martes, 11 de julio de 2023

PARA LA HISTORIA INDIGENA EN EL ALTIPLANO PUNEÑO

 INDIGENAS EN PUNO

COMO ERAN TRATADOS EN TIEMPOS DEL COLONIAJE

Ramón Gutiérrez y otros, 1978

S

 uperado el proceso inicial de la conquista y el ciclo de las guerras civiles la administración civil y eclesiástica en el Collao se lanzó no a una organización de la producción en función de la mejora del nivel de vida de la población, sino a una explotación del indígena en función del enriquecimiento de unos pocos.

En la defección se encontraron sin duda excepciones, de autoridades, visitadores y clérigos que hicieron oír su voz ante tamaña injusticia pero no en vano escribía el Virrey Toledo al Rey que en los repartimientos del Collao es "donde hallé más necesidad de mi presencia que en todo lo demás del Reino, así para el gobierno espiritual y temporal" (4) .

La lejanía de los  centros de poder y control político y la disponibilidad de una vasta mano de obra y la riqueza de una zona que pagaba las más altas tasas, fueron causales de esta degradación del sistema, impulsado obviamente por las apetencias inescrupulosas de los hombres.

Encomenderos y frailes dominicos aparecen en las relaciones como manejando una especie de feudo, lejos del poder virreinal de Lima o de las Audiencias.

Pedro Ramírez de Quiñones relataba al Rey como en Chucuito antes de la llegada del Virrey Toledo "estaba tiranizada la justicia real y sujeción de los indios porque la poseían frailes de la orden de Santo Domingo y eran señores absolutos y todo lo mandaban y tenían a su voluntad; los Corregidores y justicias no eran partes para hacer justicia ni otra cosa, sino por su mano tenían tan amedrentados y sujetos a los indios y aún a los españoles que tenían más respeto a un fraile que al Virrey". (5)


El primer intento de control fueron los Corregimientos de 1565 y dos años mas tarde el licenciado Castro pedía al Rey que mandara que se conservaran "los corregimientos de indios, porque los corregimientos de las ciudades de acá tienen el término tan largo que es imposible tener a los pobres en justicia porque es como si el corregidor de Toledo hubiera de oir justicia a los labradores de León y hacer Alcaldes de los mismos indios aprovecha poco, porque si los Alcaldes son caciques he de dar ocasión a que le roben a los pobres indios más de lo que le roban y si no lo son no osan hacer más de lo que los caciques les mandan y el Corregidor de los indios defiende los pobres indios del encomendero y del cacique y de los españoles que andan entre ellos y aún a veces de los que los doctrinan porque no son todos Santos". (6)

Creemos que esta apreciación del doble sistema de explotación por los españoles y los caciques (muchas veces aliados, de los españoles en estos menesteres) es real, aun cuando la visita de Garcí Diez de San Miguel evidenció una limitación efectiva en el antiguo rol de los caciques (7).

La visita secreta de Fray Pedro Gutiérrez Flores y Juan Ramírez de Zegarra en 1572 evidenció la increíble actitud de algunos doctrineros dominicos que no solo tenían cepos y azotes sino también se aprovechaban de los trabajos de las chacras y los telares indígenas. (8)

No faltó también el exceso en el trabajo de construcción de los templos y, Matienzo decía: "como han de tomar los pobres indios devoción con las Iglesias si se hacen hacer a su costa trayendo madera de 30 o 40 leguas, trabajan día y noche en el edificio de ellas, muriendo muchos de puro trabajo, mayormente haciéndolas y deshaciéndolas conforme a su gusto no habiendo cuenta ni razón de ello". (9)

El trabajo de la acción pastoral en esta fase de la conquista debe verse justamente en este cuadro de injusticia y desidia. De religiosos y funcionarios que eran permisivos con las borracheras, que practicaban el amancebamiento, introducían renovados abusos económicos en el trato y en la factura de ropas y concluían amenazando o azotando a los indios según narra el Virrey Toledo, luego de la visita de Fray Pedro Gutiérrez Flores.(10)

Si las reformas de Toledo modificaron el panorama a nivel eclesiástico en forma apreciable, las nuevas autoridades españolas y los encomenderos no variaron en absoluto su comportamiento con el indígena que ahora instalado en las reducciones y sujeto a la mita tenían menos margen de libertad.

Los encomenderos inclusive le fomentaban las degradaciones:

El buen tratamiento que les hacen es dejarlos vivir en los vicios que quieren, en borracheras, amancebamientos e idolatrías para que con esto se les vengan indios de otras partes a vivir y habitar entre ellos y así de los repartimientos encomendados y en especial de Vuestra Real Corona (Chucuito) se vienen muchos indios". (11)

En 1593 el Virrey Marqués de Cañete solicita al Rey que en Chucuito se efectúe una excepción de ciertas tasas pues "son la gente más miserable, encogida y oprimida que debe de haber en el mundo y con ser así son el instrumento de toda la riqueza que sale de la tierra".(12)

Sin embargo pocos testimonios han sido tan dramáticos como el del franciscano Fray Buenaventura de Salinas y Córdoba que refiriéndose al estado general de los indios del Perú, en momentos del auge de la mita minera escribía clamando justicia y caridad para ellos: "Estos son aquellos mansos que no poseen tierras, los que lloran de desde que nacen hasta que mueren y no hay quien los consuele ; los pacíficos a quienes de continuo se da guerra, los que tienen y piden justicia y no la alcanzan de vista. Estos son los desnudos que visten a los vestídos, los pobres que enriquecen a los ricos, los hambreados y sedientos que sustentan y no hartan a todos sus enemigos; los que dan posada a millones de peregrinos venidos de lejanas tierras, sin bordones ni veneras, los enfermos sin cura, visita y recurso; los que no saben y han menester el buen consejo que los niegan".(13)

"Estos son esta gente que desde que vinieron los codiciosos a sus tierras están de señores de ellas, cautivos nuestros. Estos los siempre tristes, abatidos y miserabilísimos, para quienes todos son afrentas, ultrajes y persecuciones, trabajos e infinitas miserias con muchos falsos testimonios porque perezosos, holgazanes y ociosos quieren, que los indios trabajen toda su vida para que tengan 10,000 20,000 ducados de renta". (13)

Así veía en 1630 un vicario de Cristo el panorama desolador de la injusticia que por encima de la organización política - administrativa de un gobierno colonial inepto e impotente o cómplice en el atropello., demostraba a las claras su incapacidad para evitar la expoliación.

Si frente a estos reiterados testimonios del clero y algunos funcionarios no fue posible modificar las conductas ni alterar las condiciones, podemos realmente hablar de un gobierno "colonial" en el Collao o simplemente de medidas dispuestas por autoridades generalmente contradictorias en función de interés particulares.

Porque a diferencia de otras zonas, el Collao, parece haber sido un despoblado de la justicia, una especie de tierra de nadie, apartada de control y de la autoridad. Sólo la experiencia misional de Juli emerge entre los contemporáneos como un modelo de rectitud y apoyo al desvalido indígena y sólo su memoria perdura como su intento de una "utopía" que, imposible en el Collao, fructificará -bajo su experiencia- en las misiones jesuíticas del Paraguay. (1A)

Un intento de reducción del indígena que buscará en estas comunidades desarrollar su capacidad de ser frente a la acumulación de bienes del tener, metas de un sistema corrupto en sus mismos objetivos.

En 1784 Don Benito de Mota Linares descubría que "el indio es la mayor riqueza que el Rey tiene en estos países; por eso es necesario cuidarla, dirigirla y atenderla con el mayor esmero, actividades y celo de que es capaz la diligencia humana" (15) - Ya era tarde ...para el sistema colonial:

Y después vendrá para el indígena la "independencia" que como preanunciara jocosamente un cartel que se colocara en Quito en oportunidad del arribo del libertador Bolívar el "último día del despotismo y el primero. ... de lo mismo...

 

LAS REBELIONES EN EL COLLAO.-

Ya se ha señalado la primera y gran subversión de las instituciones jurídicas y políticas que se expresara en la injusta acción frente al indígena, debido a ello cabe recordar que junto a las epidemias, mortalidad, migración interna, hambrunas y otros flagelos, el Collao no fue esencia1 mente una tierra de paz en los casi tres siglos que estuvo sometido al sistema “colonial”.

Bueno es recordar que tampoco lo estuvo antes bajo los Incas y que la política de “desarraigos" y mitas tuvo sus inicios en el período.

De todos modos conflictos, alzamientos y rebeliones de españoles, indígenas y mestizos jalonan la trayectoria histórica del Collao.

Desde las guerras civiles una de cuyas batallas decisivas, la de Chupa, se desarrolló en la zona, hasta los últimos alzamientos que culminaran con la independencia en 1825, la región fue teatro de episodios bélicos locales o generales.

Tempranos conflictos locales como el levantamiento del vecindario del Lampa y Azángaro en 1593 que fuera sofocado por el Corregidor de Arequipa Diego Tevez Brito demostraron un estado latente de descontento que se había generalizado entre la población del Collao no indígena. (16)

Ya con anterioridad en 1565 actividad catequística había entrado en crisis con el levantamiento del Taqui-Oncoy que con centro en el Cuzco y Ayacucho arrastró en una especie de guerra santa a multitud de indígenas convencidos del triunfo de sus antiguas huacas sobre las nuevas deidades de los conquistadores. La derrota del movimiento no significó la desaparición de creencias obligado a la campaña de extirpaciónXVII de idolatrías de comienzos del siglo XVII (17)

Levantamientos locales como los de los uros y ochosumas en 1663 (18), se reiterarán en 1676 cuando el virrey de la Cueva describe la zozobra que pasaron por esta causa los pobladores costeros (19)

Singular gravitación tuvieron los acontecimientos promovidos por los mineros peninsulares y que culminaron con el arrasamiento de Laicacota, la "fundación” española de la Villa de Puno y la visita del virrey Lemos, que sin duda signaron la evolución política del Collao en la centuria siguiente.

 

El levantamiento de Tupac Amaru tuvo el Collao, Cuzco y La Paz como escenarios principales de su extendida rebelión. Las secuelas que dejó allí fueron importantes tanto en la destrucción de poblados cuanto en la reestructuracion política del área que determinaron.

En la región hubo solo siete caciques indígenas que no se plegaron a la rebelión y apoyaron a los realistas; ellos fueron los de Umachiri, Azángaro, Achaya, Samán, Llalli y Carabaya.

En todo el resto de los poblados la rebelión cundió y alcanzó un alto grado de virulencia.

La villa de Puno fue abandonada por los españoles luego del sitio a que la sometió Diego Cristóbal hermano de Tupac Amaru en mayo de 1781 y el mismo Tupac Amaru dirigió operaciones en el Collao en diciembre de 1780 exterminando a la oposición en Azángaro.(20)

En las acciones bélicas fue incendiada Huancané y sus habitantes emigraron masivamente; derrotaron al gobernador de Puno Joaquín Antonio de Orellana en Lampa y pusieron sitio a la ciudad retirándose luego para derrotar a los españoles en Chucuito y apoderarse de Capachica.

La violencia fue tan inusitada que recuerda un cronista de época que "casi no quedó español en las tres Provincias de Lampa, Azángaro y Carabaya". (21)

Aún después de la ejecución de Tupac Amaru el cacique Vilcapasa sostuvo casi tres años la rebelión en la región de Azángaro con un ejército de 30.000 indígenas.

Vilcapasa fue apresado y ajusticiado en 1783 y allí se extinguió el levantamiento en el Collao hasta que en 1814 otro cacique indígena ((Pumacahua)) - antiguo enemigo de Tupac Amarú - encabezaría un nuevo movimiento liberatorio.

La destrucción de edificios y pueblos fue grande en el período 1780 - 1783 en el área. Iglesias arrasadas, pueblos incendiados, archivos perdidos, haciendas en ruinas, la frustración de los vencidos y el encono atemorizado de los triunfadores.

Bastante tardó el Collao en resurgir de este panorama desolador. (22)

Los españoles reorganizaron la milicia interna en los cinco partidos de la Intendencia de Puno e inclusive hubo proyectos de fortificar Puno y Chucuito, a la sazón sede de las Reales Cajas.(23)

La independencia del Río de la Plata en 1810, bajo cuya jurisdicción estuvo Puno hasta 1796 reactivó el espíritu de rebelión.

cholitas por Max Nina


La Audiencia del Cuzco escribía al Rey "desde que los habitantes del Río de la Plata enarbolaron el estandarte de su libertad e independencia se ha advertido generalmente en estos territorios una inclinación decidida a su sistema que no pudieron realizar por el justo respeto que las inspiraba el Ejercito Real situado en el Desaguadero".(24)

Al producirse el 3 de agosto de 1814 el levantamiento del cacique Chincheros, Mateo Pumacahua con el apoyo de los criollos –que llevaron la iniciativa- Angulo, Hurtado de Mendoza y Bejar la región de Puno se plegó al levantamiento en forma inmediata.

Actuaron en la conjura Pinelo y el cura Muñecas quienes se apoderaron no solo de Puno sino también del Desaguadero y finalmente de La Paz hasta que fueron derrotados por ejércitos del Alto Perú.

Finalmente, la experimentada tropa realista al mando del general Juan Ramírez ocupó Puno el 23 de noviembre de 1814 y el 10 de marzo de 1815 obtuvo un triunfo en la batalla decisiva de Umachiri cerca de Ayaviri que aniquiló el levantamiento patriota. (25)

El nuevo intendente de Puno. Francisco de Paula González inició una sanguinaria persecución en Paucarcolla, Azángaro, Carabaya y Huancané. Las escenas de los españoles realistas aniquilados en Phara y de los patriotas masacrados en todos los términos de la Intendencia hablan a las claras de los ancestrales odios aflorados en estos tiempos.

Nuevamente tierras y pueblos arrasados, familias decapitadas y la incertidumbre para un Collao sumido en el epicentro del conflicto libertario - La batalla de Zepita en 1823 donde triunfara el Mariscal Santa Cruz, fue el ultimo intento fallido de recuperar el Collao para los patriotas, antes del triunfo de Ayacucho en 1825.

Posteriormente los conflictos limítrofes extendieron la desolación bélica al Collao hasta avanzado el Siglo XIX.

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1) Simplemente como aporte a completar esta visión cíclica recordamos el artículo de Jeffrey L. Klaiber RELIGIÓN Y REVOLUCIÓN EN LOS ANDES EN EL SIGLO XIX". En Histórica N°1 Departamento de Humanidades Pontificia Universidad Católica del Perú - Lima. Julio 1977. Allí se hace referencia a los levantamientos campesinos del Collao en el siglo XIX, en Huancané (1886 - 1868) y en Puno (1895 - 1900). Un tema interesante para analizar.

2) LEVILLIER, Roberto - Ordenanzas de Francisco Toledo - Imprenta de Juan Pueyo - Madrid -1929 (2 vol)

3) VARGAS UGARTE, Rubén - Historia del Perú - Virreinato (siglo XVII). Ed. Librería Studium - Lima - 1954-

4) LEVILLIER, Roberto - Gobernantes del Perú - Tomo V, Madrid - 1924 - Carta del 20 de marzo de 1573.

5) LEVILLIER, Roberto -La audiencia de Charcas - Correspondencia del Presidente y Oidores. Tomo I – Madrid 1918. Nota del 6 de maryo de 1575.

6) LEVILLIER, Roberto -Gobernantes del Perú - Cartas y papeles. Tomo III- Madrid - 1921 Carta del 2 de setiembre de 1567.

7) DIEZ de SAN MIGUEL, Garcí - Visita a la Provincia de Chucuito Lima - 1964 - Véase los estudios preliminares de John Murra.

8) Documentos sobre Chucuito - Historia y cultura - Organo del Museo Nacional de Historia N° 4 - Lima - 1970.

9) MATIENZO, Juan de - Gobierno del Perú- (1567) París - Lima 1967.

10) LEVILLIER, Roberto - Gobernantes del Perú - 0p. Cit. Tomo V - Madrid - 1924. Carta del 2 de abril de 1573.

11) PEASE, Franklin - Visita del Obispado de Charcas antes de 1590. Revista Humanidades N°3, Lima 1969 "(Memorial de Diego Felipe de Molina, Chantre de la Catedral de Charcas, 31 de Diciembre de 1590).

12) LEVILLIER, Roberto - Gobernantes del Perú - Tomo XIII, Madrid, 1926 - Carta del 20 de enero de 1593.

13) SALINAS V C0RD0VA, Fray Buenaventura - Memorial de las Historias del Nuevo Mundo - Colección de Clásicos Peruanos - Universidad Mayor de San Marcos - Tomo I. Lima - 1975.

14) GUTIERREZ, Ramón - Estructura socio-política, sistema productivo y resultante espacial en las Misiones Jesuíticas del Paraguay durante el siglo XVIII. Estudios Paraguayos - Vol. 2 - N°2 Asunción - 1974.

15) AGI - Sección V. Audiencia de Cuzco - Legajo 35 ~ Nota a José Galvez del 16 de noviembre de 1784.

16) TORRES LUNA, Alfonso - Puno histórico - Lima - 1968.

17) MILLONES, Luis - Un movimiento nativista del siglo XVI - el Taqui - Oncoy - Revista Peruana de Cultura N° 3 ~ Lima 1964. Véase también "Nuevos aspectos del Taqui - Oncoy" - Historia y cultura N° 1 - Lima - 1965.

18) PASTELLS, Pablo - Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay - Tomo I - Madrid 1912 - Nota de la Real Audiencia al Rey, 24 de enero de 1633.

19) ROMERO, Emilio - Monografía del departamento de Puno - Lima - 1928.

20) JIMENEZ, Vicente - Apuntes geográficos del Departamento de Puno - Puno -Tip. Fournier - 1924. Cerca de 800 personas salieron de Puno para Cuzco donde llegaron el 4/6/1781.*

21) SAHUARAURA TITO ATAUCHI, Rafael José - Estado del Perú (1784) - Lima - 1974.

22) WEDELL, H.A. - Voyages dans le nord de la Bolivie et dans les parties voisines du Perou - París - 1853. Refiere la decadencia de Puno       y las numerosas Iglesias en ruinas.

23) Biblioteca Nacional        del Perú - Lima - Manuscrito           N° F    - 647 - Proyectos de estableeimiento de Milicias por J. G. C. Año 1803.

24) AGI Sección V. Audiencia de Cuzco - Legajo 66 - Nota del 20 de abril de 1815.

25) Colección Documental de la Independencia del Perú – Tomo III - Conspiraciones    y rebeliones en elsiglo XIX - La revolución del Cuzco de 1814 -Lima- 1971.

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* Ver articulo “El Exodo Puneño durante la Rebelión Tupamarista” en Guillermo Vàsquez Cuentas: ESCRITOS POR LA PUNEÑIDAD que puede leerse o bajarse en este mismo blog. Pinchar en la caratula de la columna izquierda

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