CARLOS RUBINA BURGOS:
PINTURA Y OMISIÓN
Christian Reynoso
L |
a tradición de la plástica en Puno tiene en Carlos Rubina Burgos (1895-1959), a uno de sus más importantes exponentes con una obra sólida, aunque se encuentre desperdigada. Una pintura influida por el indigenismo que, en el pincel de Rubina, se orienta especialmente al paisaje puneño y circunlacustre. Aunque Rubina nació en Arequipa, pronto vivió y creció en Puno, en donde cultivó además del trabajo pictórico, la música, la docencia y una pedagogía heredada de José Antonio Encinas. Mientras que en los últimos años de su vida ejerció la función pública como alcalde de Puno.
Hacía falta un estudio sobre su pintura y legado, y la proyección de
esta dentro del panorama de la plástica peruana. Este vacío ha sido cubierto
por la historiadora del arte y profesora de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, Sofía Pachas Maceda, en un estudio. Pachas nos introduce en el
imaginario pictórico de Rubina sobre la base de fuentes hemerográficas,
entrevistas a familiares y un análisis de la obra. Articula así una narrativa
de vida que ensambla el trabajo artístico del personaje en el Puno de los años
veinte al cincuenta con sus cuitas culturales y las exposiciones que realizó en
el sur y en Lima.
Entre las características formales Pachas destaca el empleo de la luz.
Pues estamos ante un pintor esencialmente paisajista, nutrido del encuentro con
la naturaleza y el paisaje en el que el lago Titicaca tiene preponderancia. Hoy
se puede decir que Rubina es el pintor con mayor proyección del Círculo
Pictórico Laykakota (1933-1940), cimiente de la plástica puneña del que fue
miembro. Asimismo, Pachas presenta un aspecto desconocido: los carboncillos y
lápices que Rubina efectuó como retratista con una “esmerada labor de
miniaturista” (p. 119). De esta manera, su estudio es un aporte al conocimiento
de la pintura de Rubina y a la bibliografía sobre la pintura peruana.
Sin embargo, este importante trabajo de Sofía Pachas ha sido
invisibilizado de una manera grosera. Pues el estudio en mención aparece en el
libro “Puno en la primera mitad del siglo XX. Indigenismo, luchas sociales y
obra cultural de Carlos Rubina” (Lima: Patronato de la Cultura Altiplánica,
Fundación M. J. Bustamante de la Fuente. 200 pp., 2019), cuya autoría considera
tanto en la portada como en la hoja de créditos únicamente a David Jiménez
Sardón, el ex presidente regional de Puno, quien escribe en el libro otro
apartado de tema distinto.
Llama la atención la omisión porque esto supone que Jiménez Sardón es el
único autor en detrimento de la investigación de Pachas. Por su parte, la
autora ha hecho público su reclamo de coautoría, a través de sus redes. Indica,
además, que Jiménez viene utilizando fragmentos de su estudio en publicaciones
que firma como suyas. Así, resulta lamentable que la obra de Rubina y su estudio
sean opacados por estos hechos poco transparentes. No obstante, debe primar un
sentido de justicia académica y reconocerse en su magnitud la autoría de Pachas
por encima de lo que parece ser un burdo aprovechamiento intelectual y autoral.▒▒
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