SAN FRANCISCO DE
BORJA.
COMO LLEGÓ AL PERÚ Y YUNGUYO*
Escribe: José Morales Serruto
a
santidad de San Francisco de Borja, no se ha difundido mucho en el mundo
católico, y su advocación como patrono de los pueblos es muy escasa, revisemos
EN
ESPAÑA, es reconocido como Santo Patrón de la nobleza, de la cetrería y de las
ciudades de Gandía, Valencia y Bonares.
EN
COLOMBIA, es Santo Protector y patrono de la ciudad de Medellín, en la
aflicción de terremotos, temblores, borrascas y tempestades.
EN
BRASIL, es Patrono del municipio de São Borja, en el estado de Rio Grande do
Sul
EN
EL PERU, solamente Yunguyo tiene el privilegio de tenerlo como Santo Patrono.
Su Devoción en el
Perú
Estoy
seguro que para muchos, siempre ha sido una interrogante sin respuesta ¿Y cómo
es que un santo casi desconocido en la Iglesia católica llegó al Perú y más a
Yunguyo?
El
que nos enciende las primeras luces de la noticia de su presencia en el Perú,
es don Ricardo Palma en sus conocidas “Tradiciones Peruanas” al nombrar a Doña
Ana Francisca Hermenegilda de Borja y Doria, Virreina que gobernó el Virreinato
del Perú, cuando su esposo y primo a la vez, el Virrey Don Pedro Antonio Fernández
de Castro Andrade y X Conde de Lemos, XIX Virrey del Perú, viajó a Puno a
sofocar el levantamiento de los hermanos Salcedo en las minas de Laykakota, e
identificarla como nieta chozna de San Francisco de Borja.
Mejor
dejemos que Gabriela Lavarello de Velaochaga, investigadora peruana nos cuente
este capítulo, a través de su trabajo de indagación que lo titula “Los Condes
De Lemos – Virreyes Del Perú – La Virreina Ana de Borja Condesa de Lemos,
Gobernante del Perú en 1668” que lo encontramos en las páginas de Internet.
… “Doña
Ana Francisca Hermenegilda de Borja y Doria, fue hija de Don Francisco Diego
Pascual de Borja y Aragón y Centelles, VIII Duque de Gandía y de Doña Artemisa
María Ana Teresa Gertrudis Princesa de Doria de Melfi. Se casó en segundas nupcias
el 20 de julio de 1664, con su primo, Don Pedro Antonio Fernández de Castro
Andrade y Portugal, VIII Conde de Villalba, X Conde de Lemos, VII Marqués de
Sarria” igual que su flamante esposa también descendiente de san Francisco de
Borja.
…
La Virreina, joven mujer de mucho temple, tuvo grandes influencias palaciegas y
a través de ellas en el papado, continuó el trabajo iniciado en 1618 por su tío
el virrey Francisco de Borja el Príncipe de Esquilache, para la pronta
canonización de Rosa de Lima…
… Por
intermedio del Embajador ordinario en Roma, 1667-1671 Don Antonio Pedro Álvarez
Osorio Gómez Dávila y Toledo, Marqués de Astorga de Velada, años decisivos de
la beatificación y canonización de Santa Rosa, una vez más la Reina Regente
Doña Mariana, pidió al Papa Clemente X, que Rosa fuera nombrada Patrona de las
Américas, Filipinas e Indias Occidentales, (dominios españoles), lo cual se dio
el 11 de Agosto de 1670. Éste mismo Papa el 12 de abril de 1671, canonizó a
Santa Rosa de Lima y a San Francisco de Borja, en una ceremonia compartida con
3 santos más, en la Capilla Sixtina. El 18 de mayo del mismo año, vía Chasqui,
desde Quito, (Se encuentra el registro del Chasqui en un mandato del siguiente
Virrey en 1685), así tuvieron la noticia de éstas canonizaciones los Señores
Condes de Lemos. Las fiestas por la santa limeña y el de su abuelo chozno (4to
abuelo, padre de su tatarabuelo) San Francisco de Borja fueron apoteósicas, los
cronistas dan cuenta de ello, señalando la majestuosidad y esplendor que se lucieron…”
Las
crónicas de esos tiempos nos transmiten que el Conde de Lemos, al igual que su
esposa, nietos de San francisco de Borja doña Ana de Borja, serían los que se
habría encargado de hacer conocer y difundir la figura de Francisco de Borja,
sabiendo que era cuestión de poco tiempo el ejemplar sacerdote jesuita
alcanzaría los altares por que la influencia de la familia Borgia o Borja ante
las esferas papales eran decisivas.
¿Y cómo llegó a Yunguyo?
Las
mismas crónicas de ese tiempo que nos relatan la visita del Conde de Lemos al
santuario de Copacabana nos llevan a meditar.
Lohoman
Villena dice: “Conde Lemos antes que
culminara el proceso de ejecución de José Salcedo visitó el Santuario de la
Virgen de Copacabana, en la que permaneció durante tres días en rogativas”
Jorge
Basadre también dice: “Mientras se
tramitaba la acción judicial, se fue Lemos al santuario de la Virgen de
Copacabana, donde presidio tres días de rogativas caminando para ello veintidos
leguas, un cuadro hasta ahora existe en Copacabana que exhibe, en medio de un
paisaje desolador, la llegada del cortejo virreinal y la piedad y arrogancia
del virrey”
En
los muchos textos que relatan la historia del santuario de la virgen de
Copacabana, es recurrente encontrar el siguiente texto…
“Desde
un principio la imagen cobró fama de ser milagrosa, lo cual se extendió por
toda la comarca, el Virreinato y el continente entero. Los padres Agustinos
construyeron la primera capilla Mayor, entre los años 1614 y 1618. El Virrey de
Lima, Conde de Lemos, apoyó moral y económicamente la construcción de la
Basílica desde 1668 y asistió a la inauguración de la misma en el año 1678”...
Es
obligación aclarar que es imposible que el Conde de Lemos pudo asistir a la
inauguración el año 1678 puesto que él había fallecido el martes 6 de diciembre
de 1672 y la virreyna Ana de Borja Condesa de Lemos abandonó el Perú el 11 de
junio de 1675.
Otra
referencia histórica que nombra al virrey dice: …
“Entre las ricas alhajas que la
adornan,(haciendo referencia a la imagen de la Virgen de Copacabana) sobresale
el bastón de mando que le obsequió el piadoso virrey, venerable D. Pedro
Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, como recuerdo de su visita en
1669”.
También
debemos aclarar que el Conde de Lemos visitó estos lares los primeros días del
mes de octubre de 1668.
Para
culminar, apoyándonos en un artículo escrito en la página de internet “Conde de
Lemus y los hermanos Salcedo in Las Mil y Una Noches Andinas, by admin”, dice
que…
“El
fanático don Pedro Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, marqués de
Sarriá y de Gátiva y duque de Taurisano, que cifraba su orgullo en descender de
San Francisco de Borja, y que, a estar en sus manos, como él decía, habría
fundado en cada calle de Lima un Colegio de Jesuitas, apenas fue proclamado en
Lima como representante de Carlos II el Hechizado, se dirigió a Puno con gran
aparato de fuerza y aprehendió a José Salcedo”.
Lo
anterior nos permite plantear la hipótesis y casi asegurar que el Conde de
Lemos necesariamente tuvo que estar en Yunguyo a su paso y retorno a Copacabana
y como en todo lugar pregonando la devoción a San Francisco de Borja, abuelo
chozno de la pareja virreinal. Evidencia de ello es que a su camino de Lima a
Puno y Cusco fundó los colegios jesuitas para los hijos de los nobles incas
consagrándolos a la protección de San Francisco de Borja.
Planteada
esta hipótesis, pero con cargo a seguir investigando, podemos decir que la
devoción de los yunguyeños a San Francisco de Borja “Tata Pancho”, la
arrastraría desde los primeros días de octubre de 1668, antes del juzgamiento
de los hermanos José y Gaspar salcedo Álvarez o quizás algunos años más tarde.
Ahora
podemos entender el por qué el X Conde de Lemos dedicó la protección espiritual
de los puneños a San Carlos Borromeo, simplemente por haber sido amigo cercano
de su abuelo Francisco.
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* Deseo aclarar
que este ensayo corto que ahora comparto, lo escribí para un evento organizado
por la Asociación de Zampoñistas San Francisco de Borja, al que fui muy
gentilmente invitado para abordar el tema “SAN FRANCISCO DE BORJA. RELIGIOSIDAD
Y ZAMPOÑAS”. Dicho evento tuvo lugar en Yunguyo durante el mes de octubre de
2019. Aclaro asimismo que estoy muy lejos de cuestionar la santidad de este
noble hombre, mi objetivo es rastrear las huellas históricas de Yunguyo.
José Morales
Serruto, 10 de octubre de 2021.