JULI Y CHUCUITO:
LA INVESTIGACIÓN HISTORICA
Escribe Rogelio Peralta A.
En
JULI ETERNO Nº 62
A |
pocos años de cumplirse el Bicentenario de la
creación Política de Juli, [capital de la provincia de Chucuito] nuestra ciudad
carece de trabajos relacionados a su pasado.
Una
rápida revisión de los trabajos de historia relacionados en el último siglo,
comprobaremos la inexistencia de trabajos relacionados a su historia.
Si
bien la bibliografía de las últimas décadas es nula, debido a la falta de convocatorias,
de auspicio o de apoyo, podemos constatar que en términos temporales ésta sólo
llega a 1968, con la publicación del libro: la “Fundación Española de Juli” del
escritor Don Alberto Cuentas Zavala, que aunque causó daño a la verdadera
historia de Juli, fue una pauta, para futuros esclarecimientos y profundizar el
conocimiento científico de lo acontecido en Juli.
Collas, Lupacas y Pacajes |
Existen
libros relacionados a la Prehistoria de Juli y Chucuito, que reconstruye la
vida de los pueblos indígenas desde el remoto pasado del precerámico hasta la
conquista incaica; incluye interesantes descripciones no solo de la forma de
vida antigua, sino también de los objetos hallados y los monumentos
arquitectónicos que aún se conservan. Referente a la Colonia, se tiene el
particular interés de las autoridades coloniales conocer el estado situacional
de los pueblos para los tributos, la mano de obra, ahí están las crónicas, las
visitas y revisitas, fuentes obligatorias de consulta.
En
la república nos hace ver la importancia estratégica que tuvo nuestra provincia
en los levantamientos revolucionarios del siglo XIX.
Si
bien las fuentes y la bibliografía no son reducidas, debido a que Chucuito muy
tempranamente fue considerada en “cabeza de su majestad” (1538), sin embargo,
lo variado de las fuentes, los temas que se han enfocado, se encuentran en
archivos alejados, en bibliotecas de otros países para contrastar y consultar, pues
el conocimiento de la geografía chucuiteña encuentra en la literatura una
fuente de estudio de gran importancia, por la calidad de las descripciones que
contienen y la impronta sensorial que transmiten. Entre estas fuentes y
crónicas, escritas tras la conquista del Collao, son documentos imprescindibles
para el conocimiento de la provincia, de sus rasgos físicos y del
funcionamiento de las sociedades existentes.
Se
suman los relatos de los viajeros, posteriormente en los siglo XIX y XX, surgen
investigaciones más científicas de arqueólogos, historiadores, lingüistas, etnohistoriadores,
antropólogos, sociólogos, etc. y han estudiado o hacen referencia a nuestra
provincia están: los hermanos Alejandro y José María Franco Hinojosa (1936), a
quien lo considero el “Padre de la Arqueología Chucuiteña”, posteriormente
Máximo Neira (1967, 1969), Roger Ravines (1972), Félix Palacios (1974) entre
los nacionales que nos ha permitido visualizar la ocupación humana del espacio geográfico
de Juli-Chucuito y su ámbito regional con diferentes altitudes, desde épocas
muy remotas, cuando cazadores y recolectores altoandinos utilizaron abrigos y
se instalaron en campamentos en diversos lugares del otrora territorio Lupaqa;
pero también estuvieron investigadores juleñistas o peruanistas que continuaron
y profundizaron seriamente los estudios, contribuyendo con abundante
información documental como: Squier (1877), Bennett (1934,1936,1938), Tschopik
(1951), Bandelier (1905), Vásquez (1935, 1939), Kider (1943), Rydén
(1947),Troll (1968), Ponce (1972, 1876, 1981), John Hyslop (1976, 1977, 1984,
1990), Elías Mujica, 1987, 1990), Levillier, Roberto. (1918-20), Murra (1975),
Julien, 1978, 1982), Bouysse-Cassagne (1986), Helmer (1951), Egaña
(1969),Duviols (1971), Dussel (1967),Stánish y De la Vega (1995), Stanish y
Steadman (1994), Albó, Xavier (1966), Armas Asín (2004), Assadourian (1987),
Echanove, (1955, 1956, 1974), Egaña (1956), Espinoza Soriano [1582] 1969,
Helmer (1982-83-84), Marzal (1992), Meiklejohn (1978), Salles & Noejovich
(2011), Nieto (1992), Pastells (1912), Pease (1973, 1922), Vargas Ugarte
(1941), Harth Terré (1941), Garr (1967), Wethey (1949), Gutierrez (1978),
Málaga (1975),JoseMesa, Martín Soria (1956), Kelemen (1967), Mariategui Oliva (1950),
Barnadas (1973), etc, etc.
Las investigaciones científicas al presente han aportado a construir una imagen histórica coherente en torno a la ocupación prehispánica de Juli- Chucuito y a superar la idea de que los españoles llegaron a un espacio geográfico deshabitado completamente. Las consecuencias de estos aportes son vastas y contribuyen, sin duda a modelar mejor la idea del mestizaje intenso que se produjo en Juli y demás cabeceras desde los momentos iniciales de su fundación en 1538 en Lundayani por Hernando y Gonzalo Pizarro, tiempo en que reservan la provincia misma en “cabeza de su majestad” para la Corona Real de España; de manera que hoy tenemos un cuadro más amplio y más complejo sobre la presencia indígena en toda la región geográfica chucuiteña y del mismo fluye la conclusión esencial que los incas y españoles no ocuparon un espacio vacío, sino que, como lo demuestran las fuentes históricas y la investigación etnohistóricas, encontraron terrenos cultivados, acequias de regadío, caminos, construcciones y la riqueza poblacional y ganadera.
Lo
que interesa ahora es tratar no sólo de conjuncionar estos esfuerzos, sino de
insistir en el uso y la divulgación sistemática de nuestra historia como una
alternativa historiográfica, así como de una cabal interpretación de nuestro
largo y complejo histórico. La historia en general, es una herramienta fundamental
a la hora de comprender, por ejemplo, qué nos hizo llegar a ser lo que somos en
la actualidad. Su análisis y estudio nos hace comprender cuáles fueron los
procesos a través de los cuales el mundo es tal cual es hoy en día.
En
este sentido, la principal fuente de la que disponemos es la palabra escrita,
con la cual desde hace siglos se ha confeccionado a través de todo el mundo, la
historia de la humanidad.
La
historia en sí, puede ser considerada como una construcción analítica de los
hechos que han acontecido, en este sentido, los historiadores a través de los
siglos han tratado de ordenar cronológicamente y darle coherencia a la existencia de un sinfín de fuentes
escritas que luego pueden ser analizadas individualmente para crear un relato
lógico, que no obstante, se presenta múltiple dadas las diversas
interpretaciones de los hechos que le dan distintos individuos en diferentes
contextos históricos.
En la antigua capital de los Lupaccas |
Saber
de dónde venimos es fundamental para encarar los desafíos del presente y
futuro. Necesitamos sentir seguridad y el orgullo de todo lo que hemos sido
como sociedad.
Nuestra
historia nos dirá de dónde venimos y nos enseñará entender dónde estamos, a la
vez que nos hará reflexionar sobre donde queremos ir como sociedad. No olvidemos
lo que hicieron, aprendieron y crearon nuestros antepasados, ahora es parte
fundamental de lo que hoy somos. La historia es una ciencia que nos permite
conocer ese pasado para entender el presente que vivimos y construir nuestro
futuro. Una de las principales razones por las que es importante estudiar
nuestra historia en la actualidad es también para entender el cambio de la
sociedad actual y cómo surge la sociedad en la que vivimos.
Es importante comprender su valor histórico y patrimonial para crear una identidad que rescate los aportes de todos los pueblos que han formado el rostro actual de la Roma de América. <>
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