MARINO MORIKAWA
EL TITICACA
SE PUEDE RECUPERAR”
Tomado de SOMOS
n°1689 20ABR19
Los residuos domésticos y mineros hacen que el lago más alto del mundo
agonice. En 2017, el científico y ambientalista peruano-japonés logró limpiar
dos kilómetros del Titicaca en 15 días, gracias a un proyecto que utiliza
nanotecnología. Por primera vez comparte los resultados de su plan de
salvataje. La decisión de ejecutarlo está en manos del Estado.
H
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ay un episodio clave en la vida de Marino Morikawa
que explica su amor por los ecosistemas de ríos, lagos, humedales y pantanos.
Cuando tenía seis años, su padre -hijo de migrantes japoneses- lo llevó a la
puna y le dio de beber el agua de un glaciar. “Hasta ahora no he probado un agua
tan deliciosa como esa”, admite con nostalgia y anhelo, como si quisiera que
todos experimentemos eso al menos una vez en la vida Su madre –japonesa- por
otro lado, predicaba el amor y la gratitud al país que la recibió con los brazos
abiertos. Esas enseñanzas hicieron que el científico nacido en Huaral hace 41
años se haya propuesto, como una obsesión, salvar el 70% de los hábitats
naturales de nuestro país. ¿Cuántos peruanos podríamos siquiera imaginar lo
mismo?
Ya había recuperado el humedal de su infancia (ver
recuadro) pero era consciente de que más lugares requerían de su intervención.
A finales del 2011, mientras realizaba un doctorado en tratamiento de aguas
residuales, presentó a la universidad japonesa de Tsukuba un proyecto para
realizar monitoreos ambientales y así rescatar el lago Titicaca. Solicitó los
permisos a las autoridades de Puno, ofreciendo la nanotecnología como solución.
La burocracia, por desgracia, jugó en contra.
En 2015 empezó a reunir recursos y dos años después
replanteó la propuesta a las autoridades: descontaminar en 15 días dos kilómetros
del lago. “La bahía a interior de Puno, que tiene 17 kilómetros, está 100%
contaminada”, revela a Marino. “Una de las mayores entradas contaminantes está
en la zona de El Espinar y quisimos empezar por ahí”, agrega. El proyecto
piloto fue bautizado como Reto 15-Titicaca. En setiembre de ese año, el Ph. D.
en Ingeniería Ambiental y su equipo iniciaron la limpieza con el objetivo de reducir, al menos, un 3%- de la
contaminación.
El primer método consistía en introducir mangueras y
filtros que crean micronanoburbujas (comparadas a las burbujas de la gaseosa,
estas son 10 mil veces más pequeñas), que reducen los componentes orgánicos,
los virus y las bacterias nocivas que tiene el lago y dan coloración verdosa.
El segundo, en aplicar un substracto orgánico que limpia y clarifica el agua. “tan
positivo fue el resultado, que llegaron aves que no veíamos cuando recién empezamos”,
rememora con emoción.
Los Servicios Analíticos generales del Perú,
laboratorio con el reconocimiento del Organismo Peruano de acreditación INACAL,
tomaron las muestras el día catorce del experimento. Dos semanas después, los
resultados fueron presentados a las autoridades provinciales y regionales de
Puno. El momento de la verdad: el informe señalaba que se redujo entre 4% y
77% -dependiendo la zona de muestra- la carga contaminante. Los parámetros de
DBO, DQO, nitrógeno amoniacal, nitrógeno total y fósforo total -en castellano,
indicadores de la calidad del agua- experimentaron una reducción de más del
50%. “A mayor porcentaje, mayor carga contaminante”, explica. Las bacterias de
las heces se redujeron hasta en un 77%.
“Nuestro lago Titicaca sí se puede recuperar en
corto plazo. Siempre y cuando contemos con el apoyo poh'tico y social porque la
parte científica ya la tenemos”, reflexiona. Advierte, sin embargo, que el tiempo
depende de la puesta en marcha de una planta de tratamiento. “Si se hace, tiene
que reducir más del 50% de la carga contaminante, y con ella podemos reducir
[lo suficiente como para llegar] a los estándares de calidad de agua en un
máximo de dos años”, enfatiza. En abril del año pasado, el gobierno de Martín
Vizcarra puso en funcionamiento una planta de tratamiento de aguas residuales
en la provincia puneña de Lampa. “Constituye el primer eslabón de una cadena
de 10 plantas de tratamiento de aguas residuales que operarán en 10 provincias
de Puno, para limpiar el lago Titicaca”, destacó el entonces ministro de
Vivienda, Construcción y Saneamiento, Javier Piqué. El esfuerzo aún es
aislado.
Si bien la zona recuperada del Reto 15- Titicaca es
apenas el 0,02% del lago, se puede hablar de una descontaminación a mediano
plazo. Actualmente, está en conversaciones con las autoridades de Puno y
espera una respuesta positiva para empezar a trabajar con su equipo. Mientras,
prepara un documental sobre el proyecto piloto en El Espinar para difundir lo
más que se pueda la consciencia ambiental. //
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MAS SOBRE MORIKAWA
El postdoctor y Ph. D. en Ingeniería Ambiental ha
participado en la recuperación de 30 hábitats naturales en Asia y África. En
2010 recibió la noticia de que el humedal El Cascajo, en Huaral, donde solía
pescar con su padre, estaba eutrofizado (contaminación ambiental por exceso de
nutrientes). Para recuperarlo dividió la zona en ocho sectores con cañas de
bambú.
Retiró las plantas acuáticas desde las 7 a.m. hasta
las 8 p.m. con un grupo de voluntarios durante una semana. La recompensa: más
de 90 especies de aves regresaron al humedal.
“Y por qué no lo haces en todo el Perú”, sugirió su
hermana. Gracias a esa iniciativa, Marino tiene en la mira la recuperación del
lago Titicaca (Punto), el rio Chira (Plura) y la Huacachina (lca), entre otros.