DATOS para la
investigación Social
Marco contextual
DEL PROYECTO CURRICULAR REGIONAL PUNO
(Fragmentos
del documento: “Proyecto Curricular Regional Puno”)
1.1 SITUACIÓN SOCIO ECONÓMICA
DE LA REGIÓN PUNO
En los Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda,
la población total del departamento de Puno, es de 1 millón 320 mil 75
habitantes (población censada y omitida).
En el período intercensal 1993 2007, la población se incrementó
en 216 mil 386 habitantes, lo que significa un crecimiento de 15 mil 456
habitantes por año. La tasa de crecimiento promedio anual es de 1,3%,
observándose una tendencia decreciente desde el censo de 1993.
En cuanto a Pobreza y Desarrollo Humano la
Región Puno, es la cuarta región más pobre del Perú, el 50.8% de la población
no ha logrado satisfacer, por lo menos, una necesidad básica. La incidencia en
pobreza total de la población es del 67.2 % y en extrema pobreza llega al
29.9%. Las provincias más afectadas por la pobreza son::
Carabaya, Azángaro, Moho y Melgar con niveles de pobreza extrema
del 51.5%, 41.4%, 40% y 36.2%, respectivamente.
En las ciudades de Puno y Juliaca predomina el comercio y la
pequeña industria, existiendo menores niveles de pobreza extrema, dado las
condiciones socioeconómicas que en cierta medida son sólo para subsistir.
La Región Puno muestra un alarmante índice de pobreza con
múltiples
necesidades que hacen que la población regional cuente con bajos
niveles de calidad de vida. Por consiguiente el índice de desarrollo humano es
de 0.537 (PNUD-2005), lo que refleja niveles inferiores al nivel nacional que
alcanza a 0.598; como consecuencia de los bajos niveles de ingreso de la
población, esperanza de vida al nacer y analfabetismo.
Las estadísticas en Educación en la Región Puno, en cuanto a los
resultados de logros de aprendizajes referidos a comprensión de textos y
lógico-matemática de los alumnos que están por concluir primaria muestran
niveles inferiores al promedio nacional, ya que solamente el 6,8% de alumnos
logran comprender un texto y un 4,4%demuestran poseer habilidades lógico -
matemáticas.
Otro panorama aún más dramático se vive en los alumnos que están
por concluir la educación secundaria, donde el 1,6% y 0,4% logran los objetivos
de aprendizaje en comunicación y lógico matemática, respectivamente.
La Región Puno, según la ENH/INEI 2007 la tasa de matrícula
escolar en el nivel primario entre edades de 6-11 años es de 99,3% superior al
promedio nacional (98,5%). En lo que respecta al nivel secundario 12-16 años se
cuenta con una tasa de matrícula escolar de 93,62% superando al promedio
nacional (89,9%), en tanto que, la tasa para la población infantil es de 65,5%,
en este caso inferior al promedio nacional que es de 69,8%. Al 2006 se tienen 5
118 instituciones educativas escolarizadas y no escolarizadas, de los cuales el
(28,29%) se encuentran en la zona urbana, y el (71,71%) están ubicadas en el
ámbito rural; se cuenta con 336 368 alumnos y 19 449 docentes. (Compendio
Estadístico 2008).
Del total de establecimientos educativos escolarizados, el
68,94% necesitan mantenimiento, rehabilitación y en algunos casos requieren de
una inmediata sustitución (ENH/INEI 2006).
El analfabetismo es de 17,7%, superior al promedio nacional que
es de 10,5%. (INEI Compendio Estadístico 2008).
Según el estudio “El Estado de la Niñez en el Perú” por el Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) revela que la provincia de
Carabaya tiene el 48 por ciento de niños sin identidad, además que en la región
de Puno en la actualidad el 30 % de niños sufren de desnutrición crónica.
El grado de instrucción de las mujeres en edad fértil es uno de
los factores que se encuentra asociado a problemas de salud y nutrición. En el
Perú, actualmente, los factores que determinan el buen crecimiento infantil
son: educación de la mujer con 43%, alimentación 26,1% salud y saneamiento
19,3% y estatus de la mujer 11,6%.
La situación nutricional que presenta el país es de 1 de cada 4
niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica, 7 de cada 10 niños
menores de 2 años sufren de anemia nutricional y, 4 de cada 10 mujeres
gestantes tienen anemia nutricional.
La mortalidad infantil en la región Puno, es uno de los
indicadores que a partir de 1995 a 2005, tuvo una reducción considerable de 71
a 64 por mil nacidos vivos; es decir, que ha disminuido en 9.86% en 10 años,
debido a la política social que se implantó en las últimas décadas, que
consiste en programas de alimentación nutrición infantil, atención madre niño,
programa vaso de leche, inmunizaciones, dotación de medicamentos e insumos en
puestos estratégicos, fortalecimiento de la
vigilancia epidemiológica, fortalecimiento de la información y campañas
de comunicación, difusión dirigida a la madre y a la familia, cobertura de
atención prenatal por personal de salud, lactancia materna y el descenso de la
fecundidad al evitarse los nacimientos de orden muy alto y ampliarse los
intervalos ínter génicos.
La tasa de mortalidad es de 181.25 muertes maternas por 100 000
nacidos vivos en el año 2006 (Plan de Desarrollo Concertado DIRESA Puno), por
lo que, Puno continúa siendo la región del país que tiene una de las mayores
tasas de mortalidad materna. Entre las principales causas se tienen; las
hemorragias, retención placentaria, eclampsia y aborto.
2007 fue de 8,06%, frente al promedio nacional (8,99%). Este
crecimiento obedece al incremento de la producción pesquera (33,90%),
transportes y comunicaciones (18,93%), minería (17,33%), construcción (12,06%),
manufactura (10,45%), restaurantes y hoteles (9,45%) y otros servicios (7,25%);
sin embargo, en el sector agrícola, caza y silvicultura se tiene un decremento
de (-0,76%). No obstante, la contribución al PBI nacional viene disminuyendo,
siendo en el año 2007 de 1,99% inferior a lo aportado los años anteriores.
La agricultura constituye una de las principales actividades
económicas de la región, pues la mayor parte de la población rural se dedica a
esta actividad. La región cuenta con productos alto andinos potenciales y con
alto nivel nutritivo, como son: la quinua, cañihua, habas, oca, papa, grano de
cebada, haba de grano verde, yuca, avena, plátanos, naranja, café y pastos
cultivados, que tienen una muy buena perspectiva a nivel mundial por tratarse
de productos agro ecológicos y biológicamente apreciables.
El cultivo de la papa, ocupó el primer lugar a nivel nacional en
el año 2007 con un total de 49 119 hás (18%) de la superficie total cosechada y
actualmente Puno es líder en producción a nivel nacional en cañihua (98,41%),
quinua (80,74%), oca (36,57%), cebada grano (16,73%), haba grano (16,45%) y
finalmente papa, con un (14,35%).
La producción pecuaria en el año 2007, tuvo un crecimiento
moderado, llegando a alcanzar una producción de alpacas de 2 024 810 cabezas,
siendo el primer productor a nivel nacional; ovinos, 3 918 350 cabezas; vacunos
628 480 cabezas; seguidamente llamas, 438 890 y; porcinos 109 880 cabezas. Esto
demuestra que la Región Puno es un potencial ganadero.
El turismo en la región tiene una evolución favorable en
estrecha relación con el grado de estabilidad económica, política y social del
país, que influye en el crecimiento constante de arribo de turistas nacionales
y extranjeros que visitaron la Región Puno. La participación del turismo
regional con respecto al nivel nacional fue de 20,57% en el año 2007.
Como potencial minero, la Región Puno posee recursos
polimetálicos y no metálicos, los más importantes productos metálicos son originarios
de los yacimientos auríferos, donde se tuvo un crecimiento importante en la
producción de oro, logrando superar largamente su producción a 67 906 onzas
finas. (162,3%), respecto al 2006; esto debido a la mayor producción de las
nuevas empresas que explotan este metal; asimismo, aumentó la producción de
plomo (28,5%), plata (17,6%) y Zinc (16,3%). Puno es el único productor de
estaño a nivel nacional alcanzando una producción de 39 019 TMF en el 2007,
siendo también el tercer productor a nivel mundial de estaño después de China e
Indonesia.
Puno
cuenta con cuatro estaciones centrales de generación eléctrica Central Hidroeléctrica
de Sandia, Central Térmica de Taparachi, Central Térmica de Bellavista y la
Central Hidroeléctrica San Gabán II.
Ocupamos
la posición 15 a nivel nacional en competitividad regional, con un puntaje de
0.4474. Esta ubicación refleja la situación de retraso en la que se encuentra nuestra
región.
1.2 SITUACIÓN ÉTNICA,
CULTURAL Y LINGÜÍSTICA
Puno es una región que se caracteriza por tener una diversidad
étnica, cultural y lingüística.
En la región Puno vive por un lado una
población netamente castellano hablante, junto a otras, de lenguas originarias andinas
y amazónicas vernáculo-hablantes, poblaciones con mayor o menor grado de
dominio de más de una lengua. Esta heterogeneidad se expresa en la siguiente
diversidad: tres provincias: San Román, Puno y Yunguyo concentran más del 65%
de su población, entre 0 y 17 años, de origen castellano. En las provincias de
Moho, El Collao, Huancané y Chucuito, los niños, niñas y adolescentes que
hablan aimara supera el 45%. En Carabaya, Melgar, Lampa y Azángaro
mayoritariamente hablan quechua superando el 60%.
En 9 de las 13 provincias más de la mitad de los niños y niñas
menores de 18 años, viven en zonas rurales, siendo Huancané, la de mayor
porcentaje con 91%. (UNICEF: 2008:147)
Según el Atlas Lingüístico del Perú (Chirinos: 2001), la región
de Puno es la que presenta un mayor porcentaje de hablantes de lenguas
vernáculas (quechua y aimara) a nivel nacional (aproximadamente un 76%). El
aimara es la lengua materna de un tercio de los pobladores puneños, y su
presencia es importante en 5 provincias: Chucuito, El Collao, Huancané, Moho y
Yunguyo; mientras que más del 40% de la población de Puno tiene al quechua como
lengua materna destacando las siguientes provincias: Azángaro, Carabaya, Lampa,
Melgar, San Antonio de Putina y Sandia.
Sin embargo, de acuerdo a los censos de Población y Vivienda del
2007, alrededor de 455 816 personas (38%) declararon que su lengua materna es
el quechua, mientras que 322 976 (27%) es el aimara y, 417397 (35%) el
castellano. En estos escenarios los componentes simbólicos y lingüísticos, los
métodos de enseñanza y de comunicación, entre otros, son diferentes en relación
a categorías; por ejemplo, la cosmovisión, espacio, tiempo, ecosistema,
territorialidad, etc.
Con la presencia del dominio español se impuso la hegemonía y el
dominio de la cultura occidental sobre las diferentes culturas y etnias
originarias, instituyéndose relaciones asimétricas entre la sociedad dominante
y la población originaria. Hecho que no cambió mucho con el advenimiento de la
República, puesto que, tras las formalidades democráticas y republicanas,
continuó imperando la misma lógica de la organización económica y espacial del
país, con relaciones de servidumbre y semi servidumbre, y un poder local
terrateniente y gamonal aliado con la oligarquía que imperó durante la mayor
parte del Siglo XX, manteniéndose la explotación
económica y avasallamiento cultural de la población indígena,
que se hizo evidente en los reclamos de los diferentes movimientos
reivindicativos que se dieron durante este periodo. El mercado interno se
desarrolla en función del modelo exportador de materias primas en relaciones de
desigualdad, con la consiguiente descapitalización y empobrecimiento de la
población rural.
Con el castellano se impuso la hegemonía y el dominio de la
cultura occidental sobre las diferentes culturas y etnias originarias,
instituyéndose relaciones asimétricas entre la sociedad dominante y la
población originaria.
Todavía, hasta hoy, desde los grupos dominantes y sus
instituciones persiste la imposición de políticas dirigidas a la
homogeneización cultural y lingüística del Perú para garantizar supuestamente
la “unidad nacional” del país; en la cual, la educación ha jugado un papel
importante para mantener el status quo, Puno no está exento de estas políticas
de castellanización y etnocidio. Si bien la educación pública ha jugado este
papel, cabe resaltar que en Puno se han desarrollado experiencias educativas
importantes que sirven de antecedente para la presente propuesta curricular
regional. El proceso de globalización y la orientación del neoliberalismo han
hecho de los medios de comunicación social como la radio y la televisión
vehículos de educación y de deseducación. Su impacto es decisivo en la imposición
y asimilación de valores y modos de ver y actuar en el mundo, favorables a la
competencia individualista, el mercantilismo, el consumismo, la eficiencia y la
productividad con afán de lucro, contrarios a los valores que promueven las
culturas ancestrales como la reciprocidad, el trabajo colectivo, la comunidad,
la justicia, el amor a la vida y a la naturaleza. Su influencia y efecto es
mayor que el esfuerzo que se desarrolla en las instituciones educativas.
De este modo se configura un doble sistema de dominación social
y cultural: a) la que proviene de los centros de dominación mundial y, b) la
dominación interna.
Ambas, obstaculizan el desarrollo humano, el cambio y desarrollo
local, regional y del país.
1.3 CONTEXTO EDUCATIVO
REGIONAL
La educación en la región de Puno, muestra deficiencias que
atentan contra la dignidad de las personas. No responde al perfil que exige la
sociedad y el mercado laboral, porque no se logran satisfacer los intereses y
necesidades de las personas, en los procesos de aprendizajes y las capacidades
programadas. El tratamiento curricular de los contenidos oficiales en la región
no está conduciendo hacia la necesaria actitud proactiva para asumir la
transformación y el desarrollo de la región. En conclusión, el DCN no considera
la realidad étnica, cultural y lingüística de la región. Es cierto que la
educación no responde al perfil que demanda la sociedad. También es cierto que
la sociedad y el Estado no exige un perfil que demande el desarrollo industrial
y agroindustrial, que promueva innovación técnico productiva en todas las
escalas de desarrollo económico, desde el artesanal hasta la tecnología de
punta y el mercado interno. La escuela puede incidir promoviendo el desarrollo de capacidades para producir
conocimiento científico, tecnológico y artístico, la recuperación de las
tecnologías y sabiduría ancestrales, orientado al desarrollo sustentable y
autosostenido de la región El currículo oficial aplicado unidireccionalmente se
desarticula del contexto cultural regional, porque despoja a la práctica
educativa de toda relación y vivencia con los conocimientos, sabidurías,
valores y hechos del mundo andino (al que pertenecen los estudiantes y padres
de familia). La educación oficial; por tanto, pierde sentido y legitimidad,
provocando en el docente una práctica pedagógica vertical, monológica, estilos,
conceptos y procedimientos puramente tradicionales, culturalmente memorista y
repetitiva, anclada en contenidos conceptuales y completamente alejada de las
condiciones y tendencias del medio local y regional.
Por otro lado la irresponsabilidad en la función docente
(inasistencia, tardanza, etc.), se traduce en la inconclusión de la
programación escolar, vacíos en los aprendizajes, fracaso escolar y
desmotivación de los alumnos y padres de familia.
El problema del bajo desempeño docente tiene varios aspectos a
analizar, entre ellos se puede destacar
a) La inadecuada formación inicial, con una matriz curricular
urbana occidental impertinente a las exigencias de la diversidad cultural y lingüística
quechua y aymara y los diferentes grados de interferencia existente entre ellas
y el castellano.
b) La inadecuada formación en servicio que se rige por la moratoria
curricular, es decir con contenidos restringidos.
c) Condiciones de trabajo adversas.
d) Política autoritaria antimagisterial del gobierno; en la
práctica no lo considera como sujeto protagónico en los procesos de definición
de políticas educativas, incluso de las que conciernen directamente a sus
derechos y responsabilidades, como se ha evidenciado en el proceso de
aprobación de la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial y su implementación.
e) Baja progresiva del nivel adquisitivo del magisterio.
f) Estos hechos ha generado desmotivación magisterial e influye
en su bajo rendimiento.
A lo anterior se suma la cobertura escolar que excluye del
sistema educativo, sobre todo, a la población en edad escolar, especialmente
del medio rural, que permanece, por lo mismo, en condición de analfabetismo y
sin el desarrollo de las competencias necesarias para insertarse, desde su
propia cultura, en los contextos regionales y nacionales permanentemente
cambiantes. Sólo concluyen sus estudios, en la edad esperada, aquellos
estudiantes que hablan el castellano, mientras aquellos que hablan quechua o
aimara, son expulsados del sistema. El 71% de adolescentes, cuya lengua materna
es el castellano, termina sus estudios en la edad esperada; frente al 34 % de
habla quechua y al 44% de habla aimara.
Esta brecha se amplía cada vez más, año a año. Los estudiantes
abandonan las aulas y crece el analfabetismo.
La investigación educativa se traduce en clamorosa ausencia,
dificultándose con ello el conocimiento científico de la problemática educativa
regional, la aplicación apropiada de las innovaciones teóricas y tecnológicas
que nos propone la modernidad educativa y, en fin, el desarrollo de propuestas
a partir de nuestra propia realidad y necesidades. Por lo mismo, los
estudiantes exhiben bajos niveles de rendimiento en todas las áreas
curriculares planteadas en el DCN y no sólo en comunicación y matemática, todo
ello se refleja en la incapacidad de interaccionar y ejercitar sus capacidades
en el actual contexto socio cultural.
En cuanto a infraestructura, hay déficit de laboratorios,
servicios básicos y mobiliario, más aún, en las instituciones educativas
rurales y ámbitos periféricos del medio
urbano, haciendo más crítico el servicio educativo que se brinda a las poblaciones
socialmente menos favorecidas de la región. Déficit en bibliotecas, que limita el
logro de aprendizajes significativos y la posibilidad de que los estudiantes puedan
seguir aprendiendo por sus propios medios y esfuerzos.
El clima institucional en su generalidad es conflictivo y
causado por múltiples prácticas negativas de convivencia humana que se traduce
en la improvisación curricular, vacíos en los aprendizajes, fracaso escolar,
desmotivación de los estudiantes y padres de familia, que inciden en la gestión
y administración educativa, reduciendo los horizontes de trabajo a una preocupación
monótonamente cotidiana. Por consiguiente, el deterioro creciente de los
valores, afectan la realización moral y ética del ser humano. En la crisis del
clima institucional confluyen diversos factores, entre ellos, la ausencia de un
proyecto educativo institucional que otorgue una visión y misión compartida de
la educación de los educandos, profesores, padres de familia y la comunidad; la
desmotivación institucional debido a políticas educativas autoritarias,
ausencia de incentivos a las prácticas pedagógicas exitosas.
El deterioro en la formación en valores se viene agudizando,
desde el momento en que la práctica de la educación formal está básicamente
referida a la dimensión cognoscitiva, descuidándose el aprendizaje en valores y
actitudes fundamentales para la realización del ser humano. Esta realidad nos
permite afirmar que no se ha asumido una concepción de formación integral del
educando que implica el desarrollo de dimensiones referidas a conocimientos,
capacidades (destrezas y habilidades) y valores (actitudes), orientado por una
moral de productores integrales.
En suma, existe en la región una crisis de un liderazgo
emancipador, democrático y responsable, necesario para la construcción de una
sociedad civil regional cohesionada, comprometida con el cambio y empeñada en
la configuración de su propio destino.
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