domingo, 27 de octubre de 2024

PERSONAJES PUNEÑOS NOTABLES

 EZEQUIEL URVIOLA,

EL PROFETA PROLETARIO

Wilfredo Kapsoli Escudero*

Tomado de BRISAS, septiembre 2024

En los años veinte, en Azángaro, Puno, surgió el líder combativo de los campesinos que predicó los postulados de Mariátegui en defensa de los indígenas.

E

n nuestro libro Los Mo­vimientos Campesinos en el Perú 1879-1965 pu­blicado por la Editorial Deiva Editores, dimos a conocer un esbozo biográfico de Ezequiel Urviola y Rivero escrito por nues­tro recordado amigo Antonio Rengifo Balarezo. Él hace una lectura cronológica de la vida de este líder combativo de los cam­pesinos de Puno. Indica que nació en Muñani (Azángaro) el año 1891 donde realizó sus estudios prima­rios. Su extracción social es la clase media y su adolescencia lo pasó en la ciudad de Azángaro haciendo estudios en el colegio de cuya cotidianeidad y testimonio a Lizandro Luna quien dice: “En el aula, Urviola fue un temperamento eutrapélico, un muchacho aplicado y machacón, lo llamábamos Copérnico” (por ser jorobado y parecerse al polaco físicamente).

Nosotros en nuestro libro Ayllus del Sol Anarquismo y Utopía Andina lo consideramos el Illa que según José María Argüedas es una palabra quechua que representa a los seres u objetos deformes, como por ejemplo una mazorca de maíz con granos de color, una piedra de apariencia extraña, apreciada por sus virtu­des mágicas y sagradas, su origen es producto de los rayos y relámpagos andinos. Posteriormente estudiando el tercer año de se­cundaria en el Colegio San Carlos de Puno, y su amistad con Emilio Romero, quien recuerda a Urviola de la siguiente manera:

“Era un tipo simpático, muy cordial, lleno de gran ternura. Había que tratarlo con mucho cuidado ya que tenía una dificul­tad en la espalda y también en el pecho. Es por ello que casi todos le decíamos “el ccopo", expresión aimara que significa jorobado. Urviola era chico, usaba anteojos. Yo tuve la suerte de ser amigo de él porque siempre lo traté con mucho cariño y casi todo el co­legio hacía lo mismo porque era magnífico como amigo”.

Cuando estudiante universi­tario que se preparaba para ser abogado con un conjunto de ami­gos prepararon un homenaje a los indígenas por el Día del Cam­pesino, es ahí cuando se deciden hacer una representación teatral en la que se escenificaba la vida de los pongos en las haciendas cusqueñas. Urviola asumió hacer dicho papel, desplazándose con chullo, ponchos, ojotas y faja de tela en la cintura. Fue humillado y maltratado por los administradores y gamonales que asumían aquel papel de amos. Urviola asumió dicho rol con tal entrega que prácticamente se mimetizó y al término del espectáculo dijo que he encontrado mi camino y seré la representación del indio de por vida luchando por recuperar las tierras y aniqui­lar a los patrones, rápidamente optó por la ideología anarquista y paraba haciendo prédicas a favor de dicho postulado con los lemas constantes abajo el chancho burgués y muera el gamonalismo, también se incorporó al Comité Pro Derecho Indígena Tahuantinsuyo y asistió a los congresos indígenas que se realizaban en Lima, es ahí cuando entabló amistad con Pedro Zulen y José Carlos Mariátegui, cuyos testimonios re­producimos a continuación (Carta de Dora Mayer a Mariátegui 07 de febrero 1927) :

1. “Recuerdo nuestro encuen­tro en el Tercer Congreso Indí­gena, hace un año. El estrado y las primeras bancas de la sala de la Federación de Estudiantes estaban ocupadas por una polí­croma multitud indígena. En las bancas de atrás, nos sentábamos los dos únicos espectadores de la Asamblea. Estos dos únicos espectadores éramos Zulen y yo. A nadie más había atraído este debate. Nuestro diálogo de esa noche aproximó definitivamente nuestros espíritus”

2. “Y recuerdo otro encuen­tro más emocionado todavía; el encuentro de Pedro S. Zulen y de Ezequiel Urviola, organizador y delegado de las federaciones indí­genas de Puno, en mi casa, hace tres meses. Zulen y Urviola se complacieron recíprocamente de conocerse. “El problema indígena -dijo Zulen- es el único problema del Perú”.

3. “Zulen y Urviola no volvie­ron a verse. Ambos han muerto en el mismo día. Ambos, el inte­lectual erudito y universitario y el agitador oscuro, parecen haber tenido una misma muerte y un mismo sino”

4. “Ya no es tiempo de pensar en ensayar otra vez el método así definido. Se imponen otros cami­nos. Y esto no lo afirman sólo los conceptos sino los hechos que re­quieren ahora nuestro examen. Las reivindicaciones indígenas, el movimiento indígena, que hasta hace dos años tuvieron un extraordinario animador en un oscuro indio, Ezequiel Urviola, rechazan la fórmula humanitaria y filantrópica. Valcárcel escribe: “Pro - Indígena, Patronato, siem­pre el gesto del señor para el esclavo, siempre el aire protector en el semblante de quien domina cinco siglos. Nunca el gesto seve­ro de justicia, nunca la palabra de justicia, nunca la palabra viril del hombre honrado, no vibra­ron jamás los truenos de bíblica".

5. "El problema indígena no puede, pues, ser considera­do hoy con el criterio de hace pocos años. La historia parece marchar a prisa en nuestro país, como en el resto del mundo, de dos lustros a esta parte. Muchas concepciones, buenas y válidas hasta ayer no más, no sirven hoy casi para nada. Toda la cuestión se plantea en términos radical­mente nuevos, desde el día en que la palabra reivindicación ha pasado a ocupar el primer lugar en su debate.

6. "Recuerdo el imprevisto e impresionante tipo de agitador que encontré hace cuatro años en el indio puneño Ezequiel Ur­viola. Este encuentro fue la más fuerte sorpresa que me reservó el Perú a mi regreso de Europa, Urviola representaba la primera chispa de un incendio por venir. Era el indio revolucionario, el indio socialista. Tuberculoso, jo­robado, sucumbió al cabo de dos años de trabajo infatigable. Hoy no importa ya que Urviola no exista. Basta que haya existido. Como dice Valcárcel, hoy la Sie­rra está preñada de Espartacos".

7. "Fue Ud, amigo mío, direc­tor de Amauta, quien escribió en Mundial, el 6 de febrero de 1925, sobre una noche con Zulen en el Tercer Congreso Indígena, y sobre un encuentro de Zulen y Urviola en casa de Ud. Allí cita la palabra de Zulen: "el problema indígena es el único problema del Perú".

8. "Ud. tiene que continuar el hilo de las ideas que brotaron en su mente en aquellas dos ocasio­nes memorables, y volvieron a su imaginación a la hora solemne de la desaparición de Zulen del cam­po material de batalla".

Zulen y Urviola fallecieron el mismo día y partieron juntos al cementerio. A Zulen lo acompa­ñaron intelectuales y profesores de la época, mientras que Urviola fue conducido por una multitud de indígenas e incluso un dirigen­te que se fugó de El Frontón para despedirse de su amigo motivan­do la protesta y la persecución contra los dictadores indígenas, anarquistas y socialistas.  

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*Historiador y profesor universitario

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