jueves, 27 de agosto de 2015

ACUICULTURA EN EL LAGO TITICACA:

SIEMBRA VIENTOS Y COSECHA TEMPESTADES
Nuevas incoherencias y contradicciones del gobierno de Humala
Escribe: Armando Guevara Gil1 Revista Agraria CEPES N°175 pp. 10, 11
Hace cinco meses, la empresa Inversiones Mitano S.A.C., recibió la concesión de 82.5 hectáreas del lago Titicaca para el desarrollo de la acuicultura de la trucha arco iris2. Pero el  pasado 22 de junio, en Moho, Puno, el presidente Ollanta Humala anunció la anulación ipso facto de las resoluciones: “L[as] estamos anulando. Además, estamos conversando con las autoridades para que se pueda crear la cultura de la acuicultura para los propios puneños. No van a venir extranjeros a enseñarnos cómo trabajar la trucha”3.
Me imagino que los abogados del Ministerio de la Producción deben estar trabajando febrilmente para sustentar y formalizar la decisión presidencial[i]. Con pesar, por cierto, pues debemos suponer que la empresa cumplió con todas las exigencias que la ley impone y que las autoridades del sector tramitaron su pedido sujetándose al debido procedimiento administrativo. Después de casi un año de enfrentar la nueva especialidad de
“tramitología”4, he aquí una compañía que ve cómo, de la noche a la mañana, su título habilitante se evapore; por otro lado, hay un pueblo, el de la provincia de Moho, que sigue en pie de lucha para lograr que Mitano S.A.C. abandone su emprendimiento; y, finalmente, está un gobierno central que se contradice flagrantemente al conceder y anular las mismas concesiones en menos de medio año, al son del emblema “siembro vientos y cosecho tempestades”. Y tempestades no solo sociales, sino también legales y fiscales si la empresa afectada activa los mecanismos de protección a la inversión.
Pero el caso presenta más aristas. Por ejemplo, la prensa reporta que “según el registro de Sunat, la empresa Inversiones Mitano S.A.C. [domiciliada en San Juan de Miraflores, Lima] cuenta con solo dos trabajadores y se dedica a actividades de venta al por mayor y menor de alimentos, bebidas y tabaco, y actividades de asesoramiento empresarial”5. De estas referencias surge la sospecha de que “detrás de la cuestionada empresa se encuentran inversionistas chilenos que pretenderían apropiarse del lago Titicaca”. Esta conjetura es la que habría producido el impromptu presidencial. Algo curioso si tomamos en cuenta la cantidad, monto y ubicación de las decenas de concesiones sobre todo tipo de recursos otorgadas a los capitales chilenos en nuestro país.
Del boom al colapso de la trucha en el lago Titicaca
Además, el gobernante y su gobierno demuestran cuán poco comprenden la historia y sociedad de su propio país. Por ejemplo, cuando el presidente proclama que “no van a venir extranjeros a enseñarnos cómo trabajar la trucha”, parece asumir que la trucha es una especie originaria de los Andes. Pero no lo es. Su introducción en el lago Titicaca se inició a mediados de la década de 1930, con el establecimiento de la estación piscícola de Chucuito, una vez que el Perú y Bolivia zanjaron sus reclamos limítrofes. Esta iniciativa se conoce como el primer proyecto internacional de desarrollo en América Latina porque participaron el Perú, Bolivia y el Departamento de Pesquería de EE.UU.6. El resultado: el “boom de la trucha” resultó insostenible y colapsó a fines de los años 1960 porque la variedad que se introdujo diezmó las especies nativas (ispi, carachi) de las que se alimentaba y porque los bolivianos introdujeron una especie aún más agresiva que la trucha: el pejerrey.
Ante este fracaso, entre 1977 y el fin de siglo, el Estado peruano implementó o promovió, con el apoyo de Usaid, Unicef y SELA, la acuicultura de la trucha en jaulas flotantes. Y se produjo el mismo conflicto que el de Moho hoy. Los ministerios de Marina y Pesquería, de ese entonces, otorgaban las concesiones acuáticas para instalar las jaulas en el lago, y el Ministerio de Agricultura, las concesiones de las áreas ribereñas para que los proyectos pudieran montar sus instalaciones y operar sus plantas de producción.
El pequeño problema para este tipo de disposiciones es que las 150 comunidades campesinas, que controlan la mayor parte del anillo circunlacustre del lado peruano, reivindicaban un alto grado de manejo autonómico sobre sus “frenteras”7 lacustres (quta laka: boca del lago) porque, gracias a ellas, acceden a valiosos recursos como la totora (o el
turismo) y practican la pesca artesanal. Por eso, no es irracional que el pueblo de Moho, como lo hicieron las comunidades afectadas por la introducción de la acuicultura a fines del siglo pasado, reaccione categóricamente contra la concesión de 82.5 hectáreas del lago a la empresa Mitano S.A.C. No lo es, sin duda, porque ese acto puede afectar su hábitat y poner en riesgo su bienestar y sus formas locales de gestión de los recursos lacustres.
Lo que es irracional y frustrante es que los gobernantes procedan tanto desconocimiento de la historia y sociedad de su país. Si la política de concesiones de los recursos naturales no respeta los derechos de las comunidades locales, lo único que se conseguirá es agudizar el conflicto social. Pero ya sabemos lo que gobierno y varios gremios empresariales piensan sobre la consulta previa, los mecanismos de participación ciudadana y los derechos de los pueblos y comunidades afectados por la desaforada política de “salvo al inversión, todo es ilusión”. Lo que deberían comprender, por el bien del país, y de las propias inversiones, es que, al actuar así, solo están sembrando vientos8.

Notas:
1.       Profesor principal y director del Centro de Investigación, Capacitación y Asesoría Jurídica del Departamento Académico de Derecho de la PUCP.
2.       Ver resoluciones directorales 079, 080 y 081-2015-PRODUCE-DGCHD, del 4 de febrero de este año. En total, se concesionaron tres áreas de 30, 33.5 y 19 hectáreas del lago Titicaca, todas por treinta años, frente a los centros poblados de Huayhuacha Utasani, Huanta/Japise y muelle Cariquita, ubicados en la provincia de Moho, región Puno.
3.       Diario Perú 21, del 22 de junio de 2015. Versión similar fue recogido por Correo de Puno del mismo día.
4.       Estimo en un año el plazo de tramitación porque las resoluciones directorales 589, 590 y 591-2014-PRODUCE-DGCHD, que otorgaron la certificación ambiental al EIA del proyecto de Mitano S.A.C., refieren que esta presentó sus solicitudes el 19 de mayo de 2014.
5.       Perú 21, del 19 de junio de 2015 (); diario Los Andes, del 21 de Junio de 2015  ().
6.       Hace algunos años publiqué un trabajo en el que documento los desastrosos experimentos desarrollistas realizados en el lago Titicaca a lo largo del siglo XX. Me basé en los aportes de Laba, Levieil y Orlove, entre otros. Ver: ().
7.       Es la denominación campesina que se refiere al espacio acuático adyacente a su territorio comunal. Lo controlan y resguardan celosamente pues explotan recursos como pesca, totorales y llachu (especie de planta acuática).
8.       No expreso un deseo, por cierto. El proceso al que me refiero se reflejan en los reportes de la Defensoría del Pueblo o la PCM sobre conflictividad socioambiental.


[i] En el Portal Web del Ministerio del Ministerio de la Producción, mediante nota de 27 de julio de 2015 se informa que “el Ministerio de la Producción declaró de oficio la nulidad de las tres concesiones otorgadas a la empresa inversiones Mitano SAC… por defectos u omisiones en el cumplimiento del proceso de Participación Ciudadana. En el diario LOS Andes (29JUL15) se informa que las nulidades alcanzan también a la resolución que otorgó certificación ambiental.
Lo anterior no quita actualidad a este artículo, por la utilidad de los alcances del análisis.

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