Escribe: W. Jony Rodríguez
Arizaca. | LOS ANDES 14SET14
En la historia de Ácora[1], sin duda los
declarados hijos de casta caciquil, son los CATACORA que tienen una
descendencia de fundadores de varios pueblos de las zonas del Collao. Casi
todos los documentos por haber, a partir de los mediados del Siglo XVI le
confieren tal jerarquía y testimonian que eran dueños de grandes extensiones de
tierras fértiles para la agricultura y ganadería.
BASILIO CATACORA miembro de La Junta Revolucionaria de Charcas 1809, precursora de la independencia de Bolivia |
De sus orígenes, nada podríamos afirmar con
exactitud de quién o desde cuándo heredan esa jerarquía, aunque según
investigaciones de Marcela INCH (2010)[2], serían caciques hereditarios de la
mitad superior de Ácora y, para José Luis Ayala (2009)[3], todos los Catacora
provendrían del mismo tronco caciquil y naturales de la zona. Vale decir de
Ácora.
Para nosotros, hasta el momento, no eran
más que caciques surgidos al calor de la coyuntura post toledana. Esto, porque,
en los testimonios recogidos por Garci Diez de San Miguel, en Ácora, el 1 de
diciembre del 1567 y, también en el padrón de los mil indios ricos de la
provincia de Chucuito; hecho por el Fray Pedro Gutiérrez, en 1574, jamás se
menciona a ningún Catacora de tanta riqueza como tampoco había ningún Catacora
que haya sido cacique anterior a esta fecha, no al menos hasta 1568, año en que
don Cristóbal Catacora aparece como el primer cacique interino de la familia,
en reemplazo de don Felipe Cahuana; cacique ilegítimo de la parcialidad de
Janansaya quien había fallecido “repentinamente”.
De manera que, no hay antecedente ancestral
caciquil de este linaje, sólo se podría decir que fue una noble familia aymara
natural de la comunidad de Qhiyalla de la que fue patriarca el padre de don
Cristóbal Catacora[4], casado probablemente con una dama nativa de linajuda
estirpe local y que una de las hijas de este matrimonio; bautizada con el
nombre de Braulia Isidora Catalina Catacora, mantuvo concubinato con nada menos
que, el primer soldado español llegado a Ácora; llamado Francisco de Carbajal
(famoso lugarteniente de Gonzalo Pizarro), conocido como “El demonio de los
Andes”, iniciándose con ello la otra estratificación de los Catacora.
En adelante, entronques matrimoniales de
esta naturaleza con los primeros españoles, han hecho que los miembros de esta
familia se conviertan en poderosos caciques y grandes aristócratas de la
sociedad colonial. Sabido es que, apenas llegada la españolada a Ácora, los
Catacora, tuvieron una pronta aproximación con los invasores convirtiéndose así
en “mistis” y caciques hereditarios como queda dicho. En tanto, los españoles
habían dado sus apellidos en los vástagos procreados en hijas de los
principales, pero, como era costumbre de la época llevar primero el apellido
materno, los hijos nacidos de padres españoles antepusieron el apellido
Catacora, de ahí que se ha tenido los apellidos Catacora de Carbajal, Catacora
de Martínez, Catacora de Cabrera y Sotomayor, Catacora de Heredia, Catacora
Rivero y Sandoval, Catacora de Montes de Oca, etc., etc., todos ellos,
caciques.
Parece que el único matrimonio cacical
nativo fue el de Cristóbal Catacora que no casó con española ni mestiza, su
esposa fue María Taquecaña; pariente de los caciques de Copacabana[5] y que una
de las hijas, Doña Isabel Camachun Coya (nacida en Ácora), casó con Diego
Chambilla, el cacique joven de Pomata.
LUIS ARCE CATACORA Ministro de Economìa y Finanzas de Bolivia |
Así, en función de la cambiante situación
y, finalmente, el grado de “acomodamiento”, los Catacora de la elite se
convierten en grandes potentados que acumularon grandes riquezas y “Honores”.
Las tierras de Ácora, Sama, Moquegua, Tacna y parte de Chucuito eran de ellos
hasta finalizar el siglo XVIII.
Adentrándonos un poco más en la historia de
esta familia caciquil, un análisis de la revisión de los documentos existentes
a partir de 1567[6], nos permitirán dilucidar mejor esta hipótesis de que los
Catacora, recién alcanzan el cacicazgo de Ácora a partir del dominio español.
Más claramente a partir de las ordenanzas del Virrey Francisco de Toledo.
El primero en aparecer en la línea de
caciques es Cristóbal Catacora, allá por el año 1568. Según versión propia, era
cacique interino de la parcialidad de Janansaya. De su patrimonio material y
bienes, se dice que “tenía residencia administrativa en Ácora, pero vivía en el
ahora desaparecido pueblo de Sangota y que poseía minas de plata, era azoguero
y tenía terrenos en Chucuito, Juli, Ácora y en la costa”[7].Además, de entroncamiento
con su pares caciques del alto Perú.
Para la misma época, José Luis Ayala
(2009), refiere que, el quipo camayo, don Lope Martin Ninaraqui llevaba las
cuentas de Diego Catacora de Ácora. Dice, “se trataba de un poderoso dueño de
una cuantiosa fortuna heredada de sus antepasados”. Sin embargo no sabemos si
este personaje fue cacique o simplemente un potentado de la época.
Lo cierto es que, cinco décadas después, el
cacique en suceder a Cristóbal en el cargo, fue su hijo Pedro Catacora que
gobernó la parcialidad de Janansaya, entre 1619 a 1639. El otro hijo, de nombre
Francisco Catacora, también fue cacique; aparece como tal, hacia 1640 y se cree
que heredó el cargo de su progenitor Cristóbal Catacora en línea directa de los
caciques. En todo caso fue cacique de la parcialidad Jurinsaya.
Hacia 1640, Blas Ignacio Catacora es
cacique de la parcialidad de Janansaya, casó con María Cabrera y Sotomayor y su
gobierno duró aproximadamente desde 1640 a 1665. Su nombre completo fue Blas
Ignacio Catacora Rivero y Sandoval y es hijo heredero de Francisco Catacora y
Magdalena Rivero y Sandoval.
Hasta aquí, estos últimos caciques,
consignan en verdad una gran riqueza consistente en minas, terrenos, ganado,
casas, sembríos y ascendencia de orden étnico. Por ejemplo, Blas Ignacio
Catacora era dueño de la mina “descubridora” del asiento minero “ipabeco” que
en estos días desconocemos la ubicación; otro, era la mina de San Juan de Dios,
que está en la actual comunidad de Aguas Calientes.
Telesforo Catacora. Gran educador puneño |
Ya, al alrededor de 1685, se ubica a Felipe
Catacora como cacique en el partido de Jurinsaya y, a Ignacio Catacora por
Janansaya. La hija de este último, Juana Epifanía de Cabrera y Sotomayor casó
con Cristóbal de Heredia, cacique principal de Ácora, azoguero y hombre de gran
Fortuna (Ayala 2009: 59)
Hacia 1690, Juan Fermín Catacora, aparece
como cacique principal de Ácora manifestando ser hijo heredero de Blas Ignacio
Catacora. Y, de él sabemos que, Juan Basilio Catacora Cabrera y Sotomayor, hijo
(menor) de Blas Ignacio aún no había llegado a ejercer el cacicazgo porque esa
categoría le correspondía a su hermano mayor llamado Felipe.
Felipe Catacora fue Cacique del partido de
Jurinsaya a partir de 1685 hasta los rededores de 1697[8]. Junto a él, es
también cacique don Ignacio Catacora del lado de Janansaya. Y ambos, poseían
también una cantidad de dominios de tierras de pan llevar. De este Felipe
Catacora no se supo más, salió a Umasuyos de la hoy Bolivia. Creemos que dejó
descendencia en esos lares.
Entrando al siglo XVIII (1700), de fecha aún no esclarecida, aparece doña Petrona Pérez y Catacora como la primera mujer gobernadora de Ácora o “Mama T’alla”, había sido nombrada directamente por el Rey de España Carlos IV según Fermín Ardiles (1975: 18).
Entrando al siglo XVIII (1700), de fecha aún no esclarecida, aparece doña Petrona Pérez y Catacora como la primera mujer gobernadora de Ácora o “Mama T’alla”, había sido nombrada directamente por el Rey de España Carlos IV según Fermín Ardiles (1975: 18).
JOSE PORTUGAL CATACORA maestro de maestros |
Ya en pleno Siglo XVIII, 1734, es cacique
don Manuel Salvador Catacora quien además, fue cacique interino de Jesús de
Machaca (1734-40) en la actual Bolivia. Su hija Bárbara Catacora (n. 1698) casó
con el cacique de Jesús de Machaca Don Joseph Fernández Guarachi (1668-1734)
gobernador mayor de los cuatro suyos y Mallku de su cacicazgo desde 1681 a
1734[9]; de este matrimonio se produjo seis hijos de los cuales murieron tres
varones y sólo sobrevivieron: Pedro Salvador, Teresa y Petrona Fernández
Catacora. El primero fue también cacique, pero, se puso el apellido de su madre
(las razones son desconocidas); fue conocido como Pedro Salvador Catacora y
gobernó desde 1734 a 1745. Se dice que, su periodo fue "con poco cuidado y
mal gobierno"[10].
Teresa, la segunda hija de Don Joseph
Fernández Guarachi, había casado con Manuel Catacora, cacique y gobernador del
pueblo de Ácora; y Petrona, la hermana menor de ésta, con Pedro Lucas
Paxsipati, hijo de Nicolás Paxsipati, cacique y gobernador de Tiwanaku”[11].
Así esta rama fue emparentándose con mandos de linaje y acumularon ingentes
cantidades de ganados, depósitos y propiedades que fueron heredándose de padres
y abuelos.
Carlos Catacora y Juan Basilio Catacora;
hermanos, ambos fueron caciques de Jurinsaya. El primero heredó del segundo más
o menos hacia 1714 y gobernó hasta 1763 aproximadamente, antes de que Nicolás
Romero y Fuster lo tomara[12].
AUGUSTO PORTUGAL VIDANGOS, hijo de Daniel Portugal Catacora, extraordinario musico. |
Agustín Catacora y Augusto Portugal
respectivamente, son otros caciques que se registra anterior a 1780. El primero
había casado con María de Heredia Aguayo y fue nombrado en la época en que era
Gobernador de Chucuito Don Ramón Moya y Villaroel. Años más tarde, ubicamos a
Ignacia Catacora, otra mujer cacica que aparece en juicio seguido contra el
cacique Manuel Sayas, en 1784.
Alrededor de 1786 encontraremos a Felipe
Mamani que ejerce el cacicazgo por su esposa Petrona Catacora. No sabríamos
decir si es la misma persona que venimos mencionando o la que enseguida viene.
Es 1790, y aparece nuevamente Petrona Pérez Catacora como cacique junto a
Pascual Toledo. Era la segunda vez que esta dama ostentaba el cargo y que tenía
una ingente cantidad de propiedades.
Manuel Catacora Gonzales ex Fiscal de la Naciòn |
Alrededor de 1793, será María Pérez
Catacora la otra mujer cacica en aparecer, su gobernación es de la parcialidad
de Jurinsaya. Por la misma época, es cacique don Manuel Catacora de la
parcialidad de Janansaya y, éste, hacia 1780, hereda a Isidora Catacora, que
gobernó hasta 1796. Al llegar este periodo se sella con mayor ímpetu la alianza
con los españoles, y así los Catacora llegan a la nota más culminante de su desarrollo
económico y social, casan a las hijas con familias españolas de poderes
políticos muy importantes para de esta manera entroncarse en el poder
convirtiéndose en poderosas autoridades que abusaban de los miembros de los
ayllus. Pues así constan las denuncian por atropellos[13]. El ejemplo es la
T’alla Isidora que abiertamente prevaricaba al lado de los corregidores, se
embriagaba a casi diario junto a su hijo Juan Gualberto Atienzo Catacora y
hacía trabajar gratuitamente a los indios en sus fundos, bajo castigo exigía a
los campesinos servicios personales, usurpaba terrenos a cambio de prebendas o
dinero, etc. En resumen, casi no se diferenciaban de los grandes propietarios
españoles y criollos. Tenía una riqueza incalculable que hasta se dio el lujo
de comprar el blasón heráldico española y título honorifico de Villa Coronada
para Ácora.
Maria Catacora KILLARI representò al folklore peruano en Viña del Mar |
Víctor Mendoza Arroyo, en segundas
relaciones convive con Dionisia Barra conocida como “qichincha”, pero, a raíz de su separación con la primera mujer, se
dedica a la bohemia y muere en accidente. En tanto, los otros descendientes de
las otras ramas de los Catacora se encontraban en largos juicios de nunca
acabar. Por ejemplo, doña Rosenda de Sosa Carbajal y Catacora contrajo matrimonio
con el médico Mariano Ardiles, venido de Chile, su concuñado Pedro Aguilar lo
asesinó a balazos por pleitos de bienes cuando un día domingo salía a la
solemne misa de doce a cumplir sus deberes de cristiano. Cayó en el zaguán de
la casa y su muerte originó la “vendetta” de Catacoras contra Aguilares que
ensangrentó Ácora y sólo acabó cuando esa generación de ambas familias rivales
y enemigas murieron[17].
En Puno parte de las propiedades de los Catacora heredado por Víctor Mendoza Arroyo, fueron dados en donación al colegio La Merced, el actual local de los bomberos y parte del estadio Torres Belón.
En Puno parte de las propiedades de los Catacora heredado por Víctor Mendoza Arroyo, fueron dados en donación al colegio La Merced, el actual local de los bomberos y parte del estadio Torres Belón.
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CITAS/NOTAS
[1] Ciudad Capital
del Distrito, perteneciente a la Provincia y Región Puno.
[2] El mundo letrado
de los Lupaca. Alfabetización y Primeras Letras a fines del siglo XVI e Inicios
de XVII en: Pleitos y Riqueza. Los Caciques Andinos en Potosí del Siglo XVII.
EDIC.2010.
[3] En: Juan Basilio
Catacora Heredia. Protomártir de la Independencia Americana. pág. 62.
[4] Primer Cacique
del clan.
[5]Marcela INCH,
2010: 510
[6] Visita Hecha a
la Provincia Por Garci Diez de San Miguel, en 1567.
[7] Juan Basilio
Catacora Heredia: Protomártir de la Independencia Americana. 2009.
[8]Rómulo Cuneo
Vidal: Historia de los Cacicazgos Hereditarios del sur del Perú. 1977: 117.
[9] Ariel Jorge
Morrone:“Legitimidad, Genealogía y Memoria En Los Andes Meridionales: Los
Fernández Guarachi De Jesús De Machaca (Pacajes, Siglos XVI-XVII).2010:
211-237.
[10] CHOQUE CANQUI,
Roberto. Jesús de Machaca: la marka rebelde 1, cinco siglos de Historia. 2003
pág. 65.
[11] Testamento de
1734 por Joseph Fernández Guarachi. en: Jesús de Machaca: la marka rebelde 1,
cinco siglos de Historia. Plural Editores, La Paz, Bolivia. 2003 pág. 64
[12] Archivo
Histórico Regional de Puno. Documento de juicio seguido en 1794 a 1796.
[13]Queja presentada
y seguido por los años 1787 en contra de la Cacica Isidora Catacora, por
conducta desarreglada. Archivo Histórico Regional de Puno.
[14] Descendiente de
la familia de Caciques Catacora, nacido en Ujjini, Ácora.
[15] Información
oral del Maestro Carlos Escalante Catacora. Puno, 31-07-2014.
[16] Tío del actual
congresista y ex alcalde de Puno.
[17] José García
Garnica. Crónicas puneñas: “Los Catacora y su Principado, Elogio de Ácora y de
su pasado. 1980.
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