PODRÍA GENERAR UN GRAN IMPACTO ECONÓMICO E IMPULSO
AL DESARROLLO DE TECNOLOGÍA EN EL PERÚ
Por: Ing. Rómulo Mucho
El reciente hallazgo de un yacimiento
de Litio en Falchani -meseta de Macusani, Puno- al sur del Perú, es un hecho
trascendente no sólo para la región Puno sino para todo el Perú. Los trabajos
de exploración –inicialmente con la finalidad de ubicar depósitos de uranio-
los viene realizando la empresa Macusani Yellowcake, subsidiaria de la canadiense
Plateau Energy Metals, desde el 2007. La trascendencia se basa en que el Litio
es considerado como el “metal del futuro”, ya que jugará un papel muy
importante en la transición como fuente de energía para los vehículos
motorizados, desde el petróleo hacia las baterías. La tendencia mundial es el
uso de los denominados vehículos eléctricos.
Ha causado gran sorpresa el hallazgo
del Litio de alta ley en roca dura volcánica -como sucede en Estados Unidos y
Australia- porque no se trata de litio en salares o salmueras que tienen un
contenido promedio de 500 partes por millón (ppm) de este metal. En este caso se trata de yacimientos que tienen
un contenido promedio de 2,500 a 3,000 ppm. Esto equivale a tener 0.6 a 0.7% de
carbonato de litio, esto puede constituir uno de los yacimientos de
Litio-Uranio más grandes del mundo. Por otro lado, se abre la posibilidad de
encontrar más depósitos de este tipo en otros lugares del Perú. La empresa ha
anunciado la existencia de 4.71 millones de toneladas de carbonato de litio
equivalente hasta la fecha, con posibilidades de aumentar el potencial con
mayores inversiones en exploración en los 910 Km2 de concesiones que tiene en
la zona. Esto ha llamado la atención de la comunidad científica e ingenieril del
mundo. Al respecto, se vienen organizando varios encuentros sobre el Litio
tanto en Lima como en Puno, uno de ellos ha sido el I Seminario Internacional: “Litio
oro blanco en el Perú”, desarrollado el pasado 10 de mayo en la Universidad
Nacional de Juliaca de la ciudad de Juliaca, organizado por el Capítulo de
Ingeniería Metalúrgica del Comité Departamental Puno del Colegio de Ingenieros
del Perú. Este evento contó con la participación de expertos de Inglaterra,
Chile y Bolivia, el representante de la empresa y este servidor. Este seminario
ha sido un éxito rotundo pues ha cubierto las expectativas de los participantes
dada la cantidad de información sobre los trabajos realizados hasta el momento
en otros países productores de carbonato de Litio. Los asistentes tuvieron
información técnica sobre el tipo y
calidad del mineral, procesos de recuperación y enriquecimiento en los
laboratorios de Australia, proyección de costos y variación de precios del Litio,
procesamiento y comercialización de concentrados de carbonato e hidróxido de
litio, cadena de valor energética del Litio, mercado de oferta y demanda actual
y proyectada en el mundo y finalmente el rol de la industria del Litio respecto
al impulso del desarrollo de las comunidades, de la provincia, región y del
Perú. Se contempló además la posibilidad de industrializar y fabricar baterías
de Litio, siempre y cuando existan las condiciones legales, de infraestructura
y tecnología.
Es importante precisar que este
descubrimiento –por ahora único de Litio en roca dura en esta zona de América
del Sur- ofrece mayor facilidad de extracción con un sistema de minado
convencional a cielo abierto. En cuanto a su metalurgia, existen varios métodos
de recuperación de Litio. En el caso del Litio de Falchani, continúan las
pruebas por lixiviación y se ha logrado una excelente recuperación, obteniendo
carbonato de Litio al 99.74 % de pureza. Pronto se podrá determinar los montos
de los gastos de capital y gastos operativos del proyecto. Un análisis sobre el
crecimiento de la demanda real de autos eléctricos muestra que por cada 1% de
penetración de autos eléctricos, el crecimiento de la demanda de litio
significaría un incremento de unas 70,000 toneladas de carbonato de Litio por
año. Actualmente en el mundo el consumo bordea las 350,000 toneladas de
carbonato de Litio.
Este metal liviano presenta excelentes
condiciones en la conducción del calor y la electricidad. El carbonato de Litio
que es
el producto con mayor volumen de transacción comercial, convirtiéndolo en el
compuesto más importante. Hasta el
momento Chile, Australia y Argentina, son
los países que más exportan este producto y el 90% de las refinerías se
encuentran en China. Bolivia acaba de firmar un contrato con una empresa alemana para
extraer e industrializar el Litio de los salares de Uyuni. A raíz
del descubrimiento en Macusani, el Perú se convertirá también en uno de los
grandes jugadores del Litio en el mercado mundial.
A diferencia de los demás metales que son commodities
–productos en los que el precio los fija el mercado mundial y no el productor-
el precio del Litio se fija de manera directa entre productor y comprador. Este
metal comenzó a ser usado para baterías a inicios de la década de los 90. La
aparición del auto eléctrico y el desarrollo de baterías para
productos tecnológicos viene incrementando
su demanda mundial a esto se suma el hecho de tener aplicaciones en otros
campos como el agro y la medicina. A principios de los 90 el 6% de la demanda mundial de Litio era para baterías de automóviles,
este porcentaje ha subido a 40% y se calcula que para el 2021, sea el 59%. Se
sabe que cada teléfono inteligente requiere entre dos y tres gramos de Litio, cada
auto eléctrico requiere de 45 Kg. y un
bus eléctrico casi 240 Kg. Se espera consecuentemente, un salto extraordinario
en la demanda del metal.
En el 2015, el valor del litio se cotizaba en US$ 5,850
por tonelada en promedio, en el 2017 dio un enorme salto cotizándose en US$
12,500, y en julio del 2018, su precio había escalado a más de US$ 14,000
dólares, pero luego la oferta superó la demanda y actualmente, el precio se ha
estabilizado en US$ 12,000 dólares por tonelada, aunque todo hace indicar que
la cotización del metal seguirá creciendo. Según los directivos de la empresa, el Perú puede comenzar a exportar carbonato de Litio
por unos US$ 600 millones al año a partir del 2021, si se pone en marcha
el proyecto Falchani. El plan sería empezar
con una producción de 60,000 toneladas de carbonato de Litio, con la proyección
de alcanzar una mayor producción al año. No solo se trata de
entusiasmarnos con la exportación del metal como materia prima tal como estamos
acostumbrados, sino que, las perspectivas para la industrialización son
excelentes, se puede proyectar una refinería de litio y posteriormente una
fábrica de baterías de litio y autos eléctricos, por lo tanto, es necesario que
el Estado le brinde el apoyo a la empresa que descubrió el yacimiento, en lo
concerniente a la normatividad necesaria, permisos y autorizaciones para
avanzar con el proyecto. Al ser un metal alcalino, los riesgos de contaminación
son mínimos. Además de ponernos ante los ojos del mundo, el Litio podría
significar un impacto económico y social muy grande para la región Puno, una
región con muchas carencias.
Compete al Estado también, avanzar con
la regulación especialmente para minerales radioactivos como el Uranio, que es
el que acompaña al Litio como subproducto. Esperemos que el proyecto sea una
realidad en el tiempo correcto, sin dejar de cumplir el rigor de los permisos
ambientales y sociales. Se debe lograr
la confianza de las comunidades, de los gobiernos locales y del gobierno regional.
A raíz de los últimos acontecimientos en los proyectos mineros, llegamos a la
conclusión que el permiso social resulta una condición sine que non para hacer
realidad este sueño de ser una potencia mundial en la producción de carbonato
de Litio y su posterior industrialización.
Estamos frente a una gran oportunidad
de generar desarrollo sostenible en una de las regiones que presenta elevados
niveles de pobreza rural. Esperemos que en esta oportunidad no se caiga en el
error de confundir el crecimiento económico (que es el medio) con el desarrollo
humano sostenible (que es el fin).
Mayo, 16 2019
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