jueves, 29 de septiembre de 2022
PAGINAS POCO CONOCIDAS SOBRE INDIGENAS EN LA INVASION HISPANICA
INDIOS “CONQUISTADORES”
Los
españoles no conquistaron a NADIE,
solo hay
que imaginarlos peleando en la altura,
recién
llegaditos, les da el mareo.
Simplemente
se quedaron con todo después que
NOS
VENCIMOS ENTRE NOSOTROS
.
El encuentro entre los europeos y los pueblos americanos en
el siglo XVI es un tema muy complejo de entender y hasta ha sido politizado con
el pasar de los años. La alianza político-militar entre las Antiguas Naciones y
las Empresas de Conquista resulta un tema desconocido o difícil de asimilar
para muchos, hasta el punto de que es inaudito aceptar a indígenas como
Conquistadores y Pacificadores.
Contrario al pensamiento popular, los nativos de América no
eran ajenos a la guerra, diplomacia, alianzas estratégicas, así como tampoco
eran un solo pueblo. La gran mayoría de estas sociedades consideraban a la
guerra como un mecanismo de supervivencia, de prosperidad a nivel comunitario y
también a nivel individual, los curacas y comandantes indígenas encontraban el
camino al ascenso social, económico y político a través de los logros en el
campo de batalla.
Cañari |
Con la incursión de los exploradores españoles muchas
sociedades del norte vieron una oportunidad para librarse del yugo del pueblo
hegemónico en la región, y decidieron participar en la conquista del
Tahuantinsuyo a cambio de la promesa de libertad, riquezas y autonomía
política.
La ayuda de estos pueblos no solo se limitó a proveer
suministros, guías, traductores, sirvientes y cargadores, sino que también
cumplieron funciones militares, es decir que combatieron contra las tropas
incaicas, y es menester aclarar que fueron el grueso de las tropas
conquistadoras.
Así mismo cumplieron roles de mando, como el caso del Curaca
de Latacunga que lideró tropas de españoles e indígenas en la conquista del
Napo (Ecuador).
En los enfrentamientos contra las tropas incaicas los
“indios conquistadores” se revelaron como unos magníficos soldados, que a
diferencia de los españoles se lanzaban sin temor alguno a la batalla
realizando incluso temerarias cargas frontales contra las líneas enemigas, su
habilidad natural para la guerra se convirtió en una pesadilla para la
existencia del mismo Tahuantinsuyo, la cual terminó de sucumbir ante la alianza
en 1572.
Referencias:
.-
Cronistas indios y mestizos.- Francisco Carrillo (1991).
.- Incas
e indios cristianos: Elites indígenas e identidades cristianas en los Andes
coloniales, Jean-Jacques Decoster (2002)
.- La
guerra de reconquista inka: historia épica de como los incas lucharon en
defensa de la soberanía del Perú o Tawantinsuyo entre 1536 y 1572, Edmundo
Guillén Guillén (1994).
.-
Cacicazgos y nobiliario indígena de la Nueva España, Guillermo S. Fernández de
Recas (1961).
.-
Boletín del Archivo General de la Nación de México, AGN (1935).
_______________________________________________________
INDIGENAS
AMERICANOS ALIADOS DE LOS INVASORES EUROPEOS
https://laamericaespanyola.wordpress.com/2017/05/29/aliados-americanos/
Fueron numerosos los aliados americanos que
apoyaron a los españoles en el Nuevo Mundo. Sin ellos, «la conquista» no se
hubiera producido, dado su escaso número (y no solamente al principio), por lo
que muy probablemente la historia habría sido otra. También se podría haber
contado la historia de la conquista de América como la liberación de los
pueblos americanos más débiles, sometidos por los mas fuertes. Pero esa también
sería otra historia.
El mismísimo Cristóbal Colón, que llegó a las
nuevas tierras allá por finales del siglo XV tenía clarísima la consigna de que
había que entablar contacto con los nativos de forma amistosa, saludarles,
darles regalos y preguntarles por las rutas y productos existentes. Es lógico
que cuando se llega a un lugar sin saber nada o muy poco sobre el mismo tu mejor
guía, asesor y ayudante vaya a ser el que sí lo conoce.
En las islas del
Caribe
Ya en ellas comenzaron muy pronto las alianzas. En la
mayoría de ellas siempre hubo tribus que se aliaron con los españoles como
la del cacique Guacanagarix en la isla de La Española y Agüeybaná y Caguax en
la isla de San Juan Bautista (Puerto Rico).
De los cinco caciques de la isla de La Española, cuatro
se rebelaron contra los españoles: Caonabo, Guarionex, Behechio y Cayacoa. La
excepción fue Guacanagarix, cacique del territorio de
Marien, donde Colón desembarcó la primera vez y con el que mantuvo siempre su
alianza.
El cacique Agüeybaná recibió a Juan
Ponce de León amablemente cuando éste desembarcó en 1508 con la intención de
asentarse en la isla, recibimiento que imitaron otros muchos caciques.
Luego, Agüeybaná auxilió a Ponce de León en sus exploraciones.
Los sucesivos intercambios entre ambos jefes reflejaban una alianza pacífica
entre los habitantes de la isla y los españoles. Agüeybaná, según
las costumbres taínas, se convirtió en guaitiao de los recién
llegados, es decir, aliado o amigo de los extranjeros.
Azteca |
Los pueblos sojuzgados por el Imperio Mexica no
dudaron en apoyar a Hernán Cortés para quitarse el yugo al que estaban
sometidos. Totonocas y Tlaxcaltecas fueron
decisivos en las batallas sobre la capital del Imperio, Tenochtitlan.
El cacique gordo de Cempoala (totonaca), ofreció su
sobrina a Cortés como medio para ratificar la alianza política establecida.
Los pueblos xochimilcos, otomíes, huejotzingos, cholusenses, chinantecos
y chalqueños, se sumaron a Tlaxcaltecas y españoles.
Antes de emprender el definitivo ataque contra Tenochtitlan,
Cortés habló a su ejército y a sus aliados en Texcuco:
» ...Ninguno de vosotros blasfemará del nombre de Dios ni
de la Virgen María. Nadie armará pendencias con sus compañeros, ni pondrá mano
a su espada para ofenderles. Ninguno hará violencia a mujeres, bajo
pena de la vida. Nadie quitará la propiedad a su prójimo. Nadie
castigará a indio alguno salvo que sea su esclavo. Nadie se entregará al
pillaje de casa particular, a menos que el general lo disponga. Ningún
español tratará mal a los aliados americanos, antes al contrario, hará cuanto
posible sea para mantenerse con ellos en buena armonía».
En el territorio de Nuevo León, la ayuda por parte de
los Tlaxcaltecas fue notable. Desde su alianza con Hernán
Cortés se habían convertido en eficaces colaboradores de los españoles.
El virrey Luis de Velasco firmó capitulación con la República de Tlaxcala (14
de marzo de 1591) para que cuatrocientas familias pasaran al norte,
concediéndoles iguales privilegios que a los españoles, tales como
recibir mercedes de tierras, usar armas, anteponer a sus nombres el tratamiento
de don, montar a caballo, etc. Con estas familias fue sistemáticamente
establecida una cadena de pueblos: Mezquitic, Venegas, Venado, San Luis Potosí,
Guadalcázar y Santa María. En ese mismo año de 1591 fundaron, en los aledaños
de Saltillo, el pueblo de San Esteban.
Pedro de Alvarado, uno de los capitanes de Cortés,
que había partido en 1524 hacia el sur a la conquista de Guatemala, llevó
en su ejército Tlaxcaltecas y otros mesoamericanos. Una vez
en territorio guatemalteco se alió con los Cakchiqueles, uno
de los pueblos mayas indígenas de las tierras altas del medio oeste de Guatemala.
Con su alianza derrotaron a los Quichés, los zutuhiles y
los pipiles y conquistaron la ciudad de Iximché.
La primera capital española de Guatemala, Tecpán
Guatemala, fue fundada cerca de Iximché el 25 de julio de
1524. Posteriormente también los Quichés se unirían a los
españoles.
Antes de la guerra civil entre Huáscar y su hermano
Atahualpa, los pueblos Huancas, Cañaris y Chachapoyas vivían sometidos
al Inca.
Durante dicha guerra civil, los Cañaris tomaron partido
por Huáscar. Atahualpa había conseguido el apoyo de la
confederación norteña (Caranquis-Quitus-Puruhaes), y bajó a Tomebamba para
pactar una alianza con los Cañaris. Sin embargo estos ya habían
tomado partido por Huáscar, por lo que acabaron con la guardia de Atahualpa y a
él mismo lo apresaron.
Atahualpa consiguió escapar y volver a Quito, donde después
de reunir a sus ejércitos, regresó a Tomebamba, e hizo una masacre
generalizada de todos los Cañaris, destruyendo su ciudad.
Casi desde la misma llegada de los españoles a Tumbes, algunos
curacas tallanes no dudaron en apoyarles y en el viaje de
Pizarro hacia Cajamarca, tanto ellos como los chimú les
advirtieron de que se cuidasen de Atahualpa.
Derrotado y hecho prisionero Huáscar por el ejército de
Atahualpa, tanto sus seguidores como sus aliados, decidieron unirse a Pizarro al que le aportaron apoyo
logístico y militar para derrotar a los incas rivales.
Después de que Francisco
Pizarro capturase a Atahualpa en Cajamarca, los Cañaris fueron
a entrevistarse con el jefe español. Su odio contra Atahualpa era tan fuerte
que serían el primer grupo étnico del Imperio Inca en formar alianza con los
recién llegados. Poco tiempo después de que se unieran los Cañaris,
Pizarro recibiría también el apoyo de los Chachapoyas, de
los Huancas y del huascarista Manco Inca.
Con todos ellos partió hacia la conquista del Cuzco. Durante
el dominio español, los Cañaris lo aceptaron y se convirtieron
a la religión cristiana, guerreando durante años contra los Incas rebeldes de
Vilcabamba. Finalmente Cañaris y españoles derrotaron a los
Incas en la Batalla de Sacsayhuamán.
Los Cañaris también se unieron a las
huestes de Sebastián de Benalcázar en su conquista del reino
de Quito. En la «Relación» de Tomebamba (localidad al norte del imperio
inca), se afirma que tanto la presencia de Benalcázar en estas
tierras (primer español que lo hizo), como la posterior de Almagro,
fue motivada por el llamamiento que a ambos hicieran los principales
caciques Cañaris.
Huancas |
Como consecuencia de la enemistad de los Chachapoyas con
sus vecinos, la alianza con los españoles fue aún más firme. Cieza de León dice
que cuando Alvarado llegó en compañía de sus hombres, trece en total, a
Cochabamba: «… fueron bien recibidos de los naturales, porque de toda
la comarca los vinieron por los ver mostrándose como amigos…». Cieza
menciona un ejército de tres mil guerreros indígenas confederados con Alvarado
para someter a los grupos indígenas de la región oriental de Chillao (en el
centro del alto Marañón), que se habían mostrado hostiles a los españoles y
destaca la gestión decisiva de un principal de los aliados, llamado Guamán,
que logró avenir las voluntades de los belicosos defensores de Chillao.
La política de establecer alianzas con los indígenas fue una
estrategia que Alonso de Alvarado cultivó con una prudencia
que Cieza de León, tan crítico con la conducta de algunos conquistadores,
reconoce sin reservas. De la firmeza de esas alianzas y de la lealtad de los
indígenas que las suscribieron, da fe una relación escrita por un indio
«ladino», natural de Cochabamba, hijo de un cacique principal, que amplía la
información de Cieza sobre el Guamán «embajador»
de Alonso de Alvarado. A cambio el indio hace una petición de
mercedes a la Corona como recompensa por su larga colaboración en las campañas
de la conquista del Perú.
Los Huancas por su parte celebraron la
venida de los españoles (esperaban librarse de la esclavitud de Atahualpa)
y los consideraban sus salvadores, por lo que se unieron a ellos. El
9º Inca Pachacuti les había infligido un enorme castigo por
haberse sublevado contra su imperio. Mandó cortar las dos manos a los hombres y
la mano derecha a las mujeres. Desde entonces habían estado sometidos al estado
Inca.
Abastecieron y equiparon a sus nuevos aliados con ganados,
comida y ropa. Y en su momento, a la hora de enfrentar la última resistencia
militar de las huestes que permanecían leales a Atahualpa, españoles y Huancas decidieron
jugarse el «todo por el todo”. Más tarde, con miles de guerreros, contribuirían
a combatir la resistencia de Manco Inca.
Fueron
reconocidos por la Corona de España por su ayuda en la lucha contra los
incas. Felipe II les otorgó un blasón en señal de la unión entre ambas naciones.
Los curacas y la nobleza huanca recuperaron sus privilegios y el
gobierno español mediante Real Cédula prohibió el establecimiento de
latifundios en territorio huanca.
La enemistad de estos pueblos en general con las autoridades
incas había sido tradicional y, desde el inicio de la marcha sobre el
Cuzco, ya se ha dicho que acompañaron a los españoles. El cronista Sancho de la Hoz, secretario de Pizarro, nos ha dejado
importante información sobre estos pueblos, que colaboraron en el asentamiento
de los españoles en Xauxa, Perú: «… celebrando mucho su venida, porque con
ella pensaban que saldrían de la esclavitud en que los tenía aquella gente
extranjera (refiriéndose en este caso a los incas). El mismo
cronista nos informa también de que en Andahuaylas (al sur del actual Perú):
«…hubo gente procedente de comarcas vecinas que venían
huyendo de las tropas quiteñas que desde el Cuzco dominado por Quizquiz
actuaban en toda la región en una campaña devastadora; y desde luego ha sido
suficientemente resaltado el apoyo que Manco Inca brindó en un principio a los
españoles«
Cuando Hernando Pizarro lideró la defensa del Cusco contra
el asedio de Manco Inca, doscientos soldados españoles estaban apuntalados por
“más de treinta mil indios
auxiliares”, entre los que se contaban muchos Cañaris y Chachapoyas.
Poco más tarde, cuando los incas cercaron la ciudad de Lima,
colaboraron en el levantamiento del cerco los yungas de Lima
(Lurigancho, Surco, Chilca), los huaylas de los Andes
Centrales y nuevamente sus vecinos, los Huancas. También vecinos de
éstos, los yauyos, los tarmas y los chankas,
mostraron en otro momento su alianza con los españoles.
El historiador peruano Waldemar Espinoza Soriano, en la destrucción del
Imperio de los Incas, por su parte, centra casi toda su atención en el
papel descollante que, como aliados de los conquistadores españoles cumplieron los Huancas de
los ricos valles agrícolas de Jauja, Concepción y Huancayo, en los Andes
Centrales del Perú.
En otro momento de la historia, durante el proceso de
independencia del Perú, los ejércitos realistas tenían un numeroso componente
de indígenas. Eran descritos por sus superiores, como el general Pezuela, como
soldados dispuestos a hacerse matar en sus puestos. Lo curioso, es que después
de tres siglos de presencia española en esos territorios, la mayoría de esos
indios no hablaba la lengua de Cervantes; sus lenguas nativas, siendo el quechua y
el aymara las mayoritarias, estaban protegidas por las leyes
de la Corona, razón por la cual muchos mandos medios españoles aprendían sus
idiomas para darles instrucciones en batalla; no es de extrañar que hubiera tal
lealtad a España, que siempre fue muy respetuosa con las tradiciones y culturas
locales de sus súbditos.
En el Perú se conformó el regimiento de Nobles
Patricios del Cuzco, cuyo cuerpo de oficiales estaba compuesto por los descendientes de las 13 casas de sangre
Inca. Es decir, en plena guerra de independencia, los descendientes del
imperio Inca continuaban con el estatus de nobleza de sus ancestros dentro de
la estructura social española.
Los Guaraníes se aliaron con los españoles
para defenderse de sus grandes
enemigos, los guaykurúes de la vecina región de Chaco y de los ataques
de los portugueses. Cuando a
mediados del siglo XVI los primeros españoles llegaron a tierras de los Guaraníes en
el Paraguay, un gran número se aliaron con ellos. Los españoles se
integraron en la región utilizando el sistema tradicional de este pueblo, de
intercambio de bienes y mujeres. Muchos españoles tuvieron hijos con
mujeres guaraníes, y esos mestizos formaron una población criolla.
Así fue como el idioma guaraní se hizo general en zonas del nordeste argentino
y del Paraguay, país donde aún hoy gran parte de la población es bilingüe.
La mujer indígena, desde su rol de procreadora, se convirtió
en el primer nexo de unión entre Guaraníes y españoles, a la
vez que integraba en el incipiente orden hispánico a toda su parentela, que
enseguida les reconoció el estatus de tovayá o «cuñado».
A través del matrimonio de sus hijas, los Guaraníes sellaron
una alianza, que también incluyó a los mas ilustres de ambas naciones, como fue
el caso de las uniones de los capitanes Gonzalo de Mendoza con doña Isabel de
Irala y Pedro de Segura con doña Ginebra de Irala en los últimos años de su
gobierno.
No por ello dejó de haber abusos, por lo que La Corona
prohibió las rancherías en 1543, en
dos Reales Cédulas en las que se suspendían conquistas y descubrimientos en el
Río de la Plata: «…Por cuanto somos informados que en las nuestras Indias se
han hecho y hacen entradas rancherías […] y los naturales de ellas han recibido
y reciben daño y queriendo poner el remedio de ello […] mandamos que ninguno y
algunas personas de cualquier estado y condición que sean, sean osados a hacer
entradas, rancherías.»
A partir del siglo XVII, los sacerdotes
jesuitas instalaron varias misiones para aborígenes en el Paraguay,
el sur de Brasil y el nordeste argentino. Allí, muchos Guaraníes encontraron
protección contra los abusos. Las misiones constituyeron un importantísimo
freno a las aspiraciones expansionistas de los lusos, que liderados por
los bandeirantes se dedicaban a la caza de indios para venderlos como
esclavos en São Paulo y Río de Janeiro.
Tras varias incursiones lusas en 1641, una gran tropa
de bandeirantes paulistas fue vencida en la batalla de
Mbororé. Aunque volvieron a atacar en 1562 y en 1676 el Gobernador de
Paraguay consiguió detenerlos gracias a la participación de las milicias
jesuitas.
Estos frecuentes ataques de los bandeirantes obligaron a una
mayor militarización de las misiones. Las reducciones empezaron a fortificarse
y a formar milicias armadas con armas de fuego y entrenadas en tácticas de
guerra modernas, gracias al entrenamiento con veteranos de las guerras
europeas. De esta manera se constituyeron milicias permanentes a las que, a
cambio de participar en campañas convocadas por los Gobernadores de Asunción y
Buenos Aires, se les liberaba de la mita. Los Guaraníes aportaron
numerosos contingentes de tropas en las batallas por la Colonia de Sacramento
en los años 1680, 1704 y 1735 con hasta 4.000 guerreros en cada ocasión.
Desde los primeros tiempos de la conquista de América, la
corona española otorgó a los indios o naturales americanos, el mismo estatus
jurídico de hombres libres, equiparándolos a los vasallos peninsulares. Esta era la condición que tenían
los Guaraníes en el Virreinato del Perú.
En Norteamérica
En La Florida, los Timucuas y los
Apalachees fueron aliados de los españoles ante los ataques de los
ingleses y los Creek, que se recrudecieron a partir de 1700 desde Carolina
del Sur. En 1793 los pocos centenares que quedaban, se marcharon con los
españoles cuando estos abandonaron Florida, y unos pocos restantes se unieron a
los seminolas.
Los Yamasee que contactaron con los blancos
por primera vez en 1521, con la expedición de Ponce de León, no estuvieron
libres de su influencia hasta el siglo XVII, cuando decidieron ir hacia San
Agustín, Florida, y ahí se vieron involucrados en las guerras entre españoles e
ingleses para dominar la región. Aunque inicialmente ayudaron a los
españoles, finalmente en 1687 se rebelaron contra ellos al permitir que los
ingleses expulsaran a los españoles de las Carolinas, a cambio de un
asentamiento en la zona, cuyo nombre no quedó registrado. Al firmarse el
Tratado de París de 1763, por el que se cedía a Inglaterra el territorio
conocido como Florida, los Yamasee establecidos en él se
trasladaron a Cuba con los españoles.
En la frontera
colombo-venezolana
Los indios Guajiros históricamente han
ocupado una buena parte del territorio. En sus dominios, fueron una total
maldición para las tropas independentistas. Muchos de los refuerzos de los
ingleses, entraron por esa zona al país y en los anales de la historia militar
británica hay volúmenes enteros que hablan de la feroz resistencia de esos
nativos a los que llamaban bárbaros, pero que los reconocían como valientes y
decididos por la causa del rey de España.
En Venezuela todavía resuena la feroz lucha de los indios Caquetios de Coro, que fueron más realistas y españoles que numerosos criollos blancos. Estos indios fueron leales a España desde la conquista, habían rechazado a los piratas ingleses y franceses durante los siglos XVI y XVII y cuando llegó la guerra de la independencia, combatieron sin descanso a las tropas de Francisco Miranda. Sus últimos reductos fueron finalmente derrotados en 1823. Su lealtad fue castigada con sangre, ya que de los más de 8.000 indios Caquetios que habitaban la localidad antes de la guerra, poco menos de 1.800 sobrevivieron al conflicto.
Arauco |
En 1817 media docena de caciques y otros tantos nobles
ofrecieron al rey todos sus medios para la lucha. Los jinetes Araucanos eran
sumamente habilidosos y respetados por los españoles, siempre combatieron con
sus ropajes tradicionales, como lo hicieran los pueblos nativos europeos junto
a los romanos. A todos sus nobles se les daban posiciones de oficiales en el
ejército y vestían con el decoro propio de Europa.
Por su parte los Pehuenches combatieron a
muerte en todo el territorio continental chileno y en la Patagonia argentina
contra las fuerzas independentistas. Su lucha fue tan extensa que no fueron
derrotados hasta el año de 1832, tiempo para el cual, las batallas por la
independencia como las de Ayacucho, Pichincha y Junín eran historia casi
olvidada. En el cono sur también los españoles contaron con el apoyo de
los lafkenches, wenteches, boroganos, reches y
en general todo el mundo Mapuche.
Baste traer un párrafo admirable de Carlos Arturo
Calderón Muñoz en sus «Cartas desde Colombia: Los indios del
Rey»:
«Desde San Bonifacio de Ibagué, Colombia, el mestizo que
esto escribe no puede aceptar que los indios lucharan obligados a favor del
Rey. España no tuvo colonias, sino provincias. La madre patria era la tierra de
seres alegres y orgullosos que desconocían el rigor del mundo feudal de la edad
media, eran libres, o arrogantes dependiendo quien los juzgue, gracias a que
habían aprendido a vivir bajo el cerco enemigo. No se rindieron, sino que
hicieron de la lucha por la subsistencia su actuar habitual, rendirse nunca ha
sido su costumbre. Eran herederos de Roma por lo tanto llevaban civilización,
no arrasaban en obras de saqueo masivo como suele hacerlo el Islam. El
aymara, el quechua, el guaraní, los múltiples dialectos mayas, las más de 65
lenguas indígenas de mi natal Colombia y muchos otros cientos a lo largo del
continente sobreviven al día de hoy porque fueron respetadas, mantenidas y
legalmente protegidas por La Corona.«
___________________
Fuentes consultadas:
Historia
de Méjico. M. de Larenaudiére
http://elmiradorimpaciente.blogspot.com.es/2011/08/cultura-totonaca-ii.html
http://archivohistorico.monterrey.gob.mx/index.php/noticia/5636
http://www.alertadigital.com/2016/05/12/cartas-desde-colombia-los-indios-del-rey/
https://es.wikipedia.org/wiki/Ca%C3%B1ari
______________________________________________________
martes, 27 de septiembre de 2022
OPINIONES SOBRE LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERU
SITUACIÓN COYUNTURAL Y PERSPECTIVA
Escribe: Milcíades Ruiz
Mientras
la guerra por la hegemonía mundial nos arrastra negativamente, nuestro país
afronta una situación de recesión económica, inflación, vampirismo de inversión
extranjera, crisis política, corrupción, impunidad, desempleo, inmigración
nociva, delincuencia común y gubernativa, mediocridad y componenda política,
caída del PBI, delitos políticos contra la fe pública, tráfico de influencias,
nepotismo, manipulación mediática, ineptitud estatal, baja inversión pública y
privada, mal uso del dinero público, pasividad popular, y otros males.
PUEBLO QUE NO LUCHA, ACEPTA SU OPRESIÓN
Es costumbre echarles la culpa a otros, de todo lo que nos
pasa, cuando en realidad, la culpa es nuestra de una, u otra manera. “El que
calla otorga” y, si no hacemos nada por impedir las malas decisiones
gubernamentales, seguiremos sufriendo las consecuencias. Las lamentaciones, no
son solución. Si la derecha crece, es porque la izquierda decrece. Es la norma
dialéctica. Echarle la culpa a la derecha, de lo que genera nuestra conducta
política, es irracional.
También, EE UU y su férula europea, le echan la culpa a
Rusia por los padecimientos que sufren, como escasez de suministros, inflación,
recesión que, sus propias represalias han ocasionado, en su estrategia de
efecto contrario. Pese a que no da el resultado esperado, se persiste,
esperanzado en cálculos improbables. Nada impedirá el nuevo orden mundial, por
cambio en la correlación de fuerzas.
Lo malo es que, la decadente hegemonía occidental se aferra
a su pasado y toma decisiones que afectan a países como el nuestro que está
subordinado a sus mandatos. EE UU prolonga la guerra en Ucrania, ocasionando
pérdidas gigantescas para todos sus aliados. Pero todo tiene un límite y si la
factura crece sin compensensación, entonces, habrá desmoralización y
deserciones de países comprometidos.
El tiempo, juega a favor de Rusia en este enfrentamiento
bélico. No se puede evitar que el planeta gire y cada vez está más cerca el
invierno en el hemisferio norte. Ya hay desesperación en Europa por lo que
pueda pasar, si el conflicto no se detiene. Las dificultades derivadas de la
guerra, se acrecientan y están creando malestar social como también,
inestabilidad política.
Lo que nos dice la historia es que el invierno siempre ha
sido el mejor aliado de Rusia en todas las guerras. El invencible Napoleón lo
sufrió horriblemente, tras la primera guerra mundial surgió la revolución
bolchevique que implantó el socialismo soviético. En la segunda guerra mundial
el invierno fue fatal para Hitler, marcando su derrota y la expansión
bolchevique a gran parte de europa.
Esta vez, ya hay una serie de bancos centrales de todo el
mundo que están subiendo las tasas de interés tratando de combatir la inflación
a costa de perder renta nacional. El nuestro también ha llegado a una tasa
referencial de 6.75% desde que estaba en 0.25%. Los mercados mundiales de
inversiones van a la baja, y cuando arrecie el invierno, en Europa, los
desastres naturales crearán otros problemas adicionales. Todo esto entra entre
los cálculos estratégicos.
A través de la historia, nadie ha podido derrotar a Rusia
como ha ocurrido con los reinados de Europa, sometidos hasta por los bárbaros.
Como podemos apreciar en el mapa geográfico, Rusia capitalista es mucho más
grande que toda Europa. Es el país más grande del mundo y tiene todos los
recursos naturales para su autosostenimeinto sin tener que depender de otro
país.
Según Agrodata, a agosto del 2022 las importaciones
agropecuarias alcanzan los U$ 4,52 millones con un incremento del 28% con
respecto al 2021 a pesar de que las cantidades son menores. Los precios se
elevaron de U$ 0.52 kilo promedio a los U$ 0.64 kilo. El precio del trigo
importado sigue subiendo. La producción nacional sigue cayendo.
Hemos dejado atrás el invierno y nos adentramos a la
estación de primavera que es el mes de las primeras siembras para las cosechas
del 2023. De esto, depende nuestra seguridad alimentaria del año siguiente. Los
fertilizantes ofrecidos por el gobierno hace cuatro meses mediante “Decreto de
“urgencia” no llegan al campesinado, y el clima no espera. En cambio, la
subvención a los partidos políticos es inmediata.
Las señas climáticas tampoco son buenas. Los organismos
especializados advierten un enfriamiento de la superficie del mar, en toda
nuestra costa, que se prolongará hasta el próximo año (Fenómeno “la Niña”). No
habrá evaporación suficiente para la formación de nubes lluviosas. Si las
lluvias no llegan oportunamente, no habrá agua, ni producción agraria
suficiente para el 2023, en que la recesión mundial será más aguda.
Estamos pues en una situación en que las condiciones
económicas se están deteriorando, tanto como las condiciones políticas. No
solamente el campesinado, que es el sector social mayoritario del país,
verán reducir sus ingresos, sino también toda la cadena de los circuitos
productivos. Productores, acopiadores, transportistas, comerciantes,
agroindustriales, etc.
Las condiciones de vida de todos los sectores estatales
serán afectadas. Si la administración gubernamental no toma las precauciones para afrontar lo que se viene, el descontento social se irá agudizando. El
presupuesto público tendrá que reajustarse para proteger a los más indefensos.
Pero no podemos esperar a que lo haga, ni confiamos en su racionalidad. Tenemos
que tomar nuestras propias precauciones familiares y prepararnos para la lucha.
No esperemos que el gobierno decida por nosotros. Tenemos
que actuar antes de que sea demasiado tarde. La dominación avanzará si no hay
resistencia. Resistir y luchar para hacer retroceder la dominación es el camino
a la justicia social. O no. Ustedes, ¿Que dicen?
Septiembre 26, 2022
EL ARTE POPULAR COREOGRAFICO EN EL ALTIPLANO PERUANO BOLIVIANO
EL ÚNICO ORIGEN DE LA MORENADA: VIRREINATO DEL PERÚ
Tomado de BOLIVIA: Gente de raíces peruanas y reproducido en TIERRA
DE LEYENDA
L |
as
famosas minas de Laykakota fueron descubiertas y explotadas en 1657 por los
hermanos Gaspar y José Salcedo, que en poco tiempo se convirtieron en los
hombres más adinerados. Se llegó a decir que la riqueza de Laykakota no era
igualada en América por la cantidad de plata que se podía extraer finalmente de
los mencionados yacimientos.
Aunque
se les tenía por hombres generosos y desprendidos, la actitud autoritaria, su ambición
por ganar posiciones sociales y políticas; y su menosprecio por personas que se
consideraban importantes, originó malestar y descontento contra ellos.
No
existe acta, ni documento que compruebe la fundación de Puno, pero es evidente,
según han señalado varios autores, que al lado de las minas de Laykakota se formó
otra población que adquirió gran importancia, llamada San Luis de Alba, que
llegó según algunos a tener hasta 10 000 habitantes y que fue designada capital
de la provincia de Paucarcolla que así se llamaba entonces Puno.
Según
la tradición señala como fecha de fundación el 4 de Noviembre de 1668. Por
bando del 3 de Noviembre del citado año, Puno fue elevado a rango de Villa con
el nombre de San Carlos Borromeo de Puno, en Homenaje al Rey Carlos II y a San
Carlos Borromeo. El 4 de Noviembre de 1668, se oficializa el hecho con una misa
solemne celebrada en la Capilla de la Inmaculada Concepción. Es asi que dicha
aldea sufre una modificacion considerable a consecuencia del traslado de la
poblacion de Laykakota por efecto de enfrentamiento entre mineros españoles.
Al
crearse el Virreinato de la Plata por Cédula Real del 1º de Agosto de 1776, se
incorporó a él la Audiencia de Charcas, dentro de la que estaba incluido Puno.
Pero en 1776 Puno, convertido en Intendencia, fue reincorporado al Perú en
atención a las dificultades que había en las comunicaciones con Río de la
Plata.
A
estos negros, la población andina los llamaba: Ch’ara (Bertonio 2004:273) o
yanaruna (Bertonio 2004:273, González Holguín 1989:600). Y a la geta
pronunciada que tenían, decían: Lakha llint’a (Bertonio 2004:511). A inicios
del siglo XVII, según Gonzales Holguín y Bertonio, a los africanos se les
aludía indistintamente como negros o morenos.
Los Morenos.- Los negros o
morenos que residieron en el Collao y en las Charcas se desempeñaban en la
servidumbre y en actividades mineras. Estos pobladores, que ostentan similares
sensibilidades artísticas que los andinos, se incorporaron en una expresión
coreográfica ancestral, la de los Sikuris, para dar forma a una nueva
manifestación dancística, denominada Morenos. Esta danza practicada
fundamentalmente por esclavos y acompañada por grupos de Sikuris, en sus
comienzos estuvo asociada a la minería, principal actividad de la colonia.
Hacía de escenario de los Morenos la hoy región Puno y buena parte de la actual
Bolivia, porque en éste ámbito de los Sikuris florecían numerosos asientos
mineros, siendo emblemáticos los de Potosí y Laykakota. Los Morenos desde sus
orígenes se distinguió por ser una expresión coreográfica urbana.
Juli 1876 |
Traje suntuoso.- Además de la
máscara, la indumentaria de los Morenos se distinguía de las otras danzas, por
su “elegancia”, sus “ricos vestidos de fantasía”, “casacas recamadas de oro y
plata”, “trajes costosísimos” o “vistosos trajes”. Una valiosa referencia de
1878, de Charles Wedell, dice: “Han salido los morenos ha bailar a las calles:
¡Qué elegancia!”. Otra elocuente nota periodística de 1903 sobre la fiesta
patronal puneña, alude al atuendo de los Morenos en estos términos: “con la solemnidad
de costumbre se sacó ayer en procesión la imagen de Nuestra Señora de la
Candelaria, patrona de la ciudad. La plaza principal y las calles han estado
con tal motivo muy concurridas con los bailes, luciendo una de las comparsas
ricos vestidos de fantasía” (EEP 3/2/1903).
Los Morenos en el
Siglo XIX.-
Es indiscutible la presencia de los Morenos en el Altiplano del Titicaca
durante los años decimonónicos. Así, atestiguan las referencias de 1852 y 1878
publicadas por Charles Wedell; también esta presencia se colige de las notas
periodísticas halladas para este estudio; una de ellas, la de 1906, alude a los
Morenos como baile “consabido” o habitual: “Terminada la fiesta de la
Candelaria, en la iglesia Catedral, se condujo al medio día de hoy, la efigie de
esa Virgen, en procesión, a la iglesia de San Juan, siendo acompañado por
numeroso concurso. En la plaza de armas levantaron los indígenas devotos los
tradicionales altares. Antes y después de la procesión, no han escaseado los
consabidos bailes” (EEP 11/2/1906).
La Primacía de Los
Morenos.-
En la primera mitad del siglo pasado, los Morenos se entronizaba como la
principal expresión coreográfica en la Festividad de la Virgen de la Candelaria
y en otras fiestas patronales de la hoy región Puno, caso de la Festividad de
Nuestra Señora de las Mercedes de Juliaca. Así, refrendan las referencias
periodísticas ya aludidas (las de 1903 y 1906), como las que siguen: “Ayer…
Tres partidas de morenos y numerosas de indígenas, han recorrido las calles de
la población” (EEP 5/2/1912); “Desde esta mañana siguen recorriendo las calles,
las comparsas de morenos, haciendo las visitas de costumbre a domicilios” (EEP
14/2/1916); “La más suntuosa presentación de los morenos obedece en el
almanaque a los primeros días de febrero. Es una ofrenda indígena a la Virgen
de la Candelaria, patrona de Puno” (EP 12/5/1923); “La asistencia de numerosas
comparsas de ‘morenos’ dieron a la festividad un tono de honda alegría” (EEP
11/2/1932). En el concurso de danzas de 1934 realizado en la ciudad de Puno, el
conjunto Morenos de Orkopata ganó en traje (LA 23/2/1934).
De
la fiesta patronal juliaqueña, de los años veinte de la centuria pasada,
Dionisio Torres Juárez reseñaba: “De estas fiestas pasadas de ahora de más de
cinco lustros… se celebraba con mucha fastuosidad y salían los tradicionales
‘Morenos’ y cuyo mayorazgo insustituible era el recordado Miguel Ortiz”
(1962:210). Por su parte, Pascual Carpio Idiáquez rememoraba: “Recordamos
bastante la variedad de bailes típicos que se organizaban para dar nota de
mayor realce a la festividad de la Virgen, entre esos se destacaba la comparsa
de pusamorenos… que lucían sus vistosos trajes y al son de las zampoñas
penetraban en la Capilla a rendirle veneración a la Virgen de las Mercedes” (A
9/1950).
Los Morenos y La Pandilla Puneña.- Cuando la danza de los Morenos se constituía en la emblemática de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, la Pandilla Puneña hacía lo propio en los carnavales. En 1923 César Guillermo Corzo hacía notar tales empoderamientos, al escribir: “Morenos y pandillas, esas dos típicas manifestaciones de la raza que divinizó al Sol, son entre las ruinas colosales de los monumentos, los últimos regazos vivos del espíritu indio” (EP 12/5/1923).
La Danza de Los
Morenos.-
Hallamos una extraordinaria descripción sobre los Morenos redactada por el
narrador y poeta arequipeño J. Víctor Neira, quien presenció la Festividad de
la Virgen de la Candelaria de 1913. Veamos un fragmento de esta categórica y
esclarecedora reseña: “Una docena de indígenas, ataviados de casacas recamadas
de oro y plata, pantalón corto y turbante ó chambergo guarnecido de plumas,
resaltan entre la multitud, con sus colores chillones y el ruido monocorde de
las zampoñas y de los tamboriles. En cada esquina, en medio de la turba
trashumante, danzan un baile grotesco, ritmando el cuerpo al compás de una
matraca que agita, en medio del círculo, por ellos formado, el rey de la
comparsa, y avanzan después, uno tras otro, rápidamente, acentuando los
ademanes, gesticulando, como una murga fantástica… Celebran la festividad
religiosa de la Virgen, la Patrona del pueblo, y acuden al templo repetidas
veces y al pié del altar, en medio de la fanfarria vertiginosamente ejecutada,
repiten sin cesar la misma danza, incansable, monótona, desesperada…” (EEP
11/2/1913)
lunes, 26 de septiembre de 2022
MUCHO MÀS SOBRE GAMALIEL CHURATA
EVANGELIO DE CHURATA
SEGÚN FLÓREZ ÁYBAR
José
Luis Ayala
En diario UNO 25SEP22
J |
orge
Flórez-Áybar, ha escrito sin duda uno de los ensayos más importantes y
novedosos en referencia a Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda). Tres
virtudes se perciben nítidamente durante la lectura de “El evangelio según
Gamaliel”. Un conjunto de renovados instrumentos de análisis literarios,
manifiesto deseo de reordenar la crítica literaria en torno al “Pez de oro” y,
establecer un canon que obedece al deseo de ejercer una crítica dialéctica,
desde una distinta forma de leer y entender a Churata.
Esas son
las razones por las que dice Flórez-Áybar: “Lo que propongo, en abierta
polémica, es la perspectiva de análisis que hay que desarrollar en textos
difíciles y oscuros. Hay que reconstruir el mapa literario manejado por el
ensayista. Y en este caso no se puede tener una visión global de los ensayos de
Churata sino partimos de sus dos obras mayores: “El pez de oro” y “Resurrección
de los muertos”, el resto, posiblemente, sean obras complementarias”.
Hasta ahora
mucho se ha escrito sobre Churata, pero al mismo tiempo se ha acumulado una
gran cantidad de hojarasca. Sin embargo, el aporte de Flórez-Áybar es distinto
y singular debido a que tiene la intención de reordenar la crítica en torno a
los fundamentales de Churata. “Hay que encontrar las diferencias entre
estilística literaria y estilística del lenguaje, dice Flórez-Áybar. “El
estatus ontológico del profeta. En resumen, acaso, podríamos adelantar que “El
pez de oro” se perfila como la praxis de ideologías: sociales, políticas,
filosóficas, religiosas, testimoniales, culturales y literarias. Se violan
todos los códigos y la ruptura ideológica baña todas las formas por la
naturaleza de su estructuración. Su ordenamiento churatiano (a veces tan
irracional que va más allá del subconsciente) se encuentra con su realidad”.1
Es verdad que: “Churata anduvo por el camino mágico. Si las novelas se Arguedas responden a un proyecto, el objetivo concreto: Dar a conocer la realidad social del indio. Churata anduvo por el mismo camino, pero se internó en el mundo de los mitos: usa formas tradicionales y populares lejos de la estructuración occidental. En el fondo busca la confrontación ideo-estética.
La narrativa moderna tiene en cuenta tres elementos claves: el narrador, el punto de vista y el desenlace. Bajo este paraguas, generalmente, se definen los planos; por ejemplo, en el plano temático (personajes, acción y ambiente) sus elementos no tienen la misma importancia estructural. Habitualmente uno predomina sobre los otros. Así en la narrativa churatiana: el achoqallo sobresale en el cuento; al inicio de la novela, “Morir de América”, la tormenta; y, el Chambilla, los hechos. Como se puede apreciar el flujo narrativo nos envuelve en una atmósfera donde se desmoronan la estructura social, moral, hasta el acaso de la naturaleza”. (Pág. 279)
Jorge
Flórez-Áybar consigna la presencia de Emilio Armaza y dice: “Percibo la
molestia de Emilio Armaza porque se dio cuenta que no comulgaba con ese racismo
escondido de Churata lo condujo a retirarse del grupo que se formó en torno a
la revista La tea. Alejandro Peralta, tomó conciencia paulatinamente del
contenido que se iba construyendo hasta desatar la gran polémica entre Sánchez
y Mariátegui Así nace la corriente indigenista que lidera el grupo Orqopata. Lo
que escribió Emilio Armaza en el diario El Comercio fue una oportunidad para
desahogar lo que llevó a cuestas durante muchos años y seguramente fue una
mochila muy pesada. Sin embargo, si tuviera que hacer un deslinde entre ambos
escritores diría simplemente que Churata (pensando en Sartre) es un escritor y
Armaza es un poeta”, (anti comunista, fascista, amargado, envidioso). Esta afirmación
es nuestra.
Cuando le
entregamos la edición de “El pez de oro” que conforma el II Festival del libo
puneño (CORPUNO 1987). Armaza al recibir el texto dijo: “Churata es un mito.
Este libro es incoherente como el autor. Los indigenistas que de indígenas no
tiene nada han escrito barbaridades. Debían ocuparse de la sociedad a la que
pertenecen. Para mí es una impostura”. Armaza no conformó el Grupo Orqopata.
Tuvo un temprano desencuentro con Churata.
Mucho se ha
escrito y especulado cómo se escribió “El pez de oro”. Hay mucha hojarasca de
aficionados que pretenden “crear” su propia teoría genial. Lo cierto es que los
originales de “El pez oro”, fue tipeado por Enrique Cuentas Ormachea, cuando
fue secretario de Churata en la Biblioteca Municipal Pública de Puno entre 1928
y 1931. Churata formó varios cuadernillos y un día decidió unirlos para formar
un libro. No tuvo el proyecto de escribir un libro de acuerdo a los cánones
clásicos. Durante el exilio debió haber corregido algunos textos. Sin embargo,
Cuentas Ormachea cuando apareció “El pez de oro”, señaló que se trataba de las
mismas narraciones que Churata dictaba o escribía cuando no había lectores2.
Gamaliel
Churata, será siempre asediado desde las ciencias sociales y analizado desde la
crítica literaria. Cada generación leerá sus libros de acuerdo a los cánones
que se impongan. Sin embargo, el desafío será siempre leerlo desde distintas
perspectivas históricas. Entonces, estamos hablando de un escritor que cada
cierto tiempo requerirá de nuevos asedios.
_____________________
1.- Jorge Flórez Aybar. El evangelio según
Gamaliel. Universidad Nacional del altiplano. Pág. 108. 2021. Puno.
2.- José Luis Ayala. Innata vocación del
escritor. Gamaliel Churata. Pág. 119. Pakarina editores. 2017. Lima.
domingo, 25 de septiembre de 2022
MAS SOBRE CHURATA
HOMENAJE A
JOSE LUIS AYALA
Por: Filomeno Zubieta Núñez*
Intervención en la presentación del libro CHURATA: ROTACIÓN DEL COSMICO TIEMPO, realizada el 23 de septiembre 2022 en la Casa Mariátegui, en la cual se otorgó varios reconocimientos al escritor puneño por haber sobrepasado los cien libros publicados y por celebrar ese día su cumpleaños número 80. La centena de volúmenes se exhiben al público en el Museo Mariategui. Participaron comentando el libro Guillermo Vásquez Cuentas, escritor puneño, quien abordó el tema de lo indio y lo indígena en la obra de Churata y Dante Castro Arrasco escritor, periodista y docente peruano ganador del Premio Literario Casa de Las Américas, En esta oportunidad el profesor universitario Zubieta Núñez pronunció estas sentidas palabras en homenaje a José Luis Ayala.
E |
sta noche hemos sido convocados para rendir un
sencillo pero significativo homenaje a uno de los personajes más relevantes de
la cultura nacional, el Maestro José Luis Ayala Olazábal. Él es yatiri,
escritor, novelista, poeta, narrador, ensayista, periodista, biógrafo, promotor
cultural, un multifacético hombre del quehacer cultural, querido y admirado por
todos nosotros. Voy a intentar resumir algunos aspectos de su vida profesional
y cultural, dejando a mis colegas de la mesa el comentario literario del libro
que esta noche se presenta.
Como la gran mayoría de los amigos asistentes a este
evento sabe, José Luis, cumple años mañana 24 de setiembre, nació en 1942 (hace
80 años) en Huancané Puno). Fueron sus padres, el maestro huancaneño Juan Luis
Ayala Loayza y la dama moheña Leonor Olazával Angles, ambas familias de origen
mestizo vasco y aymara. Puede decirse que por sus orígenes es un aymara, el
mismo se considera así.
En 1966 se recibió de profesor de educación primaria
en la Escuela Normal Superior San Juan Bosco, Puno. Dos años después de
profesor de educación secundaria. Siguió estudios de especialización en
Castellano y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1969.
Estudios de clasificación y catalogación en la Biblioteca Nacional en 1971.
Estuvo becado en el Instituto internacional de Investigación y Formación en Vía
de Desarrollo (IRFED), París. 1985. Es, también, periodista profesional y
miembro del Colegio de Periodistas del Perú. Además, miembro de muchísimas
instituciones, como ACLAPADES donde compartimos quehaceres comunes.
Su desempeño laboral ha sido de lo más diverso:
desde profesor en el Colegio San Ambrosio de Puno (1967-1968), director de la Biblioteca
Municipal Pública de Puno (1969), director de Relaciones públicas del Tribunal
Agrario de Lima por 15 años de 1975 a 1990; director de Relaciones Públicas del
Jurado Nacional de Elecciones por 13 años de 1990 al 2003. -Profesor en la GUE
Melitón Carbajal de Lima en 1999. Además de sus labores de redactor en revistas
y diarios como Oiga, Kollao, El Comercio, Correo; y, responsable de la página
cultural de los diarios La Primera y Uno.
Como escritor se inicia en 1966 con su libro Viaje
a la ternura publicado por la Editorial Rosas de Arequipa (aun cuando un
año antes había publicado su poemario Geografía del corazón), a este le
siguen, Carta de residencia en 1971 en Lima, hasta 1987 publica 08
libros, cerrando este primer ciclo de publicaciones espaciadas de 21 años.
Puede decirse es su etapa de mucho aprendizaje en todos los aspectos como
académico y escritor, para luego dar el gran salto. El ejercicio del periodismo
que exigía preparar crónicas y ensayos permanentes, el interactuar con maestros
del periodismo como César Lévano, contribuyeron a este impulso hacia su plena
dedicación a la escritura.
Precisamente, desde 1989 al presente año sus
publicaciones se aceleran, de dos a tres libros por año, redondeando los 100
libros. Un caso único entre los escritores peruanos que por lo general publican
un libro cada cinco años. Pero esto no queda aquí, ya tiene otros 13 libros listos
para entrar a la imprenta y una decena de otros en plena elaboración.
Todos los que publicamos sabemos que lo hacemos
pensando en ser leídos, lo que significa que los lectores son un estímulo
especial para seguir escribiendo; pero, también, es indispensable tener un
cúmulo de informaciones producto de la investigación y lectura permanentes. La
simple imaginación o inspiración no da para tanto. Esto significa que José Luis
no solo es un escritor compulsivo en el mejor término, también un lector e
investigador a dedicación exclusiva.
Algo singular en José Luis Ayala es que aborda los
más diversos temas de las humanidades y ciencias sociales, como escritor nato.
Produce en ensayo, crónica, cuento, novela, poesía, crítica, teatro, historia y
las vertientes del periodismo. Su vocación vanguardista lo ha llevado, como
señalan los conocedores de su trabajo, a transgredir los géneros literarios,
para escribir lo que se llaman las cronivelas, antinovelas, kipuemas, solemas,
graemas, que los especialistas pueden explicamos mejor a qué se refieren ellas.
Además, es uno de los pocos que escribe en aymara, resaltando las luchas
reivindicativas y aspiraciones de los pueblos de puno.
Como nadie ha contribuido a visibilizar la
trayectoria y aportes de César Vallejo, Carlos Oquendo de Amat, Gamaliel
Churata, Juan Bautista Túpac Amaru, entre otros personajes, sobre quienes
reunió documentos desconocidos por sus estudiosos.
Hoy que estamos este recinto sagrado para los mariateguistas,
un libro de José Luis Ayala que me impactò hondamente es el que publicó en 1990
con el título de Yo fui canillita de José Carlos Mariátegui, que no es
sino la autobiografía de Mariano Ladeo Yujra, que había trabajado en esta casa
junto al Amauta. Para él José Carlos Mariátegui fue un yatiri,
con solo tocar un libro, una revista o publicación cualquiera le era suficiente
para conocer su contenido.
Hay, como no podía ser de otra manera, muchos
estudios de la obra de José Luis Ayala, de todos ellos el más singular y
holístico es el que nos brinda la Dra. Giovanna Iubini Vidal, de nacionalidad
chilena, con su libro Vanguardia andina, migrancia y heterogeneidad textual:
Hacia una poética de lo cósmico en Cabala para inmigrantes de José Luis
Ayala, publicado en enero del 2019.
Apreciado José Luis, cuando los apus decidan
llevarte al descanso eterno ya sabes que tendrás un quipu de Cuspón preparado
por Mama Licuna para que llegues sin contratiempos a reunirte con nuestros
mayores, entre tanto sigue brindándonos todo lo que tu intelecto, esfuerzo y
cariño se plasmen en libros como esta noche estamos presentando y la centena
que estamos apreciando.
Larga vida productiva, Maestro Ayala.
Filomeno
Zubieta Núñez.
(Chiquián,
Bolognesi, Ancash). Profesor principal de la Universidad Nacional José Faustino
Sánchez Carrión de Huacho. Doctor en Ciencias Sociales (Historia) por
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fundador y primer director
del Archivo Provincial de Huaura–Huacho (1992-2005), hoy Archivo Regional de
Lima. Presidente del XVII Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina y
Amazónica «Alfredo Torero Fernández de Córdova», llevado a cabo en la
Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (2011). Miembro
Correspondiente de la Academia Nacional de Historia desde el 2005, la
institución académica de mayor significación del país. Pertenece a
instituciones, como la Federación de Periodistas del Perú, Asociación Cultural
Ínsula – Huacho (su actual Presidente); Patronato de Defensa del Patrimonio
Cultural del Valle de Ámbar y Huaura; Centro Cultural Luis Pardo, en la ciudad
de Huacho; la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash, AEPA, miembro de la
Comisión de Bicentenario de la provincia de Huaura.