sábado, 4 de febrero de 2023

OPINION. MÀS SOBRE LA COYUNTURA POLITICA

BALANCE OPTIMISTA DE ENERO

Carlos León Moya

(Publicado en HILDEBRANDT EN SUS TRECE)

Q

ue el Perú lleve ya dos meses de crisis y manifestaciones y represión violenta no es algo que alegre a nadie. Un lado lamenta y teme más pérdidas de vidas a manos de la policía, y el otro lamenta los costos económicos y daños que las protestas han venido ocasionando.

Pero si uno está del lado de las protestas, como yo, puede ver las cosas desde un lado más positivo, aun dentro del túnel sin salida que atravesamos.

Por ejemplo, la cantidad de tiempo que han sostenido la protesta es sorprendente. Casi dos meses. Aluvional, desordenada, inconexa, pero dos meses de protestas ininterrumpidas a nivel nacional no ocurría hacía mucho tiempo. Peor con la complicación de las fiestas de navidad y año nuevo, donde estas tuvieron que parar.

La derecha y la policía no entiende -o no quiere entender- cómo se puede sostener una protesta tanto tiempo. Buscan financistas, manos oscuras, lazos ocultos. En realidad, su accionar sangriento y su obstinación ciega han sido los principales motores de la movilización.

En estos días, muchas personas me han comentado con desazón que llevamos dos meses de protestas y Dina Boluarte aún no renuncia. Y es cierto. Pero mi primera reacción es juzgar mi usual pesimismo y preguntar en voz alta cosas que me pregunto yo también: ¿a inicios de enero, esperabas que las protestas se mantuviesen fuertes todo el mes? Cuando la Toma de Lima terminó con Dina Boluarte hablando victoriosa y con la policía lanzando gases lacrimógenos hasta medianoche, cuando intervinieron San Marcos dos días después de forma arbitraria, ¿sospechabas que las siguientes marchas iban a ser gigantes, que la solidaridad se iba a organizar y volverse mucho mayor, que dos semanas después iban a estar aún más acorralados, como las ratas que enfrentan la muerte con las patas hacia arriba?

La solidaridad también ha ido aumentando de manera sostenida. Al inicio, la protesta -que llegaba a Lima en buses, que llegaba a Lima a pie- recibió ayuda y apoyo, sí, pero este ha ido creciendo con el pasar de los días. Alimentos, bebidas, médicos, abogados, frazadas, medicamentos.

¿La posible razón? No solo la obstinación de Boluarte, sino también la respuesta brutal y abusiva de la policía. El abuso intimida, pero también puede movilizar. Defender al prójimo aun sin conocerlo. Sacar la cara por él. Sostenerlo. No porque te pague una organización extranjera, sino porque es injusto lo que le hacen. Es injusto que la policía te mate con una bomba lacrimógena lanzada a la cabeza, como ocurrió el 28 de enero en la avenida Abancay, en Lima. Es injusto que te lancen 36 perdigonazos por la espalda a 5 metros de distancia y te dejen al borde de la muerte, como ocurrió el 11 de enero en la avenida 28 de julio, en Cusco. Es injusto que te detengan 48 horas sin ninguna acusación y te dejen la pierna verde a punta de varazos o que te hagan arrodillarte desnuda para ver “si hay droga”, como ocurrió en las sedes de la DIRCOTE y la DIRINCRI el 21 de enero.

Y es injusto que las únicas respuestas de los responsables políticos, Dina Boluarte y Alberto Otárola, sea el blindaje, el elogio, el aplauso a los que cometen el abuso. Y es injusto que la gran prensa impresa y televisiva prefiera hacer caso a sus miedos y escoger, en lugar de informar de manera imparcial, tomar parte por el más fuerte y sesgar cada que puede toda noticia que le venga.


Aimaras llegan a Lima para unirse a protesta nacional

Y toda esa injusticia hace que te duela un poco la cabeza, que te hierva un poco la sangre. Te moviliza de varias formas. Y eso también hace que la protesta se sostenga.

Aún no sabemos el resultado final de todo esto. ¿Renunciará finalmente Dina Boluarte? ¿El Congreso adelantará elecciones para este año? ¿Habrá un referéndum para una Asamblea Constituyente? No oculto mis intenciones: ojalá se den, al menos, dos de estas tres demandas. Pero una idea me viene rondando hace días y es que, a pesar de todo, uno ha aprendido a la fuerza el valor de la organización. Al menos de un mínimo de ella. Todo en el Perú es desorganizado, por pequeño y por costoso, pero de a poco -y con tiempo- alguna organización se ha ido formando. Se ha ido conociendo gente, creando lazos, descubriendo intereses comunes. En suma, ganando fuerza y experiencia. Y esa experiencia no debe perderse.

Al final de la Cantata de Santa María de Iquique, que relata la historia de una matanza de más de dos mil obreros en 1907, el grupo chileno Quilapayún canta que quizás mañana o pasado, o bien en un tiempo más, “la historia que han escuchado de nuevo sucederá”. El abuso volverá. Dina Boluarte no es nueva en nuestra historia: es un Merino mejor hecho, una Odría con internet, una Sánchez Cerro sin galones. Es un remedo de males anteriores. La única manera de evitarlo, o enfrentarlo, es estar preparado. Que lo aprendido y logrado hasta ahora no se esfume. Y si quieren esclavizarnos, jamás lo podrán lograr.  

viernes, 3 de febrero de 2023

HISTORIA DE LAS LUCHAS CAMPESINAS EN PUNO

 WANCHO LIMA

EN LA MEMORIA DE LOS HUANCANEÑOS

Fernando Chuquipiunta Machaca

La llamada sublevación campesina de Wancho Lima, fue registrada por José Carlos Mariátegui, Jorge Basadre, Wilfredo Kapsoli, Manuel Scorza, Pablo Macera, José Tamayo Herrera, Teobaldo Loayza Obando, Augusto Ramos Zambrano y José Luis Rénique. La frondosa documentación data de la época de los mensajeros, quienes viajaron a Lima para reclamar al presidente Manuel Gonzáles Candamo, acerca de los abusos de los gamonales de Huancané contra los campesinos quechuas y aymaras.

Debido al liderazgo de Carlos Condorena Yujra, llamado también Carlosín Condorena, cuyo verdadero nombre era Carlos Condori Yujra, es que se formó un grupo de personas decididas a acabar con el gamonalismo en el departamento de Puno. Evaristo Corimayhua Carcasi, Mariano Luque Corimayhua, Pedro Nina Cutipa Corimayhua, Melchor Cutipa Luque, Antonio Francisco Luque Luque, Mariano Mercedes Pacco Mamani y Rita Puma, se convirtieron en líderes de un movimiento que, además, se propusieron establecer una educación bilingüe, como recuperar las tierras arrebatadas por los gamonales a las comunidades campesinas.

En un principio contaron con la simpatía del presidente Augusto Bernandino Leguía y Salcedo, quien auspiciaba desde el gobierno un indigenismo oficial y subalterno. Los dirigentes de Huancho decidieron entonces, construir una ciudad con los mismos planos urbanos de Lima y le pusieron el nombre de Huancho Lima, capital de la República Aymara Tahuantisuyana y lugar emblemático de la reivindicación de los derechos ciudadanos de la cultura aymara. Construyeron locales para ministerios, escuelas, mercados, calles y avenidas.

Todo estaba decidido para atacar a Huancané y diezmar a la población. Pero ese hecho fue impedido por las lluvias que provocaron que el río Huancané creciera, arrastrando muchas balsas llenas de personas. El domingo 16 de diciembre de 1923, a las 10 de la mañana, muchas personas murieron a causa de las balas de fusiles y ametralladoras, también se produjo un gran incendio de todas las casas de Huancho.

Nunca se supo cuántos muertos hubo. El éxodo fue enrome y ese acontecimiento ha sido registrado magistralmente por el escritor huancaneño José Luis Ayala Olazával, quien ha publicado: Wancho Lima (cronivela), Yo fui canillita de José Carlos Mariátegui. (Auto) biografía de Mariano Larico Yujra (testimonio), Fusilamiento y resurrección de Mariano Paqo (novela corta), Celebración cósmica de Rita Puma (poesía), El presidente Carlos Condorena Yujra (historia) y Saturnino Corimayhua. Testimonio de lucha de un campesino del siglo XX (entrevista).

Además, sin la contribución de Vicente y Julio Mendoza Díaz, Leonidas Cuentas Gamarra, Juan Luis Ayala Loayza, Felipe Sánchez Huanca, Augusto Ramos Zambrano, Leoncio Mamani Coaquira, Julio Volodia Mendoza Aparicio, pero especialmente de José Luis Ayala Olazával, sin duda que se hubiera perdido tanta información histórica. Las nuevas generaciones tienen derecho a conocer el pasado para que no se repitan los mismos errores. Finalmente, no hay pueblo sin historia porque sin ella no es posible, edificar un futuro distinto al oprobioso pasado que se ha vivido.

HÉCTOR BÉJAR : LAS RAÍCES DEL CONFLICTO EN PERÚ

 RACISMO "ACEPTADO Y VISIBLE"

RUSIA TODAY 3 feb 2023

Según manifiesta este catedrático, la discriminación en el país suramericano tiene sus orígenes en la época colonial.

Tras casi dos meses de profundización de la crisis que vive Perú, producto de la destitución del expresidente Pedro Castillo, varios sectores tradicionalmente invisibilizados del sur del país han llegado hasta Lima para protestar y exigir la destitución de la mandataria Dina Boluarte, la disolución del Congreso y el llamado a una Asamblea Constituyente.

Aimaras  en Lima

Los manifestantes, que provienen de distintos sectores populares e indígenas del país, han sido atacados con muestras de racismo y discriminación por las capas más conservadoras del país, que desconocen el germen de las exigencias de orden político y social. La estrategia para intentar deslegitimar sus demandas no es nueva: relacionar a los descontentos con el terrorismo y factores externos desestabilizadores.

Frente a esa realidad, el programa ¡Ahí les va! de RT entrevistó al excanciller y catedrático peruano Héctor Béjar para conocer cuál es el origen del racismo que se manifiesta en las clases privilegiadas en contra de los sectores conformados por campesinos e indígenas.


Colonia y república

Para Béjar hay un "racismo aceptado" y "visible", que forma parte de la vida nacional y que está en las entrañas de la organización social peruana. "Ese es mucho más difícil de combatir y creo que va a pasar un tiempo bastante largo antes de que sea superado en Perú", aseveró.

Recordó que desde su origen, la discriminación estuvo relacionada con las diferencias de clase. "Hay que tener en cuenta que hemos vivido 300 años de régimen colonial y 200 años de republicano".

Como ejemplo de esa segregación, se refirió a la separación que se instauró en la organización social colonial. De un lado quienes tenían "sangre española" y del otro "los que tenían sangre indígena".

"Por ejemplo, para ser médico, abogado, funcionario del Estado colonial se tenía que demostrar pureza de sangre, a través de los antepasados", expone.

Posteriormente, esas clasificaciones quedaron "fuertemente clavadas en el corazón de la república" y no se permitió que los indígenas tuvieran cargos en las instituciones nacientes. 

"Esa gente, que había hecho revoluciones, que se había sublevado y que tenía pleno derecho a participar en la nueva república, no fue aceptada ni llamada" para formar parte del Estado.

El racismo actual

"El racismo es esencial en la crisis que atraviesa Perú y se ha puesto de manifiesto en la actuación de la clase política, las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación", afirma el intelectual.

Explica que, para entenderlo en su esencia, debe concebirse como el desconocimiento del otro, del que se crea una imagen distorsionada "que no corresponde a la verdad".

"Los racistas peruanos que han pasado por universidades extranjeras, tienen puestos públicos, son jefes del Ejército o de la Marina, todavía conservan una imagen del pasado, del indio sucio, analfabeto y pobre, cubierto de andrajos, consecuencia de la explotación de los terratenientes", asevera.

El escritor se refiere a la realidad actual de las comunidades indígenas que se rigen bajo principios de organización comunitaria y que han dispuesto de los medios necesarios para movilizarse a la capital peruana y participar en las protestas.

Los sectores políticos de la derecha y la prensa les han acuñado todo tipo de calificativos que van desde "terroristas", vándalos financiados por Bolivia o por el narcotráfico, entre otros, con el objetivo de deslegitimar sus peticiones, que también son de índole política.

El sociólogo asevera que en esa realidad distorsionada que manejan, producto de su racismo, desconocen que en todos estos años algunos miembros de las comunidades indígenas han logrado acceder a la educación universitaria y han conformado también "una clase media que no es aceptada como tal", puesto que siguen siendo vistos como una 'raza inferior semisalvaje'.

Bajo su punto de vista, esta realidad explica que las demandas de los manifestantes, además de los tradicionales reclamos locales, tengan una "agenda claramente política".

Para el catedrático, aún existe una mezcla entre "profundo racismo" y clasismo, como ocurrió en la Colonia, que viene del 'establishment', compuesto por altos fiscales, jueces supremos, jueces constitucionales, altos funcionarios del Estado, jefes del Ejército y la Marina.

Según sostiene, de estos grupos hay pequeños sectores reaccionarios que se inclinan por la vía de la violencia y "usan abusivamente al Ejército y a la Policía" para reprimir a los manifestantes. ֎


Vilquechiqueños. Marchando hacia nuevos destinos


EL LAGO TITICACA ES "LAGO AMENAZADO DEL AÑO 2023"

 JOYA SUCIA DE LOS ANDES

En: livinglakes.org  febrero 2, 2023

El hecho de que los visitantes puedan quedarse sin aliento en sus orillas no solo se debe a las impresionantes dimensiones de este cuerpo de agua: el lago Titicaca, en la frontera de Perú y Bolivia, tiene de hecho 190 km de largo y 80 km de ancho. Además de ser el punto geográfico más destacado de la meseta del Altiplano sudamericano, también se encuentra a una altitud de más de 3.800 metros. El lago, como reservorio de agua dulce, es de importancia existencial para la gente de las tierras altas andinas peruano-bolivianas. Además, representa el caladero de mayor importancia para las personas que viven a lo largo de sus costas. Los miembros del pueblo indígena uru tejen sus barcos, casas e incluso las islas artificiales en las que viven de las cañas especiales que crecen a lo largo de sus costas.

Este tesoro de la naturaleza ha estado bajo presión durante años, y la situación está llegando a un punto crítico: 2,5 metros cúbicos de aguas residuales producidas por las poblaciones peruanas y bolivianas fluyen hacia el lago cada segundo, y muchas especies de peces ya han desaparecido para siempre. Por lo tanto, la fundación ambiental internacional Global Nature Fund (GNF) y la red mundial de lagos Living Lakes, que coordina, otorgan al lago Titicaca su título de "Lago amenazado del año" en el Día Mundial de los Humedales de hoy, por segunda vez en once años.

Por segunda vez un título discutible, porque la catástrofe es inminente

El biólogo Dr. Thomas Schaefer, quien está a cargo de las unidades de Conservación de la Naturaleza y Lagos Vivos en GNF, explica la reciente nominación: "En el caso del lago Titicaca, la importancia del cuerpo de agua para las personas que viven con y de él y su explotación ecológica están en una desproporción particularmente flagrante. Cerca de dos millones de peruanos y bolivianos viven en la cuenca de este lago gigante y dependen de él como reservorio de agua potable. Sin embargo, una gran parte de las aguas residuales de la región fluyen sin tratar directamente al lago , por ejemplo, desde las grandes ciudades de Puno y Juliaca en Perú y desde El Alto en Bolivia. Además, hay pesticidas de la agricultura y aguas residuales contaminadas con metales pesados de la minería parcialmente ilegal en la región. Las consecuencias son drásticas y pueden ser oídas por todos: apesta en algunas de las orillas del lago, y esa es solo la consecuencia más obvia de una catástrofe ecológica inminente de la que una gran parte de la biodiversidad del lago ya ha sido víctima".

Durante la 16ª Conferencia de Living Lakes en diciembre de 2022, 60 representantes internacionales de la red internacional Living Lakes pudieron obtener una impresión actualizada de la situación en el sitio. Juan José Ocola Salazar, presidente de la organización peruano-boliviana de protección ambiental ALT (Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca), agrega: "La situación ha empeorado más que mejorado desde 2012, lo que se debe a la creciente presión antropogénica sobre la calidad del agua. Por lo tanto, este título renovado es una llamada de atención final: si nada sucede ahora, el agua del lago a largo plazo solo podría ser utilizable como agua potable para los habitantes dentro de sus orillas en condiciones muy difíciles. Y entonces tendríamos que decir adiós para siempre a especies como la rana gigante del Titicaca en peligro de extinción".

 

Juntos por el cambio: Lo que ALT, CEDAS y GNF quieren mover en el lago

Como socios de la red Living Lakes, GNF, ALT y la organización peruana de conservación CEDAS (Centro de Desarrollo Ambiental y Social) se esfuerzan por revertir la espiral descendente: las campañas de educación ambiental deben sensibilizar a la población regional en el área de captación sobre la importancia del lago y su valor de protección. ALT, como organización supranacional, está trabajando para reunir a representantes de ambos países ribereños alrededor de la mesa para implementar medidas y programas para conservar, controlar y proteger los recursos hídricos e hidrobiológicos del lago Titicaca.

Porvenir incierto


"Necesitamos ver claramente que el tiempo de las declaraciones de intenciones ha terminado y que se necesitan esfuerzos masivos para proteger el lago", dijo el
 Dr. Schaefer. "Es por eso que estamos trabajando con nuestros socios para alentar tanto a la población local a comportarse de una manera más respetuosa con el medio ambiente como a las autoridades y los responsables de la toma de decisiones a diseñar un marco regulatorio cuyo cumplimiento sea realmente monitoreado y cuya violación sea sancionada. El hecho de que haya habido disturbios en Perú durante algún tiempo no facilita la situación , pero es necesario tener en cuenta los problemas ecológicos incluso en tiempos políticamente difíciles". ֎

OPINION: COMENTANDO LA SITUACIÒN POLITICA ACTUAL DEL PERU

LA MADRE DEL OTORONGO

César Hildebrandt

Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 621, 3FEB23

H

emos tenido seis presidentes en cinco años.

Primero fue Kuczynski, ciudadano estadouniden­se, lobista de sí mismo, que prefirió los negocios, como había hecho siempre (desde el día en que le mandó pagar a la IPC expropiada por los militares). Claro que no le habría pasado lo que le pasó si Keiko Fujimori, heredera del herpes político que el Perú padece hace más de tres décadas, no le hubiese bajado el pulgar.

Después fue Vizcarra, que tenía aspecto de tecnócrata regional pero que escondía las más variadas mañas subalternas. Pobre. Se vacunó a escondidas contra el covid pero contrajo la viruela. Es un borradito más del elenco.

Le siguió un espejismo del desierto de Sechura. Se llamaba Merino de Lama y fingió estar en Palacio, vestido de sábana, durante tres días. Su primer ministro fue el gato con botas (militares). Dos muertes lo extrajeron de aquella ilusión. Al­guien dijo una vez que Merino de Lama fue nuestro Pipino el Breve. Gran error: el rey franco tuvo un reinado de 17 años y fue el padre de Carlomagno. Merino de Lama fue el papi de ‘los niños” y su gobierno duró lo que un documental pesado de Netflix.

Después de tan pintoresco personaje llegó Sagasti, que se tapaba el cogote de vejete con un pañuelo y que recitó a Vallejo el día de su investidura. No lo hizo mal, pero quiso, al final, atribuirse más méritos de los logrados. Ahora está en un buen puesto internacional, que eso es lo suyo.

Hasta que llegamos al 2021. La derecha se empecinó en una nueva fragmentación y de resultas de ello volvió el fujimorismo a ofrecer su menú de orden, progreso y cutra a la Yakuza. De eso se aprovechó un hombre ralo que había estado cerca del toledismo, cerquísima del Conare-Movadef y aún más cerca, sucesivamente, de Vladimir Cerrón. Como Cerrón no podía postular a la presidencia por su condición de judiciable crónico, vio en Castillo al testaferro perfecto. Resultó después, sin embargo, que la marioneta rompió las cuerdas y se independizó. ¡Pinocho se fue a Sicilia-Sarratea y allí aprendió cosas remalas! ¡Geppetto se quedó sin hijo!

Algún día vendrá la calma y alguien podrá valorar en su cabal dimensión el hecho de que un país que se jacta de haber sido culto haya tenido que escoger, en el año de su bicentenario, entre la hija de un ladrón y asesino y un señor que, viniendo de la izquierda, tenía vocación por lo ajeno y amor por las comisiones del gasto público.

La señora perdía por tercera vez, para despecho de la derecha que la bancò, y el señor obtuvo un poder que jamás soñó tener. La guerra se libró entre un Congreso otra vez erizado y un gobierno que aun antes de los robos había sido declarado maldito por la gran prensa y la guardia republicana del statu quo.

Finalmente, alucinado por alguna ayahuasca, Castillo dio un golpe de estado macondiano mientras las mariposas amarillas inunda­ban el palacio donde a Pizarro le rasgaron el gaznate. Fue dictador omnipotente por hora y treinta minutos y terminó en una covacha policial después de que se le impidiera asilarse en la embajada de México. Castillo empezó como un personaje de Rulfo y terminó en los cuadernos de marcas mundiales de Ripley.

De modo que llegó al poder su segunda, la señora que se había declarado marxista y sumisa a la idea de una revolución. Para llegar a ser consagrada por el congreso, claro, se había deshecho de todo el equipaje doctrinario y se había presentado con su mandil, su plumero y su cofia. ¡María del Carmen Alva casi la contrata!

Chillico y su Otorongo
Ahora, después de sesenta y pico de muertes, la señora se siente irrenunciable y habla victorianamente. Y mientras escribo estas líneas, el congreso discute no sé qué proyecto de adelanto de elecciones. No es un debate ideológico ni principista sino un intercambio de abogadeces, de naderías notariales, de heces forenses. No sé qué saldrá de esta tarde ya vista y oída. Lo que sí sé es que lo que salga no calmará al país.

Seis presidentes en cinco años. ¿Y los anteriores?

El presidente que mandó a redactar la Constitución que hoy es motivo de confrontación social está condenado a 25 años de prisión. El señor Toledo es un extraditable en regla. El señor García huyó radicalmente para no caer preso. El señor Humala, el inolvidable Cosito, está enjuiciado por recibir dinero sucio para dos campañas eleccionarias.

La derecha nos decía que íbamos bien, que la OCDE nos esperaba con los brazos abiertos, que gracias al neoliberalismo la pobreza había prometido desaparecer, con sus chancletas y sus uñas sucias, en los próximos años.

Pero llegó la pandemia y nos calateó. Lo que éramos era un país donde la muerte, siempre oportunista, puso su pezuña e izó bandera negra. No teníamos hospita­les, camas de urgencias, oxígeno, ambulancias. Eso éramos. La pandemia nos puso en nuestro sitio. El viejo cuento de la derecha volvió a caerse. Igual que la era del guano, la prosperidad del salitre, el sueño del caucho, el paraíso del oro y el cobre. Igual que ‘la república aristocrática”, “el siglo de Leguía”, “los diez años del milagro fujimorista”. Éramos unos pobres diablos con un Mercedes prestado.

Tenemos un país sin congreso legítimo, sin Eje­cutivo aceptable, sin partidos políticos, sin prensa independiente, con calles rugientes y violentos que han visto la oportunidad de cobrarse algunas de las revanchas guardadas por treinta años. Ni fútbol tenemos por ahora.

¿No es esta una crisis sistémica? Claro que lo es. Y en esta tormenta perfecta lo único que se les ocurre a los tories de cartón de nuestra aldea es amenazar a quien se le ocurra cambiar la constitución. Pero no se crea que les preocupa el marco jurídico de la civilización occidental que pueda estar en riesgo. Lo único que los hace sudar es el capítulo económico de aquel engendro salido de una dictadura corrompida hasta el tuétano. Porque gracias a esas páginas sacralizadas por el vocerío reaccionario, lo privado es divino y el Estado no existe, excepto para poner guardias o soldados cuan­do la cholería se empodere. Con esas páginas ningún país europeo podría haber soñado con construir ni siquiera un remedo del estado del bienestar. Esa es la constitución que rigió, como salida de una zarza ardiente, cuando vino el covid y nos devolvió la imagen de país subsahariano que nos negábamos a ver. Esa es la madre del otorongo.

La calle ya no cree en la santidad de la contribución fujimorista. La calle cree, más bien, que esa constitución está vieja y tiene malos hábitos de vientre. ֎ 

miércoles, 1 de febrero de 2023

OPINION: HECHOS DE LA COYUNTURA

PROTESTA LEGÍTIMA

Escribe: Milciades Ruiz

Hemos emitido juicios sobre el movimiento social de protesta que aqueja al país en estos días, interpretándola desde nuestra perspectiva política, toda vez que las características del suceso son atípicas. No tiene orientación ideológica común, ni plataforma política. Pero entonces, ¿Qué, es lo que mueve a actuar de la misma manera en diversas regiones a la vez? Al respecto, va la siguiente nota.

La explosión social, es un producto del sistema, como hay otros, generados por las condiciones del modelo republicano vigente. Es la respuesta a la presión de la maquinaria del neoliberalismo. Su estallido puede haber sido circunstancial, pero su fermentación viene desde muy atrás. Por ello, juzgar los hechos por sus resultados y no por las causas, quizá no sea lo más apropiado.

Tenemos hábitos de raciocinio muy esquemáticos. En la izquierda se piensa que todo es culpa de la extrema derecha, y en el campo opuesto se piensa que todo es culpa de la extrema izquierda. De este esquema no salen, porque no tienen otra manera de pensar. Lo mismo sucede con quienes solo piensan en términos de burguesía y proletariado, que, en este caso, no encaja.

Pero el materialismo dialéctico, que es el eje de todas las ciencias, nos provee de muchos instrumentos de análisis. Sabemos que todo en la vida y en el universo, se desarrolla por antagonismo bipolar, como la electricidad, el bien y el mal, la vida y la muerte, etc. La sabiduría popular advierte: “Siembra vientos y cosecharás tempestades”

Nuestra historia es una larga sucesión de antagonismos bipolares, pues cada situación genera su contrario que finalmente lo supera, como lo viejo y lo nuevo. La conquista española generó el sentimiento antiespañol entre los dominados. El bloqueo contra Cuba genera un rechazo anti norteamericano y la expoliación a países pobres causa migración hacia los países depredadores.

Porque no hay acción sin reacción, la bipolaridad está en nuestro organismo. También en la mentalidad que procesa nuestro cerebro. Los impactos que recibimos, nos hacen reaccionar de distinta manera según nuestra predisposición. Si no conseguimos nuestras aspiraciones legítimas, nos invade un sentimiento de frustración que puede tornarse hostil.

Por ello, pienso que en esta protesta masiva hay un componente neurológico que deberíamos tomar en cuenta. La frustración es una respuesta del organismo, desencadenada por una decepción. En el caso de personas socialmente excluidas presentan reacciones de depresión, ansiedad, desamparo como lo señalan numerosos estudios. (Williams, Cheung & Choi, 2000; Eisemberger, Jarcho, Lieberman & Nalebuff, 2006). Pero si se agrupan en grandes colectividades dan rienda suelta a sus iras.

Es frecuente ver la frustración grupal entre quienes comparten las barras deportivas cuya disconformidad llega a ser violenta. Para el psicoanálisis, la conducta agresiva es resultado de un impulso interno del organismo, que se activa cuando a este, se le impide conseguir la meta que pretende alcanzar. Si el estado emocional es intenso en estos colectivos, lo más probable es que lleguen a la violencia.

La colectividad peruana se siente traicionada por una falsa democracia y ha perdido la fe en los mecanismos republicanos. Repudia el sistema electoral, a los partidos políticos, a los organismos públicos y culpa al estado de todas sus frustraciones. Las mayorías no se sienten representados por los parlamentarios ni por los políticos. No ven al estado no como un amparo, sino como una negación a sus aspiraciones legítimas. Por eso, los insurrectos apedrean todo lo que signifique estado.

La pérdida de fe en el sistema político lo podemos ver en las cifras electorales oficiales. La gran mayoría de electores no ha podido pasar del nivel de educación secundaria. Eso no es justo. No es lo que se aspira, pero al régimen, eso no le importa. Entonces, la frustración genera descontento que se acumula con otros de la misma causa.



En las elecciones parlamentarias de 1980, hubo 712,796 votos nulos, 403,248 votos en blanco y un ausentismo de 1´173,404 electores. En el 2021, los votos nulos subieron a 2´737 099 nulos, 2´126,712 en blanco y un ausentismo de 7´565,223. El total, de estos tres rubros en las elecciones del 2921, suman 12´429,034, cifra casi igual al número de votos válidos 12´858,829. ¿No es esto, una señal clara de disconformidad con el régimen electoral vigente?

Los más perjudicados por el deterioro del sistema son los jóvenes que constituyen la mayoría nacional. Los hemos visto que no reparan en los riesgos de la violencia y muchos de ellos terminan perdiendo la vida. Son jóvenes sin un futuro satisfactorio, como también, gran cantidad de peruanos frustrados por un sistema que los anula. El denominador común de las protestas en zonas distantes tiene este componente generacional en gran parte.

Pero es toda la población la que se siente decepcionada por el sistema republicano vigente, pues no responde a lo que uno espera de su país. Veamos otra respuesta social en el siguiente cuadro oficial.



En las encuestas nacionales de hogares que ejecuta el INEI cada año, solo un tercio de la población está conforme con el sistema político, en tanto que dos tercios no.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática-Encuesta Nacional de Hogares.

Si el pueblo se manifiesta de esta manera y nunca se le toma en cuenta; si gasta tiempo, dinero y energías reclamando de manera formal e informal, pero es ignorado, ¿Qué le queda? Ahora mismo, hipócritamente dicen los políticos: Sí, está bien, ¡Que renuncie la presidenta!, ¡Elecciones adelantadas! ¡Dialoguemos! Pero solo es un caramelo para contentar a los enojados.

El problema no es de personas. El meollo está en el sistema político y mientras eso no se cambie, el problema se mantendrá latente, sin resolver. Con el sistema vigente, tampoco es viable una nueva constitución creyendo que allí, está la solución. Una constitución popular solo es factible si se cuenta en su aprobación con una representación mayoritaria que la garantice.

Finalmente debo decir que, si las causas de este estallido social son estructurales, lo que corresponde entonces es reformar la estructura republicana. Siendo así, habría que pensar en las alternativas para la refundación de una nueva república, acorde con las exigencias de nuestra época. Salvo mejor parecer.

31/01/2023




 

OPINION: ACERCA DE LA HISTORIA ACTUAL QUE VIVE EL PERU

NUEVO GOBIERNO o

NUEVA CONSTITUCIÓN

Rudecindo Vega

Diario UNO 29ENE23

E

l Perú desea y necesi­ta un nuevo gobierno, no hay duda alguna, existe consenso político nacio­nal para que ello suceda, gobierno y oposición, derechas e izquierdas, han acordado y votado por recortar el mandato presidencial y congresal y adelantar las elecciones. Lo que se debate es la du­ración de este gobierno de salida, diciembre del 2023 o julio del 2024 y; el mo­mento de las elecciones abril del 2024 (aprobado en primera legislatura) u octubre del 2023 (lo que debate hoy en el congre­so).

Tener nuevo gobier­no es logro de la protesta ciudadana que, peligrosa­mente, aún no se concreta y, mientras no suceda, las calles se seguirán tiñendo de sangre, la economía estancada y el empleo nacio­nal irá en picada. Nuestros gobernantes, ejecutivo y congreso, incluso la opo­sición, han puesto al país en último plano, detrás de sus intereses personales y grupales. La torpeza o angurria política, lamen­tablemente, puede poner en riesgo la concreción de este acuerdo político exis­tente en el país.

Postergaciones sucesivas, dilatan la atención a las demandas populares

Existen 2 maneras de concretar este acuerdo político: una renuncia presidencial que obligue otro gobierno congresal que convoque elecciones en cuatro meses y nuevo gobierno en ocho meses y; otra, el acuerdo congresal de ratificar el adelanto de las elecciones para octubre de este año con cam­bio de mando en diciem­bre o elecciones en abril del 2024 con cambio de mando en julio del 2024. La presidente y, sobre todo, su premier, han reiterado que no habrá renuncia y; el congreso, entre claridades repentinas y oscuridades prolongadas, al ritmo de un trompo gira y gira en­sombreciendo cualquier tipo de alternativa, la que ellos acuerden, pue­de estropear mucho más la salida.

La renuncia presiden­cial sería la salida más rá­pida y directa y el mayor bálsamo para la protesta social, además depende, en concreto, únicamente de la presidente Dina Boluarte; por deseo, temor, o presión no lo ha hecho pero tampoco es un signo sellado de que no lo haga. El deseo de mantenerse en el gobierno y el temor de ser encarcelada pue­den ser mecanismos de sobrevivencia guberna­mental, pero la presión social, política y econó­mica provenientes del baño de sangre nacional y el estancamiento econó­mico son una tenaza que tritura cualquier deseo o cálculo personal o gubernamental.

Los cuatro pilares del gobierno de Boluarte son convenidos, nada sólidos: Las bancadas oficialistas paulatinamente le quita­rán apoyo mientras vean que les quita opciones electorales futuras; la gran prensa cambiará de men­saje cuando vea su futuro empresarial comprometi­do; la gran empresa, sin visión de país, vira cuando padece el estancamiento económico y; el respaldo militar durará hasta que vean al propio gobierno como otro generador de desorden. La renuncia presidencial es un tema permanentemente abier­to, que mientras más se niega, es clarinada de cercanía y certeza. Mejor sería verlo y tratarlo como un gobierno de salida, en transferencia, más que de transición.

La aprobación del ade­lanto de elecciones en el congreso es un albur a ex­pensas de la discapacidad congresal, dependemos de individualismos y "grupetes", uno más mezquino que otro, lo que acuerden, puede ser más peligroso a lo que padecemos, solo un "chiripazo" podría produ­cir algo mejor.

El congre­so, por angurria, pesetea mayores días, semanas y meses para quedarse y; es cierto también, que la ne­gociación y cubileteo entre torpezas políticas puede enredar las salidas polí­ticas hasta hacerla invia­bles. El debate para ade­lantar elecciones a octubre del 2023, enmendando lo de abril del 2024 es claro ejemplo, la angurria por parte de las "bancadas de izquierda" viene envuelta de mezquindad nacional y oportunismo político; votaron para adelantar elecciones al 2024 sin exigir asamblea consti­tuyente y; ahora, que la ciudadanía exige adelanto al 2023 sujetan su voto a un referéndum sobre dicha asamblea constituyente.

Tiene los argumentos
Esa situación se refleja en la votación congresal de este viernes, las "ban­cadas de izquierda" Perú Libre, Bloque Magisterial, Perú Bicentenario y Perú Democrático votaron en bloque contra el adelanto de elecciones al 2023 junto con las bancadas de dere­cha Acción Popular, Avanza País, Renovación Popular y el apoyo dividido de Somos Perú y Podemos Perú. Los votos a favor juntaron, curiosamente también, Cam­bio Democrático-JPP con el fujimorismo, APPy votos de AP, SP, PP y no agrupa­dos. Por eso insistimos, en el congreso, en su fiesta en trompo, cualquier cosa puede resultar, siempre algo más perjudicial que beneficioso para el país.

La ciudadanía quiere nuevo gobierno más que nueva constitución, quiere salir de la crisis con urgen­cia y que se larguen todos rápido; exigir asamblea constituyente en este mo­mento, con este congreso y esta enorme división y fragmentación nacionales una gran "pendejada", una gigantesca mezquindad o brutal estrechez política.

Hemos escrito harto sobre la necesidad peruana de revisar el pacto político im­puesto en los 90 y propiciar una nueva constitución, seguimos firmes en esa apuesta, pero debe ser la labor del nuevo gobierno y no de estos impresenta­bles que tenemos de sali­da. Lo peor de todo, es que esta "salida congresal", depende del congreso y, de no haber acuerdo estos días, no aprobar el adelan­to de elecciones al 2023 ni ratificarse el 2024, el fatal mensaje es que se quedan hasta el 2026, es bañar de combustible a nuestro país que está en llamas. No tendremos nuevo gobierno ni nueva constitución. Por angurria, torpeza o mezquindad es incendiar el país.

La presidente Dina Boluarte tiene la "llave maestra", en un acto de dignidad, con su renun­cia, siempre puede forzar el adelanto de elecciones, obligaría al congreso, pre­via renovación de su direc­tiva, asumir la presidencia de la república, convocar a elecciones y darnos un periodo de sosiego y sere­nidad para elegir, ojalá con breves ajustes normativos y en una mejorada oferta electoral, al nuevo gobier­no y congreso. La gran protesta nacional, deberá exigir a los partidos mejo­rar sus filtros para evitar proponer delincuentes e incapaces de candidatos; a las autoridades electo­rales cumplir, de oficio y sin sacar el cuerpo, su rol de depurar las listas de delincuentes y; a los ciudadanos, nos toca, la gran responsabilidad de votar más y mejor.

A los peruanos debe quedarnos claro que esta salida, es sólo ello, una puerta de salida, no es el camino largo y profundo, de cambio en democracia, que necesitamos para re­solver esta larga y profun­da crisis que nos agobia. Hace 200 años nuestra lucha por la independen­cia fue partera de nuestra república independiente, nuestro "somos libres"; que esta crisis de nuestro bicentenario sea partera de un Perú más justo y democrático, nuestro "seámoslo siempre". <:>

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NOTA DEL DIFUSOR: En la tarde de hoy 1 de febrero de 2023, por 68 contra 54 votos se rechazó en el Congreso el texto sustitutorio presentado por el fujimorista Nano García, presidente de la Comisión de Constitución y Reglamento. En dicho dictamen se alargan plazos para la vigencia de los actuales congresistas y se excluye la consulta sobre Asamblea Constituyente. Fue una derrota no solo personal sino de la bancada a la que pertenece, una derrota del fujimorismo y adláteres más cercanos. Mañana se continuará con la sesión de Pleno y debatirá el dictamen en minoría que oportunamente presentó el congresista Quinto de Perú Libre, que precisa la fecha de elecciones en octubre proximo con cambio de autoridades en diciembre y se consigna el referéndum para que el pueblo opine si se convoca a Asamblea Constituyente. 

martes, 31 de enero de 2023

CONTINUA PARO TOTAL EN PUNO

 Escribe: Liliana Quinto Laguna.

El día de hoy (30 enero) volvieron a cerrarse los establecimientos de Puno, capital de departamento. En los últimos días  se notó el incremento en algunos precios de productos de primera necesidad. No circula transporte público y continúan los bloqueos en las entradas de Puno y en diferentes provincias y distritos. Desde tempranas horas de la mañana, agrupaciones barriales, maestros, estudiantes, diferentes organizaciones hicieron escuchar sus protestas por diversas arterias de la ciudad, para luego concentrarse en la Plaza Mayor, para seguir con las peticiones: renuncia de la presidenta Dina Boluarte, cierre del Congreso y nueva Constitución.

Otros denotaron el dolor que traen las muertes, que dejan viudas y niños en orfandad, sumiendo en tristeza a familias peruanas. De igual manera, en algunas ciudades como Juliaca, hoy salieron a realizar sus respectivas marchas, lo mismo ocurrió en Yunguyo, El Collao, Rosaspata, entre varias zonas más. 

Cabe destacar que la presidenta refirió que si el Congreso no acuerda hoy, adelantar elecciones, el ejecutivo presentará dos proyectos de ley para que ella y los congresistas dejen el poder. La primera iniciativa sería para que las elecciones se realicen este año "indefectiblemente".  El segundo proyecto es para que el próximo parlamento otorgue facultades a la Comisión de Constitución para la reforma total de la Carta Magna de 1993. Lo que se definiría vía Referéndum. 

Según lo manifestado por la presidenta, se puede observar una tenue luz al final de este túnel, plagado de dolor, lágrimas y sangre inocente, cuyo máximo error ha sido hacer escuchar su voz de protesta ante lo que considera un mal manejo de la cosa pública.

Urge la Revisión de Contratos, especialmente mineros y de otras concesiones. Antaño se denunciaba el incumplimiento del pago de impuestos por varias empresas que actualmente adeudan al Estado peruano y hasta hoy no cumplen con lo establecido. Qué hay detrás de los Contratos con empresas privadas que se llevan nuestros recursos generando notable desigualdad en la repartición de utilidades, siendo un 80 por ciento para ellas y un 20 por ciento para el Perú, lo cual en nada favorece a nuestra patria. Por ello urge la revisión de los llamados contratos-ley. Que verdaderos peruanos patriotas velen por los intereses de la mayoría y no de un pequeño grupo interesado solo en sus lobbies, lo que al final genera el descontento de las ciudades, en cuyas zonas se encuentran estos hidrocarburos y minerales y que paradójicamente siguen siendo los lugares más pobres del Perú, con altos índices de desnutrición, pero eso sí con plomo en los pulmones y con ríos "muertos" por la contaminación. Los encargados de los estudios de impacto ambiental, no   han cumplido ni cumplen la labor asignada como debe ser y dan "carta blanca" al mejor postor. Son estas y otras cosas que ocurren desde anteriores gestiones hasta ahora, lo cual sigue generando indignación y es ésa la voz de las calles, de insatisfacción e impotencia, voz que se acalla con represión.

Hemos visto con dolor y angustia la pelea entre peruanos, unos que sólo "cumplen órdenes" y otros cansados de no ser escuchados, a los que se les niega su derecho a protesta, llamándolos "terroristas, vándalos, pagados por narcotraficantes" No estamos de acuerdo con la violencia, venga de donde venga, lo que el Perú y el mundo observa es un "diálogo de sordos" en el que impera el caos, que solo destruye.

Por fin la presidenta Dina Boluarte, al menos demuestra algo de sensatez al expresar los planteamientos antes mencionados al Congreso. Lo que las encuestas dicen es que ambos no cuentan con la aprobación respectiva para continuar, el Perú les dijo ya no los queremos y en todos los idiomas.



Los congresistas ahora futbolísticamente hablando tienen "la pelota en su cancha". A ellos les recordamos que están en sus curules, porque los ciudadanos peruanos así lo determinaron, para que lleven las voces de sus regiones y los representen, no para que se representen y pongan en primer plano solo sus intereses personales y de grupo, con arreglos "bajo la mesa". El Perú les pide sensatez, perspicacia y que antepongan ante todo a nuestra patria, a la que le costó salir de la pandemia, para que esta crisis política la siga agobiando. Porque se cansó de aplaudir desde las tribunas a tantos malos "jugadores", con zancadillas, empujones, autogoles, con arreglos bajo la mesa y arbitraje comprado. Ahora han salido a la cancha a jugar su partido, y nunca se pretendió el lamentable resultado con muertos y heridos de ambos lados.

Y es que es hora de recordar que nuestra única camiseta es la blanca y roja, porque todos queremos que gane siempre el Perú!

lunes, 30 de enero de 2023

LA FESTIVIDAD QUE EN EL PRESENTE AÑO SERÀ RECUERDO

 MAMITA CANDELA

ESPLENDOR DE LA DANZA EN LA CAPITAL FOLCLORICA DE AMERICA

María Elena Cornejo *

EL DORADO, ed. PROMPERU abril 1975

En gran parte debido a que ahí confluyen las dos más importantes culturas an­dinas -Quechua y Aymara-, el departamento de Puno es la principal región de la danza en el Perú. Los antiguos pobladores del altiplano puneño fueron los Uros, descendientes de la etnia amazónica de los Arahuac, desplazados ha­cia las alturas posiblemente antes de la última glaciación. Los Uros fueron conquistados por los Aymarás, creadores de la gran cultura Tiahuanaco, con la que dominaron gran parte de América del Sur. Siglos más tarde, de las aguas del enorme Lago Titicaca, surgirían -según la leyenda- Manco Cápac y Mama Ocllo, dioses quechuas fundadores del Imperio Inca enviados por el dios Sol. Con la llegada de los españoles, el universo andino incorporó nue­vos elementos a su cotidianeidad creando un mestizaje complejo y cargado de símbolos que encuentran un canal de expresión a través de la danza y la música. Este año Perú-El Dorado estuvo en la más importante fiesta regional: La Virgen de la Candelaria, durante la que los lugareños se lanzan a las calles para exhibir algunas de las 273 danzas que se practican regularmente en el departamento.

 

B

ailan como pájaros, como demonios y ángeles en el campo y ante el regocijo del sol, escribió José María Arguedas a propósito de la Fiesta de la Virgen de la Candelaria, festividad cumbre del departamento de Puno. La cantidad y variedad de danzas que existen en la región es de veras impresionante. Las hay de contenido tradicional y rural (waca waca, kullawada, llamerada, wifalas, sikuris y choquelas) y más moderno y citadino (morenada, Rey Moreno, caporal). Pero la más espectacular de todas es la diablada.

Aunque no existen datos completamente fidedignos sobre su origen, la tradición oral ha legado una serie de versiones que, transmitidas de genera­ción en generación, renuevan constantemente la magia de la fiesta. Algunos estudiosos localizan antecedentes prehispánicos en los ciclos agrarios de siembra y cosecha, pero son más los que la relacionan con la actividad mi­nera de la zona.

Cjapos en la vìspera
Según una leyenda, la diablada nació en la mente afiebrada de unos mi­neros que, al cabo de varios días de encierro tras el derrumbe de la mina donde trabajaban, soñaron que un ejército enloquecido de diablos los guia­ba al infierno, a través de un camino de fuego y llamas encendidas. Agóni­cos y desamparados, encomendaron su alma a la Virgen, quien los habría mantenido con vida hasta que llegó el rescate. Desde entonces la convirtie­ron en su patrona, bautizándola con el nombre de Virgen de la Candela o Candelaria.

Hay otra versión más profana y emancipadora, que se remonta a 1781, du­rante el sitio que impuso don Diego Cristóbal Túpac Amaru al frente de 20 mil nativos, que se posesionaron de los cerros aledaños a la ciudad, dispuestos a invadirla. Los señores alarmados, sacaron en andas a su “patrona” y milagro­samente los indios regresaron a sus comunidades. Se dice que los rebeldes ha­brían escuchado que un tropel de diablos se acercaba a liberar a los sitiados, en medio del estrépito de tambores, trompetas y fuegos artificiales.

LLEGAN LOS DIABLOS

Si bien es cierto que los diablos como tales hicieron su aparición recién a la llegada de los españoles, existe una danza ancestral que podría establecerse como antecedente. Se trata del janchancho, rito de agradecimiento a aquellas entidades a las que la mitología andina atribuye residencia en los subsuelos y propiedad sobre ellos, y a quienes se honra por permitir la extracción de las riquezas de sus dominios. Durante el ritual -también vinculado a la actividad minera- los danzantes dan ofrendas a la tierra acompañados de música de zampoñas y máscaras de venados con largos cuernos, que los cristianos aso­cian con el demonio.

Alferados
Sea cual fuere la génesis de la diablada, lo cierto es que la llegada de los españoles enriquece esta danza al sumarle nuevos protagonistas. El arcán­gel, por ejemplo, que aparece a principios del siglo XVIII, es el que termi­nará presidiendo la ceremonia y ordenando las coreografías espada en ristre, manteniendo a raya a los diablos. Se incorporan también las chinas diablas, siete personajes femeninos representados por hombres que simboli­zan los siete pecados capitales. Elocuente resulta, sin embargo, la permanen­cia de ciertos elementos propios de la cosmovisión andina, como la culebra que se mantiene sobre la nariz del diablo en casi todas las máscaras y la at­mósfera pagana que reina en la Ciudad del Lago Sagrado durante la prime­ra quincena de febrero.

Este dominio de los diablos por el arcángel, que simboliza el sometimiento de una tradición por otra, no canceló los alcances míticos y rituales de la fies­ta original, simplemente los confinó a la dependencia del cristianismo a tra­vés de la Virgen de la Candelaria, dice Edwin Loza, mascarero puneño, que durante 20 años ha sido diablo y arcángel de la fiesta.

La Candelaria es una virgen pequeña, de tez muy blanca y cachetes sonro­sados. La única blanca que hace milagros a los indios, escribió en 1620 el cro­nista fray Antonio de Calancha. Su fiesta se celebra los primeros días de febrero y tiene dos fechas principales: el Día y la Octava (ocho días después). Los festejos empiezan al amanecer, con la llamada Bajada del ccapo, aunque desde la víspera visitantes y curiosos hacen guardia en el parque Pino, que huele a incienso y flores silvestres traídas desde las alturas, mientras beben ge­nerosamente preparando el alma y el cuerpo para la fecha señalada.

Mamita Candelaria y el Niño Jesús

El ccapo es una ruidosa cuadrilla de comuneros, con sus respectivas autoridades, que llevan muías y llamas cargadas de leña con la que hacen humeantes ho­gueras que prenden a su paso. El gesto es una ofrenda al apu (el espíritu del cerro) para pedir que las heladas no malogren los cultivos por cosechar.

La madrugadora comparsa, a la que se van sumando espontáneos, bailarines, curiosos y turistas, se dirige a la Plaza en medio del estruendo de retretas, co­hetes y campanas de iglesias que tocan a rebato. Las bandas interpretan con verdadero fervor y unción los marciales sones de la Marcha DE ATAQUE de Uchumayo, en recuerdo de la victoriosa batalla contra el ejército realista en las alturas de Arequipa.

Y mientras los danzarines llegan del campo para acompañar a la procesión, las andas de la Virgen de la Candelaria salen a recorrer las calles sobre los hom­bros de los notables del pueblo, designados de antemano. Detrás de la imagen se agrupan curas, acólitos, fieles, cristianos y paganos. Antes de terminar la ma­ñana, la ciudad es un hervidero de gente, olores, licores y música. Todos los dan­zantes del campo, tocados con plumas de cóndor de la cabeza a los brazos, aportan el sonido autóctono de sus tambores e instrumentos de viento, brindan­do un espectáculo aparte. Con ellos va el kusillo (bufón) o el macbu tusuq (viejito) personajes satíricos que pasan delante de la Virgen afirmando sus creencias y su concepción del mundo, singular mezcla de paganismo y religión.

FIESTA DESATADA

Después de la adoración a la Virgen, las comparsas siguen rumbo al cementerio para saludar a sus muertos. Es impresionante ver esa explanada tomada por los diablos y sus bandas de música, que no dejan de bailar ni un instante. Las tumbas sirven para tender la mesa donde se come y se bebe, y todos bailan porque basta los muertos se integran a la fiesta, dice Loza.

Las cuadrillas de la ciudad, al mando del alferado, suerte de padrino de esta efeméride mágico-religiosa, se suman a la procesión. El alferado es el en­cargado de organizar y sufragar, casi siempre con el aporte voluntario de otros entusiastas, las diversas actividades que aseguran el buen curso de la fiesta, que van desde la confección de un nuevo manto para la Virgen hasta el aloja­miento y la alimentación de los pirotécnicos que, por lo regular, trabajan des­de 30 días antes en la elaboración de los fuegos artificiales. El alferado es también el encargado de los banquetes durante las vísperas y en la Octava, y quien preside la Entrada de ceras, solemne ceremonia en la que un grupo de elegidos, portando enormes velas de sofisticado diseño y colorido, ingresa a la iglesia llevando un obsequio a la “patrona”.

Euforia en Parada de Arte Popular  Coreográfico
La Octava de la fiesta se ha convertido en el día más importante por el carácter competitivo que ha adquirido la presentación de los conjuntos de danza, que desde hace unos treinta años se dan cita en el Estadio Torres Belón. Es tal la acogida que el concurso se ha desdoblado en dos fechas: el sá­bado para las comunidades que presentan danzas típicas acompañándose con instrumentos autóctonos y el domingo para los grupos citadinos que cuentan con bandas de música y trajes de fantasía.

Por eso es conocida también como “la fiesta de los trajes de luces” por sus suntuosos vestuarios, recargados en pedrería, hilos de oro y plata, perlas, cin­tas, lentejuelas y bordados. En los últimos años, los concursantes han ido intro­duciendo variantes en las coreografías con el objeto de ganar espectacularidad.

Después de su presentación en el estadio, los danzantes ganan las calles desplegando llamativas acrobacias sin pausa ni tregua. Días y noches de bebida y baile a casi 4.000 msnm, exigen un estado físico para el que se han preparado todo el año. Se turnan las chinas-diablas, con sus -de un tiempo a esta parte- minúsculas polleras de colores; los diablos, portando máscaras de yeso o latón de hasta siete kilos y ataviados con capas borda­das que pueden superar los 15 kilos; los morenos, con sus ojos desorbita­dos y labios caídos que simbolizan los síntomas del mal de altura; los bufones, con sus abrigos tejidos en lana de oveja y coronados con cuernos; los Harneros, que representan a los pastores; y los sikuris, choquellas, ayarachis y quenacbos, cuyas inconfundibles máscaras contribuyen a dar a es­ta fiesta una impresionante variedad.

A media semana, después de la Octava, empiezan las despedidas o cacharpa­ri, ritual que anuncia el carnaval y obliga a cada conjunto a celebrar una misa y danzar en el templo. Los adioses pueden prolongarse por 10 o 15 días, según el número de conjuntos participantes. Cuando el último dan­zante se ha despedido de su “Mamita Candelaria”, ésta regresa a su altar y la calma retorna al pueblo. Aunque sólo por el tiempo necesario para que el contagiante frenesí de los diablos, que sigue hechizando a quienes visitan la Meseta del Collao, pueda volver a tomar las calles de la mítica ciudad del lago.

"Lanzamiento" pre festividad en el Teatro Nacional del Perú


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* periodista especializada en temas culturales