miércoles, 5 de abril de 2017

NOTABLES INTELECTUALES PUNEÑOS

EMILIO VASQUEZ 
VÁSQUEZ, Emilio (Acora 1903-Lima 1986): maestro y escritor. H. de Tomás Vásquez Vidangos y de Juana Chamorro (Saravia?), n. el 4-IV-1903 y m. el 27-XI-1986.
Desde la infancia hubo de trabajar, para atender a sus necesidades; pero esforzóse para terminar la educación secundaria en el Col. Nací. San Carlos, de Puno; y a mérito de las calificaciones ob­tenidas en sus estudios se le otorgó una beca en el Instituto Pedagógico Nací, de Varones.
Con el título de Profesor de Pri­mera Enseñanza, inició sus tareas docen­tes en una escuela de Chucuito (1928); pasó luego a Juli, llave y Puno; fue trans­ferido a la Dirección de Educación Nor­mal del Ministerio de Educación Pública; e ingresó entonces a la U. M. de San Mar­cos, en la cual obtuvo título de Profesor de Segunda Enseñanza y el grado de Dr. en Educación.
Nombrado asesor de los cur­sos de Letras en el Col. Nací. San Luis Gon- zaga, de lea (1950), desempeñó allí sus funciones hasta jubilarse. Y requerido por la U. Nací, del Centro, hízose cargo de ex­poner varias asignaturas de su especialidad en la Facultad de Educación.


Contribuyó, en Puno, a la edición del Boletín Titikaka (1926-1930), bajo la dirección de Gamaliel Churata; y desde entonces ha colaborado intensamente en publicaciones culturales. En 1986 recibió las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta, otorgadas por el Ministerio de Educación a solicitud unáni­me del Congreso de la República. Ha pu­blicado cinco poemarios, inspirados en el hombre y el paisaje de su tierra nativa: Altipampa (1933), Tawantinsuyo (1934), Kollasuyo (1940), Altiplania (1966) y Poema- rio Titikaka (1884). Estudios sobre teoría y práctica de la educación: Negación de la escuela peruana (1935); Posibilidad de un sistema peruano de educación (1944); Ma­nual de educación rural (1947); Panorama de la educación rural en los países andinos (1954); Pedagogía general (1957 y 1966); Historia de la educación (1969). Estudios antropológicos: La pandilla puneña (1947); Santo Domingo de Sicaya (1949); El mestiza­je sudamericano (1970). Estudios histórico-literarios: Simón Rodríguez y un elogio del Libertador (1952); Paisajes de lea (1958); Moisés Sáenz (1965); Iniciación poética de Alejandro Peralta (1976); La rebelión de Juan Bustamante (1976); El maestro Raúl Porras Barrenechea (1981).
(ENCICLOPEDIA ILUSTRADA TAURO DEL PINO)

ALGUNAS OPINIONES SOBRE LA OBRA DE EMILIO VÁSQUEZ
DE LUIS ALBERTO SANCHEZ
En el 4 tomo de Literatura Peruana, p. 1547, Luis Alberto Sánchez reconoce a Emilio Vásquez como poeta y maestro y en esas dos dimensiones de su personalidad destaca la indigenidad de su mensaje y de su actitud de protesta:
Emilio Vázquez, maestro de profesión, escritor de vocación, indígena de raza, ha publicado libros en prosa y en verso...  expresión sencilla de proclamado orgullo indio, y, aunque a menudo en son de protesta, suave y armoniosa protesta de poeta” (p. 1547)
DE JOSE URIEL GARCÍA
En el prólogo al poemario Altipampa de Emilio Vásquez José Uriel García afirma: “A todo esto me saben estos poemas de ALTIPAMPA de Emilio Vásquez, poemas lacustres y pamperos, que igual de otros de su constelación espiritual, ha ido recogiendo en su peregrinación por pueblos kollavinos, peregrinación apostolar de maestro de indios... Altipampa es un poemario del drama kollavino.”
DE JORGE BASADRE
En el prólogo al libro La Rebelión de Juan Bustamante de Emilio Vásquez, Jorge Basadre destaca las manifestaciones del pensamiento político de Emilio Vázquez       en la exposición histórico — crítica de la obra: “Emilio Vázquez es un veterano de la docencia, condecorado no sólo por los diplomas y títulos que uno a uno obtuvo, sino fundamentalmente por la tenacidad y la limpieza de su labor”. (p. 9)
“Hombre siempre inquieto y curioso no sólo en el aula y en los libros, sino en la vida, recuerda sus tareas de obrero gráfico, que echó tinta y cajeó  originales en El Eco de Puno y en La Tea” (p. 10).
“Emilio Vásquez recuerda su enfrentamiento peligroso en 1935 con el Prefecto de Puno, general Armando Sologuren, cuando firmó unos artículos en Noticias de Arequipa, sobre los luctuosos acontecimientos de la hacienda San José de don Bernandino Arias Echenique, en la provincia de Azángaro” (p 10).
“Sesentón como yo, envidio su actividad, su espíritu de trabajo, y, más que nada su integridad espiritual y moral. Integridad: concepto implícito en el nombre del periódico de Abelardo Gamarra, es lo que debemos pedir, sobre todo, a los escritores de nuestro tiempo” (p. 11).
“Emilio Vásquez ha tenido el acierto de exhumar la figura de Juan Bustamante hombre sin paralelo. Relata su odisea como el primer peruano que viajó dos veces por el mundo; su trayectoria de político limpio y defensor tesonero y abnegado de los indios y la tragedia que circundó su muerte, una de las más horribles que manchan el siglo XIX” (p 11).
“A la luz de los minuciosos esclarecimientos de Emilio Vásquez y de las normas teóricas generales antedichas podríase intentar una ubicación de la rebeldía y el sacrificio de Juan Bustamante” (p 14)
DE AUGUSTO TAMAYO VARGAS
En el tomo II de su LITERATURA PERUANA, Augusto Tamayo Vargas tan sólo menciona a Emilio Vásquez entre los poetas peruanos: “La poesía peruana se puebla de cuadros nuestros; ya es el ambiente porteño en Spelucín; ya son aspectos serranos en Alejandro Peralta, en Emilio Vásquez, en Luis Rodríguez, que se dejan seducir por impresionantes fórmulas vanguardistas” (p. 333)
En el prólogo al libro POEMARIO TITIKAKA, Tamayo Vargas expresa: “El Poemario Titikaka, ya compilado en 1950 y sólo dado a la publicidad ahora (1984), vuelve a hacernos oír la voz del antiguo cantor de la meseta andina. Mientras tanto el maestro ha ido adquiriendo solidez y experiencia de educador desde el Centro Escolar Inicial hasta la Universidad, sea en Puno, en Lima, en Ica, en la Universidad Nacional de Huancayo, y esa experiencia se manifiesta en la forma que ataca la poesía con una mayor serenidad de yaya, conductor de juventudes”. (p 16)
DE ESTUARDO NÚÑEZ
En LITERATURA PERUANA DEL SIGLO XX, Estuardo Núñez juzga a Emilio Vásquez como poeta: “Emilio Vásquez es quien resumen más cercanamente una tendencia expresionista (en la poesía) por su mayor categoría épica, por el carácter hímnico de sus poemas y por su agudísimo sentido humano, integral y potente” (p 53).
“Emilio Vásquez es un caso ejemplar como pocos en el Perú de permanente y perseverante dedicación a los menesteres intelectuales. Muy joven iniciado en las tareas del magisterio en su tierra natal, Puno, bajo la sabia advocación de ese maestro que fue José Antonio Encinas, destaca ya dentro de una nueva generación de poetas que promovió el movimiento indigenista con Alejandro Peralta, Gamaliel Cuarta, Carlos Oquendo, Luis de Rodrigo, Dante Nava, Aurelio Martínez, Mateo Jaika, Alberto Cuentas y Emilio Armaza, y que caracterizaron en la prosa a Emilio Romero y a Inocencio Mamani en el teatro” (p. 9 Pórtico en el libro El Maestro Raúl Porras Barrenechea)
DE RICARDO GONZÁLEZ VIGIL
En artículo dedicado al POEMARIO TITIKAKA, publicado en El Comercio (28—7—1985) de Lima, destaca la proyección indigenista de la poesía de Emilio Vásquez: “Más depurado que en sus poemarios anteriores, Emilio Vásquez labora en Poemario Titikaka páginas que merecen figurar en una selección de la poesía indigenista o nativista”.
DE CESAR ATAHUALPA RODRÍGUEZ
En Carta—crítica de César Atahualpa Rodríguez, comenta la obra literaria de Emilio Vásquez de esta manera: “Emilio Vásquez cuya poesía intento comentar, es uno de los grandes poetas de ese movimiento revolucionario, a que hago referencia... Por la poesía de Emilio Vásquez circula la sangre de la raza aymara, raza no sojuzgada sino después de muchas cruentas intentonas de los quechuas con una entonación de pututo, instrumento de guerra que sólo pueden soplar los que tienen los pulmones bien templados, listos para la guerra” (p. 100)
DE CARLOS DANIEL VALCARCEL
En su glosa sobre Emilio Vásquez en el libro Poemario Titikaka juzga a Emilio Vásquez de esta manera: “Pertenece a una generación de distinguidos, educadores puneños y colaboró dentro de esa pléyade de maestros ejemplares que encabezara el ilustre educador José Antonio Encinas, maestro en los diversos escalones de la enseñanza  nacional y que culminó con el cargo de rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cuna de la cultura peruana” (p.. 102).
Más adelante, Valcárcel expresa: “El Dr. Estuardo Núñez... ha efectuado el escorzo del maestro Vásquez en una breve pero sugerente presentación que capta la esencia del pensamiento y la actitud personal del conferenciante de esta noche, sobre los héroes sin paralelo, Túpac Amaru y Vilcapasa, inmolados en aras de una patria libre y soberana (1781—82), en el Cusco y en Azángaro, Puno” (p. 104).
“El Dr. Emilio Vásquez es un maestro de vocación, con un sentido de humildad (virtud, de los fuertes) y una fruición intelectiva admirable, por su tenacidad y pétrea impavidez ante cualquier injusta incomprensión”. (p 63) El Maestro Rául Porras Barrenechea).
“Mérito del libro del maestro Vásquez es su intencionalidad aglutinante y constructiva, alejada de intenciones conflictivas o iconoclastas propiciante de una tendencia de integradora actividad interdisciplinaria. Porque el libro de Emilio Vásquez contribuye a un fraterno acercamiento cultural, gracias a la voz de un hijo del Titikaka, milenaria pacarina del Perú”. (p 64, Colofón en el libro El Maestro Rául Porras Barrenechea).
DE JOSE TAMAYO HERRERA
En su “Historia Social e Indigenismo en el Altiplano”, dice: “Emilio Vásquez ha sido el autor de producción más vasta y versátil..., se ha convertido en la memoria viva del indigenismo puneño, particularmente del Grupo Orkopata, a cuyo recuerdo y cuyo culto, consagra los últimos años de su vida fructífera de maestro y escritor”. (p. 107 de Poemario Titikaka).
DE MANUEL SUAREZ MIRAVAL
.”.. El poeta puneño Emilio Vásquez nos brinda en Altiplanía un hondo y veraz contacto terrígeno. Desde Altipampa y Kollasuyo (1933 y 1940) Vásquez ha estado siempre ligado a su paisaje y su dintorno. Es la expresión de su ambiente alto, muy alto, que sólo pueden pulsar pulmones privilegiados, tal el autor de Altiplania”. (Revista IDEA, Lima., Junio de 1969).
DE GAMALIEL CHURATA
“Emilio Vásquez, con este haylli, arranca de la insurgencia promocional que tuvo gleba en Orko—pata. Esto es que viene de las raíces telúricas de la altiplania del Kollao” (p.7 — Pórtico de Altiplanía).
“Emilio Vásquez es hombre que por la morfología de la mentalidad, la composición mineral de la osatura, hasta por el perfil aruwake, hace paradigma del poeta del Sagrado Lago de nuestros señores inkas, y si vivió su trágico cotidiano, convivió la fascinación azul del vértigo de la altura, sin olvidar ni un minuto que el hombre como el chaiña —el jilguerillo de nuestras arboledas— posee una sola forma de hacerse amar: el canto, pues la única sugerencia legal lírica de toda naturaleza germinal” (p. 11, Pórtico de Altiplanía).
DE EMILIO ARMAZA
“Alejandro Peralta, tú y yo, hemos penetrado en el alma del hombre y el paisaje del gran Collao, mediante nuestros cantos. Nuestra poesía es el trasunto de un mundo para muchos casi desconocido” (p 106. Poemario Titikaka).

BREVE ENTEVISTA DE WINSTON ORRILLO A EMILIO VASQUEZ
Revista OIGA N° 377, 5JUN1970
El sur beligerante
Emilio Vásquez es, sobre todo, poeta y educador. El proviene de esa beligerante generación que editaba el Boletín Titikaka y que, según Jorge Basadre, no tendrá paralelo en el Sur por la obra qué había desarrollado.
   ¿Cuál es ella, Emilio?
—"Nuestro aporte al estudio del problema indígena, del problema de la tierra; de lo que hoy se llama justicia social".
Nacido en Puno, en 1903, Emilio Vásquez define la temática de su poesía como "eminentemente peruana en el más noble sentido de la palabra. En ella se puede oír el acento de la quena y del pututo, del charango y la guitarra".
   Háblanos de tus libros
—Ellos son Altipampa (1933), TawantinMuyo (1934), Kollasuyo (1940), Altiplano (1966). Igualmente tengo otro poemario Titikaka ya totalmente listo, pero tengo problemas para editarlo. Existe —y es preciso denunciar esto— una
terrible indolencia y desdén hacia el autor nacional. Uno lleva su libro a la librería y se lo arrinconan. Claro porque se tiene que dejar a consignación y al librero sólo le interesa vender aquello que tiene que pagar por letras. El autor peruano, que edita con sus esfuerzos y sacrificios, está marginado. Pero volvamos a mis libros. El primero de ellos tuvo suerte, pues, al poco tiempo de su aparición varios de sus poemas fueron publicados, en francés, en la revista Monde, que entonces dirigía Henry Barbusse; también se hicieron traducciones al alemán y al inglés, donde formaron parte de una antología de la poesía americana. En portugés también han aparecido unas crónicas mías sobre el Titikaka".
   ¿Cómo influye la política en tus libros?
—No se puede prescindir de la política; ella gravita sobre la emoción del creador. Yo fui distribuidor de la revista Amauta y de los 7 Ensayos de Mariátegui en la provincia de Chucuito, donde vivía.
   ¿Conociste a Oquendo de Amat?
—Me parece estarlo viendo ahora mismo. Estuvimos en Juli, capital de Chucuito. Era un bohemio empedernido. Pobre como Cristo y meditativo. Bebía mucho y era de espíritu totalmente desprendido: él quería que todos fuéramos lo mismo. Vestía muy modestamente y siempre andaba con un abrigo gris que protegía su flaco cuerpo del gran frío. Su poesía es muy profunda y trascendente.
   Hay un joven poeta, Ornar Aramayo, que es puneño..
—Lo conozco mucho. Su mamá fue mi alumna. A él le dimos una comida varios poetas del Centro Cultural Puno. Me parece algo de lo más importante de la nueva generación, junto con José Luis Ayala, otro poeta también puneño y joven.

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