fronteras. Hay todavía buena dosis de centralismo en
nuestra crítica literaria, de desencuentro con el potencial temático que pueda
desbrozarse para escritores de fuste en el futuro.
¿Cuál es el rol del poeta en una sociedad como la
nuestra?
El
rol de poeta en la sociedad no ha sido de liderar o el de mover grandes masas,
siempre ha sido un rol indirecto, de reflexión crítica. Todo poeta es a la vez
un ciudadano que siente y sufre por las vicisitudes de la sociedad. Pero como
decía Washington Delgado el poeta contribuye con el país con la palabra, y es a
través de ella que crea conciencia social y cultural. Nuestra sociedad peruana,
ya tiene muchos poetas que le han cantado a los cambios y lo siguen haciendo en
la actualidad, el problema ahora no está en el poeta sino en la misma sociedad
que no sintoniza con lo que dice el poeta.
¿A qué se debe la proliferación de premios
literarios?
Ojalá
hubiera más premios literarios, yo no creo que haya proliferación. Si vemos en
provincias que son más de veinte, no hay ningún premio literario de
importancia, y las que hay en Lima son insuficientes para la cantidad de
escritores y de producción literaria que se hace en el Perú. Nuestro país
todavía está rezagado en promover la creación literaria en el continente y en
el mundo.
El
que sea uno premiado no implica que sea un escritor que quede para la posteridad.
Vallejo y Oquendo tuvieron aportes que trascienden estas contingencias. Al
escritor se le mide por la calidad de sus aportes y por su consecuencia en sus
obras y eso no siempre es atribución de unos jurados, sino de la misma sociedad.
Los premios son adornos, o mejor pasajes merituosos de una trayectoria.
¿Cuántas clases de Literatura hay en el Perú?
La
literatura escrita en el Perú no sólo comprende la que es escrita en
castellano, sino en todos los idiomas nativos que puedan escribirse. En esa medida
puede haber literaturas varias como obras varias que expresan esa diversidad,
sea por la escrituración o sea por la temática que expresan. Este es un desafío
y una realidad cada vez más creciente que ya lo anotaba Antonio Cornejo Polar
hace más de 20 años.
¿En qué medida la Literatura contribuye a los
cambios sociales?
En la
medida que crea conciencia, crea reflexión crítica, y son los ciudadanos los
que pueden reorientar sus pensamientos, sus actitudes, su forma de ver al mundo
y a la gente, así el literato cumplirá un rol socio-cultural enorme, ya que
como decía Jean Paul Sartre, valida su responsabilidad social al asegurar que
su palabra haya calado la profundidad de una reflexión, el emplazamiento de una
verdad, la sugerencia de un cambio que contribuya al progreso de la humanidad.
¿Se ha reescrito o no la historia del Perú?
Aún
no se ha hecho. Es una tarea de los peruanos que vendrán con la verdad, la
resiliencia, despojados de resentimientos, odios y con una redención que aún
nos falta realizarla en el Perú profundo.
¿Cuál es el rol del escritor frente al
Bicentenario?
Asumirlo
críticamente, sin celebraciones, haciendo balances y perspectivas de las
continuidades y discontinuidades, para que la historia nos señale la ruta
correcta a seguir.
¿Qué haría si fuese Ministro de Cultura?
Aprobaría
en primer lugar las Políticas Culturales consensuadas y descentralizadas que es
la guía rectora para realizar actividades en materia de cultura
responsablemente y lo segundo haría aprobar un presupuesto que por lo menos
asegure un sueldo para quienes hicieron arte y literatura en el Perú y que lo
siguen haciendo y no esperar que mueran en el olvido que el Estado los ha
sumido y en tercer lugar, dotaría de autonomía para que los presupuestos que
generen los centros turísticos y patrimoniales del Perú se queden para las
provincias y no se centralice en Lima, para engordar a funcionarios o
advenedizos de la cultura como Richard Swing.
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