sábado, 14 de diciembre de 2024

ANALIZANDO LA COYUNTURA PERUANA

 PRESUPUESTO

DE LA CORRUPCIÓN

Escribe: Milciades Ruiz

E

l Congreso de la República aprobó el Presupuesto Público con el que, se financiarán las actividades gubernamentales en todas sus dimensiones el año que empieza el próximo mes. Es la decisión de mayor importancia nacional del que depende las condiciones de vida de 35 millones de peruanos. Sin embargo, los partidos políticos que dicen defender al pueblo, no se han pronunciado al respecto. ¿Por qué callan?

“El que calla otorga” dice un refrán popular. Dicho presupuesto no obedece a las demandas de la población sino, a los pedidos de la corrupción pensando en “la suya” en los tres niveles de gobierno. Su mayor parte se va en gastos que implican sobornos o, “coimas”, como son las obras y compras que favorecen a las empresas contratistas y a los coimeros. Los ex presidentes Alejandro Toledo y Martín Vizcarra, saben los millones de dólares que se reciben de las obras estatales.

Pero no son los únicos. Hay una jauría de rapaces tras cada obra aprobada, desde las municipalidades distritales hasta el gobierno nacional y, en todos los niveles ministeriales. Se combate a los delincuentes callejeros, pero no, a los de oficina. La población ignora el presupuesto público, como si no fuese de su incumbencia. Ha perdido la fe en los gobernantes y lo mismo le da, lo que haga “Juana o su hermana”. Al final de cuentas, todo seguirá igual para el pueblo trabajador.

¿Pero nosotros, por qué callamos? En nuestras filas, nadie se pregunta, si dicho presupuesto, responde a las necesidades de desarrollo nacional, si hay justicia social y equidad en la distribución de los fondos públicos formados con el dinero que tributamos. ¿De qué, vale reclamar por los derechos sociales, si estos no son tomados en cuenta en dicho presupuesto? ¿De qué, valen las arengas políticas, si dejamos que el presupuesto favorezca al neoliberalismo y no, a las clases necesitadas?

El suicida político, “Perico” Castillo, alzando la bandera de “No más pobres, en un país rico”, lanzó espectacularmente desde la fortaleza de Saqsayhuamán, la “Segunda Reforma Agraria” un 3 de octubre, rememorando la gesta de Velasco. Pero lejos de incluirla en el presupuesto nacional, a la semana siguiente mediante DS N° 164-2021-pcm, lanzó su plan de gobierno al 2026, como un remedo neoliberal, sin presupuestar la ejecución de dicha reforma.

Esto nos da una idea de la falsedad y mentalidad de muchos líderes políticos al no estar capacitados para gobernar. Pero igualmente, muchos entre nosotros, no le damos la importancia debida a este instrumento administrativo de gobierno. No hay consciencia política de que la formulación del presupuesto responde en la práctica, a la ideología neoliberal y al mantenimiento de la estructura de dominación social.


Ni siquiera lo debatimos en los grupos políticos para aprender a hacer buen uso del presupuesto público bajo nuestras condiciones. Los fondos públicos son de todos nosotros, pero los que disponen de estos son las cúpulas de gobierno. El Presupuesto Público 2025 asciende a S/ 251,801 millones, de los cuales el 64.3% es para el centralismo nacional y 35,7% va a los gobiernos regionales y locales (Cerca de 2 mil municipios). ¿Estamos conformes con esta distribución?

La distribución por tipo de gasto es, según el MEF, como se muestra en el siguiente cuadro:

Pero la priorización por función pública ha quedado establecida principalmente como se muestra en el cuadro N°2

Cuadro N° 2

PRIORIDADES PRESUPTO 2025

251,801 millones

SECTOR

S/. millones

%

1.      EDUCACIÓN

49,611

19,7

2.      SALUD

30,373

12,1

3.      TRANSPORTE

23,114

9,2

4.      ORDEN PÚBL Y SEG

15,532

6,2

5.      PROTECCIÓN SOCIAL

10,421

6,1

6.      AGROPECUARIO

7,495

3,0

Pero yendo a los detalles, tenemos que, en cada sector priorizado se han programado obras públicas y prima el gasto, sobre la inversión reproductiva como es el caso del sector agrario, el de la seguridad alimentaria que, aloja al sector social más empobrecido del país.

Peor aún, del presupuesto asignado al sector agrario (7,495 millones), un solo programa Presupuestal “Aprovechamiento de los recursos hídricos para uso agrario”, acapara el 64,8% del mismo, priorizando inversiones en obras de riego que favorece a las empresas latifundistas transnacionales extranjeras con grandes irrigaciones costeras para la agro exportación que, este año, baten todos sus records de ventas y rentabilidad, a pesar de lo cual se les subsidia la tributación y el valor de las tierras.

Por otro lado, se sabe que se ha considerado el financiamiento de cuatro cuantiosos proyectos de las Fuerzas Armadas por un total de S/12.970 millones (Para toda la función agraria solo 7,495 millones). En lo principal, la adquisición de 24 aviones de combate por S/7.580 millones, lo que representa el 58% del total de los cuatro proyectos.

Bien sabemos los malos manejos de las compras militares y policiales, como lo señala la Contraloría General de la República que, ha emitido informes sobre irregularidades en ellas. Tal es el caso de la compra de 10.000 fusiles de asalto Arad 7 que la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME) adquirió de la empresa Industrias de Armas de Israel IWI. También el caso del aumento del presupuesto para la modernización de cuatro submarinos, lo que consideró como una “situación adversa”.

Y podríamos seguir señalando otros casos, pero es la ciudad de Lima metropolitana la que se lleva la bandera en el reparto a los gobiernos locales. 105 millones frente a los S/. 317,511 que recibirá la municipalidad provincial de Cajamarca, una de las más pobres del país.

Precisamente, en el documento emitido por contraloría, “Incidencia de la corrupción y la inconducta funcional 2023”, se señala que costo de la corrupción e inconducta funcional habría alcanzado los S/ 24 267.8 millones, el cual equivale al 12.7% del gasto público consolidado (S/ 191 545 millones) y representa el 2.4% del PBI, siendo el departamento de Lima, el de mayor incidencia de corrupción.

Por nivel de gobierno, dicho documento señala una mayor incidencia de pérdidas por corrupción e inconducta funcional a nivel de gobiernos regionales y locales, con 15.4% y 13.1%, respectivamente. En términos monetarios, el gobierno nacional encabeza las cifras de pérdida con casi S/ 12 mil millones, que corresponde al 49% del valor total de perjuicio estimado para todo el gobierno general.


Según esta investigación el costo de la corrupción e inconducta funcional alcanzaría los S/ 10 248 millones para el Poder Ejecutivo, lo que representaría más de dos tercios (85%) del perjuicio que se habría ocasionado al país. Le siguen las universidades públicas con el 5.3% (S/ 640 millones), luego, Poder Legislativo y Poder Judicial, con el o, 4.7% (S/ 564 millones)- Finalmente, los organismos constitucionalmente autónomos, con 4.5% (S/ 542 millones).

Por función pública la mayor corrupción está en los sectores priorizados.

Y lo peor de todo, es que el MEF que formula el presupuesto nacional resulta siendo el ministerio más corrupto en cuanto a las compras estatales.

Pero, para no seguir renegando, corto aquí. Finalizo afirmando que el presupuesto público para el 2025, no tiene un fin estratégico para el desarrollo nacional. Todo seguirá a la deriva. Es un presupuesto de mantenimiento del aparato estatal. El país, seguirá siendo una sucursal de los conglomerados internacionales, sin horizonte de desarrollo.

Tenemos muchas riquezas, pero no es para nosotros. Por cerca de 500 años se están llevando nuestro oro para enriquecer a nuestros depredadores. Se llevan nuestros recursos mineros, hidrocarburos, riqueza marina y toda la rentabilidad de nuestra biodiversidad. No hemos podido capitalizar porque trabajamos para que otros países que nos parasitan capitalicen. Hagamos algo para revertir nuestra desgracia.

Diciembre 13/ 2024.

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