sábado, 24 de mayo de 2008

LA PAPA SE ORIGINÓ EN PUNO

Si bien los incas la llamaban "papa", los españoles la llaman "patata", por una posible confusión con otro tubérculo del Nuevo Mundo, el camote, o batata. Este término parece haberse aplicado a ambas plantas más o menos durante un siglo. Hoy en día en España se dice patata, salvo en las Canarias. Sin embargo, en la América de lengua española se sigue llamando papa.


Un poco de historia

Comienza hace unos 8 000 años, cerca del lago Titicaca, que está a 3 800 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de los Andes, América del Sur, en la frontera de Bolivia y Perú. Ahí, según revela la investigación, las comunidades de cazadores y recolectores que habían poblado el sur del continente por lo menos unos 7.000 años antes, comenzaron a domesticar las plantas silvestres de la papa que se daban en abundancia en los alrededores del lago.

En el continente americano hay unas 200 especies de papas silvestres, pero fue en los Andes centrales donde los agricultores lograron seleccionar y mejorar el primero de lo que habría de convertirse, en los milenios siguientes, una asombrosa variedad de cultivos del tubérculo. En realidad, lo que hoy se conoce como "papa" (Solanum especie tuberosum) contiene apenas un fragmento de la diversidad genética de las siete especies reconocidas de papa y las 5.000 variedades que se siguen cultivando en los Andes.

Si bien los agricultores andinos cultivaron muchas hortalizas y cereales, como el tomate, los frijoles y el maíz, sus variedades de papa eran particularmente adecuadas a la zona del valle quechua, que se extiende a alturas de 3 100 a 3 500 metros sobre el nivel del mar, a lo largo de las vertientes de los Andes centrales (los pueblos andinos consideraban la región quechua la "zona civilizada"). Pero los agricultores también produjeron una especie de papa resistente a las heladas, que sobrevive en la tundra alpina de la región de la Puna, a 4.300 metros de altura.

La seguridad alimentaria que ofrecían el maíz y la papa, consolidada a través de la irrigación y la construcción de terrazas, permitió que surgiera, alrededor del año 500 dC, la civilización Huari en las tierras altas de la cuenca de Ayacucho. Por esa misma época, la ciudad Estado de Tiahuanacu se formó cerca del lago Titicaca, gracias en gran medida a su avanzada tecnología de "campos alzados", que son parcelas elevadas bordeadas de canales de riego, cuya productividad se ha estimado en unas 10 toneladas por hectárea. Se considera que en su apogeo, alrededor del año 800 dC, Tiahuanacu y los valles circundantes tenían una población de medio millón de habitantes o más.

Ascenso meteórico. La caída de Huari y Tiahuanacu entre los años 1000 y 1200 dio lugar a un período de desorden que terminó con el ascenso meteórico de los incas, en el valle de Cusco, alrededor del año 1400. En menos de 100 años crearon el Estado más grande de la América precolombina, que se extendía desde lo que hoy es Argentina hasta Colombia.

Los incas adoptaron y mejoraron los adelantos agrícolas de las culturas anteriores de las montañas, y dieron especial importancia a la producción de maíz. Pero la papa fue decisiva para la seguridad alimentaria de su imperio. En la vasta red de almacenes del Estado inca, la papa -sobre todo un producto elaborado con la papa desecada y congelada, llamado "chuño"- fue uno de los principales artículos alimentarios, usado para alimentar a los oficiales, soldados y esclavos, así como reserva para casos de emergencia cuando se malograban las cosechas.

La invasión española, en 1532, puso fin a la civilización inca, pero no a la papa. Porque a lo largo de toda la historia andina, la papa, en todas sus formas, ha sido profundamente un "alimento del pueblo", y ha desempeñado un papel central en la perspectiva andina del mundo (el tiempo, por ejemplo, se medía por el que era necesario para cocinar las papas).

Los campesinos de algunas partes de los altos de los Andes siguen midiendo la tierra en "topos", la superficie necesaria para que una familia cultive las papas que necesita, y los topos son más extensos a mayor altura, donde necesitan dejarse en barbecho por más tiempo. Clasifican las papas no sólo por su especie y variedad, sino también por el nicho ecológico donde se producen mejor, y no es raro encontrar cuatro o cinco especies cultivadas en una misma parcela pequeña.

El cultivo de los tubérculos sigue siendo la actividad más importante de la temporada agrícola cerca del lago Titicaca, donde la papa es denominada "Mamá Jatha", o madre del crecimiento. La papa sigue siendo la semilla de la sociedad andina.

La papa en el mundo

La difusión de la papa desde los Andes hacia el resto del planeta parece una aventura, pero comenzó con una tragedia. La conquista español del Perú comenzó entre 1532 y 1572, destruyó la civilización inca y causó la muerte -por la guerra, enfermedades y desesperación- de por lo menos la mitad de la población.

Los conquistadores llegaron en busca de oro, pero el verdadero tesoro que llevaron de regreso a Europa fue el Solanum tuberosum. La primera constancia del cultivo de la papa en Europa data de 1565, en las Islas Canarias de España. Para 1573 se cultiva la papa en la península ibérica. Al poco tiempo, en Europa se puso de moda hacer regalos exóticos de estos tubérculos, de la corona española al papa de Roma, de Roma al nuncio apostólico en la ciudad de Mons, y de ahí a un botánico de Viena. En 1597 ya se cultivaban papas en Londres, que llegaron a Francia y a los Países Bajos poco después.

Pero cuando la planta se incorporó en los jardines botánicos y entró en las enciclopedias de los herbolarios, el interés disminuyó. La aristocracia europea admiraba las flores de la papa, pero consideraba que los tubérculos sólo eran aptos para los cerdos y los indigentes. Los supersticiosos campesinos creían que la papa era venenosa. Sin embargo, fue precisamente cuando se iniciaba la "época de los descubrimientos" de Europa, y entre los primeros en apreciar la papa como alimento estuvieron los marineros, que se llevaban tubérculos para consumirlos durante sus largas travesías. Así fue como la papa llegó a la India, China y el Japón a principios del siglo XVII.

La papa también recibió inesperadamente una gran acogida en Irlanda, donde resultó adecuada para el clima fresco y el suelo húmedo. Los emigrantes irlandeses se llevaron este tubérculo, y el nombre "papa irlandesa", a América del Norte a principios del siglo XVIII.

Los largos días del verano. La papa tardó en difundirse en el hemisferio norte por la dificultad de adaptar a su clima una planta cultivada durante milenios en los Andes, y no sólo por los arraigados hábitos alimentarios que prevalecían. Había salido de América del Sur apenas una gota del mar de genes de la papa, y se necesitaron 150 años para que aparecieran las variedades adecuadas a los largos días del verano.

Esas variedades se presentaron en un momento decisivo. En el decenio de 1770, gran parte de la Europa continental fue devastada por la hambruna y de pronto se reconoció el valor de la papa como cultivo que daba seguridad alimentaria. Federico el Grande de Prusia ordenó a sus súbditos cultivar papas como seguro contra las malas cosechas de los cereales, y el científico francés Parmentier logró que se declarara "comestible" la papa. Más o menos al mismo tiempo, al otro lado del Atlántico, cuando Thomas Jefferson era presidente de los Estados Unidos, en la Casa Blanca se servía a los invitados "papas fritas a la francesa".)

Tras la duda inicial, los agricultores europeos -incluidos los de Rusia, donde la papa recibía el mote de "manzana del diablo"- comenzaron a producir papas a gran escala. La papa se convirtió en reserva alimentaria de Europa durante las guerras napoleónicas, y para 1815 ya era un alimento básico en el norte del continente. Para entonces, la revolución industrial transformaba la sociedad agraria del Reino Unido, desplazando a millones de habitantes del medio rural hacia las hacinadas ciudades. En el nuevo entorno urbano la papa se convirtió en el primer "alimento fácil de preparar" moderno: con un gran contenido de energía, nutritivo, fácil de cultivar en parcelas pequeñas, barato y listo para cocinarse sin gran costo.

Se atribuye el aumento del consumo de papa durante el siglo XIX a su contribución a reducir el azote de enfermedades como el escorbuto y el sarampión, y a incrementar los nacimientos, así como a la explosión demográfica en Europa, los Estados Unidos y el imperio británico.

"La hambruna de la papa". Pero el éxito de la papa resultó ser una navaja de dos filos porque los tubérculos clonados y cultivados en América del Norte y Europa pertenecian a unas cuantas variedades genéticamente parecidas. Eso significa que eran muy vulnerables, una plaga o una enfermedad que atacaran a una planta podían propagarse rápidamente a las demás.

El primer indicio del desastre en ciernes se presentó en 1844-1845, cuando un moho patógeno, el tizón tardío, arrasó los cultivos de papa en toda la Europa continental, desde Bélgica hasta Rusia. Pero lo peor fue en Irlanda, donde la papa suministraba el 80% del consumo de calorías. Entre 1845 y 1848 el tizón tardío destruyó tres cosechas de papa, lo que condujo a una hambruna que mató a un millón de personas.

La catástrofe irlandesa motivó la búsqueda de variedades más productivas y resistentes a las enfermedades. Los mejoradores de Europa y América del Norte, con nuevo germoplasma importado de Chile, produjeron muchas de las modernas variedades que sentaron las bases de la enorme producción de papa en ambas regiones durante la mayor parte del siglo XX.

Mientras tanto, el colonialismo y la emigración europea llevaban la papa a todos los rincones del mundo. Los gobernadores de las colonias, los misionarios y los colonizadores llevaron el cultivo de papa a las planicies de aluvión de Bengala y al delta del Nilo en Egipto, a los montes Atlas de Marruecos y a la mesa de Jos en Nigeria. Los agricultores emigrantes llevaron la papa a Australia e incluso a América del Sur, donde la establecieron en Argentina y el Brasil.

En el centro de Asia, el tubérculo siguió rutas más antiguas y desde el Cáucaso llegó al altiplano de la Anatolia, en Turquía, desde Rusia hacia el occidente de China, y de ahí a la península de Corea. En los valles de las montañas del Tayikistán se han cultivado algunas variedades de papa desde hace tanto tiempo que se consideran "antiguas variedades locales".

Finalmente en el siglo XX la papa se convirtió en un alimento de veras mundial. La cosecha anual de la Unión Soviética llegó a 100 millones de toneladas. En los años inmediatamente posteriores a la segunda guerra mundial, extensas superficies de tierras agrícolas de Alemania y la Gran Bretaña se destinaron a la producción de papa, y países como Belarús y Polonia producían, y siguen produciendo, más papas que cereales.

La papa se convirtió en aperitivo. En 1920, la invención del pelador mecánico de papas contribuyó a la fabricación de las hojuelas crocantes de papa, el aperitivo de más venta en los Estados Unidos. Una cadena de restoranes fundada por los hermanos McDonald en los Estados Unidos en 1957 gastó millones de dólares para "perfeccionar las papas fritas a la francesa". Otra firma canadiense, la McCain, que comenzó a producir las papas fritas a la francesa congeladas en 1957, amplió su actividad y abrió 55 fábricas en seis continentes y hoy suministra una tercera parte del total de las papas fritas a la francesa que se producen en todo el mundo.

Explosión de la demanda. Desde el decenio de 1960, el cultivo de la papa comenzó a extenderse en el mundo en desarrollo. Sólo en la India y China, el total de la producción aumentó de 16 millones de toneladas en 1960 a casi 100 millones en 2006. En Bangladesh, la papa se convirtió en un valioso cultivo de invierno, y los productores de papa del sureste asiático aprovechan la explosión de la demanda de la industria alimentaria. En el África subsahariana, la papa es un alimento favorito de numerosas ciudades, y un importante cultivo en las tierras altas del Camerún, Kenya, Malawi y Rwanda.

La historia de la papa es muy interesante, y su futuro es estupendo. Si bien la producción en Europa está disminuyendo, "segundo hogar" de la papa desde hace siglos, la papa tiene mucho espacio para producirse en el mundo en desarrollo, donde su consumo es menos de una cuarta parta del que representa en los países desarrollados.

Hoy en día, en las montañas del Lesotho muchos agricultores están dejando de cultivar maíz para producir papas, con ayuda de un proyecto de la FAO para la producción de tubérculos sin enfermedades. En China, los expertos en agricultura han propuesto que la papa se convierta en el principal cultivo alimentario del 60% de la superficie agrícola del país,

Y en los Andes peruanos, donde comenzó esta historia, el Centro Internacional de la Papa ayuda a las comunidades campesinas a restablecer la producción de 600 variedades andinas en un "parque de la papa" que tiene una superficie de 12 000 hectáreas. Esa diversidad genética, base de las nuevas variedades adaptadas a las necesidades del mundo, que se transforman constantemente, ayudará a definir los futuros capítulos de la historia del Solanum tuberosum.

Las papas en cifras

En 2005, estima la FAO, el mundo produjo 314 375 535 toneladas de papas, y consumió 218 129 000 toneladas de éstas como alimento. ¿Cómo obtiene la FAO estos datos? La División de Estadísticas de la FAO creó una sencilla fórmula para hacer este cálculo: el consumo es igual a la producción, las importaciones y las existencias iniciales, menos las exportaciones, las papas utilizadas para piensos y semillas, los desechos, otros usos no alimentarios y las existencias finales.

[Tomado de documentos difundidos por el Centro Internacional de la Papa, Lima, Perú]

Congreso observa adendas y costos en la Interoceánica


Convocan a Ministra Zavala y Ositrán

Preguntan porqué se ha pagado 197 millones de dólares a constructora. Cuestionan a Alphaconsult como supervisora de la millonaria obra

Por Ítalo Sifuentes Alemán

La comisión parlamentaria que investiga las obras de la Interoceánica Sur ha encontrado una serie de irregularidades en el contrato de concesión de esta carretera, así como en la supervisión que se hace de las obras.

El vicepresidente de esta comisión, Renzo Reggiardo (AFP), indicó que para ahondar en estos indicios, durante las próximas tres semanas interrogarán a la ministra de Transportes, Verónica Zavala, y al presidente del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), Juan Zevallos Ugarte.

También el contralor Genaro Matute, el presidente de la supervisora Alphaconsult, Jorge Peñaranda Castañeda, y los representantes de la empresa constructora Norberto Odebrecht serán citados al Congreso.

Reggiardo informó que el testimonio de todos ellos servirá para esclarecer por qué este gobierno ha pagado 197 millones de dólares fuera del contrato original establecido entre Odebrecht y el Estado, por qué los campamentos de los obreros fueron valorizados en seis millones de dólares y por qué sigue Alphaconsult supervisando la obra pese a que Ositrán rescindió el contrato del consorcio que integraba esa consultora.

ALPHACONSULT
Sobre este último punto, dijo que "el último 13 de mayo Ositrán volvió a contratar a Alphaconsult para que supervisara el tramo 5 de la Interoceánica. ¿Por qué hizo ello si anteriormente había encontrado que esta supervisora había falsificado documentación y que gracias a una medida cautelar de un juzgado de Sechura sigue supervisando la obra. Queremos conocer quiénes se están beneficiando. Aquí hay un doble juego", manifestó.

Consultado al respecto, Peñaranda indicó que no tenía ningún impedimento legal para supervisar la Interoceánica y que por ello había ganado la buena pro para hacer seguimiento no solo al tramo 2, sino también al tramo 5 de dicha obra vial.

DISPUESTOS A COLABORAR
Sobre la invitación a Zavala, en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones indicaron que ella era respetuosa del Congreso y que gustosa acudirá para absolver cualquier consulta.

En Ositrán señalaron que posteriormente se pronunciarían sobre este caso, pues Zevallos y otros funcionarios se encontraban inspeccionando los trabajos de Ferrovías.

En cuanto a Odebrecht, la gerenta de Relaciones Institucionales de esta constructora, Pilar Baella Herrera, manifestó que los funcionarios estaban dispuestos a colaborar con la investigación del Parlamento porque también están interesados en que se esclarezcan las dudas.

"Hemos colaborado con todas las investigaciones que hasta ahora se han realizado. No hay nada que ocultar, lo mejor es la transparencia, por eso creemos importante que los congresistas visiten la obra para que vean que todo está en regla", refirió.

Los miembros de la comisión investigadora Margarita Sucari (UPP), Juan Carlos Eguren (UN), Aurelio Pastor (Apra), Juvenal Silva (GPN) y Reggiardo visitarán diversos puntos del tramo 2 de la carretera que van de Urcos a Inambari, es decir, entre el Cusco y Madre de Dios.

El contralor Matute indicó que su institución también investiga si los avances de la obra corresponden a los compromisos contractuales y si las adendas suscritas no afectan los intereses del Estado.

"Al igual que el Congreso, no intentamos detener la ejecución de la obra, sino establecer si se ha cometido alguna irregularidad", refirió.

PARA RECORDAR
Una obra vial millonaria
4El 23 de junio del 2005 el consorcio concesionario Interoceánica Urcos-Inambari se adjudicó la buena pro del concurso de proyectos integrales para la concesión de obras y el mantenimiento del tramo vial 2 de la Interoceánica Sur. El contrato fue suscrito el 4 de agosto del 2005.
4El 24 de febrero del 2006 se suscribió la primera adenda del contrato de concesión. El 16 de junio de ese año se firmó la segunda y al mes siguiente la tercera y cuestionada adenda.
4La carretera Interoceánica en total tiene cinco tramos que suman una longitud de 2.586 kilómetros y consta de una inversión aproximada de US$892 millones. Si se suman algunas obras concurrentes, como el puente sobre el río Madre de Dios, el costo total estimado de esta obra vial del sur peruano alcanzaría los US$1.031 millones.

AL GRANO
"El Estado es el que paga la obra"*
¿Qué puede concluir en lo que va de la investigación?
Esta concesión es un tanto extraña. El Estado está cancelando la inversión del concesionario sin considerar los documentos que otorga el Estado en garantía, como los certificados de los avances de obras. La tercera adenda del contrato del tramo 2 establece que el Estado está obligado a otorgar los certificados de reconocimiento de los derechos del pago anual por obras (CRPAO), a través de los cuales el Estado va cancelando el monto que la empresa va invirtiendo. En realidad el Estado paga la obra.

¿Quién o quiénes emiten estos certificados?
Los CRPAO los emite el Ministerio de Transporte como documento previo a la cancelación, pero antes se emiten los certificados de avances de obra (CAO), que los da Ositrán previo informe de la supervisora Alphaconsult. Se han pagado US$197 millones gracias a los informes de Alphaconsult, y Ositrán no ha cuestionado esto.
*Renzo Reggiardo. Congresista

[Tomado del diario EL COMERCIO ed. 24 de mayo 2008 pa-8]

jueves, 22 de mayo de 2008

DECRETO LEGISLATIVO 994 ATENTA CONTRA EL DERECHO DE PROPIEDAD DE LAS COMUNIDADES

Enviado por Ser el 31/3/2008
El día 13 de marzo el gobierno nacional emitió el Decreto Legislativo 994, por medio del cual se busca promover la inversión privada en proyectos de irrigación. Dicha norma, sin embargo, afecta el derecho constitucional a la propiedad de las comunidades campesinas.

Frente a ello, el Grupo ALLPA, que reúne a organizaciones nacionales campesinas e instituciones civiles, expresa su preocupación por la aprobación del mencionado decreto, así como por el escenario que se ha creado frente a la supuesta condición ociosa de las tierras de las comunidades, obviándose el hecho de que la disponibilidad de las mismas es sumamente reducida.

En ese sentido, hacemos de conocimiento público lo siguiente:

1.- En el Perú existen seis mil comunidades campesinas que aprovechan más del 40% de la superficie agropecuaria y albergan a una parte importante de la población rural, entre la que se encuentra la más pobre del país. Asimismo, las comunidades campesinas además de haber construido caminos, escuelas, canales de irrigación y otras obras que con esfuerzo siguen manteniendo; aportan una parte importante de los alimentos que se consumen en las ciudades.Actualmente la situación de las comunidades campesinas es muy precaria y su presencia casi invisible. Estuvieron ausentes en las propuestas durante la campaña electoral de 2006 y no aparecen en los actuales planes oficiales de gobierno. Apenas se las menciona en la Estrategia Nacional de Desarrollo Rural y no se las toma en cuenta en el publicitado Programa Sierra Exportadora.

2.- En ese contexto, el Decreto Legislativo 994 es insconstitucional porque desconoce el derecho de propiedad, consagrado en el artículo 70 de la Carta Magna. En efecto, al precisar cuáles son las tierras eriazas que el Estado entregará a los particulares, comete el exceso de considerar de propiedad del Estado todas las tierras eriazas con aptitud agrícola, salvo que estén tituladas, sea en forma individual o comunal y que ese título esté inscrito en Registros Públicos. Esa última exigencia, que fue muy criticada al momento de aprobarse el Reglamento de la Ley de Tierras, plantea condiciones muy difíciles de cumplir para las comunidades campesinas y nativas, tal como lo reconoció el mismo Ministerio de Agricultura a fines de 2007, al señalar que mil cien comunidades campesinas carecían de título de propiedad (Resolución Ministerial Nº 378-2007-AG).Este nuevo Decreto contraviene la obligación constitucional contenida en los artículos 70, 88 y 89 de nuestra Carta Magna, así como las normas de la Ley General de Comunidades Campesinas, la Ley de Deslinde y Titulación del Territorio Comunal, la Ley de Comunidades y de Desarrollo de la Selva y Ceja de Selva, lo mismo que del Convenio 169 de la OIT (ratificado por el Perú), al desconocer el derecho de las comunidades sobre sus tierras, vulnerándose también los preceptos del Código Civil, pues en el Perú la inscripción de la propiedad en los Registros Públicos no es obligatoria sino tan sólo facultativa.

3.- Las principales afectadas con el Decreto Legislativo 994 pueden ser las comunidades campesinas, en especial las ubicadas en la costa, que son titulares de enormes extensiones desérticas, que se mantienen así por falta de recursos y de apoyo estatal. En algunos casos, esas comunidades pagaron a la Corona española por sus tierras y en otros casos al Estado Peruano, por lo que una norma como el DL 994, plantea en la práctica una confiscación, lo que resulta inconstitucional.

4.- El artículo 4 del Decreto Legislativo 994 menciona que los proyectos de irrigación aprovecharán aguas de libre disponibilidad, lo que será determinado por la autoridad competente. Preocupa por ello, que ante la falta de información, se otorgue licencia para uso de agua afectando a comunidades que no podrán seguir desarrollando sus prácticas ancestrales, al disminuir la disponibilidad de agua; y tampoco podrán defenderse ya que no cuentan con licencia. Tampoco el Decreto Legislativo comentado toma en cuenta las tensiones existentes entre gobiernos regionales por el uso del agua, tal como ocurre en los casos de La Libertad, Ancash, Ica y Huancavelica.

5.- Cabe indicar que esta actitud del gobierno es reiterada ya que desde fines de 2007 se vienen impulsando distintos proyectos de ley que afectan de una u otra forma a las comunidades campesinas y nativas. Así, se encuentra en trámite en el Congreso de la República, el proyecto que propone establecer un régimen temporal extraordinario de formalización y titulación de predios rurales, comunidades campesinas y nativas (proyecto 1770/2007-PE); el que declara de interés público la titulación, registro y rectificación de predios rurales, comunidades campesinas y nativas (proyecto 1900/2007-CR); y el que busca facilitar la adjudicación de tierras comunales a los comuneros y su venta a terceros (proyecto 1992/2007-PE).

En tal sentido, demandamos al gobierno nacional y al Congreso de la República que realicen una cuidadosa revisión de la constitucionalidad del Decreto Legislativo 994, y presten mayor atención a la situación de las comunidades campesinas de nuestro país. La promoción de la inversión en el país es necesaria, pero debe hacerse en un marco pleno de respeto de los derechos de todos los peruanos y peruanas.

Lima, 28 de marzo del 2008.

Grupo ALLPA – Comunidades y Desarrollo

lunes, 19 de mayo de 2008

Ese torito no es de Pucará


Es de Pupuja

Por Miguel Ángel Cárdenas M.

Diario El Comercio 18 de mayo de 2008

Puno. Un viaje a los orígenes siempre une los extremos: en las retiradas comunidades de Checca Pupuja y Santiago de Pupuja, donde viven los últimos artesanos originales del mistificado torito de Pucará, lo ancestral continúa en proceso de alumbramiento. Las manos de Mariano Choquehuanca Quispe, de 44 años -el más joven descendiente de la alfarera cultura preínca de los pupujas- siguen gestando con la sañu (arcilla) una chupa (cola) apretada y doblada sobre una grupa rolliza, deslizando en arco una qallu (lengua) hacia unas fosas nasales infantiles y estilizando unos propiciatorios waqras (cuernos) de becerro bravo. "¡Es mi torito de Pupuja!", enuncia Choquehuanca y los orígenes se dan a la partida.

Fue en los años 50 y 60 cuando mayor importancia adquirió la estación de Pucará, a dos horas de Juliaca. Era un punto de comercio especial donde pasaba el Ferrocarril del Sur, que recorría 261 kilómetros hasta el Cusco. Hasta allí llegaban los artesanos de las lejanías de Azángaro para ofrecer sus trabajos, en especial los de Checca y Santiago traían unos germinales toritos mágico-religiosos que causarían admiración en las ferias cusqueñas de T'iyobamba, en Urubamba y en la de Calca. La denominación popular se fue gestando con los viajeros y turistas que respondían a quienes les preguntaban por esos objetos que se decían auspiciosos: "Son toritos de Pucará".

La exitosa venta se convirtió en una moda en Pucará, donde surgieron avispados artesanos que, por la potente demanda, lo patentaron informalmente como suyo y usaron moldes masivos, lo que terminó saturando el mercado con piezas de baja calidad (aunque sobresalía el maestro Luis Arce que creaba los "toritos llanos": de íntegro color negro y muy gruesos). "Y el torito fue perdiendo su valor patrimonial", dice José Gutiérrez, responsable del proyecto Tika, que intenta revalorizar el proceso productivo manual de los auténticos pupujas y establecer alianzas con diseñadores, artistas y empresas privadas para salvaguardar la tradición con una oferta exportable por la "pieza única".

"Y también difundiendo talleres vivenciales con los reales artesanos y un museo de sitio en Santiago de Pupuja", afirma Gutiérrez. Felizmente que para esto el alcalde de Santiago, Jaime Yapo, es un inflamado impulsor: "Todos aquí, los 8.500 habitantes, hemos crecido con el torito en los techos de paja de nuestras casas para espantar a los malos espíritus, desde nuestros primeros abuelos". Lo malo es que en el distrito de Santiago --a 7 kilómetros de Pucará-- solo queda un artesano muy viejito e inubicable, "porque está muy enfermo".

A diferencia de ese distrito organizado, la vecina Checca Pupuja es una comunidad dispersa, en un área de 4 kilómetros, a 3.900 metros sobre el nivel del mar. Son casas de adobes enlucidos con barro para 70 familias, que limitan con los cerros tutelares Paqo Qhawana y Antaña. Pero aquí sí sobreviven tres ramas de artesanos: los Choquehuanca, los Roque y los Quispe. Decir 'ramas' es un anhelo, porque en realidad solo son cinco artesanos supérstites (nosotros ubicamos a tres muy recelosos y descreídos de que por fin sean valorados; uno de los cuales, Simón Roque Roque, el más antiguo y silencioso, debería ser nombrado con justicia gran maestro de la artesanía peruana).

Estos artífices del torito veraz sobreviven por amor al arte, al Ande y al hambre: quienes tercerizan su venta solo les pagan 10 soles por una pieza irrepetible que a ellos les cuesta un día entero hacer a mano. Y que Pucará sí explota, fabril y febrilmente, con el turismo. Sus hijos --la mayoría se ha ido a Juliaca o a buscar minerales en las minas-- han perdido el interés generacional y la herencia parece perderse.

EL NACIMIENTO DEL MITO

¿Pero cómo se originó el torito de los pupujas? El antropólogo Demetrio Roca, en un estudio de 1962, señaló que "deben tener su origen en la religión, pueden haber sido elaborados para reemplazar a las antiguas conopas, cuyo uso estaba prohibido y perseguido por los extirpadores de idolatrías". Las conopas eran figuras preíncas e incas de camélidos corpulentos y voluminosos con una concavidad en la espalda y el pecho abultado de lana, que se usaban en ritos propiciatorios (Francisco Stastny prefiere el término ulti o illa: cerámicas con golletes y asas puentes y esculturas de adoración que se encontraron en el palacio de Kalasaya por ejemplo). De acuerdo con Roca, frente a los curas extirpadores, los antiguos "comenzaron a dar forma a los toritos para no despertar suspicacias. Conservando la función originaria, pero cambiándole de forma".

Sin embargo, el sincretismo fue más poderoso (y lento, según Tauro del Pino) que la mera ocultación: Cuando los españoles introdujeron el toro en la sierra, este se adaptó a la altura, a la temperatura y al tipo de forraje con tal impactante fortaleza y fiereza que su imagen pasó a presidir --por derecho y deber propio-- los rituales de fertilidad como vasija ceremonial o paccha.

Por esto, desde el Virreinato, la conopa del torito se emparentó tanto con la católica festividad de la Virgen de la Trinidad como con el pagano señalacuy. La primera, en mayo, influyó porque se adornaba a un toro vivo con rosas y de ahí la tradición de decorarlo con rosetones alegóricos en la cerámica.

El segundo, en cambio, era un rito andino de marcación del ganado (que se efectuaba antes con llamas y alpacas), en que se ataba y tumbaba al toro para hacerle incisiones en la frente y el cuerpo y usar su sangre --mezclada con chicha fermentada-- como pago a la tierra. Y de ahí la figura retratada de su lengua salida en el torito ritual, porque al correr la sangre por sus fosas nasales el animal se lamía, inquieto. Y también, por esto, las membranas circulares y brillantes en la garganta y el pecho de los toritos conocidas como wallki, que se siguen haciendo con un mineral llamado escuria y que retratan los cortes filudos que trozaban sus pieles en el señalacuy carnal.

Mariano Choquehuanca, quien empezó a hacer toritos a los 5 años, lo rememora: "Mis abuelos dicen que con el señalacuy se atraía buen año y abundancias. Pero luego fue prohibido, porque era sangriento". Mariano afirma que hoy se mantiene otra costumbre: "Cuando alguien se casa le regalamos dos toritos para que tengan abundante ganado. La pareja los tienen que guardar hasta su muerte debajo de la tierra, en medio de su terreno".

El maestro Concepción Roque Chambi, de 54 años, es el experto en el proceso artesanal que narra sucintamente: "Yo sé desde los 6 años que primero se hace la cabeza, después los cachos, la frente y los rosetones, para terminar con los pies. Se hacen por separado y después se juntan para pasar al pampahorno, que está bajo tierra. Yo solo hago cuando hay pedidos, un torito es algo serio". En Checca Pupuja los orígenes todavía calientan. Concepción cuenta con 'conocimiento de casa' que "desde nuestros antepasados que se juntaron con las costumbres españolas ponemos toritos en los techos de paja o teja para que nos protejan la casa de las enfermedades y nos traigan buena suerte". (Hoy con la llegada de la calamina a las ciudades, esa costumbre solo se mantiene en los poblados primigenios del sur andino con la fiesta del wasi wasi).

A sus 73 años, el patriarca Simón Roque Roque, historia simiente de los toritos de Pupuja, rememora a su tatarabuelo: "Él me enseñó de viejito cuando yo tenía 8 años. Yo nunca fui a Pucará, siempre he vivido acá nomás, pero hasta acá hace 50 años llegaban clientes de Puno, Arequipa, Cusco. Pero ahora solo quedamos cinco que hacemos los toritos. Nuestros nietos no quieren hacer, si supieran que da dinero lo harían, pero se van. ¿Se puede hacer algo?". Simón puede vender, por desconocimiento, un torito genuino --que en el extranjero sería carísimo-- por empobrecedores 25 soles. Por esto, los inconformes jóvenes descendientes de pupujas abandonan su herencia. ¿Se puede hacer algo?

A la salvación del legado auténtico

La revaloración del origen de los toritos ha motivado que el INC desarrolle a partir de junio un proyecto de promoción y difusión de la cerámica de Checca Pupuja y Santiago de Pupuja, que incluirá un documental y un catálogo en castellano e inglés sobre las 12 piezas cerámicas más representativas de estas comunidades (tienen también caballitos pupujas y piezas únicas de sus fiestas y creencias milenarias de insondable valor).

Siguiendo con este redescubrimiento, el 7 de julio se inaugurará la muestra "El arte de los pupujas" en el Centro Cultural Raíces, en Lino Alarco 157, Miraflores. Y del 4 al 30 de setiembre se efectuará la Segunda Muestra Colectiva Mi Torito de Pukará en el Palacio de Túpac Yupanqui, en el Cusco, con la participación de artistas plásticos del sur andino (el año pasado se realizó la primera muestra en el Jockey Plaza, con artistas limeños como Shinki, Letts y Polanco).

NOTA DEL EDITOR: Santiago de Pupuja y Pucará, son distritos contiguos y entre sus capitales media una distancia relativamente corta (8 a 10 km). Si bien es en Santiago donde se hacen o elaboran los toritos, es en Pucará donde se distribuyen y ponen a la venta a comerciantes y público que transita por ésta localidad, por la que pasa el ferrocarril Juliaca-Cusco y es punto de encuentro de carreteras. Por tanto, puede presumirse que lo de “…Pucará” ha sido adoptado por ser este el lugar de su adquisición ordinaria.