domingo, 31 de marzo de 2024

HISTORIA DE PUEBLOS ALTIPLANICOS

 JULI Y CHUCUITO:

LA INVESTIGACIÓN HISTORICA

Escribe Rogelio Peralta A.

En JULI ETERNO Nº 62

A

 pocos años de cumplirse el Bicentenario de la creación Política de Juli, [capital de la provincia de Chucuito] nuestra ciudad carece de trabajos relacionados a su pasado.

Una rápida revisión de los trabajos de historia relacionados en el último siglo, comprobaremos la inexistencia de trabajos relacionados a su historia.

Si bien la bibliografía de las últimas décadas es nula, debido a la falta de convocatorias, de auspicio o de apoyo, podemos constatar que en términos temporales ésta sólo llega a 1968, con la publicación del libro: la “Fundación Española de Juli” del escritor Don Alberto Cuentas Zavala, que aunque causó daño a la verdadera historia de Juli, fue una pauta, para futuros esclarecimientos y profundizar el conocimiento científico de lo acontecido en Juli.

Collas, Lupacas y Pacajes
Sin embargo, es oportuno señalar aquí, que, en materia de investigación histórica de Juli, publicada con motivo del Sesquicentenario de la supuesta fundación de Juli, representó no sólo un esfuerzo intelectual de don Alberto Cuentas, sino también de la Comuna Local, quien auspició, pese a que ya habían aparecido desde 1918 publicaciones metodológicas relacionados a la historia nuestra, en cuyos textos, escrito por investigadores reconocidos, habían desarrollado sus trabajos arqueológicos, sociológicos, etnohistóricos e históricos vinculado a nuestra provincia, sin embargo, en las últimas décadas no se convocó para reactualizar su historia.

Existen libros relacionados a la Prehistoria de Juli y Chucuito, que reconstruye la vida de los pueblos indígenas desde el remoto pasado del precerámico hasta la conquista incaica; incluye interesantes descripciones no solo de la forma de vida antigua, sino también de los objetos hallados y los monumentos arquitectónicos que aún se conservan. Referente a la Colonia, se tiene el particular interés de las autoridades coloniales conocer el estado situacional de los pueblos para los tributos, la mano de obra, ahí están las crónicas, las visitas y revisitas, fuentes obligatorias de consulta.

En la república nos hace ver la importancia estratégica que tuvo nuestra provincia en los levantamientos revolucionarios del siglo XIX.

Si bien las fuentes y la bibliografía no son reducidas, debido a que Chucuito muy tempranamente fue considerada en “cabeza de su majestad” (1538), sin embargo, lo variado de las fuentes, los temas que se han enfocado, se encuentran en archivos alejados, en bibliotecas de otros países para contrastar y consultar, pues el conocimiento de la geografía chucuiteña encuentra en la literatura una fuente de estudio de gran importancia, por la calidad de las descripciones que contienen y la impronta sensorial que transmiten. Entre estas fuentes y crónicas, escritas tras la conquista del Collao, son documentos imprescindibles para el conocimiento de la provincia, de sus rasgos físicos y del funcionamiento de las sociedades existentes.

Así por ejemplo la visitas y revisitas como de Garcí Diez de San Miguel (1567), Pedro Gutiérrez Flores (1572), Juan Gutiérrez Flores (1573) forman parte del conjunto de fuentes u obras elaboradas al calor del descubrimiento, exploración, conquista y colonización del Reino Lupaca. Se suman: Acosta [1588] 1984, Anónimo, Jesuita. [1597] 1968, Bertonio, [1612], Diego González Holguín [1608] 1993, obviamente que están Cieza de León, Bernabé Cobo, Garcilaso de la Vega, Guamán Poma, Blas Valera, Calancha, Sarmiento de Gamboa, etc, etc.

Se suman los relatos de los viajeros, posteriormente en los siglo XIX y XX, surgen investigaciones más científicas de arqueólogos, historiadores, lingüistas, etnohistoriadores, antropólogos, sociólogos, etc. y han estudiado o hacen referencia a nuestra provincia están: los hermanos Alejandro y José María Franco Hinojosa (1936), a quien lo considero el “Padre de la Arqueología Chucuiteña”, posteriormente Máximo Neira (1967, 1969), Roger Ravines (1972), Félix Palacios (1974) entre los nacionales que nos ha permitido visualizar la ocupación humana del espacio geográfico de Juli-Chucuito y su ámbito regional con diferentes altitudes, desde épocas muy remotas, cuando cazadores y recolectores altoandinos utilizaron abrigos y se instalaron en campamentos en diversos lugares del otrora territorio Lupaqa; pero también estuvieron investigadores juleñistas o peruanistas que continuaron y profundizaron seriamente los estudios, contribuyendo con abundante información documental como: Squier (1877), Bennett (1934,1936,1938), Tschopik (1951), Bandelier (1905), Vásquez (1935, 1939), Kider (1943), Rydén (1947),Troll (1968), Ponce (1972, 1876, 1981), John Hyslop (1976, 1977, 1984, 1990), Elías Mujica, 1987, 1990), Levillier, Roberto. (1918-20), Murra (1975), Julien, 1978, 1982), Bouysse-Cassagne (1986), Helmer (1951), Egaña (1969),Duviols (1971), Dussel (1967),Stánish y De la Vega (1995), Stanish y Steadman (1994), Albó, Xavier (1966), Armas Asín (2004), Assadourian (1987), Echanove, (1955, 1956, 1974), Egaña (1956), Espinoza Soriano [1582] 1969, Helmer (1982-83-84), Marzal (1992), Meiklejohn (1978), Salles & Noejovich (2011), Nieto (1992), Pastells (1912), Pease (1973, 1922), Vargas Ugarte (1941), Harth Terré (1941), Garr (1967), Wethey (1949), Gutierrez (1978), Málaga (1975),JoseMesa, Martín Soria (1956), Kelemen (1967), Mariategui Oliva (1950), Barnadas (1973), etc, etc.


Las investigaciones científicas al presente han aportado a construir una imagen histórica coherente en torno a la ocupación prehispánica de Juli- Chucuito y a superar la idea de que los españoles llegaron a un espacio geográfico deshabitado completamente. Las consecuencias de estos aportes son vastas y contribuyen, sin duda a modelar mejor la idea del mestizaje intenso que se produjo en Juli y demás cabeceras desde los momentos iniciales de su fundación en 1538 en Lundayani por Hernando y Gonzalo Pizarro, tiempo en que reservan la provincia misma en “cabeza de su majestad” para la Corona Real de España; de manera que hoy tenemos un cuadro más amplio y más complejo sobre la presencia indígena en toda la región geográfica chucuiteña y del mismo fluye la conclusión esencial que los incas y españoles no ocuparon un espacio vacío, sino que, como lo demuestran las fuentes históricas y la investigación etnohistóricas, encontraron terrenos cultivados, acequias de regadío, caminos, construcciones y la riqueza poblacional y ganadera.

Lo que interesa ahora es tratar no sólo de conjuncionar estos esfuerzos, sino de insistir en el uso y la divulgación sistemática de nuestra historia como una alternativa historiográfica, así como de una cabal interpretación de nuestro largo y complejo histórico. La historia en general, es una herramienta fundamental a la hora de comprender, por ejemplo, qué nos hizo llegar a ser lo que somos en la actualidad. Su análisis y estudio nos hace comprender cuáles fueron los procesos a través de los cuales el mundo es tal cual es hoy en día.

En este sentido, la principal fuente de la que disponemos es la palabra escrita, con la cual desde hace siglos se ha confeccionado a través de todo el mundo, la historia de la humanidad.

La historia en sí, puede ser considerada como una construcción analítica de los hechos que han acontecido, en este sentido, los historiadores a través de los siglos han tratado de ordenar cronológicamente y darle  coherencia a la existencia de un sinfín de fuentes escritas que luego pueden ser analizadas individualmente para crear un relato lógico, que no obstante, se presenta múltiple dadas las diversas interpretaciones de los hechos que le dan distintos individuos en diferentes contextos históricos.

En la antigua capital de los Lupaccas
De ahí, en el caso nuestro, demandamos, la reactualización de nuestra historia a través de convocatorias; el rescate de nuestra memoria para conocer el nivel alcanzado, la explotación, los asesinatos de miles y miles de aimaras que terminaron siendo víctimas desde la conquista y la república, terminando hasta hoy, con la irracional y brutal represión del gobierno de turno. Una lucha que se libra por una real justicia social.

Saber de dónde venimos es fundamental para encarar los desafíos del presente y futuro. Necesitamos sentir seguridad y el orgullo de todo lo que hemos sido como sociedad.

Nuestra historia nos dirá de dónde venimos y nos enseñará entender dónde estamos, a la vez que nos hará reflexionar sobre donde queremos ir como sociedad. No olvidemos lo que hicieron, aprendieron y crearon nuestros antepasados, ahora es parte fundamental de lo que hoy somos. La historia es una ciencia que nos permite conocer ese pasado para entender el presente que vivimos y construir nuestro futuro. Una de las principales razones por las que es importante estudiar nuestra historia en la actualidad es también para entender el cambio de la sociedad actual y cómo surge la sociedad en la que vivimos.

Es importante comprender su valor histórico y patrimonial para crear una identidad que rescate los aportes de todos los pueblos que han formado el rostro actual de la Roma de América. <>  

Ciudad del Misti, 24/Mar/2024

Juli antiguo



No hay comentarios:

Publicar un comentario