miércoles, 30 de agosto de 2017

EN RELACIÓN A LA HUELGA MAGISTERIAL EN CURSO

MALA EDUCACIÓN
Tomado de Pablo Macera y Santiago Forns: “NUEVA CRONICA DEL PERU SIGLO XX”. Ed Congreso de la Republica pp. 417 y ss.
El problema de la educación ha sido permanente en el país. Cada gobierno entrante adopta una nueva reforma. Hay que sumarle el mal salario de los profesores. De ahí la deficiencia de los educandos. Hay una mala preparación del maestro, que vive agobiado por las dificultades económicas propias, la insuficiencia de la infraestructura educativa, y la pobreza de los centros educativos de las zonas marginales. Además, hay gran deserción escolar. Los escolares tienen que ayudar a sus padres. En 1993 54,000 niños dejaron la escuela principalmente por trabajar. En ese mismo año casi el 20% de escolares entre 12 y 19 años dejaron de estudiar por la misma razón. La repitencia escolar es dramática. El analfabetismo ha bajado considerablemente, más en cifras, que en realidades. Todavía hay gente que apenas lee los titulares de los periódicos. En las mujeres es peor. Finalizando el siglo XX las personas mayores de 15 años que no saben ni leer ni escribir es de 10%. En departamentos como Huancavelica, Ayacucho y Apurímac sobrepasa el 30%. Durante el siglo XX la educación se extendió a todos los niveles de la población. Se construyeron muchísimos colegios por los sucesivos gobiernos y la iniciativa privada. Pero no se debió básicamente al hecho de que la escuela se acercara a la población. Más bien, al revés, el grueso de la población que faltaba educar migró a la ciudad, buscando entre otras cosas mejores oportunidades en la educación propia y la de sus hijos. Pero los padres de los niños, que no tuvieron una larga experiencia educativa, ven en la educación de sus hijos la promesa de una vida mejor. Así, sus hijos deben estudiar, como ellos no pudieron hacerlo. Los sacrificios no se miden para conseguir este fin. Hasta trabajan aportando con su mano de obra en la construcción de aulas, en faenas de limpieza, en la preparación de los desayunos, en la organización de actividades de recolección de fondos económicos. En las grandes unidades escolares reinan los "más fuertes". El estudio es "lo de menos". Los colegios de la gente que tiene más plata son mejores. Algunos, llamados "alternativos", forman seres más libres y solidarios. Faltaba a estos colegios un mayor rigor en la exigencia académica. Los más prestigiados eran los colegios bilingües. En la percepción de muchos "padres de familia" el colegio y el idioma eran considerados los principales vehículos para ascender en la escala social.
En los planteles en que se pagaba decentemente a sus profesores se respiraba un aire más positivo y dinámico, en todo sentido, que en aquellos donde los profesores ganaban poco más de lo mínimo. En algunos también la mística contaba. Había directores que lograban motivar a sus profesores en gran forma. Lamentablemente, algunos directores también se aprovechaban del cargo para aumentar algunas monedas al bolsillo. Las diferencias entre los colegios son abismales. Están los colegios privados grandes y bien equipados con materiales educativos. Y por otro lado, existen colegios de los pueblos jóvenes y pueblos pequeños donde los muchachos comparten el banco, a veces de a dos, otras de a tres.
El Perú enfrenta todavía un gran déficit en el financiamiento de un sistema educativo de calidad.

El Estado peruano gasta un promedio de 200 dólares por alumno en el sistema público, y la familia, a su vez, gasta 100, por el mismo concepto. Por otro lado, la inversión en los proyectos de investigación y desarrollo, en infraestructura científica y tecnológica es insignificante. ¿Cómo se pretende mejorar el país de esa manera?

No hay comentarios:

Publicar un comentario