sábado, 7 de agosto de 2021

PERSONALIDADES EN LA ACTUAL COYUNTURA POLITICA

 HÉCTOR BÉJAR

BIOGRAFÍA DE UN CANCILLER QUE ES UN LUJO PARA UN CONTINENTE DONDE MUCHOS DE SUS COLEGAS SON SIMPLES FELONES DEL IMPERIO

Por:  Resumen Latinoamericano  6 agosto, 2021

Héctor Béjar nació el 2 de septiembre de 1935 en el distrito Ricardo Palma, provincia Huarochirí, departamento de Lima, Perú. Su padre, Mariano Béjar Pacheco, era un músico y miembro del Partido Aprista que no estaba de acuerdo con la dirección de este partido. Su madre, Zoila Rivera Rodríguez, era maestra. Estudió Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), pero nunca fue dirigente estudiantil sino secretario de prensa del Centro Federado de Letras.

Desde los 16 años trabajó como narrador de noticias y presentador de artistas nacionales e internacionales en la Radio Central de Lima. Con este trabajo de 4 horas por día, logró financiar los costos de vida. Trabajó hasta 1960 en esta emisora.

En 1951, con 15 años de edad, empezó a estudiar en la UNMSM. Obtuvo los grados de licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, Abogado (1999), magíster en Gestión de Proyectos Sociales (2002) y doctor en Sociología (2006).

En el año 1953 entró en la Partido Comunista Peruano (PCP), todavía una organización clandestina. Fue secretario de prensa y miembro de su Comité Provisional Central desde 1954 hasta 1959. En 1956 fundó Unidad, el periódico del PCP. Su seudónimo en el partido fue Alayza. En 1956 fue detenido, por primera vez, por organizar una romería a Mariátegui. Su segunda detención fue en mayo de 1958 en el marco de las movilizaciones organizadas por la izquierda para darle la “bienvenida” a la visita del vicepresidente de los Estados Unidos Richard Nixon. La respuesta del Estado Peruano fue la detención de decenas de personas, entre ellas Béjar.

En 1959 fue expulsado del PCP, junto con Juan Pablo Chang (asesinado junto con Ernesto Che Guevara en octubre de 1967). En el transcurso de su militancia Béjar y Chang tuvieron fuertes críticas a la dirección y el curso político del partido. Junto con Chang, Guillermo Mercado León y Luis Zapata Bodero (los dos últimos murieron en la guerrilla “Javier Heraud” del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en diciembre de 1965), entre otros, formó, después de su expulsión, en 1959, el Comité Leninista del Departamento de Lima. Este Comité tenía como objetivo fundar un partido comunista, debido a que no consideraba el PCP como un auténtico partido comunista. En el periodo que formó parte del mencionado Comité, hasta 1961, su órgano de difusión se llamaba Perú Popular.

En 1961 viajó a Cuba para entrenarse política y militarmente con el objetivo de desarrollar la guerra de guerrillas en el Perú. En septiembre de 1962, en Cuba, se fundó el ELN. Béjar fue uno de sus líderes. La organización surgió del deseo de los jóvenes peruanos de seguir el ejemplo de la Revolución Cubana y fue dirigida a través de un liderazgo colectivo.

La base del ELN estaba formada por un grupo de siete peruanos que habían viajado a Cuba a fines de 1961. Uno de ellos fue Héctor Béjar. Aunque era un grupo políticamente heterogéneo, algunos de ellos eran exmiembros del partido comunista. Posteriormente, el grupo de siete estuvo acompañado por otros exmiembros del partido comunista de orientación moscovita, revolucionarios independientes y un grupo de alrededor de cuarenta estudiantes peruanos que habían recibido becas para estudiar en Cuba, pero impresionados por la Revolución Cubana querían organizar la lucha guerrillera en el Perú.

El ELN ha pasado por tres fases. Béjar ha participado activamente en las dos primeras. La primera comenzó desde su fundación hasta la primera derrota del ELN en mayo de 1963 en la ciudad peruana de Puerto Maldonado con la muerte del poeta Javier Heraud. La segunda fase del ELN se inició con un proceso de reestructuración y una evaluación de la primera experiencia guerrillera. En esta fase, en septiembre de 1965, el ELN creó el frente guerrillero “Javier Heraud” en el departamento de Ayacucho, provincia La Mar. Este período cierra en diciembre de 1965 con la derrota del ELN y la muerte de casi todos sus militantes. Hubo solo dos sobrevivientes, uno de ellos Héctor Béjar. Enfermo de la uta y con la guerrilla diezmada, regresó a Lima el 27 de febrero de 1966 y al siguiente día es detenido en la casa del economista y docente universitario Virgilio Roel.

En la guerrilla su seudónimo fue Calixto. No comandó el ELN, sin embargo, el dirigía la guerrilla, pero el ELN no usaba grados, aunque había una disciplina militar. Tenía la mayor trayectoria política de todos aquellos que formaron parte del grupo guerrillero en el departamento de Ayacucho.

No fue sentenciado porque no había evidencias de su participación en la guerrilla. Los campesinos de la Hacienda Chapi, uno de las haciendas atacados por la guerrilla (25 de septiembre de 1965) que causó la muerte de sus dos propietarios, no lo reconocieron como uno de los guerrilleros. Estuvo en la cárcel sin sentencia. El Estado peruano pidió 17 años de prisión.

Su primer libro, Perú 1965: Apuntes sobre una experiencia guerrillera, que ganó el Premio Latinoamericano de Ensayo de Casas de Américas en 1969, fue el resultado de una ampliación de un informe que elaboró sobre la guerrilla en 1965 para el ELN. Este texto se llamó Informe 1965 y fue publicado en mimeógrafo por la organización. Se amplió el informe inicial porque Desirée Lieven, una dirigente franco-ruso de un comité de apoyo a los presos políticos en el Perú en Francia, propuso publicar el análisis y las experiencias de Béjar por la reconocida editorial Maspero. Sin embargo, Hildebrando Pérez Grande, miembro del ELN, le propuso concursar para el premio del mejor ensayo de la Casa de las Américas.

Además de este libro, después de su detención, logró publicar diversos trabajos en relación a la guerrilla. En 1967, el mismo ELN publicó Revolución: presente y futuro. Este trabajo es una síntesis explicativa de los antecedentes objetivos y principales experiencias del movimiento guerrillero de 1965, y particularmente del ELN. Un año después, la revista chilena Punto Final publicó “La lección de los errores” y en 1969 apareció en la revista OCLAE de Cuba, “Ernesto Guevara y la revolución latinoamericana” y “Dos guerrilleros continentales”, un artículo sobre Che Guevara y Juan Pablo Chang.

El 24 de diciembre de 1970, Béjar y otros presos políticos por los sucesos guerrilleros en 1965 y de años anteriores fueron amnistiados. Su liberación no fue condicionada. Sin embargo, conversaciones con los militares representantes del Gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1975), producto de un golpe militar contra el presidente Fernando Beláunde el día 3 de octubre de 1968, Jorge Fernández Maldonado y Leónidas Rodríguez Figueroa, y el civil Carlos Delgado Olivera, secretario del presidente Velasco, como también con el mismo presidente Velasco, llevaron a Béjar a trabajar en el “grupo inicial” del Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS).

El objetivo de SINAMOS fue trabajar para la transferencia del poder porque los militares pensaron irse. Entonces, en caso de que ellos salieran no entregarían el poder a los partidos sino organizarían una especie de gobierno popular con la representación de trabajadores y campesinos. La misión de SINAMOS era especialmente organizar los campesinos que recibieron tierras por la Reforma Agraria (1969) y los trabajadores de las comunidades industriales, que juntos con el empresariado dirigían sus empresas.

Estaba encargado de la Dirección General de las Organizaciones Juveniles. Esta dirección organizaba voluntarios juveniles que ayudaron a la organización de las ligas agrarias, pero también tenían tareas de tipo técnico. Además, la Dirección desarrolló actividades de divulgación respecto a la Revolución entre los jóvenes. Trabajó en SINAMOS, de 1971 a 1975, hasta la caída de Velasco, el día 29 de agosto de 1975.

Nuestro Editor Director con Bejar. Amistad consecuente

Luego de su trabajo en SINAMOS, laboró, por algunos meses como subdirector del periódico El Comercio, expropiado por el Gobierno Militar de Velasco. Fue invitado por su director Helan Jaworski. Cuando la correlación de fuerzas en el Gobierno estaba definitivamente en contra del proceso iniciado por Velasco, Béjar fue despedido en mayo de 1976. Dado que el nuevo gobierno militar liderado por Francisco Morales Bermúdez pensaba que volvería a organizar la guerrilla, fue perseguido por un año y estaba con orden de captura.

En diciembre de 1976 se publicó su segundo libro titulado La revolución en la trampa. Este trabajo trata los procesos políticos en el periodo 1968-1975.

En 1977 se fundó, bajo el liderazgo de Jaworski, el Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participación (CEDEP). La misión de CEDEP era mantener la relación con los campesinos beneficiarios de la reforma agraria y ofrecer asistencia técnica a las comunidades campesinas. Béjar se incorporó y tenía como tarea continuar desarrollando los contactos con las ligas agrarias y con las federaciones campesinas. En el periodo 1989-2000 fue director de CEDEP.

Aparte de desarrollar un trabajo con las comunidades, CEDEP también publicó una revista de ciencias sociales que se llamó Socialismo y Participación. Béjar fue su director en el periodo 2000-2009.

Apoyando a la Asociación Nacional de Centros del Perú, participó en la organización de 13 Conferencias Nacionales sobre el Desarrollo Social (CONADES), que reunieron durante el período 1995-2007 a las organizaciones peruanas que trabajaban por el desarrollo. Estuvo a cargo de proponer los textos de los Informes Centrales que propusieron políticas sociales para superar el estado de pobreza de gran parte de la población. Todo ese trabajo influyó en el Acuerdo Nacional (2002) firmado por el ex presidente Alejandro Toledo, que incorporó un conjunto de reivindicaciones sociales como políticas públicas.

A partir de 1994, después de la aprobación de la constitución de 1993, se incorporó a la oposición contra la dictadura neoliberal de Fujimori, a través del Comité Cívico que lideraba Gustavo Mohme Llona, director del periódico La República, y participó en la organización de DEMOS, Movimiento por la Democracia y Sociedad, que coordinó y centralizó ese movimiento antidictatorial. Toda esa actividad que movilizó a miles de personas, culminó en la fuga de Fujimori y el retorno a la democracia.

Trabajó hasta el 2009 en el CEDEP. Fue en este periodo que publicó su tercer libro, Política Social, Justicia Social (2001). Salió de CEDEP porque, por un lado, ya no había más financiamiento para el tipo de proyectos que Béjar proponía y, por otro lado, empezó a trabajar como catedrático. Socialismo y Participación no continuó por falta de financiamiento. El último número (107) fue de octubre del 2009.

Después de la caída del dictador Fujimori en el 2000, regresó a la política de la izquierda organizada. Por un tiempo, fue coordinador de un frente que tenía como objetivo de unir la izquierda. Luego, algunas de estas organizaciones crearon el Frente Amplio que participó en las elecciones parlamentarias del 2016. Estas elecciones marcaron el retorno de la izquierda de forma organizada, después de más de 20 años de ausencia, en el congreso peruano.

En el periodo 2009-2020 Béjar se ha dedicado principalmente a la docencia y a escribir libros de carácter académico como Mitos y metas del milenio. La pobreza según los sofistas (2010), Mito y Utopía. Relato alternativo del origen republicano del Perú (2012), Retorno a la guerrilla (2016) y Vieja crónica y mal gobierno. Historia del Perú para descontentos (2019). Desde el 2005, es Miembro Honorario del Colegio de Sociólogos del Perú.

Héctor Béjar sigue siendo comunista. Aparte de su dedicación a la docencia y a la investigación académica, es analista político, realiza conferencias sobre temas políticos del Perú y de América Latina, escribe artículos y hace presentaciones en eventos relacionados a la guerrilla de la década de sesenta y al Gobierno de Velasco.

Fuentes:

Héctor Béjar Rivera, entrevistas, 11 y 27 de octubre de 2020.

Héctor Béjar Rivera, comunicación escrita, 1 de diciembre de 2020.

ENTREVISTA A BORIS ESPEZÚA SALMÓN

EL BICENTENARIO 

"ES UN BUEN PRETEXTO PARA DELINEAR UN PAÍS QUE HA SIDO MIOPE PARA MUCHOS PERUANOS” 

Por: Fernando Chuquipiunta Machaca 

B

oris Espezúa Salmón. Abogado, docente y poeta. Fue Ganador del premio Copé de Oro 2009, autor de poemarios como “A través del ojo de un hueso”, “Tránsito de Amautas”, “Tiempo del Cernícalo”, “Alba del pez”, “Gamaliel y el oráculo del agua” y “Máscaras en el Aire” Candelaria Fe y fuego de tres reediciones. 

Es promotor cultural, Co-dirige la serie Puno Esencial, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Puno. Pertenece al grupo de debate intercultural Pluralidades. Es Docente principal de la Universidad Nacional de Altiplano de Puno. Participó en diversos Festivales de Poesía. Es actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho Constitucional del Perú. En el área del Derecho su último libro recientemente reeditado es “El Derecho desde la mirada del Otro” Bases para la construcción del pluralismo jurídico en el Perú. 

¿Qué significado tiene los dos libros editados por la Universidad Nacional del Altiplano: PUNO: Doscientos años de República en textos e imágenes? 

Boris Espezúa por Juandino
Ha sido un esfuerzo que se gestó desde el año 2019, cuando estuvo de rector el Dr. Porfirio Enríquez. La idea inicial era publicar diez tomos de una enciclopedia puneña del Bicentenario, pero por razones presupuestales se redujo a 2 tomos, la pandemia trajo muchas restricciones dentro de las cuales fue el presupuesto. Esta publicación significa un balance de qué flujos y reflujos se han dado en muchas áreas y actividades propias de la región, cómo han crecido las ciudades y se ha despoblado el campo, por qué se libraron las luchas étnicas, pero, también el pensamiento y el arte puneño que ha descollado la historia nacional e internacional 

Este 28 de julio se conmemora el Bicentenario de la Independencia nacional. ¿Cuáles serían los grandes retos de los escritores peruanos? 

Los escritores tienen que testimoniar su tiempo y además suscitar profundas reflexiones. El Bicentenario es un buen pretexto para volvernos a mirar, para apostar por la inclusión, para forjar nación, y delinear un país que ha sido miope para muchos peruanos, y para otros le ha otorgado privilegios. Estas brechas que nos desunen deben ser retos para que desde los escritores se pueda buscar remediar con un legítimo compromiso de cambio. Otro de los retos es que procuremos desde la autonomía latinoamericana y peruana, alcanzar niveles más altos de calidad para que mostremos al mundo que en este continente existen creadores de la pluma que también aseguran su inmortalidad. 

¿Qué conmemoramos: 200 años de libertad, de independencia o de república? 

Ninguna de las tres. No hemos sido libres en estas dos centurias, tampoco fuimos independientes en el vínculo del colonialismo del saber y del poder y la república sólo existió para los criollos e hispanos, pero no para los mestizos indigenistas, indígenas ni originarios amazónicos, tampoco para los afrodescendientes que fueron invisibilizados, negados, excluidos. 

¿Cómo define Ud. a nuestro país en la actualidad? 

Como un país en proyecto, que aún no ha definido su destino. Como un territorio doliente, que debe curar muchas heridas. Alguna vez el extinto poeta horazeriano Tulio Mora dijo: “Lo único inmortal en el Perú: Es el dolor”, esta realidad debe de cambiar por otra que nos permita sentirnos orgullosos de exaltarla como digna de vivir. Por ello, también a la vez somos un país de mucho futuro, de una rica diversidad que además de entenderla, hay que asumirla y potenciarla. Sólo con resiliencia, con cohesión social y cultural, una mente pluralista y voluntades entregadas de todos los peruanos podemos no sólo definir mejor al país, sino desarrollarlo integralmente. 

Según la propuesta de los libros editados ¿Quiénes son los 10 puneños del Bicentenario 

Son: Federico More, José Antonio Encinas, Martín Chambi, Víctor Humareda, Manuel Núñez Butrón, María Asunción Galindo, Emilio Romero, Carlos Oquendo de Amat, Theodoro Valcárcel y Gamaliel Churata. No son los únicos, pero sí los de mayor trascendencia nacional e internacional. Todas las escuelas de Puno, debieran tener como hitos y líneas de acción a estos personajes para que les motive el cultivo del arte y del pensamiento 

¿Qué novedades además de los 10 puneños del Bicentenario se han abordado en los libros editados? 

Además de lo mencionado: Hay más de 15 artículos de temas de historia, antropología, sociología, arquitectura, arqueología, y otras áreas diversas abordados por docentes universitarios e intelectuales locales y nacionales. Tiene en el segundo tomo un recuento de la historia de la fotografía en Puno, y una selección de fotos inéditas que revelan la historia de Puno en imágenes que complementa muy bien con el segundo tomo. Finalmente, la edición es única y de lujo, con una caja que cobija los dos tomos para todo coleccionista y amante de los libros. 

¿Qué tipo de cambios hubo en el Perú y en Puno en estos 200 años? 

Entre muchos, apareció el capitalismo en el Perú, dejando la etapa del gamonalismo, se acentuaron en las ciudades cordones de comerciantes, surgieron los oficios y las profesiones. La movilidad social y económica estuvo más centrado en potenciar las actividades agrícolas y ganaderas, entrando al uso de maquinaria, como también sucedió en la minería, que históricamente son actividades de mayor referencialidad de la región, le siguen la pesca, la artesanía y de igual forma también cambiaron, como cambió el propio poblador puneño. 

Los hermanos Boris y Dorian Espezúa Salmón con Mariana Espezúa

¿Qué es necesario reflexionar para los peruanos en esta conmemoración? 

Que los doscientos años que han transcurrido deben servirnos para que dé una vez por todas hagamos país, que abramos nuestras mentes y nuestros corazones por lo plural, que tendamos a ser inclusivos y eliminemos las profundas desigualdades sociales y culturales que tenemos que nos hacen un país violento, fragmentado y polarizado, además de corrupto y segregacionista. Las reflexiones que debemos de hacer no deben ser cumplidos efímeros que por el momento se manifiesten, sino verdaderos compromisos de cambio a nivel personal y a nivel social. 

¿Somos un país con nación, somos una república? 

No somos ni nación, ni república orgánica. La nación es la unidad cohesionada de una sociedad que valora y se unifica en base a su tradición cultural y eso no somos, y la república es el poder soberano del pueblo unificado, cohesionado que define una vida democrática plena y tendiente al desarrollo y tampoco lo somos. Que sí podemos serlo, eso es indudable. Construir nación es el gran reto de los próximos años, y para ello el tema de interculturalidad será fundamental en los peruanos para superar, desigualdades y fragmentaciones. 

¿En lo personal que proyectos intelectuales está preparando en la actualidad? 

Estoy publicando en este año un ensayo que titula: “Nudos y voces en la república” Ciudadanía y nación en cuatro escritores peruanos. De la misma manera estoy culminando un poemario, que aún no tiene título definitivo que espero lanzarlo el próximo años después de casi 6 años de cura de silencio en poesía. Por otro lado, estamos también trabajando en el planteamiento de un próximo texto en la investigación jurídica, en la línea de la Interculturalidad jurídica que en lo posterior lo anunciaremos oportunamente. 

¿Algún mensaje para los peruanos en estos 200 años? 

Primero agradecer a la Municipalidad Provincial de Puno, a la comisión ejecutiva conformado por docentes de la UNA-PUNO, al editor Elard Serruto y la colaboración de Elard Chaiña por apoyar la edición y en segundo lugar decir a mis compatriotas que en cada uno de nosotros reside la tarea de redimir al país, como un deber histórico inobjetable. Los lectores que estén interesados en conocer esta edición podrán acudir a la Oficina de Imagen Institucional de la Universidad para adquirir dichas publicaciones. ▒▒

viernes, 6 de agosto de 2021

¿HILDEBRANDT SE PASA A LA DERECHA?

 


¿POR QUIÉN VOTÓ LA MAYORÍA?

César Hildebrandt

E

Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 551 6AGO21

l señor presidente del Consejo de Ministros dice que Perú Libre ganó las elecciones.

No es cierto. Es mentira. Es demago­gia de la peor especie.

La gente votó por un profesor de provincias que se enfrentaba a alias La Chica, la señora que la derecha apoyó con des­caro y de modo abrumador a ver si esta vez tenía suerte.

Se diría que la señora derrotada perdió las elec­ciones porque no pudo convencer a suficientes votantes de que había cambiado y que esta vez no era la hija rencoro­sa del padre condenado.

Era imposible que en pleno sufrimiento de la pandemia y la crisis económica por ella desatada los peruanos no advirtie­ran que la señora Fujimo­ri estaba fingiendo y que sus bonos, sus regalías, sus loncheras eran parte de esa actuación.

Perdió alias La Chica. Ganó Castillo por 44,000 votos. Fue una llegada de nariz saliente, de belfos estirados. Fue el derby de Kentucky corrido por los caballos menos atractivos del reparto.

Que el señor Bellido salga a la calle y le pregunte a la gente que votó por Castillo si es cierto que, en la cabina electoral, pensó en Cerrón y se emocionó. Que le pre­gunte a la gente que votó por Cas­tillo si es cierto que a la hora de ponerle un aspa al lapicito pensó en Perú Libre y en su líder.

Perú Libre, es decir, el señor Cerrón, se presenta ahora como el titular de la patente. Y pretende que el señor Castillo, presiden­te constitucional de la repúbli­ca, cumpla las metas del partido marxista-leninista que le sirvió de vientre de alquiler.

El problema es que las metas comunistas de Perú Libre y del señor Cerrón sólo pueden cum­plirse después de una revolución popular triunfante.

Si el señor Cerrón hubiese to­mado La Bastilla, si el señor Belli­do fuese Robespierre, si el señor Bermejo encarnase a Danton, la historia sería otra cosa.

Esa epopeya de revancha y jus­ticia, de decapitaciones y refun­daciones, no se ha dado aquí.

Eres de este tamaño

Aquí lo que ha pasado es que el señor Castillo le ha ganado la batalla electoral a la señora que ya no podrá postu­lar otra vez. Nada menos y nada más. Aquí lo que está en discusión es cómo se hará el cambio constitu­cional que el señor Castillo prometió a sus votantes. Y el señor Castillo ya anunció que se someterá al Congreso para lo­grar esa meta. Lo dijo claramente en el discurso del 28 de julio.

Nada de lo dicho significa que re el nuevo gobierno esté impedido ni de plantear cambios severos en varios campos: el régimen tributario, el papel del Estado, la reivindicación de los postergados, la lucha contra la desigualdad.     

Porque así como decimos que el señor Cerrón no ganó las elec­ciones y que Perú Libre no puede pasarnos la factura de un triunfo expectaticio, del mismo modo po­demos decir que la derecha no puede exigir la castra­ción programática del nuevo gobier­no.

La derecha no puede confundir las válidas críticas que se le hacen a Castillo con la exigencia inacep­table de que nada debe cambiar. ¡Claro que hay muchas cosas que cambiar! Una cosa es que Castillo sume errores precoces y se dispa­re a los pies con algunos de sus nombramientos y otra muy dis­tinta es pedirle que se olvide de los millones de preteridos que le dieron su confianza.

La derecha cree que Castillo debe acatar los miedos que sus periódicos y televisiones desatan. Cerrón y Perú Li­bre están seguros de que Castillo es el hombre que pusieron en palacio para que fuera obediente y reconociera su papel de ac­tor secundario.

El señor Castillo tie­ne que gobernar un país complicado en un mo­mento especialmente de­licado. Su deber es durar. No debe ser peón de Ce­rrón ni Cosito de la prensa concentrada. Encontrar ese balance requiere consejeros sabios y no gente dispuesta a patear el ta­blero como “gesto viril”.

El señor Cerrón cree que se ha encontrado con la fortuna de una revolución castrista sin necesi­dad de irse a pegar tiros a la Sierra Maestra. Los que apoyaron la candidatura de Castillo con su voto apostaron por el cambio. Pero el cambio no puede darse en la anarquía ni puede ser el resultado de una gue­rra civil instigada desde el poder.

Vladimir Cerrón quiere cerrar el congreso después de dos censu­ras de gabinete y aspira a que una nueva elección legislativa le dé una nueva y aplastante mayoría a Perú Libre. Sueña, divaga, de­lira el señor Cerrón. Nuevas elec­ciones quizá signifiquen menos curules y una derrota enorme. El exgobernador de Junín cree en una nueva versión de los Estados Generales. Quiere guillotinar Ca­petas que no existen.

Lo que necesitamos es un ca­pitán que sepa de tormentas. Lo que menos requerimos es un chi­flado que enfile la proa hacia don­de suenan los truenos. Es la hora de ponerse serios. ■

 

miércoles, 4 de agosto de 2021

PINTORES PUNEÑISTAS: MANUEL DOMINGO PANTIGOSO

PEQUEÑA BIOGRAFIA

Textos tomados de la Revista LaCorriente N° 9, julio 2021

Hijo de Manuel Trinidad Ámbur Pantigoso (cuzqueño, de ascendencia hindú) y de Juana Pinto Montoya (arequipeña), nació en Arequipa el 26 de julio de 1901. Estudió en la escuela de Miguel Ángel Cornejo, en el «Seminario» y en los «Salesianos». Vinatea Reinoso fue su condiscípulo. Trabajó por entonces como canillita. Autodidacta, libre de cualquier atadura, con un profundo amor por la cultura y el conocimiento en general, estuvo con la «Sociedad Anónima de Arte» (Cuzco, 1913-1914), con los «Jóvenes Amantes del Arte» (Arequipa 1914-1915, de Juan Manuel Polar) y con el pintor Pedro León Oviedo (Arequipa 1915-1916). En 1917 Teófilo Castillo lo destacó en una colectiva por su «temperamento artístico de valía». Se aproximó al grupo «El Aquelarre» y su primera individual (1919) fue muy elogiada por César A. Rodríguez. Expuso con Enrique Masías (1921). Ese año obtuvo un Tercer Premio en una colectiva por el Centenario de la Independencia. Se vinculó desde 1919 con el grupo «La Tea» -que luego sería «Orkopata»-, también con el «Boletín Titicaca» (Puno). En 1923 expuso en la U. del Cuzco y fue atraído, espiritual e intelectualmente, por la juventud universitaria; integró «El falansterio» del maestro Rafael Tupayachi y exhibió en La Paz; luego lo hizo con el caricaturista Lazarte (Puno, 1924).

Como representante del pensamiento ultraórbico del Sur andino expuso en Potosí, Buenos Aires y Montevideo, donde conoció a los poetas Carlos Sabat Ercasty y Juan Parra del Riego. Fue considerado uno de los grandes pintores latinoamericanos (Lugones). Se presentó nuevamente en La Paz, y luego con Lazarte y Blas en el Cuzco (1925). En 1926 sus ilustraciones del poemario «Ande», de Alejandro Peralta, fueron elogiadas por José Santos Chocano. Desde La Paz Magda Portal lo reconoció como exponente de la vanguardia del Sur. Su primera exposición en Lima (1926) fue muy elogiada por Carlos Solari («Don Quijote»). Estuvo luego al lado de los grupos «Resurgimiento » (Luis E. Valcárcel-Uriel García) y «Ande» (Cuzco). Expuso en 1926 con Camilo Blas (Sicuani), en 1927 con Francisco Olazo (Cuzco) y con Olazo y Blas (Arequipa). En su segunda muestra en Lima (1927) conoció a Mariátegui. Por su intermedio Armando Bazán destacó su obra en la revista «Amauta». Viajó con Olazo a París y expuso con los auspicios de Ventura García Calderón y el apoyo de César Vallejo y Ernesto More. Julio Romero de Torres patrocinó su exposición en Madrid (1928); por el éxito obtenido ingresó a la Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa-Calpe. Decoró en 1929 el Pabellón Peruano en la Exposición Iberoamericana, de Sevilla; aquí se casó con Antonia Pecero Hernández con la que tendría nueve hijos. Regresó al Perú en 1930 y exhibió «Decoración mural con motivos peruanos» (Lima).


En 1931 impulsó en La Paz la «Semana de Arte Indianista» y expuso con Víctor Martínez Málaga. Fundó, acompañado de otros pintores, la revista «Cunan»: 4 números en el Cuzco, el 5° en Puno y el 6° en Arequipa (1932). El 7° debió salir en Lima, con Sabogal, pero no se logró. Ese año del 32, en el mercado de Puno, realizó la «Primera Exposición Peruana de Pintura Indianista»; luego impulsó en Arequipa, en compañía de otros, el «Arequepay, hogar fue directivo, en 1938, de la Sociedad de Bellas Artes que señaló otros rumbos respecto a la Escuela de Bellas Artes dirigida por Sabogal. Obtuvo Premio de Honor y Medalla de Plata en la Exposición Internacional de Valparaíso (1939). Expuso con notable éxito en la Municipalidad motivos limeños, andinos y retratos (1940). Otras muestras importantes: en la ANEA (1943) y en la Sociedad de Bellas Artes (con César Calvo de Araujo, en 1945); la colectiva de Viña del Mar (1946) con Grau, Macedonio, «Apurimak», González Gamarra, Quispez Asín y otros; también aquella sobre la raza negra (1947) y la que inauguró la Galería San Marcos, con Hinostroza y Guzmán (1952). En 1954 expuso en Arequipa y Puno y captó otros temas para sus acuarelas (Lima, 1958-1960). Su última individual en Lima (1962) privilegió el Callejón de Huaylas. Otra vez en Arequipa, fue homenajeado y allí recibió -en la ANEA- la consagratoria «Flor del Texao», al inaugurar su muestra. Desde 1965 se autoexilió en su casa-huerta de Magdalena, pintando al hombre y a la divinidad. Su apartamiento se interrumpió en 1980 cuando dos hijos y dos nietos expusieron a su lado en la Galería San José Obrero de Barranco. De 1982 a 1985 aparecieron ilustraciones suyas en «Crónica Cultural», del diario «La Crónica». También escribió allí prosa y poesía con el seudónimo de «Trinidad Colomera». En 1984 se le concedió el Premio Nacional de Cultura, en Arte, luego de recibir el INC solicitudes de todo el país. Al cumplir 70 años de vida artística los coleccionistas de Londres expusieron sus témperas en el Canning House, de la capital inglesa. Al fallecer el 24 de enero de 1991, el Congreso, la Iglesia, el INC, el Ministerio de Educación, la Universidad de San Marcos, etc. le rindieron homenaje. El primero solicitó perennizar su obra con una exposición permanente en el Museo de la Nación y que un colegio de Arequipa lleve su nombre.

Su casa-huerta (Libertad 1457, Magdalena del Mar) donde vivió cerca de cincuenta años fue declarada por el INC Patrimonio Cultural de la Época Republicana. Años después, con dudosas razones, se anuló esta condición. En los últimos lustros se han realizado exposiciones en Insula, Asociación «El Último Jueves», Museo de la Nación, Municipalidad de Magdalena del Mar (dos veces), INC del Callao, casa de Magdalena, Banco Central de Reserva, Centro Cultural Juan Parra del Riego, IPSS, Biblioteca Nacional (aquí se colocó su retrato en la Galería de Peruanos Ilustres).

En el año de su Centenario (2001) se inauguró una galería con su nombre en el Complejo Cultural de la UNAS (Arequipa). También se develó una placa recordatoria en la casa donde naciera (Peral 401) y se erigió el busto que lo perenniza en una plaza pública de su ciudad natal. En Lima, en mayo de ese año, se presentó la exposición «Los Independientes» en el ICPNA de Miraflores, en donde se recordaron aquellos Salones que el maestro gestó y organizó. Así mismo se realizó una gran exposición de sus obras en el Museo Pedro de Osma, en Barranco (julio-agosto del 2001) bajo la curaduría de Jesús Ruiz Durand. En abril del 2004 se inauguró la Galería «Manuel Domingo Pantigoso» en la Biblioteca Municipal de Magdalena del Mar, con una exposición de sus pinturas. Tres meses más tarde (julio) ese mismo municipio, en recuerdo de uno de sus más ilustres vecinos, colocó el busto del llama - do «poeta del color» y «pintor del siglo XX» en una plazuela de la localidad. (Manuel Pantigoso Pecero)

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Jesús Ruiz Durand : Hay un empaque medular en su obra que se mantiene latente a lo largo de toda su producción: es el tema filosófico, que lo impulsa a asumir y construir con sus amigos intelectuales del bloque sureño una original declaración de principios estéticos y vivenciales. Se trata de la visión Ultraórbica, del carismático movimiento cultural del sur, estudiado y analizado de manera ejemplar por Manuel Pantigoso, el hijo. Es un tema capital que sostiene la estructura conceptual de su quehacer artístico. El ultraorbicismo fue una poética filosófica elaborada por Gamaliel Churata y sostenida por el grupo Orqopata y por intelectuales puneños y sureños del Perú de la primera mitad del siglo XX, todos ellos compañeros de Pantigoso, en pos de una idea propia que aglutinase las cosmovisiones ancestrales altiplánicas con la estética contemporánea de su tiempo, desde una perspectiva andina y universal.
















martes, 3 de agosto de 2021

ARTE FOTOGRAFICO: JUAN JOSE FINCH

 

Taikarana



Sikuphusas


Puno nocturnal

LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERÚ

 ¿QUIÉN NOMBRA A LOS MINISTROS?

¿EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA O LOS OPINOLOGOS DEL PODER MEDIÁTICO?

Por Jorge Rendón Vásquez 

Los medios de prensa, TV y radio del poder mediático se han lanzado a  apabullar al Presidente de la República por haber nombrado primer ministro al profesional del Cusco Guido Bellido. Que no les gusta, que alguna vez este dijo algo sobre una senderista abatida, que no es el hombre que el gobierno necesita, etc. No lo han dicho públicamente, pero en sus invectivas se lee que los atacan, porque Bellido es serrano, bajo de talla y sabe hablar; más claro aún, que no es de sus círculos blancos y blancoides; y, sobre todo, que el Presidente de la República debe nombrar sólo a los ministros que ellos quieran.

Por supuesto, ninguno de estos críticos ha mencionado alguna norma legal que ampare su dicho. Y no lo han hecho, porque no la hay.

Veamos las normas supremas aplicables en este caso.

La Constitución de 1993, a la que esos opinólogos se aferran, dispone: “El Presidente de la República nombra y remueve al Presidente del Consejo (de Ministros). Nombra y remueve a los demás ministros, a propuesta y con acuerdo, respectivamente, del Presidente del Consejo.” (artículo 122º).  “Para ser ministro de Estado, se requiere ser peruano de nacimiento, ciudadano en ejercicio y haber cumplido veinticinco años de edad. Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional pueden ser ministros.” (artículo 124º).

La facultad del Presidente de la República de nombrar a los ministros que desee, con tal de que reúnan tales requisitos, no está condicionada a ninguna otra exigencia y, menos aún, a la opinión o deseos de otros.

Por lo tanto, la pataleta mediática y de los grupos políticos que, de un modo u otro, estarían contentos si la candidata de la corrupción hubiera ganado las elecciones, es una continuación de la feroz campaña contra el hombre del sombrero campesino, el partido que lo postuló y los electores que les dieron su voto, y más objetivamente aún, contra los propósitos y proyectos de cambio anunciados por estos. Quieren que nada cambie, que todo siga como está; quieren una gestión de gobierno como la que hubiera hecho la candidata de la corrupción.

¿Qué viene luego?

Sigamos con la Constitución política: “Dentro de los treinta días de haber asumido sus funciones, el Presidente del Consejo concurre al Congreso, en compañía de los demás ministros, para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión. Plantea al efecto cuestión de confianza.” (artículo 130º). “El Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si este ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros.” (artículo 134º).


El premier Bellido

Por consiguiente, el Congreso debe limitarse a examinar “la política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión”. Si tiene fundamentos para estimar que no son convenientes debe indicarlos, y deben ser sólidos, coherentes y lógicos. Si el Presidente de la República considera que no lo son, puede insistir nombrando otro gabinete con los mismos u otros ministros y hacer una cuestión de confianza.

Es obvio que la negación de la confianza al consejo de ministros no puede basarse en subjetividades, como que a la mayoría del Congreso no le gusta el Primer Ministro o lo que este haya dicho en el pasado. Se delibera sobre el asunto planteado, de conformidad con el artículo constitucional citado, es decir, se examina y critica las medidas de la gestión gubernamental. Y no puede tocarse otros asuntos, ni tampoco los proyectos de ley que el Presidente de la República presente o pueda presentar, ejerciendo su iniciativa legislativa (artículo 107º), ni, menos aún, los caracteres o rasgos de los ministros como personas.

En esto, los congresistas están absolutamente sujetos a la norma fundamental de la democracia: “El poder del Estado emana del pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitución y las leyes establecen.” (artículo 45º).

Creo que esto está suficiente claro. Entonces ¿por qué tantos saltos si el suelo está parejo?

Si los impugnantes del gobierno tanto hablan de democracia, tendrían que comenzar por conocer sus reglas y ajustar su conducta a ellas.

No se recuerda que cuando los presidentes anteriores nombraban sus ministros hubiera habido alguna crítica u oposición de los opinólogos de alquiler. Los aceptaban con la mansedumbre de la conformidad natural, porque eran como ellos o conjugaban con el paisaje racial que los medios de comunicación pretenden imponer, les pagaban para aplaudirlos y, lo más importante, todos funcionaban como parte del sistema de desigualdades que el nuevo gobierno quiere empezar a cambiar.

(30/7/2021)

lunes, 2 de agosto de 2021

LA ASHIPA O AHÍPA

 Y OTROS CULTIVOS ORIGINARIOS

SON EL VERDADERO TESORO PERDIDO DE LOS INCAS

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas

Los invasores españoles vinieron al Perú a buscar principalmente el oro, la plata y otros metales preciosos. En los inicios de su dominación no pusieron mayor interés al hecho de encontrar que los Incas culti­vaban centenar y más de variedades de plan­tas alimenticias, en cantidad muy superior a las que cultivaban conjuntamente Asia y Europa. Ellas fueron el resultado de miles de años de domesticación paulatina de especies de la flora que encontraron los antiguos andinos.

Los hispanos consideraban los cultivos incaicos inferiores e insistían en que se sembra­ran plantas europeas, como el trigo, la vid, la zanahoria y la cebada, entre otros. Al respecto se ha dicho que “la única manera que tenía un puñado de hombres de hacer perdurable su dominio sobre un pueblo entero era destruyendo los medios de subsistencia de esa población”[1]. Pero los peruanos, en áreas alejadas de los centros urbanos, siguieron cultivando sus propias plantas de alto valor nutritivo.

Más de 30 de especies que se cultivaban en el incario y que todavía son cosechados en Perú y Bolivia, son descriptos en 'Los Cultivos Perdidos de los Incas’[2], un volumen de 427 páginas publicado por el Con­sejo de Investigaciones Científicas de Estados Unidos. Ahí se dice que “el tesoro perdido de los Incas no es el oro (por el que tanta sangre indígena hicieron derramar los “conquistadores”), sino 31 diferentes cultivos que pueden enriquecer la dieta humana en muchos países”.

La papa es el único cultivo de origen altiplánico que se diseminó rápidamente por el resto del mundo y es sabida su contribución a la lucha global contra el hambre en distintas épocas. La quinua sigue los pasos de la papa en su propagación mundial.

La Ashipa o Ahípa (Pachyrhizus Tuberosus Lam. Spreng)[3]

Pocas personas fuera del Perú y Bolivia han oído hablar de la Ashipa, un tubérculo blanco que, según el Consejo norteamericano, es “suculento, de excelente sa­bor y de la consistencia de una manzana, inclusive cuando es cocinado”.

Conocida también como chuín, asipa, ajipa, nupe, jíquima y jícama es planta nativa de la Amazonía y presenta notable diversidad genética, según documentos oficiales del Minagri. Sus frutos tienen forma de vaina elíptica, cónica o alargada irregular con pulpa de color blanco, crema o jaspeada. Su consumo humano es en estado cocido, pero también se hace en forma directa.

El Instituto Nacional de Investigación Agraria, INIA, define la Ashipa como “leguminosa tuberosa considerada como cultivo integral y nutracéutico, la raíz es aprovechada de diversas formas, como fruta fresca en ensaladas o cocidas en sopas, en hojuelas fritas (chifles), en mermeladas, en vinos y en forma de almidón y harina para la repostería”. Recalca que “Las poblaciones naturales existentes de Ashipa están en peligro de extinción; evidenciando pérdida de atributos especiales e importantes para minimizar y enfrentar al cambio climático y para la seguridad alimentaria de las futuras generaciones”.

La planta crece inclusive en lugares donde los períodos de luz solar son muy cortos. A di­ferencia de otros tubérculos, tiene bacteria en sus raíces, lo cual contribuye a su auto fer­tilización. Eso le permite cre­cer inclusive en áreas desfa­vorables para otros tubérculos.

Los autores del informe di­jeron que la Ashipa puede ser cultivada sin problemas en los Estados Unidos, y partes de Europa, Japón, Australia y Nueva Zelanda.

Entretanto en el Perú, los investigadores descu­brieron que la Ashipa posiblemente podría conver­tirse en una planta de amplio consumo, debido a su pequeñez, sabor y adaptabilidad a di­ferentes climas. Su aporte sería significativo en los esfuerzos por obtener el estado de seguridad alimentaria en nuestro país.

Esperamos que en el proceso de cambios, especialmente en el campo agrario, que debe implementar el nuevo gobierno, se otorgue prioridad a la seguridad alimentaria popular y dentro las acciones que confluyan a ese propósito nacional, consagre el rescate de especies históricas y tradicionales con altos índices nutritivos que poseemos, entre ellos, la Ashipa, fomentando su cultivo intensivo y velando por su protección.

Otras plantas cultivadas por los Incas

En el Informe en mención se destaca que tam­bién pueden entusiasmar el pa­ladar del público de diferentes estratos sociales otras especies andinas conocidas. “Hay un po­roto que al ser cocinado se abre como el maíz, una patata de sabor mantecoso y otra li­geramente ácida que no nece­sita crema agria cuando es hor­neada.

La oca se ha convertido en un producto muy popular en Nueva Zelanda. Se parece a una zanahoria arrugada, y viene en una variedad de colores, desde el rosado hasta el amarillo. Los autores del libro dijeron que la oca tiene un gran futuro en las planicies altas, y que se ha intentado cultivarla en el Nepal.

En una conferencia interna­cional realizada hace tres años, se propuso que la semilla de­nominada tarwi o chocho en América Latina sea rebauti­zada como 'lupina andina’, de­bido a sus hojas de un brillante color azul. La planta contiene más proteína que los guisan­tes y un 20 por ciento de aceite. Investigadores trabajan con esa planta en Gran Bre­taña, Alemania occidental y oriental, Polonia y Rusia”.

Los autores se muestran op­timistas sobre la posibilidad de que se difunda por todo el mundo la comida de los Incas. "Los ingleses se rehusaron a comer papas durante dos si­glos, en parte debido a que los irlandesas las consumían”, di­jeron en su informe. "Los europeos del norte ignoraron los tomates durante un tiempo aún mayor, en parte porque eran consumidos por los italia­nos, e inclusive hoy, en los Es­tados Unidos, algunos vege­tales son considerados inacep­tables para muchas personas porque los consideran comida de gente pobre...”. Pero, según los autores, no deberá pasar mucho tiempo para que los te­soros incaicos sean presen­tados en todas las mesas.

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[2] Cultivos Perdidos de los Incas. Plantas poco conocidas de los Andes con Promesa para Cultivo Universal. Informe de un Panel Ad Hoc del Comité de Asesoría en Innovación de Tecnologías. Directorio de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Internacional. Consejo Nacional de Investigación. Imprenta de la Academia Nacional Washington D.C. 1989