miércoles, 5 de agosto de 2020

RESTOS ARQUEOLÓGICOS EN PUNO: INKA QAMAÑA


INCA QAMAÑA,
EL ENIGMÁTICO DESCANSO INCA
Inca Qamaña-Villa Queñuani Se encuentra entre Yunguyo y Cuturapi, junto al lago Titicaca cerca de la frontera Peruano – Boliviana (Puno) Perú.
Consiste en enormes y complicados escalones, asientos y nichos tallados en ceniza comprimida antiguamente, que probablemente provenían del cerro Khappia. El Khappia también es la cantera de donde probablemente provenían las piedras andesitas de Pumapuncu y Tiwanaku.
Ciertas ceremonias que los habitantes de la zona realizan, todavía tienen lugar allí para dar el tradicional año nuevo que festejan los aymaras locales, que ven este sitio como sagrado. Otros especulan que el lugar arqueológico podría haber servido como auditorio Inca, lugar para ceremonias o rituales, pero su finalidad y origen aún no están claros.
Según la tradición de los moradores de Queñuani, los Incas salían de la capital del Tahuantinsuyo la ciudad del Cusco, en son de guerra de conquista, romería y peregrinaje religioso hacia el Qollasuyo, a donde llegaban después de 20 días de viaje con un ejército numeroso, séquito de orejones, su coya y las pallas, los yanaconas o servidores, sus barredores de caminos, sentado en una litera de oro, cargado por los nobles del Cusco. Los chasquis o correos anunciaban la proximidad del Inca y acompañantes a la ciudad de los sacerdotes, hoy Yunguyo, con un ruido estrepitoso de los gritos de sus soldados, el sonido de las trompetas o Pututos, (caracol procedente de la costa de Ecuador), el retumbar de las Tinyas o tambores elaborados con la piel de sus enemigos vencidos, que tenían sonidos muy especiales.
La ciudad sagrada de los Aucachik era muy importante en aquella época, por el control o especie de aduana para todos los romeros que iban a la Isla del Sol en medio del Titicaca y estaba cercado de costa a costa por una muralla de piedra con puertas y porteros, de donde empezaba el suelo sagrado. Pachacutec Inca y luego Tupac Inca Yupanki padre Waina Qapac habían hecho construir en Yunguyo, un templo del Sol (hoy templo mayor de nuestra señora de la Asunción) un palacio suntuoso, donde gobernaba un pariente del Inca un sacerdote menor Willka o Aucachik (limpiador de pecados), Qolqas o graneros, muchos edificios de los pobladores, divididos en dos barrios o zonas, Masaya (parte alta) y Alasaya (parte baja).
Se dice que era costumbre y tradición de los Incas un descanso forzoso en ell sitio denominado Inca Qamaña hoy Yunguyo, antes de ingresar a la ciudad sagrada donde permanecía una noche y un día, después del largo viaje para reparar sus energías. Terminado el descanso llegaba finalmente a la residencia de los sacerdotes en medio de aclamaciones de sus vasallos, donde permanecía un mes hasta un año, sometiéndose a los ayunos, penitencias y purificaciones de sus pecados a cargo del gran sacerdote Aucachik. Después de su estadía en esta ciudad, continuaba su marcha hacía el templo del Sol, por el camino real aderezado y empedrado, por Incacalle o Chacapata (hoy Jr. 28 de julio), Yunguyo Puno Perú camino a Kasani, Loqa, Copacabana.

(Tradición recogida por Prof. J. Torres Ch.) en Queñuani.
Leonidas Tito Blanco compartió la publicación en Facebook.












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