viernes, 22 de octubre de 2021
LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERU
HACIA UNA NUEVA CONSTITUCION
César Hildebrandt
Tomado
de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 562, 22OCT21
C |
on su histeria grafómana, sus simios en ristre, sus
maldiciones de gitana, la derecha ha señalado el blanco. Ese blanco es la
Constitución fujimorista de 1993. Ese es el blanco que hay que abatir.
Necesitamos una nueva Constitución porque, precisamente,
la derecha la ha convertido en santo grial. ¿Qué tiene de sacro e inmutable un
texto hecho en plena dictadura bajo el esquema thatcheriano de que sólo lo
privado es bueno y que el Estado es un obstáculo para el emprendedurismo, la
libertad y la plenitud de la democracia?
Con la Constitución de 1993 se hizo un himno al
sálvese quien pueda y el concepto republicano de la igualdad ante la ley quedó
en suspenso. El egoísmo se convirtió en norma, la educación en negocio
tramposo, la salud en opción inalcanzable para los más pobres.
Boloña inventó las AFP y de inmediato se hizo
accionista de una de ellas. Aeroperú se vendió a una mafia mexicana para que
LAN comprara los cielos del Perú a precio de protectorado.
Fue Milton Friedman cruzado con Tatán. Era Hobbes
leído por Daniel Espichán. Era el reaganismo interpretado por Martha Chávez.
Era Pinochet instalado, como Lynch 110 años antes, en el corazón de la política
peruana. La derecha nativa amaba a Pinochet. Por eso se casó con Fujimori. Por
las mismas razones, hoy es viuda gemebunda del patriarca y amante escarmentada
de Keiko, su heredera.
¿Recuerdan el Congreso Constituyente Democrático?
Le decían el CCD y allí estaban el PPC (de Cementos Lima y Lourdes Flores) y
la amplia mayoría del golpismo cachaco de 1992: Cambio 90 y Nueva Mayoría.
También estuvieron el partido de Rafael Rey, la angurrienta sigla de Femando
Olivera, y algunas izquierdas ínfimas como los frenatracos, el CODE, el FREPAP
y el SODE. Toda la oposición sumaba 37 votos. El fujimorismo, con sus fuerzas
auténticas y las que se auparon en el camino, 43. No había nada que discutir:
el provecto de Fuiimori de refundar un país dodnde la idea de la comunidad de
intereses debía ser abolida, se cumpliría escrupulosamente. La derecha
encontró en el golpista de 1992 al hombre que andaba buscando desde el
asesinato de Sánchez Cerro.
¿Quién presidió el CCD? Nadie menos que Jaime
Yoshiyama, el que inventaría la doble contabilidad y el lavado con Ña Pancha de
los dineros embarrados que recibiría la organización durante el imperio de
Keiko.
¿Quiénes estuvieron a la cabeza de la Comisión de
Constitución del CCD? El primero fue Carlos Torres y Torres Lara, el “jurista”
siempre adhoc que pariría, cinco años después, la teoría de ‘la interpretación
auténtica” del artículo 112 de su propia Constitución, maniobra gansteril que
le permitió a Fujimori la segunda e ilegítima reelección. El segundo fue
Enrique Chirinos Soto, el parlamentario de “Libertad” que propuso vetar a
Fujimori por su verdadera nacionalidad (él sabía que era japonés) y que
terminó de ujier oral del fujimorismo y de sicario del derecho para tumbarse a
los tres dignísimos miembros del Tribunal Constitucional que se opusieron a la
“interpretación auténtica”.
¿Quién fue el segundo vicepresidente del CCD? Rafael Rey, una de las voces de Willax, la Fox de los barracones. ¿Y el tercer vicepresidente? Víctor Joy Way, de cuyos tractores chinos tenemos tan metálico recuerdo.
Y jamás olvidemos que el CCD surgió después de que
el Perú fuera un apestado en el escenario continental. En esa condición nos
había dejado el golpe del 5 de abril de 1992, un zarpazo que la derecha
aplaudió a rabiar y que buena parte de los peruanos, para vergüenza crónica de
nuestra memoria, también avaló.
De esa polvareda de democracia en ruinas, primeros
indicios de corrupción, empoderamiento visible de Vladimiro Montesinos y su
banda de forajidos con charreteras, salió la Constitución de 1993. Y a pesar de
la prensa reconcentrada y dominante, a pesar de la televisión que machacaba lo
buena que era y lo terrible que sería rechazarla, a pesar de tanta vendimia a
la espera de una recompensa, a pesar de la propaganda aplastante, a la hora de
su aprobación el 47,76 % de los peruanos le dijo a esa constitución
creada por el fujimorismo que se fuera al demonio, que no la aprobaba, que no
la sentía suya. Dicen que cuando Fujimori se enteró del resultado final, se
largó del salón donde estaba y tiró un portazo que hizo temblar goznes y
piernas. ¡Habían sido apenas 333,265 votos de diferencia!
Y esa es la Constitución que el fujimorismo y sus
descendencias quieren presentar como salida de una zarza ardiendo. Ahora
resulta que Moisés Fujimori recibió la gracia de un encargo pétreo e inamovible
por los siglos de los siglos. Como si la pandemia no nos hubiese mostrado
crudamente la miseria de salud pública que tenemos y la desigualdad intrínseca
que hemos creado siguiendo a pie juntillas “el modelo constitucional”.
El mensaje está claro: podremos perder las
elecciones, pero no nos podrán cambiar la Constitución. En resumen, no interesa
quién esté en Palacio: lo que importa es que el Gran Contrato, la Constitución
de 1993» no se cambia. Esa es la garantía que consideramos no negociable. Y si
insistes, vamos a la guerra civil, al atoro de la ingobernabilidad, al
periodicazo que te noquea cada 24 horas, a la encuesta que te escuelea, al
dólar que zumba, a la calificadora que rezonga, a los transportistas que te
pararán la sangre, al vargasllosismo de ecos ibéricos. Es decir, vamos con
todo, cholo alzado, guanaco sin Harvard, igualado.
Soy un liberal más bien tibio en muchas cosas.
Jamás creí en el comunismo y me siento apenas un socialdemócrata arrinconado
por las dudas. Pero ahora veo este espectáculo del civilismo salido del
sarcófago, del urrismo llegado de los años 30 del siglo pasado, de los señores
Larco y los señoritos Aspíllaga, y digo, a lo Romualdo: no puede ser verdad,
pero hay testigos. Y añado modestamente: ahora, más que nunca, hay que cambiar
la Constitución que perpetró el fujimorismo. Habrá que hacerlo sin Bermejo y
sin Cerrón, sin alaridos ni amenazas bolivarianas, sin ahuyentar capitales ni
crear pánico, sin Bellido y sin fomentar la inflación o el resentimiento
social, pero habrá que hacerlo. Es casi un deber sanitario. Será librarnos de
la tutela “principista” impuesta por una banda que saqueó el país y pudrió
todo lo que rozó. No quiero la anarquía de un socialismo que juegue con el
déficit fiscal y nos lleve a la ruina, pero también me resulta difícil soportar
este clima de terror intelectual impuesto por una derecha que castiga la sola
propuesta de cambiar algunas cosas. Es como si un hipnotizador malicioso no
quisiera despertar a su víctima. ■
jueves, 21 de octubre de 2021
LA POLITICA PERUANA Y SUS POSIBILIDADES
POLÍTICA GENERAL
DE GOBIERNO
Escribe: Milcíades Ruiz
L |
os hechos históricos no se
repiten, pero hay casos como en matemáticas que arrojan un mismo resultado. La
conquista del Tahuantinsuyo fue lo que se propusieron los tres socios de la
empresa española en 1526. Pero una vez logrado el objetivo, Pizarro no quiso
compartir los beneficios con sus socios, sino con sus hermanos, lo que indignó
a Almagro que había sido el sostén del operativo. Algo similar parece estar
sucediendo tras la conquista política del poder ejecutivo peruano.
El
15 de setiembre, el primer Consejo de Ministros del actual ejecutivo, aprobó la
Política General de Gobierno para el mandato de Pedro Castillo, sobre la base
de la actual constitución y las leyes respectivas promulgadas por Alan García y
Pedro P. Kuczynski, evidenciando el carácter de su gestión estatal, (carácter
de clase dirán algunos). Muy poco que ver con sus fuentes políticas ni con las
promesas electorales.
Se
publicó el 16 de octubre pasado, ya con otro gabinete, mediante Decreto
Supremo 164-2021-PCM, que ordena a toda la administración pública
proceder conforme a sus directivas, especificadas en 10 ejes de gobierno.
1:
Generación de bienestar y protección social con seguridad alimentaria.
2:
Reactivación económica y de actividades productivas con desarrollo agrario y
rural.
3:
Impulso de la ciencia, tecnología e innovación.
4:
Fortalecimiento del sistema educativo y recuperación de los aprendizajes.
5:
Descentralización, fortalecimiento institucional y del servicio civil
(burocracia).
6:
Fortalecimiento del sistema democrático, seguridad ciudadana y lucha contra la
corrupción, narcotráfico y terrorismo.
7:
Gestión eficiente de riesgos y amenazas a los derechos de las personas y su
entorno.
8:
Gobierno y transformación digital con equidad.
9:
Conducción de una diplomacia nacional, autónoma, democrática, social y
descentralizada.
10:
Estado Intercultural para la promoción de la diversidad cultural.
Cada
uno de estos lineamientos de gobierno, tiene desagregados que especifican los
criterios a tomar en cuenta al programarse las actividades estatales. Aunque el
texto está redactado en términos burocráticos, sin atisbos que lo relacionen
con el Plan de Gobierno del partido triunfante, ni con su ideología, tampoco
podrá decirse que hace la diferencia como gobernanza de izquierda,
diametralmente distinto a un gobierno de derecha. Pero esta es la mentalidad de
gobierno actual y no le podemos pedir peras al olmo, por más que se parezca a
un peral.
Este
hecho, no ha sido destacado por la prensa ni por los analistas políticos, quizá
porque no es nada novedoso, pero permite entender la mentalidad de la actual
administración gubernamental. Esta plataforma administrativa contiene
directivas puntuales para el desempeño de los ministros sectoriales. Podrá
haber poses demagógicas, pero mientras no haya dispositivo legal contrario, es
lo que regirá formalmente como pauta para el accionar estatal en este periodo
gubernamental.
Sin
embargo, ahora tenemos dos fuentes referenciales de gobierno, porque por otro
lado tenemos el Marco Macroeconómico Multianual formulado por el MEF para el
mismo periodo, que tampoco toma en cuenta las fuentes políticas del partido
ganador pues, tiene un horizonte diferente y, constituye la base del
presupuesto nacional para el 2022. Lo ideal hubiera sido que esta plataforma
administrativa hubiera sido la pauta previa a lo formulado por el MEF. Pero ya
está, en el camino se arregla la carga.
Al
leer los detalles de esta hoja de ruta, aparecen los resabios neoliberales de
“mercado laboral competitivo”, “Eficiencia económica en los mercados” “Atraer
inversión privada extranjera y nacional”. El “respeto a los tratados y
contratos suscritos”. Esto va a la par con instrucciones para el “Crecimiento
de exportaciones con valor agregado de manera sostenible y diversificada”, como
es el caso de las multinacionales de la agroexportación, cuyos latifundios
seguirán creciendo con las irrigaciones subsidiadas que se les otorgará.
“Garantizar
uso sostenible de recursos naturales, minerales e hidrobiológicos mejorando
cadenas de valor competitivas”. ¿Se refiere a las grandes empresas mineras y de
hidrocarburos que son las dueñas de esas cadenas? Estos sectores son los de más
alta conflictividad con las comunidades campesinas de la sierra y comunidades
nativas de la selva. Si no se aclaran estas directivas, los funcionarios que
aprueban los proyectos tendrán mucho margen de interpretación y corrupción.
Buen motivo para adendas artificiosas.
“Fortalecer
la gestión social y diálogo, para la prevención, manejo y seguimiento de
conflictos sociales y ambientales”. “Impulsar una cultura de diálogo y
concertación en la sociedad, como forma de garantizar la gobernabilidad y la
democracia”. El diálogo y concertación son buenas para el manejo de situaciones
complicadas, pero no es condicionante necesario que ate decisiones
imprescindibles. Es un “arma de doble filo” y las mesas de diálogo pueden
convertirse en mecedoras.
Esta
modalidad de ambigüedad política, fue la perdición del partido aprista que en
nombre del diálogo hizo alianza con su peor enemigo, el odriísmo que los
persiguió, encarceló, deportó y le causó muertes. Cuando los militantes
reclamaron, el dirigente nacional Ramiro Prialé, los acalló diciendo,
“conversar no es pactar”. La historia no se repite, pero los casos pueden ser
similares.
Esta
modalidad le costó caro al presidente Belaunde, por no tomar decisiones
ejecutivas a la espera del interminable diálogo y la concertación. Las
movilizaciones sociales reclamaban reforma agraria y nacionalización del
petróleo en manos de la International Petroleum Company. Esta presión, lo llevó
a la desesperación por falta de decisión, llegando al extremo de fingir una
nacionalización conversada que, al ser descubierta resultó falsa, precipitando
el golpe de estado patriótico que lo depuso.
El que gobierna dispone, con o sin diálogo. Es lo que hace el gerente general de toda entidad para sacar adelante a la misma, con el mayor éxito posible, sin estar supeditado al pre requisito de la concertación con sordos. Si no decide, por esperar que todos estén contentos con sus intenciones, entonces su gestión será ineficiente y motivará su remoción. Es que hay situaciones en las que hay que ser decidido. El débil de carácter tiene pocas posibilidades de triunfar por su miedo a luchar.
El
decreto también dispone: “Sentar las bases de una segunda reforma agraria para
la inclusión, otorgando acceso a más de dos millones de productores agrarios a
servicios de extensión, capacitación, asistencia técnica y crédito, promoviendo
la asociatividad y el cooperativismo”. ¿Sentar las bases, pero no la
edificación o, ejecución? Los agricultores no son pobres por falta de
servicios, sino, por el intercambio desigual. Nada contra la creciente
concentración de la riqueza, tierra y el agua en pocas manos.
“Impulsar
la industrialización rural y la transformación productiva del campo, con mejor
conectividad y planes de negocios para generar mayor valor agregado en los
productos agropecuarios y forestales”. Si esta directiva es con relación al
campesinado, no pasará de un buen deseo, pues este, carece de rentabilidad,
condición indispensable para acumular capital agroindustrial. La agroindustria
no es un negocio de pobres. Pero, en fin, queda mucho por precisar en este
decreto, lleno de buenos deseos.
En
todo caso, todos los enfoques de gobierno en este dispositivo, tampoco nos dan
esperanzas de cambio sustancial de la realidad nacional actual. No hay enfoque
de desarrollo nacional desde la perspectiva de izquierda. Los que pensaban que,
con esta administración por ser de izquierda, habría un cambio notorio en el
país, aunque no estructural, pero por lo menos popular, se quedarán
sorprendidos al leer dicho decreto que pinta de cuerpo entero al ejecutivo.
Solo
una fe ciega alentará nuestras esperanzas y si el presidente prefiere ser
asesorado por personajes ajenos a la izquierda, como es el caso de Ricardo
Belmont, y tener un partido político distinto al que lo encumbró, quizá los
almagristas le den la espalda y le declaren la guerra. El gobierno de Pedro
Castillo recién está empezando y queda mucho por recorrer. Hago estas
observaciones sin mala intención y si estoy equivocado, tendré que
rectificarme. ¿Y ustedes qué dicen?
Octubre
20, 2021
lunes, 18 de octubre de 2021
PARA PRESERVAR EL PATRIMONIO CULTURAL PUNEÑO
ORGANIZACIONES CULTURALES POR LA DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL
INTERACTUAN
CON MINISTERIO DE CULTURA
18
de octubre de 2021.- Especialistas del Ministerio de Cultura se reunieron en
Puno con 11 grupos de Defensores de Patrimonio Cultural de dicha localidad –que
congregan un total de 115 personas-, con el fin de conocer y alentar la labor
que realizan en favor del patrimonio cultural de dicha región.
Defensores del Patrimonio Cultural es una iniciativa de la Dirección de
Participación Ciudadana (DPAC) –órgano de línea de la Dirección General de
Defensa del Patrimonio Cultural-, que busca reconocer y dotar de herramientas,
conocimientos y habilidades, a grupos de ciudadanos interesados en la
protección de nuestro valioso legado.
Inicialmente, el personal de la DPAC, acompañó acciones de conservación en la
Basílica Catedral de Puno y en la capilla del cementerio de Laykakota, las
cuales fueron ejecutadas por las agrupaciones “Defensores del Patrimonio y
Ciudadanía en Acción” y “Círculo de Estudios e Investigación Escala”,
conformados por alumnos de la Escuela Profesional de Arquitectura y Urbanismo
de la Universidad Nacional del Altiplano.
Los alumnos aplicaron la cala estratigráfica en diversas partes de las
mencionadas edificaciones, una técnica que consiste en el análisis de las capas
de pintura, barniz o material constructivo que poseen muros, barandales,
balcones u otros componentes, con el fin de llegar hasta el material con el que
fue construido originalmente. Esto nos permite conocer la composición, la
historia del bien, y constituye parte de su restauración.
Luego, en la ciudad de Juliaca, se reunieron con las organizaciones culturales
“Organización Juvenil Jóvenes por Juliaca”, “Asociación Club de Lectura
Juliaca”, “Club Social Cultural Antorcha Carabaina”, “Centro Musical Unión
Juliaca”, “Hachakallas” y “Cuhuay”.
Y, posteriormente en la ciudad de Puno, congregaron a los grupos “Organización
Cultural Nueva Acrópolis”, “Círculo de Estudios e Investigación Escala”,
“Defensores de Ollachea”, “Defensores del Patrimonio Cultural y Ciudadanía en
Acción” y “Sumaq Panqara Mochilas de Puno”.
Estas instituciones forman parte de la estrategia de participación ciudadana Defensores del Patrimonio, que agrupa a 176 grupos de ciudadanos de todo el país.
MOLLOCCO muy cerca a Acora |
También se realizó una visita al Centro Cultural San Juan Pablo II, en el distrito de Ayaviri, Provincia de Melgar, donde la organización reúne diferentes bienes culturales muebles que han sido abandonados y realiza talleres de restauración de piezas de nuestro legado.
De esta manera, el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Puno, cumplió con éxito una fructífera agenda de actividades en articulación con grupos de la sociedad civil, abocados a la protección del valioso legado cultural de una localidad que destaca por su extraordinaria riqueza patrimonial.
PERIODISTAS PERUANOS DESTACADOS
DISCRETO ENCANTO DEL NIHILISMO DE HILDEBRANDT
José Luis Ayala
DIARIO UNO - 17 DE OCTUBRE
DEL 2021.
C |
ésar
Hildebrandt es un caso singular en el periodismo peruano. ¿Por qué es tan leído
ahora que hay una grosera concentración de medios a través del poder mediático?
¿Qué ideología tiene un periodista capaz de sostener una revista semanal, sin
someterse a las condiciones de diarios oficialistas? ¿Hildebrandt forma una
conciencia crítica ciudadana? No. Es un periodista adscrito al nihilismo,
término que proviene del latín nihil, significa nada. Es un intelectual cuya
decisión es no comprometerse con ninguna corriente ideológica. No se somete a
ninguna verdad axiológica, dogma, autoridad, creencia, doctrina ni poder.
Uno
de los rasgos esenciales de nihilismo es el pesimismo. Cree que la vida y la
política no tienen sentido y nunca, será posible reconstruir la realidad para
fundar una sociedad más humana. Federico Nietzsche, padre de esa corriente
filosófica, criticó los falsos valores de la cultura occidental y a la
filosofía socrática. Propuso la trasmutación de valores y consiste en una
posición que niega los dogmas. Los nihilistas tienen sin embargo, una fuerte
autoestima y creen que lo que afirman es la única y última verdad.
En
momentos que los medios han perdido toda credibilidad se publica: “Confesiones
de un inquisidor”, viene a ser “Memorias de César Hildebrandt en diálogo con
Rebeca Diz Rey”, 29 entrevistas a lo largo de 4 años. El empieza cuando
Hildebrandt se presentó a los 17 años en el diario Expreso con dos textos sobre
Cortázar.
“Nací –dice– Hildebrandt, en el año que, un cachaco embarró derrocando a Bustamante y Rivero y remedando el viejo estilo del populismo autoritario”. La entrevista empieza en noviembre del 2017 y termina en abril del 2020. Al referirse a Belaunde dice: “Era un gobierno a la deriva, sin cambios, sin metas, sin propósitos, un gobierno que vivía día a día amenazado por el desorden. Y claro, cuando llegó el golpe de la Junta revolucionaria a decirnos que el Perú iba a cambiar, y días después se tomó la instalación de Talara de la International Petroleum Company, y al año siguiente se dio la Ley de Reforma Agraria, la más radical de América Latina después de la de Cuba.
En
relación a uno de los fenómenos políticos más crueles como fue Sendero
Luminoso, Hildebrandt dice: “Yo jamás dudé de que Sendero había instaurado en
el Perú el régimen que produjo dos millones de muertos en Camboya. Nunca tuve
ninguna duda. Y cuando leía los escritos del señor Guzmán, su sintaxis
agarrotada, su pobreza lexical, la miseria de su pensamiento, decía: ‘Dios mío,
esto es el producto del fracaso’. ‘¡Hasta en la guerrilla hemos fracaso!’ En
vez de producir un Frente Amplio a la uruguaya, emanamos Sendero. Y, además
Sendero, nos ha marcado de tal modo que podríamos decir que el Perú está
señalado por dos vías; el fujimorismo por un lado y Sendero por el otro lado”.
Cuando
el fujimorismo terrorista decidió eliminar físicamente a Hildebrandt, lo que
hizo fue refugiarse en Madrid. La agente Mariella Barreto Riofano en 1997,
reveló la orden. Y su cuerpo fue despedazado y hallado en costalillos en un
tramo de la carretera Lima-Canta. Su cabeza nunca apareció.
Situado
en Madrid y trabajando como periodista, regresó a Lima. “Yo en esa época lo que
más temía era que el fujimorismo se prolongase y se convirtiese en una suerte
de hábito maligno –y estuvimos a punto que así fuera, desde luego– Y me sentía
mal viviendo fuera y no estando en la lucha del día a día en contra del
fujimorismo. Yo, desde Madrid, recibo el encargo de Javier Pérez de Cuellar
venir a Lima a sondear el ambiente para ver su posible candidatura en 1995”. 1
Al
hacer un balance el periodista de mayor credibilidad dice: “Yo siento que he
peleado toda mi vida por lo que he creído eran mis fueros o los fueron de este
oficio, de la profesión, de esta pasión, de esta debilidad, como quieras
llamarlo. Y, claro, parece abstracta, retórica la frase, pero no lo es si pones
en este contexto: la única misión que tiene la prensa es decir la verdad,
descubrir la verdad, revelar la verdad, atisbar la verdad, aguaitar la verdad.
Es la única. Y sobre eso no hay discusión: si es verdad se publica. Y ese es el
asunto. Asunto es que no hay nada más incómodo que la verdad, no hay nada más
sublevante que la verdad, no hay nada más subversivo que la verdad”. 2.
Es
evidente que César Hildebrandt como buen nihilista, no cree en nada ni en
nadie. Su pesimismo, condición de ácrata y escéptico acerca del futuro del
Perú, es una pesadilla colectiva, de la que no despertamos por más golpes que
nos infrinja el destino. No es un periodista fascista ni cree en la social
democracia. Su innata desilusión ideológica, sin embargo, lo sitúa como un
observador que toma distancia de la realidad y, supo sobrevivir con decencia en
un mundo donde es un delito ser inteligente, culto y tener dignidad.
___________________________
1.-
Memorias de César Hildebrandt. Confesiones de un inquisidor. Un diálogo con
Rebeca Diz Rey. Penguin Random House. Grupo Editorial. Pág. 139. 2021. Lima,
2.-
Memorias de César Hildebrandt. Confesiones de un inquisidor. Un diálogo con
Rebeca Diz Rey. Penguin Random House. Grupo Editorial. Pág. 201. 2021. Lima,
LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERU
LA DBA QUIERE SEGUIR LA GUERRA
Sinesio López
LA REPUBLICA 14 Oct 2021
“La
DBA y sus voceros, los medios concentrados, se transforman en una corte
celestial que dictaminan: los pecadores no pueden ser ministros”.
1.
Con el cambio de gabinete, el gobierno ha pasado de una política de ataque
frontal a una política de hegemonía o de búsqueda de consensos.
Era
un error que un gobierno débil con una izquierda débil comenzara a gobernar con
un ataque frontal. Regaló el centro político y social a la ultraderecha y se aisló́,
sobre todo en Lima.
2.
Pero para la ultraderecha y los medios concentrados no ha pasado nada y siguen
la guerra política que se inició́ el 2016 y que convirtió́ al país en un caos
con tres presidentes en el último año del gobierno de Vizcarra. Por disposición
idiota de la Constitución del 93 no existe un mecanismo de equilibrio
constitucional en el último año de gobierno. La DBA no quiere un año sino
los cinco años de caos. ¿Por qué́? Porque ella no quiere un cambio del gabinete
sino del gobierno.
3.
A la DBA no le interesa resolver el embrollo (frecuente en el Perú) de un
gobierno dividido (el Ejecutivo en manos de un partido y el Congreso en manos
de otros partidos) en un presidencialismo parlamentarizado. Hay varias
soluciones posibles. La más simple es que el Congreso no tenga
las injerencias propias del parlamentarismo en el Ejecutivo: voto
de investidura y voto de censura. La DBA, en cambio, agrava el problema al
quitarle al Ejecutivo el mecanismo de equilibrio de poderes en un
presidencialismo parlamentarizado.
El perfeccionamiento de las relaciones con Venezuela es un encomiable acto de soberanía nacional. sin embargo, una golondrina no hace verano |
5.
Entre los pecados que encuentran la DBA y los medios concentrados están la
pertenencia de un ministro a la Fenate en la que está también el Movadef.
Olvidan algo elemental que todos debieran saber: el sindicato es un frente único
en el que coexisten personas con distintas creencias y orientaciones
ideo-políticas y pertenecer a él no transforma a nadie en pecador que le
impide ser ministro.
6.
Para la DBA, el Movadef y sus integrantes no son seres humanos equivocados sino
demonios terroristas que no tienen salvación. Carlos Tapia, brillante
analista de la violencia política, demostró́ que el Movadef fue el resultado de
un acuerdo entre Fujimori, Montesinos y Abimael Guzmán. Los senderistas ya
no iban a matar gente ni a dinamitar edificios y puentes sino que iban a hacer política
por medios pacíficos. Pero fue un acuerdo incompleto porque, si querían hacer política
pacifica, antes que nada, tenían que reconocer sus crímenes, pedir perdón a la
sociedad y prometer que no van a usar la violencia ni, menos aún, el terrorismo
en la lucha por el poder.