martes, 17 de agosto de 2021

COSTUMBRES DE NUESTRA TIERRA

 LA HUATIA, HUAJJA O GUATIA[i]

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas

C

uando se aborda la realidad gastronómica de un pueblo determinado ocurre por lo general que no es posible agotar toda la larga lista de comidas, platos y potajes de mayor preparación y consumo lugareño. Lo que se come en el amplio ámbito de El Collao, por ejemplo, presenta notable variedad de alternativas que en conjunto perfilan la identidad cultural de la gente collavina. Por ahora, toquemos con brevedad obligada una costumbre alimentaria extendida en las masas campesinas de la gran cuenca del Titicaca. Veamos.

Durante el periodo de la cosecha, mientras una parte del grupo se dedica al escarbo de la papa en el espacio circunscrito conocido como “chacra” o realiza ahí mismo similar tarea en relación a otro producto agrícola, otra parte de una o dos personas (de acuerdo a la cantidad prevista de comensales) se encarga de hacer la “Huajja” (en aimara) o Guatia o Huatiya de papas sometidas a cocción en medio de terrones calientes cubiertos con la misma tierra. Por lo general, para la preparación de una “huatiada” se escoge la variedad de la papa nativa preferida en lugar.

Como se sabe, La papa ha sido y es el principal alimento de las naciones aimara y quechua. Su origen ha sido localizado en el área contigua al sur del lago Titikaka, según estudios científicos cuyos informes aparecen en la oficial y principal revista científica de los Estados Unidos.

Los andinos antiguos, entre ellos los kollavinos, usaron técnicas y procedimientos diferenciados para alimentarse con papa cocida en los dominios de la pachamama. Se ha dicho que “En la cultura andina, la tierra y en especial el barro han estado ligados a su estilo de vida, y una de las formas más estrechas de esta relación fue a través de la comida”[ii]. El cronista Gonzales Holguín refiere que una forma de preparar comidas era el “huatuy” (vocablo del que derivaría Huatia) que consistía en asar en rescoldo o en un "hoyo abrasado y sacada la lumbre”[iii]. Otro cronista[iv] Thomas, citado por Santiago Antúnez de Mayolo[v], dice que “guatiani era asar enterrando en el rescoldo, es decir, cubriendo los alimentos por asar con las cenizas y ascuas que en ella quedan”.

Como levantar el “horno” de terrones

Para la Huajja se procede a juntar terrones grandes y duros[vi] del mismo campo de labranza, se hace un hueco o depresión circular de tamaño variable (de 30 a 80 cm) y poca profundidad en la que se depositará la futura ceniza. A su alrededor, siguiendo los filos del hueco se pirca o levanta una suerte de horno de terrones de forma cónica, de manera que conforme gane en altura vaya perdiendo en diámetros hasta cerrarse en la parte más alta, mientras que los terrones también van perdiendo tamaño conforme se aproximan a la altura final del mismo.

En la primera fila pegada al suelo se ponen los terrones más grandes y se deja un arco o puerta orientada según el curso y tendencia contraria que lleven la brisa o viento, ello a fin de incentivar la direccionalidad del fuego hacia el interior del horno.

Luego se procede a calentar el horno, quemando dentro de él diverso material leñoso, pero principalmente el “k’ili” nombre con el que se conoce a los tallos secos de quinua ya “golpeada”, es decir desgranada.

El tamaño del horno estará en relación a la cantidad requerida de papa para una “huatiada” que cumpla con satisfacer la merienda del grupo de comensales previsto, sea familia pequeña o amplia, comuneros, trabajadores de que se trate, etc..

La más voluminosa “huatiada” de que se tenga memoria se halla inscrita en el libro de los Récord Guinness como “La Huatiada más grande del Mundo”. Se obtuvo ese trascendental logro durante la LI Feria Ganadera Artesanal y Agroindustrial del Sur del Perú FEGASUR 2012 realizada ese año en Juliaca; ello después de obtener “Huajja” de mil 700 kilogramos de papa canchán en un horno de cuatro metros de altura, calentado durante diez horas con media tonelada de leña. 

El “entierro”

La práctica de la “Huatiada” continúa cuando se note o compruebe que los terrones están calientes y han cambiado de coloración en contacto con el fuego mostrándose como brasas incandescentes. Llegado este momento, se procede a sacar parte de la ceniza, arrojar por la puerta cierta cantidad de papas y tapar la puerta con un terrón grande. De otro lado, se hace un hueco en la parte más alta del horno cuidando que no se derruya toda las estructura y por dicho hueco se introduce muchas más papas. Con un palo se dejan caer los terrores calientes poco a poco mezclándolos con las papas y luego se inicia el tapado del montón así formado golpeando con pala o palo el horno por todos los lados para desmenuzar los terrones y tapando todo ese montón de manera que no escape vapor de agua por ningún lado. Así, la cocción de la papa con tierra caliente está en proceso.

Al cabo de media hora, aproximadamente, se empieza a sacar las papas ya cocidas, de canto y con sumo cuidado. Se les quita la tierra que pudiera haberse impregnado a las papas golpeándolas con un aguayo o tejido.

La cocción en tierra caliente, otorga a la papa sabrosura única e inigualable en su ingesta, puesto que su sabor característico no es posible obtener por otros medios, como podrían ser la “pachamanca” o los hornos de panificación a leña o aquellos calentados con el uso de energía eléctrica.

La modalidad de hacer “Huajja”, descrita líneas arriba, si bien cubre gran parte del territorio altiplánico y zonas adyacentes[vii], presenta variantes, estilos y procedimientos especialmente en zonas quechuas alto andinas del norte del departamento de Puno, en las que simplemente y por lo general se abre un hueco dentro del que se hace arder leña sobre cuyas cenizas calientes de ponen las papas, las que luego se tapan totalmente con tierra en forma de montón. En estos casos la cocción se produce en tiempo más prologando que la “huatia en horno”.

Los contornos o complementos

Sobre el contenido sometido a cocción en el horno de terrones hay estilos y variantes. Algunos, además de las papas, ponen otros productos adicionales como ocas, habas, choclos, y hasta quesos, humitas y carnes acondicionadas en depósitos ad hoc y siguiendo sus propias prácticas tradicionales.

Cabe señalar que la “Huajja” es distinta de la “pachamanca” que se originó en el cúmulo de costumbres vigentes en el centro del Perú. Esta se diferencia básicamente por ubicarse el horno “empedrado” por todos los lados bajo el nivel del suelo y por usar piedras previamente calentadas para la cocción de papas, carnes y otros productos.

En cuanto a los complementos para el yantar de la “Huajja”, el más usado en el campo collavino es el “Ch’akko”, que es una fina arcilla que se diluye manualmente hasta el punto de obtener ostensible lechosidad, a la que se le agrega sal al gusto.

Hay variedad de otros contornos y complementos que acompañan a la papa de “Huajja”. Entre ellos podemos nombrar al jallp’ahuayk’a o ají molido y mezclado con cola verde soasada de la cebolla y yerbas varias como la chijchipa; al queso artesanal a veces frito en manteca, al reahogado de ají colorado con cebolla, a los trocitos de chalona o charqui, etc. etc.

El comer solidario y colectivo

Servirse un grupo de personas rodeando a la rica “Huajja”, es práctica andina altiplánica que patentiza no solo la solidaridad en el trabajo, sino también confraternizar y convivir pacíficamente. ”La comida adquiere dimensiones de alegría y satisfacción cuando se comparte colectivamente, dentro de la tradición ancestral…en donde la comida es el vehículo ideal para que se afiancen las siguientes generaciones”, describe Hernán Cornejo, un estudioso de esta temática[viii].

 En el marco de esas tradiciones, tratándose de comidas grupales o colectivas, es común el traer y compartir algunos complementos o acompañantes que se ponen al alcance de los comensales. Esta costumbre conocida como “apthapi” está enraizada desde antiguo en la idiosincrasia de la gente de este lugar del planeta y por tanto es rasgo característico de su identidad cultural. Queda pendiente una conversa sobre eso. <>

Agosto 2021.

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 [i] Sergio Zapata Acha en El Diccionario de Gastronomía Peruana Tradicional señala los diferentes nombres de la huatia: “guatia, guatía, huatiaa y watía” y añade que “La guatia es considerada la precursora de la pachamanca”.

[ii] Cesar Sifuentes en https://www.aboutespanol.com/la-huatia-3573390

[iii] Diego Gonzáles Holguín: VOCABULARIO DE LA LENGUA GENERAL DE TODO EL PERU. Ed. UNMSM 1952. (Según Enrique Torres Saldamando, Gonzales fue “Superior de la Residencia de Juli” de los jesuitas hasta 1607)

[iv] Domingo de Santo Thomas LEXICON. VOCABULARIO DE LA LENGUA GENERAL DEL PERU 1560. Ed. UNMSM, Facsimilar 1951

[v] Santiago E. Antúnez de Mayolo: LA NUTRICIÓN EN EL ANTIGUO PERU.  Ed Banco central de reserva, Lima 1981. Antúnez señala que “el más alto valor nutritivo de la papa se obtiene cuando es consumida en forma de watia”.

[vi] Llamados “tojjras” o “kjurpas” en quechua y aimara.

[vii] Bolivia, sur del Perú, norte de Chile y norte de Argentina.

[viii] Hernán Cornejo: LA COCINA AIMARA”. Ed Universidad San Martín de Porres. Octubre 2012

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