lunes, 2 de enero de 2023

ANTAURO HUMALA ENTREVISTADO

 “SI ESTA REPÚBLICA TIENE QUE MORIR, QUE MUERA RÁPIDO”

Entrevista de José Alfredo Madueño,  Diario UNO 31DIC22

EN DIÁLOGO CON DIARIO UNO el líder etnocacerista Antauro Humala adelantó que estaría pronto a obtener el registro de su organización política, y advirtió que el momento actual de crisis es el epílogo de un tercio de siglo de presidentes corruptos, por lo que "urge un escarmiento histórico". 

¿Qué lectura tiene sobre la actual crisis política y cuáles pueden ser las salidas a corto plazo?

-Sería un error de apre­ciación atribuir esta crisis solamente al capítulo de Pedro Castillo, su defenes­tración y la simultánea as­censión de Dina Boluarte. Esto es solo el epílogo de algo más antiguo y más monstruoso, como son un tercio de siglo de puros presidelincuentes suicida­dos, presos o por regresar a prisión.

Estamos ante un con­flicto de índole constitucio­nal, de cambio republicano, que pone en duda la vigen­cia de la Constitución de Fujimori y Montesinos. Ese es el fondo de la cuestión, que ha estado embalsado desde el fracaso de la tran­sición del año 2000, cuando cayó el fujimontesinismo, y lo que ahí implicaba una Asamblea Constituyente y desconocimiento de la Constitución de Fujimori. Este capítulo mal cerrado, 20 años después, nos ha re­ventado en la cara, sumado a lo vivido en la pandemia y del millón y medio de in­vasión laboral venezolana. Lo que estamos viviendo en este capítulo último con Boluarte es la extre­maunción de la república. ¿Cuál es la salida? Que el cadáver muera rápido para que nazca el nuevo bebé.

¿Qué hacer en las sema­nas siguientes para evitar una escalada de nuevas muertes en protestas, que no van a cesar?

-Obviamente con la caí­da de Castillo no se acabó la crisis, sino que hemos entrado en un nuevo grado de crisis y es obvio que las protestas se van a reiniciar en enero. Creo que los lí­deres lúcidos de posiciones progresistas como es el na­cionalismo de izquierda, deben ponerse a evaluar si es conveniente la desa­parición en el escenario de Boluarte, porque ello impli­caría la instantánea apari­ción del general Williams. Eso sería ir de Guatemala a guatepeor. Williams ingre­saría al Ejecutivo con parte del alto mando en lo más crudo de la guerra interna. Para ellos no ha pasado el tiempo, creen que están en su apogeo de los 90.

Pienso que la lucidez de los líderes progresistas debe llevar a evaluar la si­tuación de las reacciones populares. Lo que se ha vis­to es que los partidos han brillado por su ausencia en esta protesta... ¿Qué hacer? Una salida sería que el Ejecutivo proponga no solo adelanto de elecciones sino un referéndum para Asamblea Constituyente, y si el Legislativo lo niega, que Boluarte presente una renuncia inmediata.

También hay que tener consideración que el alto mando de las FF.AA: tiene dos problemas, están escar­mentados de la comisión de la verdad, y hay un error conceptual en los altos mandos, que influyeron en la balanza entre Ejecutivo y Congreso. El alto mando de las FF.AA. expresó que la palabra clave que los convenció para favorecer al Congreso fue defender el orden constitucional. To­dos estamos de acuerdo, pero la pregunta es ¿cuál orden constitucional? ¿el de Fujimori y Montesinos con una Constitución irrita que no tiene firmas y con sus autores presos? ¿o la anterior de 1979? No es un capricho mío, pero la que corresponde es la de 1979. La principal bandera de todas es el orden cons­titucional, pero el legítimo, no el impostor, caduco, lavajatista, de Fujimori y 6 presidelincuentes presos, perseguidos o suicidados.

¿Considera que este es definitivamente un mome
nto constituyente?

-El Estado tiene el mo­nopolio de las armas y la violencia legal, y ha dejado ya casi 30 muertos. Se viene una nueva oleada de pro­testas en enero, ¿cuántos muertos más van a haber? Acá va a llegar un momen­to dado en que el Ejército sabe que no puede reprimir abiertamente y sabe que no puede soportar a una se­gunda Comisión de la Ver­dad. Además, está calando el mensaje popular en las filas del Ejército, donde el 90% de las FF.AA. es tropa. Ahí cala el mensaje de soli­daridad y tiene mucho que ver las reservas. Por otro lado, se está sembrando el germen de una nueva insurgencia. Por eso es importantísimo aplacar la ira popular que apunta a una nueva refundación de la república. Sea quien sea el presidente, debe convocar a elecciones y referéndum para Asamblea Constitu­yente. Es la única manera de evitar más violencia y muertes.

VIOLENCIA DE ESTADO

¿Qué opinión tiene so­bre la decisión de encargar a las fuerzas armadas el control de las protestas so­ciales? ¿Es correcto enviar a soldados con armas de guerra y no disuasivas a contener las manifesta­ciones?

-Si las FF.AA. llegan a controlar la seguridad ciu­dadana por sobre el esta­mento policial, ya estamos en un estado de sitio. Eso pasaba en los años 8o en las zonas de emergencia.

Obviamente esto no se­ría ni es conveniente. Está pasando que este sistema está acabado y ya no se sostiene política, moral ni económicamente. Esa es la situación y el alto mando, sobre todo el estamento de tropa en cualquier momento va a presentar situaciones de resistencia masiva dentro de las FF.AA. en caso se pretenda desatar una represión indiscriminada. Ahora existen los celulares con internet, eso lo manejan también los soldados y se comunican con su familia en el pueblo ven, en la chacra...

¿Cuánto ha abonado discurso de terruqueo desde el Ejecutivo, Congreso y prensa concentrada como detonante o validación para que el efectivo militar actúe de determinada manera frente a las protestas y eventuales actos vandálicos?

-Eso es parte del lavado cerebral que recibe un soldado para masacrar a paisano. Pero acá hay factor, el de las redes sociales y las comunicaciones que mencioné con los celulares. Así como hay una guerra entre la prensa alternativa y la prensa con­trolada limeña, en esta protesta ha sido evidente que la prensa alternativa ha llevado la batuta y ha desarrollado una guerra de guerrillas. No hay ninguna república que haya nacido de la divina providencia. Estamos viendo un parto republicano en el país.

¿Boluarte cogobierna con el Congreso? ¿Cómo toma el planteamiento de que Williams reemplace a la presidenta en caso de viajes al exterior?

-Lo que pasa es que nunca se ha dado en la república criolla que una vicepresidenta tenga que dejar la presidencia por viaje. Ahora, imaginemos que tenga que viajar para hablar ante la ONU, tiene que dejar el mando al que sigue en la línea de suce­sión, que es el presidente del Congreso. El problema es que Williams es un fujimorista hasta el tuétano que no se hace problema en que pasemos de 30 muertos a 300. Creo que lo más salomónico es que esto se haga previamente a una renovación de la Mesa Directiva del Congreso.

¿Y qué le parece que Boluarte nombre a Liendo como jefe de la DINI?

-Se están asumiendo cargos en el Ejecutivo por personajes que desarrollaron en la época del fujimorismo. Estamos viendo una contraofensi­va, ese nombramiento es parte del ensamblaje que se está haciendo, consi­derando más aún que era asesor de Cueto. Acá los que están más felices aparte de este alto mando retirado que está en el Congreso, son los del canal Willax porque asumen que ya se apodera­ron del Ejecutivo. Esto sí es una carga en la conciencia de Boluarte. Considero que Boluarte está aún a tiempo de adjuntar a un adelanto de elecciones la convocato­ria a referéndum. Eso sería rescataren algo su honor y valor como política.

¿Cree que la presidenta se va a ir con el Congreso en el 2024?

-Creo que quienes van a decidir el adelanto de elecciones es la gente en la calle. Ellos son los que han logrado que se adelan­te las elecciones al 2024. Esos peruanos fallecidos en las protestas.

 

En los últimos aconte­cimientos, ¿advierte una influencia extranjera en función a los intereses geopolíticos de EE.UU.?

-Claro que hay influen­cia extranjera, no solo de Estados Unidos que debe estar muy contento con lo que ha pasado. Es más, la embajadora Lisa Kennan tuvo una entrevista previa con el último ministro de Defensa de Castillo. Por cierto, todos los ministros de Defensa van felices a ese tipo de reuniones, pero también hay intereses del otro lado.

Ahora la pugna es si el país se reinscribe como patio trasero de EE.UU. o si se dicta una nueva vía, que con Pedro Castillo tampoco se vislumbraba. El único deber que se le pedía era ser inmaculada como la mujer del César, pero en eso falló.

¿Qué lectura tiene de la última escena de Castillo dando un golpe fallido y con las manos tembloro­sas?

-Cuando estaba en An­cón II con el teléfono públi­co de la prisión convoqué a diversos personajes para conformar el Frente Patriótico, y entre ellos a Castillo, que era algo así como encargado de educación. Y en las contadas ocasiones que hablé lo percibí como una persona muy callada, y me puse a deducir, si era muy observador o si por el contrario no entendía nada. Y con lo que ha pasado ahora me doy cuenta que es la segunda opción. En esto creo que tiene bastante responsabilidad su neurona reina, que era Anibal Torres. Él era como un papa, infalible para Castillo, porque Torres es de la misma aldea  de Castillo, es la eminencia de la aldea, lo tienen como un sabio y su palabra era ley. Era él quien gobernaba y era el hombre más poderoso del Perú. Pero don r Aníbal tenía una falla, jamás leyó la Constitución del 79 y aconsejó mal a Castillo, porque la solución era cerrar el Congreso con el artículo 307.

ADN POLÍTICO

Usted ha planteado pena de muerte para co­rruptos en altas esferas de poder, pero también acusa un Poder Judicial corrupto. ¿Cómo sostener esta medi­da de pena de muerte como sanción si tenemos no solo un sistema de justicia acusado de corrupción, sino una corrupción enraizada a nivel social?

-Primero quiero aseve­rar que la pena de muerte está escrita no solo en la Constitución de Fujimori y Montesinos sino en las doce que la anteceden, por traición a la patria. Aho­ra, la pregunta es si acaso Lavajato no es traición a la patria. Para la derecha no, pero para mí es recontra traición a la patria, porque se han 'tirado' el erario público. Además, nos han ve­nido agentes extranjeros, ese es un problema de seguridad nacional.

Lo que comunica esta propuesta, más allá de lo jurídico, es plantear ante la sociedad que la muerte es legítima como sanción, y en un país donde mucha gente hace justicia por mano propia. ¿No hay un problema ético?

-Pero Lo que digo no es un barbarismo. En EE.UU. también se aplica, todos los meses hay un inyectado, en Francia también se aplica. ¿0 se quiere que acá haya puros traidores? Cuando yo hacía mis discursos en llave, la gente vibraba en las plazas cuando hablaba de fusilamientos a presidelincuentes, porque es un ajusticiamiento histórico y el principal ejemplo de moralidad no se da en la parroquia, sino en el ejemplo de un gobernante. Además, cuando se refunda una re­pública tiene que haber un paradigma.

Y en esa línea, ¿Casti­llo estaría en camino a ser condenado a muerte?

-No, a Castillo no le corresponde porque él no está en Lava Jato. Las cosas como son, por último, se­ría él un ladrón de gallinas pero no está en Lava Jato. Por otro lado, los derechos humanos de PPK, de Toledo, de Ollanta o Fujimori están muy por debajo de los derechos humanos de toda la población. Ahora, si es necesario salirse de la Corte IDH para hacer ese escarmiento histórico, ¿cuál es él problema? Es un trámite burocrático y el papel se acomoda a la realidad...

¿No le preocupa que con eso se abra una puerta a violaciones de derechos humanos?

-¿Pero el problema es que se cumpla la ley o que no se cumpla?


Que no se mate indis­criminadamente...

-Por supuesto, pero normalmente las nuevas republicas y los lideres re­volucionarios tienen o ge­neran aperturas culturales tremendas, y yo no veo esa posibilidad en el Perú de que un régimen justicie­ro nacionalista aplique la pena capital indiscriminadamente a la población, porque esto va enfocado a los presidelincuentes. Descarto esa posibilidad.

En todo caso eso lo aprobará o rechazará una Asamblea Constituyente...

-Por supuesto.

Usted aspira a ser el próximo presidente. ¿Cuá­les son los ejes principales de su propuesta?

-Mucha gente cree que la propuesta principal es el fusilamiento de presidelin­cuentes, pero eso es solo un paradigma psicológico para que se entienda que este es un proyecto nacionalista que va en serio. El principal eje, además de la Asamblea Constituyente, es subordi­nar el libre mercado a la nación. Esto quiere decir que vamos por un Estado proteccionista, la oferta y la demanda que antes la manejaba Marcelo Odebrecht ahora la va a manejar un Estado paternalista que visualiza al poblador como su hijo y no como su hijastro. Vamos a emular el gobierno de Velasco, por eso rescato mucho el plan Inca. Van a decir que la empresa privada es efectiva y la estatal no sirve para nada, pero yo digo que en la empresa privada la eficacia se materializa en cuánto se explota al obre­ro y si me compro 50 pent house el primer mes soy un ejecutivo eficiente. Pero si al ejecutivo eficiente lo pongo a cargo de Sedapal y me dice que tiene superávit le tengo que dar de baja, porque la ganancia tiene que estar en cero. La ga­nancia es darle el servicio más barato al poblador. Si se puede eliminar los pea­jes se hace. Acá todo se encarece. También me refiero a que toda importación que compita con la producción nacional no va a entrar, o si entra le metemos un mi­llón de aranceles. Eso es el nacionalismo, imponer lo peruano antes que lo extranjero...

¿Y qué responde ante la posibilidad de ahuyentar al capital?

-Es que ese slogan da risa. El capital no crea el trabajo, es el trabajo el que crea al capital. Pero acá en el Perú los capita­listas son como animales de granja que si no viene el granjero se mueren de inanición. Acá somos el tercer productor de oro en el mundo, segundo en plata y quinto en cobre. ¿Qué es el dinero? Es un papel, nosotros tenemos el oro. Entonces, ¿qué necesita­mos? El problema es que mucha gente se rompe el cerebro porque parten de una premisa falsa, de que el Perú es una nación. Pero si arrancas de la premisa de que seguimos siendo una colonia, de que la relación que teníamos con Madrid ahora es con Washington, todo es coherente. Parecie­ra que para algunos tene­mos que seguir condenados a seguir siendo colonia, a seguir siendo pobres dia­blos derrotados sin identidad nacional. La cuestión es convertir esa colonia en nación, y por eso sos­tengo que debemos tener un frente patriótico y una vez que se tome el poder, con una Asamblea Consti­tuyente, generar los parti­dos políticos de izquierda y derecha pero a imagen y semejanza nuestra, donde los errores y aciertos al fin sean nuestros.

Usted dijo que tiene coincidencias con la iz­quierda y derecha. ¿Cuá­les son?

-En realidad yo ubico más el globocolonialismo versus el etnonacionalismo, más que la dicotomía izquierda versus derecha. Tenemos más coincidencias con el socialismo que con el capitalismo de la derecha, porque muchas veces de­fendiendo lo oriundo y nacional coincido desde otra perspectiva con la ideolo­gía de izquierda. Me llevo bien con los movimientos de izquierda, aunque con los líderes no tanto. Tam­bién es cierto que aunque la derecha es colonizada por antonomasia, la iz­quierda tiene una mirada eurocentrista y por eso a veces falla. En política se da algo, el sentido común es el menos común de los sentidos.

ELECCIONES 2024

¿Por qué sostiene que el movimiento etnocacerista es el movimiento más fuerte que hay?

-Son hechos. Quizás no tenemos inscripción ahori­ta, pero eso es como la par­tida de nacimiento de un bebé y nosotros ya tenemos al bebé. Tengo un auto para ganar la carrera pero nos falta la placa. El aparato le tengo, lo otro es burocrá­tico. Estamos esperando para enero la inscripción de la Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores Universitarios, Reservistas y Obreros, que es el acrónimo de mi nombre.

¿Su situación legal le permitirá postular el 2024'

-Yo no tengo inhabilitación. Normalmente, cuando uno va preso, además de la condena le dan inhabilitación política, pero en mi caso el fiscal pidió 35 años de prisión más 10 años de destierro, y mis abogados lograron anularla. No tengo ninguna inhabilitación..

¿Su gran reto pendiente es aclarar lo sucedido en el Andahuaylazo?

-El primer motivo de mi gira por las regiones fue proclamar mi inocencia y denunciar el crimen de Estado. Además, viendo la exigencia de la población alzamos las banderas nacionales de Asamblea Constituyente y cierre del Congreso. He constatado que donde los mítines fueron más contundentes como Andahuaylas, Huanta, llave y Chala es donde la insurgencia y la protesta también fue más potente. Y estoy en eso, tengo que divulgar lo que realmen­te sucedió y es parte de la campaña electoral. Pero en el sur y en el centro del país nadie cree que noso­tros hayamos matado a los policías. La gente sabe de la responsabilidad directa del actual presidente del Congreso (José Williams) y el general (Roberto) Chiabra, que era ministro de Defensa, cuando los francotiradores mataron a los policías por la espal­da. Hay documentos donde se prueba los nombres de los francotiradores, hay declaraciones televisadas del exministro del Interior Basombrio, que afirma que los francotiradores en los cerros son los que mataron a los policías.

¿Va a iniciar alguna ac­ción legal para resarcir su nombre?

-Eso pronto tendrá que resarcirse jurídicamente, pero no me quita el sueño porque la historia nos da la razón. Y el tercer poder del Estado que es el Poder Judicial es parte de la he­catombe de la república, tiene tanta responsabili­dad como el Ejecutivo y el Legislativo. Por eso los tres poderes del Estado están putrefactos generalizadamente. Si esta república tiene que morir que muera rápido. No sirve y produce delincuen­tes en todo sitio. Lo que urge es un escarmiento histórico.

 

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