Tomado de SOMOS N° 1532, revista sabatina de EL COMERCIO.
Escribe: RAFAELLA LEON
La Crianza tecnificada de alpacas y la oferta de una fibra con mayor valor agregado empiezan a ser actividades rentables en diversas comunidades del país. Sin embargo, pesan aún serias deficiencias en un sector ganadero invisible para el Estado.
Dionisia Huamán (52) y Juana Qquelcca (34)
trabajan en horario de oficina: de lunes a viernes, ocho horas diarias. Marcan
tarjeta, llevan un registro de su producción y a fin de mes reciben un sueldo.
Pero no laboran detrás de un escritorio: su 'oficina' es el Complejo Artesanal
Ajoyani, en Carabaya, Puno, a 4 mil metros de altura, y tienen una sola
herramienta: la pushka o huso. Bajo esta rutina, otras 68 señoras de los
distritos de Ajoyani, Antauta y el centro poblado Queracucho están hilando fino
su futuro. Donde hasta hace poco había pastoras de alpacas o tejedoras de
prendas elementales que solo les daban para sobrevivir, hoy se ha instalado una
visión de negocio que las convierte en las creadoras de un hilo de alpaca
único, hecho a mano, y en un referente de la producción artesanal del sector
hilandero. "Antes tejía lo que podía nomás. Nos capacitaron durante dos
años y acá estamos. Ahora mi marido se encarga de tejer y cuidar el ganado
para que yo pueda hilar aquí", afirma Juana mientras suelta una carcajada.
"Queremos aprender", añade Dionisia sin dejar de dar vueltas a su
instrumento de madera. En esta pequeña industria de hilo fino, palabras como
competitividad, costos o ingresos ya son parte de su día a día.
Con apoyo técnico de Minsur (la empresa
minera de la zona) y la asesoría comercial de la consultora Kloud, los finísimos
hilos de estas mujeres tienen una marca: La República del Tejido. Con ella ya
han exportado 2 mil kilos de hilado a EE.UU., Reino Unido, Japón, Australia,
España y Taiwán. Además, en alianza estratégica con una de las dos grandes
empresas de hilos de Arequipa (Michell), en julio de 2015 se presentó la colección
Apu en la feria Pitti Filatti (Florencia, Italia), una de las vitrinas textiles
más prestigiosas del mundo.
Ajoyani es la cara exitosa de una moneda que
al ser volteada nos muestra una pesada cruz: la crisis generalizada del
sector alpaquero, en la que el pequeño productor es casi siempre el más perjudicado.
Sobre los 4 mil metros, hábitat de la alpaca, esta actividad solo se comparte
con la crianza de truchas y la minería, explica Daniel Aréstegui, gerente del
Instituto Peruano de la Alpaca y Camélidos (IPAC). "Ser alpaquero es la
última opción porque solo les da para comer. Si no hacemos algo para que este
sector sea más competitivo, no va a faltar mucho para que nadie quiera criar
alpacas".
El valor agregado a la fibra, como lo
demuestra la experiencia de Ajoyani, es uno de los objetivos clave señalados
en la Estrategia Nacional de Desarrollo de Camélidos Domésticos del Perú
2005-2015. El documento, sin embargo, apuntala un paso previo que puede
significar un gran salto en calidad de la fibra (y, por lo tanto, de un mejor
pago para el productor): los proyectos de mejoramiento genético. A falta de un
programa y una política de estado en este sentido (por regiones y con un debido
seguimiento), diversas iniciativas privadas han dado un vuelco al manejo
tradicional de empadre (apareamiento), haciéndolo controlado, además de mejorar
la infraestructura de las granjas y la alimentación del ganado con pastos
naturales y cultivados. Fundos experimentales de Arequipa (Pacomarca, del
Grupo Inca), Pasco y Puno han invertido presupuesto y tecnología que ha modernizado
la crianza y la reproducción de la alpaca. Milagros Aguilar, especialista en
camélidos del Programa Regional Sur de Desco, asegura
que el gran problema es que la mayoría de productores solo piensa en vender fibra
y carne. A cargo del fundo Charcahuallata, en Antauta, Puno, ella promueve
entre los alpaqueros una mejora genética con un objetivo que puede
revolucionar el sector: la venta de ejemplares reproductores. "Es otro
enfoque de la crianza, uno que inyecta futuro a esta actividad", afirma.
La atención no solo está puesta en los genes. La cada vez más extendida norma
técnica para un mejor esquilado y manejo del vellón (manto de fibra) de alpaca
es también un gran avance.
A cuatro horas de Antauta, en Azángaro, 4.500
alpacas de diferentes edades comienzan la
mañana corriendo a todo pulmón a lo largo de las 3 mil hectáreas del fundo
Mallkini, de la empresa Michell. Su administrador gerente, Moisés Asparrin,
inició hace 10 años un cambio de estrategia que ha dado resultado. "Como parte de un protocolo de empadre,
en el 2006 empezamos a seleccionar machos con la mejor fibra. Emparejamos en
cubículos a los animales, de tal manera que identificamos el árbol
genealógico de cada cría. Esto garantiza una fertilidad óptima, mayor volumen
y mejor calidad del producto". Incluso se está adaptando tecnología
reproductiva de ganados vacuno, bovino y porcino a la alpaca, como la
inseminación artificial y la criopreservación de embriones, aunque no se han
logrado crías nacidas. "Aún hay que
investigar. Nosotros contamos con nuestra infraestructura, pero qué pasa con
el mediano y pequeño productor. El Estado debe apoyarlos con zootecnología de
avanzada".
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TECNOLOGÍA GANADERA
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Difícil tarea si se tiene en cuenta que no
existe un ente institucional y concertador para el sector, como lo fue hasta el
año 2007 el Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos. "El Coñacs fue sacrificado por el Ministerio
de Agricultura
y los 140 expertos que trabajaban de manera articulada, con presupuesto propio
y a nivel nacional, fueron dispersados en distintas oficinas. Ahora, solo dos
funcionarios dentro de una dirección general de negocios agrarios del
Ministerio hacen lo que pueden por las 120 mil familias involucradas de manera
directa e indirecta en la crianza y el comercio de alpacas", señala el ingeniero Aréstegui, uno de los encargados de actualizar,
en el 2012, la indispensable estrategia nacional y que aún espera su
publicación.
IMPULSO PARA EL SECTOR
La crianza de alpaca y la producción de su
finísima fibra encierran una mística, dicen los alpaqueros. De la mano de ese
sentimiento compartido, los productores alcanzan poco a poco viejas
aspiraciones, a falta de una ayuda contundente del Estado. Solo el ministerio
de Comercio Exterior y Turismo y Promperú han asumido un crucial compromiso
con el Perú Moda lo demuestran. Sin duda, otra gran
aliada de la alpaca es la moda. Desde su taller en Yanahuara, Arequipa, la
diseñadora Jenny Duarte nos muestra su octava colección confeccionada con
alpaca (e incluso con mezclas de seda). "La alpaca es una fibra fina y confortable. En los últimos años hemos
expuesto en salones internacionales de Madrid, París y Berlín. Ya tenemos
pedidos para ir a Londres", comenta.
Como Jenny, las mujeres hilanderas de
Ajoyani tuvieron en Perú Moda un impulso decisivo. Hoy trabajan más que nunca,
de 8 a.m. a 5 p.m., en su 'oficina', torciendo, lavando y combinando colores y
grosores de hilo, cada uno de ellos bajo un patrón y sistema productivo propio.
"Es hermoso verlas compartir su
tiempo juntas, trabajando en equipo, unas hilando, otras dando acabado o
embalando. Ya no son marginadas por sus esposos. ¡Hoy en día están orgullosos
de ellas!", dice Kristie Arias, consultora textil de la empresa
Kloud. Mucho más que un empleo, la fibra de alpaca les ha dado otra vida.
DATOS
4'800.000
alpacas hay en el Perú (75% de la población mundial).
54,3 % más producción de fibra de alpaca se registró en el 2012 (4.884
toneladas), comparado con el 2002 (3.166 toneladas).
Una vez al año se esquila el animal, entre los meses de diciembre y
marzo.
47 millones de dólares sumaron las exportaciones de confecciones de
alpaca (2015).
ALPACA EN PERU MODA
. EXPORTADORES. Las
ferias Perú Moda y Perú Gift Show (textiles, prendas de vestir, calzado y
joyería) reunirán a 200 empresas peruanas exportadoras, entre ellas 40 de la
industria alpaquera. Se espera un promedio de 1.500 visitantes extranjeros.
. IMPULSO TEXTIL
Promperú y Mincetur lanzarán la marca Perú Textiles. En el 2014 se presentó la
Marca Alpaca del Perú, con importante presencia en ferias y pasarelas
internacionales.
marca Perú
Textiles. En el 2014 se presentó la Marca Alpaca del Perú, con importante
presencia en ferias y pasarelas internacionales.
• CUÁNDO Y
DÓNDE. 20, 21 y 22 de abril en el Gran Centro de Convenciones de Lima (a la
espalda del Museo de la Nación, San Borja). Informes: www.perumoda.com
LA
FIBRA DE ALPACA, PRODUCTO EXCLUSIVO EN PERÚ MODA
El sector recupera calidad con experiencias productivas de éxito
Perú Moda se realizará del 20 al 22 de abril en el Gran Centro de
Convenciones de Lima.
La moda es una gran aliada de la alpaca, una fibra muy fina (compite con el
cachemir en el mundo) que diversos diseñadores han adoptado para sus
colecciones más exclusivas, las mismas que se lucen en evento como Perú Moda
(que organizan Promperú y el Mincetur). La feria es también punto de encuentro
de productores y exportadores textiles, entre ellos muchos alpaqueros que han
logrado colocar sus productos en el mercado a costa de iniciativas con un claro
objetivo: ofrecer una fibra de mejor calidad y con valor agregado. Es el caso
de la marca La República del Tejido, que ofrece accesorios y prendas hechas con
un hilo muy fino de alpaca, trabajado con la pusha (huso) andina por mujeres
del distrito puneño de Ajoyani. Su producción artesanal es un referente del
sector hilandero nacional y ya exportan a EE.UU, Reino Unido, Japón, Australia,
España y Taiwán.
Bajo la misma óptica de una mayor calidad de la fibra, el fundo de avanzada
Mallkini (de la empresa Mitchell, en Puno) lleva adelante una estrategia de
mejora genética que está dando resultado. No solo se están seleccionando a los
machos con mejor fibra para un apareamiento controlado, y se está mejorando la
alimentación (pastos cultivados), sino que se están aplicando técnicas
reproductivas como la inseminación artificial y la criopreservación de
embriones para en un futuro no muy lejano incrementar el ganado más fino.