viernes, 20 de enero de 2023

OPINOLOGOS PERUANOS

 


CUATRO APUNTES SOBRE

LA PRESIDENTA

Por: Isaac Bigio

UNO

En 2021 el principal motivo por el cual la derecha se unió tras Keiko Fu­jimori fue porque esta llamaba a evitar que en el Perú llegase a la presidencia “un comunista”. Sin embargo, la única persona de la plancha presidencial de Perú Libre (PL) que había llegado a su puesto reclamándose como tal y como “marxista-leninista-mariateguista’ fue Dina Boluarte.

A diferencia de Pedro Castillo, quien se había educado una década y media en Perú Posible, desde que este partido hizo un gobierno de centro-derecha en 2001-2006, hasta que este se disolvió en 2017, Boluarte había sido colocada como la número 2 por el mismísimo secretario general del partido Perú Li­bre, Vladimir Cerrón. El la consideraba como su persona de confianza, la misma que iba a defender su ideario y su devo­ción a los autoproclamados gobiernos “revolucionarios antiimperialistas” de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

Mientras Castillo era un invitado de PL (tal y cual lo habían sido sus cabezas electorales Ricardo Belmont, para la al­caldía de Lima en 2018, e Isaac Humala, para el Congreso por Lima en 2020), Boluarte era una militante orgánica de un partido que requería que todos sus miembros se identifiquen con el “marxismo-leninismo-mariateguismo”. Ella fue su candidata en tres elecciones consecutivas (municipales del 2018, legislativas del 2020 y generales del 2021). En las dos primeras tuvo una muy baja votación y en la tercera no dirigió ningún mitin de masas y apa­reció casi desapercibida a la sombra de Pedro Castillo, cuyo arrastre popular fue el único responsable en llevarla a la vicepresidencia.

Paradójicamente, Boluarte ha deci­dido liderar al país con y para el fujimorismo, cuyas políticas sigue y de cuyas canteras recolecta a varios de sus ministros. Ahora el nuevo alcalde capitalino es su hincha. Si antes López Aliaga prometió una guerra entre los dos palacios que dan a la plaza mayor, ahora ha decidido convertirse en un castillo que protege a Dina.

Montoya, cuya estrategia era prime­ro sacar a Boluarte, luego a Castillo y después ir a elecciones generales, ahora quiere quedarse como congresista y le pide a Dina que militarice los aeropuer­tos y ordene que las fuerzas del orden disparen a los manifestantes. Quien dirigió la comitiva que fue a la OEA y luego la comisión para investigar el su­puesto fraude electoral del 6 de junio del 2021, ahora quiere que Boluarte, a quien antes acusaba de haber llegado a palacio con un “anforazo”, siga en el poder la mayor cantidad de tiempo posible.

En la historia continental hemos visto varias figuras que se iniciaron en la izquierda y acabaron en la derecha. En Bolivia, Víctor Paz Estenssoro fue en abril de 1952 el líder de la revo­lución más radical de Sudamérica, pero en agosto de 1985 decretó el mayor shock thatcherista continen­tal previo al de Fujimori en 1990. En Ecuador, Lenín Moreno fue vi­cepresidente de Rafael Correa en 2007-2009 y 2009-13, luego fue su delfín y después el candidato de su movimiento para remplazarlo en el cargo en 2017 pero, cuando fue electo mandatario en 2017, Moreno rompe con el “socialismo del siglo XXI” y se alinea con la derecha y EE.UU. encarcelando a los correístas y pidiendo la invasión de Venezuela.

Sin embargo, todos ellos demora­ron mucho en alterar radicalmente sus posiciones (el primero un tercio de siglo y el segundo más de una déca­da). El giro de Boluarte ha sido brusco y radical, lo que evidencia que es una persona carente de cualquier ética.

Boluarte se ha convertido en el mejor instrumento que tiene el fujimorismo para poder implementar sus planes de contrarreformas elec­torales, tributarias, sociales y econó­micas. Si ella fuese remplazada por el presidente del Congreso, el general (r) Williams, él no tendría esa mis­ma legitimidad para implementar los cambios propuestos y la represión. Ahora los fraudistas se acuerdan que Boluarte sí fue electa en las urnas y que debe gobernar.

Boluarte pretende tener más legi­timidad que cualquier posible relevo congresal por esa misma condición, además de que se jacta de ser mu­jer, provinciana y quechuahablante. Ella es el guante de seda que cubre el puño de hierro. Si ella cae se de­rrumba todo el tinglado.

Los que perdieron en tres balota­jes consecutivos han logrado llegar al Gobierno con una tránsfuga.

DOS

En enero, las encuestadoras IEP e l IPSOS han coincidido en que el nivel de desaprobación de Dina Boluarte es del 71%. Estas cifras de rechazo a solo un mes de debutar en la presidencia no tienen precedentes desde que se dieron los primeros sondeos de opinión pública en la historia peruana.

Los que aprueban la nueva gestión se reducen al 19% en el caso de IEP y apenas 1 punto más en el de IPSOS, lo que im­plica que solo un quinto de la población avala el inicio de este nuevo mandato.

Este nivel de altísima impopularidad no lo ha padecido ninguno de los man­datarios electos desde, al menos, seis décadas atrás. En los dos periodos de Femando Belaúnde (1963-68 y 1980- 85), Alan García (1985-90 y 2006-11) o Alberto Fujimori (1990-95 y 1995- 2000) los niveles de aprobación de los primeros días bordeaban o superaban al 50%. Algo similar ha ocurrido con las primeras encuestas durante los manda­tos de Ollanta Humala (2011-16), Pedro Pablo Kuczynski (2016-18) o Pedro Castillo (2021-22). Valentín Paniagua (2000-2001), Martín Vizcarra (2018-20) o Francisco Sagasti (2020-21), quienes llegaron a la presidencia tras un proce­so de renuncia o vacancia del anterior mandatario, tampoco debutaron con una opinión pública tan adversa.

Un caso especial es el del tercer perio­do de Fujimori, el cual solo duró menos de cuatro meses (julio a noviembre del 2000), fue inconstitucional y fraudulen­to y generó fuertes protestas sociales. Entonces muchas encuestadoras esta­ban compradas, por lo que los datos reflejados no son confiables. Sin embar­go, debido a que el autócrata mantenía una amplia base de apoyo clientelista, es probable que él realmente no haya tenido en el primer mes de su tercer mandato a más de 7 de cada 10 perua­nos que lo rechacen. No tomamos en cuenta a Manuel Merino (noviembre 2020) pues solo duró cinco días, menos tiempo que lo que dura organizar un muestreo. Y ni siquiera Alejandro To­ledo, que llegó al dígito de aprobación, tuvo un debut tan desastroso.

Según IEP, en el Perú urbano solo el 18% apoya a Boluarte y en las zonas ru­rales este porcentaje baja a la mitad (9%), mientras que en todas las macrozonas cuenta con un rechazo generalizado (solo la aprueban el 6% en el centro, el 13% en su natal sur, el 16% en el oriente, el 19% en el norte y el 28% en Lima metropolitana).

IPSOS evidencia que los que mues­tran mayores simpatías con Boluarte son quienes poseen mayores ingresos. El único sector social donde ella tiene amplio apoyo es el de los más ricos (ni­vel A), donde es aprobada por el 49% y desaprobada por el 40%. A medida que se desciende en el nivel de poder adquisitivo, más se invierten esas cifras. Dentro de los más pobres (segmento E) Boluarte es aprobada por solo el 10%, mientras que es desaprobada por el 83%.

Ambos sondeos demuestran que Boluarte es hoy rechazada en los que fueron sus anteriores baluartes. La gran mayoría de los 8,8 millones de peruanos que votaron por la plancha presidencial donde ella figuraba casi anónimamente fueron los estratos con menos ingresos y, sobre todo, del campo, del interior y de las macrozonas centro y sur. Quienes hoy tienden a apuntalarla son funda­mentalmente aquellos quienes antes apoyaron a Keiko Fujimori.

A pesar de que Boluarte se ufana de ser una mujer, según IPSOS, es desa­probada por el 71% del sexo femenino.

TRES

Antiguos guerrilleros están hoy en la presidencia de Colombia y Nicaragua, como hace poco lo han estado en las de Brasil, Uruguay y El Salvador (en donde, además, su actual mandatario proviene del Frente de Liberación Farabundo Mar­tí). Quien más tiempo ha estado en una vicepresidencia en Occidente es García Linera (Bolivia, 2005-19), quien lideró la guerrilla altiplánica katarista.

Sinn Fein, el antiguo brazo legal del IRA, la mayor organización armada y terrorista dentro de la OTAN, acaba de lograr el primer puesto en las elecciones generales de las dos Irlandas.

Las democracias occidentales buscan que los antiguos subversivos truequen las armas por las urnas. Permitiéndoles incursionar en la política legal a través de la competencia electoral es que se ha logrado en todas estas naciones reducir la violencia letal.

En Perú, Abimael Guzmán ha muerto y hace tres décadas ordenó a sus huestes abandonar la “guerra po­pular”. Su declive es tal que la única vez que lograron presentar un candidato afín en una elección nacional (Walter Humala para el Parlamento Andino) no logró ni el 0.1% de los votos.

Mientras el APRA llegó a cogobemar con Bustamante y Rivero en 1945-48, una década después de que el partido había impulsado atenta­dos terroristas como los asesinatos de Antonio Miró Quesada, director de “El Comercio”, y antes del presidente Sánchez Cerro, hoy la ultraderecha limeña necesita azuzar el peligro del “terrorismo” como su principal carta para justificar sus constantes maniobras golpistas, autoritarias y antipopulares.

Todo ello es una farsa. Según va­rios analistas, no es casual que se haya producido masacres en el VRAEM en las vísperas de cada uno de los tres ba­lotajes en los que ha competido Keiko, con los cuales ella quiso proyectarse como la mejor posicionada para apli­car la “mano dura”. El “Militarizado PCP”, a quien se le atribuyen estos atentados, luego ha brillado por su ausencia (incluso ahora, donde no saca ni un solo comunicado frente a la crisis o las matanzas).

Abimael Guzmán fue quien más pregonó la consigna de amnistiar a Fujimori y a sus asociados, como vía para lograr ser excarcelado. Montesi­nos escribió con su propia mano una carta a Guzmán implorándoles a los senderistas a aportar los pocos votos que faltaban para que Keiko ganase las presidenciales.

Boluarte hoy se alía con la misma derecha que antes la terruqueaba. Un movimiento de masas que recurre al derecho constitucional a la protesta es lo opuesto a sectas que perpetran atentados o asesinan individuos.

Con esas imputaciones se justifica el terrorismo de Estado y que las fuerzas del orden hayan tenido la orden de dis­parar a la cara y al pecho para matar. El terruqueo deshumaniza a sus contrin­cantes y justifica que se les mate como cucarachas.

CUATRO

El actual Gobierno empieza a adquirir ciertos rasgos de paria internacional. Se ha enemistado con las tres repúblicas hispanohablantes más pobladas (Méxi­co, Colombia y Argentina), las cuales no reconocen a Boluarte como presidenta.

En su mensaje presidencial ha acu­sado a extranjeros del sur en armar a los manifestantes y echó la culpa de los asesinatos a armas provenientes de allí. Así deja entrever que Argentina, Chile y, sobre todo, Bolivia, son responsables de esas muertes.

No hay evidencia de ello y hay nu­merosos testimonios de testigos, videos, fotos, periodistas y organismos de derechos humanos que prueban lo contrario. Ya se sabe que las fuerzas del orden fueron instruidas para tirar a matar. Solamente en casos extremos las recomendaciones oficiales admiten poder disparar a los pies. En cambio, en Ayacucho y Juliaca se lo ha hecho ante multitudes y teniendo como blanco rostros o pechos, con la clara intención de matar.

El Perú y el Alto Perú siempre han guardado un alto nivel de amistad, pero hoy Boluarte impulsa la fobia contra Bolivia. Paradójicamente, Evo Morales fue la figura internacional más aplau­dida cuando llegaron a palacio Castillo y Boluarte. Ahora Dina le ha prohibido entrar al país.

Cuando Boluarte entró a la plancha presidencial de su partido Perú Libre, se identificaba con las “revoluciones an­tiimperialistas” de Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba, y postulaba reconsti­tuir la Comunidad de Estados de Latino América y el Caribe (CELAC) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

Sus ataques injustificados a Bolivia han hecho que las relaciones con esta pasen por su peor momento. Se ha expul­sado al embajador de México (el artífice de la CELAC) y Lima ya no prioriza volver a la UNASUR.

La política represiva de Lima es abiertamente cuestionada por las seis repúblicas hispanoamericanas más ex­tensas (México, Argentina, Colombia, Venezuela, Chile y Bolivia), además de otras más en la región. El Brasil de Lula se encuentra absorbido en sus intentos de contrarrestar al golpismo bolsonarista, por lo que busca evitar chocar aún con Boluarte.

Algo que sostiene a Boluarte es el aval de EE.UU., cuya embajada inmediata­mente condenó el autogolpe de Castillo y fue a bendecir a la nueva mandataria. Sin embargo, si la crisis social se sigue agravando, Joe Biden puede que dinamite a Dina como antes hizxo lo mismo con su predecesor. ▓▓

ACERCA DE LA TOMA DE LIMA

 VICTORIA INEXISTENTE

César Hildebrandt

En HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 619, 20ENE23

L

a señora sale a las 9 y pico de la noche y tiene cara de triunfadora, voz reinante, ínfulas regias. Le habla al país y parece que le hablara a alguna república alpina y feliz.

La señora cree que ha ganado. Otárola, que la modeló a semejanza de Keiko, la ha convencido de que esta vez Lima no cayó -como con los chilenos, como con los 4 Suyos- y que el go­bierno tiene larga vida.

Gran error, señora. Esto va a seguir. Hay gente tan terca como usted y que está empeñada en sacarla de escena.

No hay victoria, estimada señora. Lima fue tomada por la policía y el respaldo de los tanques del ejército hizo lo suyo. Hubo más policías que manifestantes y el resultado fue el previsible.

Pero lo que usted necesitaba era un triunfo político, un éxito del diálogo.

Ganaron las bombas lacrimógenas, las piedras de los manifes­tantes, la paciencia cal­culada de la policía. Pero usted requería que ganara un puente, el comienzo de un consenso, la vocación de un reencuentro.

El país necesita un go­bierno que no apague incendios con gasóleo. Y usted tiene a un primer ministro pirómano que supone que el fuego puri­fica y quizá que la violencia esclarece.

No fue un triunfo, seño­ra presidenta. Fue un ho­menaje a Pirro. Ha elegido usted el camino más áspe­ro. Y parece convencida de que el poder es no ceder y que la arrogancia es buena consejera.

Muy pronto se arrepentirá. Cuando eso suceda me encantaría saber dónde se va a esconder el señor que la empuja al abismo. No había visto a nadie construir su próxima soledad con tanta eficiencia. En esa faena suicida es usted todo un personaje. ▒▒


jueves, 19 de enero de 2023

PUNO PRESENTE EN EL PARO NACIONAL.

Despedida multitudinaria

Escribe: Liliana Quinto

L

a Región de Puno continúa por más de dos semanas con paralización de actividades, bloqueos, piquetes, movilizaciones, cierre de mercados.  Como en los anteriores días, hoy y mañana pobladores hacen escuchar sus voces de demandas y peticiones, sumándose y respaldando a representantes de la Región de Puno y otras regiones que se encuentran presentes en el Paro Nacional.

Hoy siguen bloqueadas las vías de acceso a la ciudad. Las instituciones públicas y privadas amanecieron con las puertas cerradas de manera total y de igual modo, los centros comerciales, mercados y establecimientos no atendieron al público y así mismo no se observó a ningún medio de transporte público.

Hoy arribaron a la ciudad de Puno representantes de diversas provincias y de diferentes instituciones como la del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación SUTEP, transportistas, delegaciones de los principales mercados de la ciudad, estudiantes de la Universidad Nacional del Altiplano e Institutos Superiores y de varias instancias públicas y privadas, entre varones y mujeres, madres con sus niños de la mano o a las espaldas, quienes portaban banderas de color blanco y negro, como demostración de duelo por los fallecidos y el luto que adormece a sus familiares. Luego de hacer que se escuchen sus voces en las principales calles de la ciudad, se dirigieron a la Plaza Mayor de Puno, en donde varios oradores participaron haciendo que se escuchen sus voces de protesta y desacuerdo con la forma como se vienen llevando los destinos del Perú.

Los asistentes, denotando su descontento, entonaron cánticos y manifestaron lemas como: " El pueblo unido, jamás será vencido" "Adelanto de elecciones, que se vayan todos"  "Dina asesina, cuántos muertos quieres", "En Costa, Sierra y Selva el paro continúa" "Mentiras que inventas para justificar a tus asesinos", "Ni terroristas, ni azuzadores, somos pueblo" entre otras consignas gritadas a viva voz.

Se pudo apreciar también en la plaza mayor, la presencia de grupos de policías y miembros del ejército, apostados a un costado de la Catedral. La plaza estuvo abarrotada de pobladores puneños. Luego de la participación de los oradores, grupos de jóvenes entonaron canciones alusivas a la vida y a la justicia.  Al promediar las 5.30 de la tarde, continúan las marchas por diversas arterias de la ciudad. Se ha anunciado que mañana se realizará similar actividad a la de hoy, en sincronía con las movilizaciones que se vienen realizando en diversas ciudades y en la capital peruana. <:>




OPINION: LA CALIENTE COYUNTURA PERUANA

LA REVOLUCION DEMOCRATICA

Escribe: Sinesio López Jiménez

E

l Perú está viviendo el más vasto y plural movimiento democratizador de la his­toria republicana. ¿Qué significa movimiento demo­cratizador? Es la lucha de amplios y diversos sectores sociales por la con­quista de la igualdad de condiciones sociales de todos, y la eliminación de los privilegios y de todo tipo de dis­criminación. La democracia como régimen político es el producto de la correlación de fuerzas entre la demo­cratización social o política y las élites estatales. De esa correlación emerge el tipo de régimen político.

En el siglo XIX, las revoluciones democráticas más importantes fue­ron la de 1814, que involucró a criollos, mestizos e indios, y la revolución libe­ral de 1854, que fue una alianza entre liberales y Castilla, un conservador moderado, y que movilizó a secto­res campesinos y urbanos. Basadre ha escrito que, si la revolución de 1814 hubiera triunfado, la independencia del Perú hubiera sido más nacional y -añado- hubiéramos tenido una sociedad moderna y democrática en el sentido de igualdad de condiciones sociales. Si la revolución liberal del854 no hubiera sido traicionada por Cas­tilla, el Perú hubiera tenido quizá un estado más aflatado y una mayor inte­gración nacional. Las élites militares y civiles bloquearon y reprimieron los procesos de democratización social y política. Por eso, en el siglo XIX no tuvimos ni nación ni democracia.

En el siglo XX se produjeron im­portantes movimientos democratizadores. Comenzaron con los estallidos campesinos de la sierra y las luchas obreras por la conquista de las ocho horas en la República Aristocrática; se acentuaron con los movimientos obreros rurales, mineros y petrole­ros, y la formación del Apra y del Par­tido Socialista de Mariátegui en los 20; y se agudizaron con la recesión del 30 y con la insurrección aprista de 1932. La Constitución oligárquica de 1933 excluyó al Apra y al PC de la participación política y las FF; AA. se transformaron en guardianes de la oligarquía y bloquearon los movi­mientos democratizadores con fé­rreas dictaduras hasta 1956.

En los años 50 surgió un amplio y plural movimiento democratizador. Los movimientos campesinos de siervos que comenzaron a recuperar las haciendas expropiadas por el gamonalismo, de los obreros rurales, mineros e industriales, de las clases medias y de los pobladores urbanos desbordaron al Estado oligárquico pese a su desarticulación e incidie­ron en los cambios en las FF. AA., que, al asumir ellas los cambios an­tioligárquicos en 1968, terminaron bloqueando la culminación de una revolución democrática.

El actual movimiento democrati­zador surge, luego de la caída de Cas­tillo, como protesta por el desprecio, el maltrato y el desconocimiento de un presidente con el que tenían una fuerte identidad social. Estalló una rabia contenida de siglos contra las élites limeñas excluyentes, racistas y discriminadoras. Comenzó en el sur, se extendió al centro y luego al oriente y al norte, y no va descansar hasta nivelar el piso social, político, nacional y regional. Esto significa un cambio del modelo neoliberal, que es una reedición del modelo oligárquico de comienzos del siglo XX.

  

miércoles, 18 de enero de 2023

PRONUNCIAMIENTO INTERNACIONAL SOBRE MASACRES

 CERCA DE 5 MIL PERSONALIDADES Y CIENTOS DE ORGANIZACIONES EXIGEN DETENER LA MASACRE RACISTA Y FASCISTA EN PERÚ

VAN 50 ASESINADOS, 300 HERIDOS INCLUIDOS MENORES DE EDAD, MÉDICO Y PERIODISTA DE EFE

Acción global:  Organizaciones indígenas y sociales y personas solidarias de Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, Colombia, Brasil, Venezuela, Nicaragua, México, Estados Unidos, Austria, República Dominicna

Se ha difundido un pronunciamiento internacional con cerca de 5 mil adhesiones, que incluyen a decenas de organizaciones indígenas, sociales, personalidades, del Perú, Abya Yala (Américas) y del mundo, solicitando a diversas instancias internacionales, la urgente intervención y visita al Perú, en misión sobre Derechos Humanos y colaborar en la detención de la masacre y violencia racista, y encontrar una solución con democracia, paz y justicia para el Perú. 

Entre los organismos a quienes se les ha requerido en esta acción global, están: Relatores especiales de Naciones Unidas sobre Derechos de defensores de derechos humanos, Mary Lawlor; Derechos de reunión y asociación, Clement Nyaletsossi;  Derecho a libertad de opinión y de expresión, Irene Khan; Derechos de los pueblos indígenas, José Cali Tzay; Medidas coercitivas en derechos humanos, Alena Douhan; Racismo, discriminación racial, intolerancia, K.P.Ashwini.

Asimismo, se hio extensiva al gobierno de Estados Unidos, Secretaría de Estado; Brian Nichols, Subsecretario de Estado para el Hemisferio Oeste; Mika Katula, Director para el Hemisferio Oeste; Buró de Democracia, Derechos Humanos, y Asuntos Laborales, entre otras instancias.

La gestión de distribución, fue encabezada por AIDESEP, organización nacional indígena amazónica del Perú, que articula a 2400 comunidades asociadas en 109 federaciones y 09 regionales.

A continuación, el pronunciamiento: 


PRONUNCIAMIENTO

ACCIÓN GLOBAL PARA DETENER LA MASACRE EN EL PERÚ


Indignados por el abuso de poder y ante la respuesta desproporcionada y criminal de las fuerzas armadas y policiales, ante movilizaciones populares, y en especial indígenas, que exigen el adelanto de las elecciones generales nacionales al 2023 porque rechazan al gobierno de Dina Boluarte y al Congreso, controlados por las mafias corruptas, racistas, ecocidas, homofóbicas y extractivistas.

Alertamos que esta masacre es para aplastar la dignidad popular y desobediencia civil contra el racismo y fascismo, y ganar un año más de tiempo, para manipular los poderes estatales y electorales, y junto a los grandes medios comprados, asegurar su “triunfo electorero”, dar continuidad al “estado subsidiario/servil” e imponer una falsa “democracia” 2024-2029 de saqueo de la naturaleza, discriminación cultural y de género, y salvaje explotación capitalista laboral. La Modernidad-Colonialidad del Perú, instaló un Estado racista, cuya descomposición inició el fujimorismo, siguió con los demás gobiernos, partidos y empresarios corrompidos en “Lavajato” y que hoy asesinan para seguir con la repartijas del poder.

Aclaramos, que el drama peruano es o mayor democracia o autoritarismo de largo plazo; y no es sobre “liberar o reponer a Pedro Castillo” ni pasa por aislados violentismos que deben ser rechazados. Ante la crisis del Estado racista y corrupto, exigimos igualdad social, justicia, paz, libertad. Más democracia viva y cotidiana, sobre la base de la socialización del poder, autodeterminación y autogobierno, de la sociedad y los pueblos, en todo el país, y en esos términos un distinto “estado de derecho”.

Exigimos justicia, verdad y reparación para las familias destrozadas en las masacres con balas y perdigones en el Perú, y especialmente en las regiones de los pueblos Quechua y Aymara de Apurímac, Ayacucho, Puno, Ica y Arequipa; con acción judicial contra los funcionarios civiles, militares y policiales responsables, por delito de lesa humanidad ante la Corte Internacional de la Haya, y por delito de violencia racista ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

LLamamos a las organizaciones sociales, especialmente de los Pueblos Originarios del mundo; a los migrantes peruanos en el mundo, así como a los movimientos feministas, juveniles, derechos humanos, ambientalistas, religiosos, artísticos, a pronunciarse y actuar para detener esta masacre racista en Perú que amenaza continuar.

Actuemos con plantones ante las embajadas de Perú; exigiendo llamadas en consulta de los embajadores de nuestros respectivos países; con difusión en los medios de prensa internacionales; con la solidaridad de artistas, deportistas y personalidades; con actos públicos de solidaridad y con la presión para que se pronuncien los políticos y funcionarios de la Unión Europea, Estados Unidos, China y otros países.

LLamamos al Vaticano y las entidades religiosas católica, evangélica, luterana, anglicana, judía, musulmana, budista, y otras, a pronunciarse por la paz y democracia en Perú y cese de la masacre, represión y persecución a quienes luchan por, la justicia, derechos humanos y derechos colectivos de los pueblos originarios y derechos políticos negados por la oligarquía racista desde Lima.

Respondamos a la desinformación de los grandes medios del Perú, difundiendo la verdad a través de las redes sociales de las organizaciones que suscriben este pronunciamiento y otras redes alternativas.

Suscriben:

organizaciones indígenas y sociales y personas solidarias de Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, Colombia, Brasil, Venezuela, Nicaragua, México, Estados Unidos, Austria, República Dominicna

Unión de Comunidades Aymara, UNCA, Perú *¨Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, AIDESEP * Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, CIDOB Orgánica * Consejo de Gobierno de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, COICA * Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI* Gobierno Territorial Autónomo Nación Wampis, GTANW * Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia,

CONTIOCAP * Red Descolonialidad y Autogobierno, Internacional * Organización Regional AIDESEP Ucayali, ORAU * Asamblea de Articulación de Pueblos del Q’ollasuyo, Argentina * Toribia Lero Quispe, Pueblo Sura y Diputada del Estado Plurinacional de Bolivia.*Tatiana Roa Avendaño, Censat Agua Viva, Colombia * Wrayz Pérez Ramirez, Líder Nación Wampis, Perú, Presidente TICCA/Territorios de Vida de Latinoamérica * Juan Carlos Ocampo, Miskitos Prilaka Community Foundation, Nicaragua

  • Leonardo Luna Alzate, Congreso de los Pueblos, Colombia * Servicios en Comunicación Intercultural, Servindi * Mariana Fernandez, Campaign for Peace, Disarmament and Common Security, Estados Unidos* Plataforma Educativa Fen, Chile * Donka Atanassova, Fuerza común, Colombia * Pierina Ferretti, Fundación Nodo XXI, Chile * Instituto Amazonia Solidaria, IAMAS, Brasil * Celina Valadez, Dinamismo Juvenil A.C., México * Ricardo Aguilar Andrade, “Covalora, organizaciones resilientes”, Chiapas, México * Colectivo de Peruanxs en Madrid La Comuna, Asociación de presxs y represaliadxs por la dictadura franquista, España * Plataforma por la Regularización Ya, Tenerife,Islas Canarias * Mujeres Migrantes,Tenerife, Islas Canarias * Asociación Medioambiental Solidaridad SOS. Islas Canarias * Asociación ecologista Salvar Canarias *Eric Toussaint, CADTM international Committee for the Abolition of Illegitimate Debt * Mónica Baltodano, Articulación Movimientos Sociales, Nicaragua Hans-Ulrich Bünger, Alemania, Ex-Director del ILDIS Ecuador * Nury García, Asociación Proyecto Amigo, Perú * Programa «por una nueva economía, humana y sustentable«, Universidad Entre ríos, Argentina * Asamblea en Defensa de Nuestra Tierra (ADNT) Islas canarias * Asociación para la Defensa de las Pensiones Públicas de Canarias * Canarias Verde Mujeres Nómadas Canarias * Intersindical Canarias * Asociación Ecocultural Ma Pacha, Islas Canarias * Salvar Canarias * Mujeres 50% alzadas. Islas Canarias * Antifascistas Elsa Wolff. Islas Canarias

*  Federación de Comunidades Nativas del Ucayali y Afluentes, FECONAU * Federación De Comunidades Indígenas del Distrito de Padre Márquez, FECIDPAM * Organización Regional de Nacionalidades Amazónicos de Ucayali, ORNAU Federación de Comunidades Nativas del Purús, FECONAPU * Federación de Comunidades Nativas de Puerto Inca y Afluentes, FECONAPIA * Organización de Jóvenes Indígenas de la Región Ucayali, OJIRU * Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación Bilingüe Intercultural de Ucayali, SUTEBI * Consejo Shipibo Konibo Xetebo, COSHIKOX * Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Shipibo Konibo Xetebo, GTA * Organización Regional de Mujeres indígenas, ORDEMI *Foro Permanente de Pueblos Indígenas, Casa de Venta MAROTI XOBO * La Unión Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia de la Provincia de Atalaya, URPIA

* Franco Viteri y Berta Gualinga, Pueblo Originario de Sarayaku, Ecuador * Carlos Mamani Condori, líder AymaraUniversidad Mayor San Andrés, Bolivia * Ruth Alipaz Cuqui, Lider Chupiamona, Bolivia * Alberto Acosta, Presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador (2007-2008) * Edgardo Lander. Universidad Central de Venezuela * Maristella Svampa, Conicet-CeDInCi, Argentina, Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur * Raúl Zibechi, Periodista de Desinformémonos, Uruguay * Rita Laura Segato, Emérita Universidad de Brasilia, Universidad Nacional de San Martin, Argentina * Boris Marañón, Hilda Caballero, de la Universidad Nacional Autónoma de México * Alberto Chiriff, Antropólogo, Perú* Emiliano Teran, Observatorio de Ecología Política de Venezuela * Raphael Hoetmer, Perú / Países Bajos, Investigador, Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur * Pablo Bertinant, Taller Ecologista, Universidad Tecnológica Nacional de Rosario, Argentina * Ulrich Brand, Universidad de Viena, Austria * Miriam Lang, Universidad Andina Simón Bolivar, Ecuador * Thomas Moore, Antropólogo, Perú * Agustin Lao-Montes, Puerto Rico, University of Massachusetts Amherst * Carlos Walter Porto-Gonçalves, Universidad Federal Fluminense, Brasil * Catherine Walsh, Universidad Andina Simón Bolivar,UASB, Ecuador * César Germaná, Sociólogo, Perú * Pablo Ospina, UASB, Ecuador * Søren Hvalkof, Antropólogo, Dinamarca * Tom Younger, Antropólogo, Escocia * Francesco Martone, Ecuador/Italia *

Nancy Catacora Garnica, Antropóloga, Puno, Perú * Jesús Cocha Zavaleta, Director del Boletín “Nuevos Líderes”, Cono Norte, Lima, Perú * Rodrigo de la Cruz, abogado Kichwa, Ecuador * Evelyn Carrasco, feminista e investigadora social, Nicaragua * Dania López Córdova, México, Marla Arce Pimienta y Héctor Parra García, México * Carolina Ortiz Fernández, Socióloga, Perú * José Báez Ureña, Danilo Quijano, Comunicador, Perú * Dion Monteiro, Sociólogo, Brasil * Virginia Vargas Valente, Feminista, Perú * Amarildo Figueroa Valencia, Jozelin Soto Alarcón, Pamela Palomino Ruiz, México * Ricardo Pérez, Comunicador, Perú * Nilo Cayuqueo, Comunidad Los Toldos, Pueblo Mapuche, Argentina, Asociación Indígena Mundial* Rosario Grados, Politóloga, Perú * Roberto Espinoza, Sociólogo, Perú * Boris Rodríguez Ferro, Abogado, Puno, Perú * Iván Martínez Pichardo, Ricardo Cortés Ortega, México * Javier López, Sociólogo, Perú * Diego Saavedra Celestino, Antropólogo, Perú * Josué Perusquía Pichardo, Paola

Pérez Vázquez, Víctor Rosales Velázquez, México * Claudio Gómez, Profesor y Defensor DHPI, Chile * Cecilia Nieto, Educadora-Antropóloga, Perú * Vladimir Pinto, Abogado, Perú * Enrique Viale, Abogado Ambientalista, Argentina * Rossana Mendoza Zapata, Educador, Perú* Rainer Guerrero Hernández, Cynthia Juárez Huerta, Alma Cárdenas Marcelo, México * Jorge Agurto Aguilar, comunicador y periodista, Perú * José Baéz Ureña, República Dominicana * Miguel Raso, Chubut, Argentina * Gerónimo de Rossis, Río Negro, Argentina * Daniela Ramirez Camacho, Investigadora Sikanda, México * * Kathia Nuñez Patiño, Universidad Autónoma de Chiappas, UNACH, México * Danilo de Assis Clímaco, Antropólogo, Universidad San Marcos * Marcio Halla, Agrónomo, Brasil *

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Pronunciamiento de escritores y artistas peruanos sobre crisis en el Perú

Pronunciamiento 


Los escritores y artistas peruanos firmantes, residentes en el Perú y el mundo, exigimos a la presidenta Dina Boluarte el cese inmediato de la matanza de ciudadanos que ejercen su legítimo derecho a existir políticamente y que hoy se manifiestan en distintas regiones de nuestro país. Nunca antes hubo en el Perú un gobierno que se inaugurase matando a diestra y siniestra a la gente que objeta, reclama o protesta. A la fecha, un mes después de haber empezado el actual gobierno, hay alrededor de 50 muertos y más de 600 heridos, en general de bala, y aún no se procesa a los responsables. Solicitamos a Dina Boluarte que escuche el reclamo de la gente y que renuncie, que abandone de inmediato el cargo. Lo mismo pedimos a Alberto Otárola, primer ministro, y a José Williams, presidente del Congreso. Esto permitirá que el Congreso actual, revisando su conducta antidemocrática, y con una directiva de consenso, convoque en el más breve plazo a nuevas elecciones generales que garanticen un recambio político en el Perú.

Lima, Cusco, París, Nueva York, 10 de enero de 2023.



A las adhesiones señaladas, se sumó un pronunciamiento internacional con 4664 adhesiones a través de la plataforma change.

OPINOLOGOS PUNEÑOS

 PERÚ, LENGUAJE Y MUERTE

Christian Reynoso

P

or Decreto Supremo publicado el 13 de enero en “El Peruano”, es decir cuatro días después de los asesinatos de 18 personas en Juliaca, el gobierno de Dina Boluarte declaró al año 2023 con el nombre “Año de la unidad, la paz y el desarrollo”. Una denominación risible por no decir patética en medio de la crisis política y social que vive el país. Podemos pensar en un cinismo desbordante por parte de la presidenta y el gobierno, pero más grave aún, podemos sentir que hay un deseo de querer distorsionar la realidad a través del lenguaje. Más bien, la denominación resulta una burla para el Perú. Unidad, paz, desarrollo, mientras se reprime con balas.

¿MILITARIZANDO LA PAZ?
El mismo 13 de enero por la noche Dina Boluarte se dirige al país en mensaje a la nación. Un discurso que se deja escuchar en correlación con el cinismo antes mencionado y que más que establecer mecanismos de diálogo y solución en atención a la demanda del país, califica la protesta de violentista y busca culpables imaginarios. Entre líneas, resulta más importante para Boluarte las pérdidas económicas producto de las movilizaciones, que las muertes de su gobierno y un mea culpa que se exprese en acciones concretas. Desliza, asimismo, teorías temerarias sobre los responsables de las muertes, en un intento de lavarse la cara, lo que lógicamente enerva más a la población.

El ministro de Justicia, José Tello, y por tanto el gobierno de Boluarte, en declaraciones recientes, traslada la solución de la crisis al Congreso de la República, al indicar que el adelanto de las elecciones para este 2023 está en manos del Congreso. El adelanto de las elecciones, tras la renuncia de Boluarte, es pues la principal demanda de los diversos sectores del país movilizados, además de la indignación por la muerte de cincuenta peruanos. Es decir, Boluarte y compañía tiran la pelota, creyendo que así podrán virar el foco de las protestas. Pero está claro que, si bien había en agenda otras demandas, hoy la consigna unánime es su renuncia y que los congresistas se vayan. El hartazgo.

Hoy miles de pobladores y delegaciones de distintas regiones del país se dirigen a Lima para expresar su demanda, frente al mundo paralelo en el que vive el gobierno, pero no como afirma la congresista Susel Paredes en una desafortunada expresión: “O nos vamos o nos matan”, grave error de interpretación y lenguaje, otra vez, que supone que las delegaciones están yendo a Lima a matar. De esta manera, las miradas del país y de sus gentes siguen estando tan distanciadas y contrapuestas. Boluarte pese a ser de Chalhuanca, Apurímac, parece no conocer la voluntad férrea de los pobladores andinos, su incansable resistencia puesta a prueba desde hace más de doscientos años. La empatía que en estos momentos hace falta está hundida en el terciopelo de su sillón presidencial.

martes, 17 de enero de 2023

OPINION SOBRE LA COYUNTURA PERUANA

LA REBELIÓN DE LOS

MARGINADOS

Escribe: Milciades Ruiz

No es la primera vez en el Perú, que la protesta social colisiona con el “estado de derecho”. Son miles las rebeliones en los diversos sistemas de opresión que nuestra historia omite. Como en las matemáticas, sumar y restar, se contraponen por el principio universal de la unidad de los contrarios, nuestra sociedad tiene una contradicción de origen. La republica está erigida sobre el despojo hereditario del poder de decisión arrebatado a la población aborigen. El caso se repetirá, cada vez que los intereses contrapuestos colapsen

 En esta unidad, la suma de poder de unos pocos, es a costa de restar poder a la gran mayoría. En lo natural, siempre habrá desbordes hídricos cuando los causes sean rebasados, y siempre habrá explosión cuando no hay desfogue a la presión interna. Con mayor razón, cuando el factor humano exacerba la confrontación de intereses opuestos. Lo que para los dominadores es justicia, para los dominados es injusticia.

No hay acción sin reacción, es otro principio universal. La reacción violenta de los esclavos, era muy visible cuando el castigo excedía lo soportable. Era una reacción natural, pues hasta los animales se rebelan cuando el amo abusa extremadamente. Pero primero es la violencia del domador o, dominador. La reacción violenta es una respuesta a la violencia previa contraria. ¿Acaso no retiramos la mano, cuando sentimos que nos queman los dedos?

También era visible, la causa de las protestas violentas de nuestros ancestros en el virreinato. Era preferible la muerte, antes que seguir soportando los abusos desmedidos del sistema de los corregimientos. De nada servían los reclamos reiterados ni las súplicas, ni el “diálogo”. Por eso optaban por hacer justicia con sus propias manos, ejecutando a muchos corregidores. La represión era sangrienta contra los anti sistema.

Pese a ello, fue necesario masificar la protesta con una gran rebelión encabezada por Túpac Amaru. Más de cien mil muertos, pero finalmente, se consiguió la eliminación del sistema de los corregimientos y su reemplazo por las intendencias, que la república cambió de nombre, llamándolas “prefecturas”.

Los colonialistas pasaron a gobernar la república sin devolver el territorio a los dueños primigenios, ni permitirles, el acceso al gobierno nacional. Treinta años después de la independencia del virreinato, las prefecturas todavía obligaban a los indígenas a transitar con pasaporte interno dentro del territorio departamental que, era territorio ancestral.

Son numerosas las protestas sociales en respuesta a la violencia republicana. Hasta hemos recurrido a la violencia armada, para cambiar el sistema. Como siempre, la sangre derramada ha vertido mayormente de la población ancestral. Esta impotencia frente al abuso republicano lleva ya más de doscientos años. Los opresores festejan el bicentenario de su dominación, pero el resentimiento también es bicentenario.

El sistema de gobierno vitalicio, de una élite minoritaria de los opresores, contra los oprimidos que constituyen la inmensa mayoría, ha sido la herencia política de los invasores colonialistas y una maldición para los peruanos ancestrales. Hay mucho rencor acumulado que, explota cuando la ira rebasa la paciencia.

Los grilletes y el látigo ya no son visibles, la república tiene otras formas imperceptibles más efectivas. La población trabajadora no está al tanto de los decretos que los afecta, directa o, indirectamente. Solo reacciona tardíamente sin saber por qué, no tienen derecho ni a lo suyo. Se les arrebata las riquezas naturales bajo su suelo ancestral y si se oponen pierden hasta vida.

La clave de esta dominación ha sido conservada desde el inicio de la república. Ella se sustenta en la posesión del poder en todo momento. El que tiene el poder es el que domina. El poder, emana de la trampa militar, jurídica, económica, política, mediática y religiosa. Estas envolturas son los grilletes de nuestra esclavitud.

En cierto momento de la década de 1960, la fuerza militar estuvo de parte de los oprimidos con el gobierno de Velasco, pero las trampas enemigas revertieron el cambio y volvimos al sistema político repudiado. Este, se ha envilecido y es una camisa de fuerza que ya resulta insoportable. Vemos las atrocidades de gobierno con alto grado de corruptela y no podemos intervenir, pues el sistema político está diseñado para impedir la participación popular en las decisiones nacionales.

Paradójicamente, elegimos como gobernantes a nuestros depredadores. El sistema político es un tapón electoral que está colapsando. Aunque se cambie de gobierno, se adelanten elecciones, o se cambie de Parlamento, el sistema hará que tengamos siempre gobernantes ajenos a los intereses populares.

Si miramos más allá de nuestras fronteras veremos que nuestro caso es similar a otros países. Pinochet y Fujimori, parecen haber salido de un mismo molde. Sus pasivos políticos siguen provocando estallidos sociales porque estamos atados a los nudos constitucionales que dejaron. Las dictaduras fueron eliminadas, pero no, esos nudos. Con estos han venido gobernando sucesivos mandatos “democráticos”.



A fines del 2019, estalló en Chile un movimiento de protesta social al margen del sistema político, como sucede en nuestro caso. La protesta se extendió a varias regiones sin responder a un comando ni programa ideológico. Era una protesta de desfogue, como la rabia contenida, por el hartazgo de lo que venía sucediendo en el país, por causa del sistema neoliberal que dejó la dictadura, con una constitución ya asfixiante.

La protesta se masificó tornándose violenta y, el gobierno de Piñera, “democráticamente” elegido, respondió con represión policial primero, pero luego sacó los militares a la calle y declaró toque de queda. La solidaridad introdujo la bandera de nueva constitución y asamblea constituyente, para darle contextura al movimiento, incluyendo demandas indígenas y paridad de género. Este precedente y su evolución nos deja varias enseñanzas.

Sobre nuestro caso, se ha comentado bastante, interpretándolo desde diversa perspectiva e interés político. Se ha personalizado el suceso interesadamente. Los dominantes solo ven cuánto dinero pierden por los disturbios. Se le relaciona con azuzadores extraños porque consideran que los marginados son sumisos e incapaces de rebelarse. Los políticos se aprovechan del suceso para llevar agua para su molino. No entienden, ni quieren entender la naturaleza estructural de las protestas sociales.

El gobierno de Alan García, dejó 193 muertos, mayormente indígenas, incluyendo el “Baguazo” del premier Yehude Simon que, contuvo la rebelión nativa a costa de muchas muertes. Ollanta Humala tiene en su haber 66 muertos, en la lucha indígena contra la minería. Y así, a lo largo de la república tenemos muchas réplicas sangrientas de un mismo sismo que pugna por desahogar.

Lo que queda de estas tristes experiencias, es el resentimiento contra una democracia que no es tal, que no defiende lo nuestro, con la que no estamos identificados. La gran mayoría de la población detesta los poderes del estado y no se siente representado por los órganos del sistema político. El estado no defiende al pueblo sino a los depredadores de este. Ante nuestros ojos esta protesta sangrienta aparece desordenada e incoherente, porque no la entendemos. Nuestro sentir, es distinto al sentir de los marginados políticos, históricamente omitidos.

Vemos y analizamos la eclosión del fenómeno, pero no, el proceso de ebullición. La población revienta de indignación acumulada porque repudia el sistema político y su falsa democracia. ¿Por qué, ha sucedido esta explosión social, al margen de los partidos políticos? ¿Por qué, la indignación desborda los canales oficiales? ¿El diálogo mecedor, la renuncia presidencial, adelanto de elecciones, asamblea constituyente, son suficientes para cambiar la estructura de dominación hereditaria?

Como siempre, la protesta será contenida momentáneamente a un alto costo de vidas de peruanos ancestrales. Pero el resentimiento seguirá acumulándose nuevamente, por la necesidad de justicia política. Será necesario entonces, seguir una estrategia que permita a las fuerzas populares ir ganando espacio político, hasta vencer la predominancia de los opresores. La lucha debe continuar, pero actuando con eficacia para alcanzar las metas progresivas que conduzcan a un sistema equitativo.

Luchar sin claridad de objetivos solo conduce al fracaso. Quizá lo dicho, no merezca reconocimiento, pues hay mejores enfoques. En todo caso, lo he hecho de buena voluntad, sin pretender ser dueño de la verdad.

12.01.2023



  

 ESTADO SURPERUANO:

¿UTOPÍA O TÁCTICA PERVERSA?

Por Carlos F. Garaycochea

Economista e historiador

2023-01-13

L

a idea de promover un «estado surperuano» independiente del resto del país, aunque es una utopía fuera de todo realismo político e histórico, merece una reflexión crítica, para saber qué tiene de fondo. Habría que comenzar por recordar que esta idea ya existía desde que Pizarro fundó el Cuzco sobre las ruinas de la capital incaica, en disputa con Lima por la hegemonía del poder. Pero, asimismo, que, desde esa colonia temprana, junto al derrumbe de los Incas resurgen las tendencias autónomas de las etnias andinas. Los collas, lupacas, lucanas, aymaraes, canas, charcas y otros, comenzaron a reencontrarse en sus raíces, sus bailes, idiomas y ritos sincretizados, para formar durante casi 500 años ese mosaico étnico tan diverso que es el sur andino hoy.

Aunque en la colonia la idea de que alguna vez pudiera haber un nuevo Inca aparecía de vez en cuando en algunos lugares aislados, no era un sentimiento general, masivo, capaz de amalgamar una tendencia política viable. Era sólo una utopía, como algunos investigadores han precisado (Flores Galindo, Burga). Incluso, la más intensa y sangrienta rebelión indígena, ocurrida en 1780-1782 y liderada inicialmente por José Gabriel Túpac Amaru, muestra esta diversidad de perspectivas de las poblaciones indígenas, muchas aún atadas a sus propios espacios e incapaces de generar entidades políticas mayores más allá de sus territorios étnicos (O’Phelan, Cahill).

Eso es lo que heredó la naciente república peruana, Estado-nación en formación casi hasta nuestros días. Heredó en 1825 una gran población india que, de los antiguos corregimientos e intendencias pasó a las provincias y departamentos, residiendo en comunidades y haciendas con un mínimo de articulación social o política. Así, el intento de la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), fue solo un esfuerzo y conflicto entre caudillos criollo-mestizos (Santa Cruz, Gamarra), ávidos de arrancharse el poder que dejaron los administradores coloniales españoles. No hubo una articulación que abracara a todos los estamentos sociales de ese breve e inestable “estado sur peruano” (Cuzco, Arequipa, Puno y Ayacucho).

Regionalismos políticos ha habido en el sur a lo largo de los siglos XIX y XX, pero sólo como reacciones casi meramente filosóficas de algunas elites provinciales en Cuzco, Puno y Arequipa frente al poder de Lima. Pero, al mismo tiempo, sin participación popular compartida y, al final, sin éxito ninguno.

Hay que recordar que la Constitución de 1979, redactada principalmente por Bedoya (PPC) y Haya (Apra), estableció una regionalización y descentralización del país. Lo esencial es recordar que, luego de discusiones a todo nivel, se llegaron a crear doce regiones para 1990, pero fueron anuladas tras el “Fuji-golpe” del 5 de abril de 1992. Lo estipulado por la Constitución de 1993 recién en el siglo XXI, en el año 2002, se concretó en la creación de “regiones” con poder administrativo, aunque manteniendo los antiguos límites departamentales. Poco después, la conclusión contundente del referéndum regional del año 2005 fue que nadie de un departamento quiso ser parte de otro.

Así es que, en la historia del sur del Perú, tenemos una fuerte raigambre social e histórica de ser «departamentos», e inclusive de ser «provincias», y de no querer ser parte de otras entidades supraregionales. Pero peor aún, ningún departamento quiere que haya una «ciudad capital» en otro departamento. Esto se ha estado discutiendo desde 1980 y el resultado es el mismo. Así es que, no bien se comience a discutir esta propuesta surgirá --inevitablemente y sin solución--, la discusión sobre qué ciudad será la capital. Nadie cederá y la propuesta de un estado separado, a nuestro parecer, morirá en medio de tales disputas.

Sin embargo, en el territorio sur peruano hay que destacar que en el último medio siglo ha habido un gran movimiento migratorio, desde las pequeñas aldeas y comunidades andinas hacia las ciudades. Pero además ha ocurrido un intenso proceso de aglutinación de la población migrante en la dinámica de las actividades económicas como el comercio, turismo, minería y agricultura moderna. Así, los grandes núcleos urbanos surperuanos han crecido, tanto en su población y en su economía, a tasas superiores al resto del país.

Esta enorme dinámica económica entre Cusco, Puno, Arequipa, Moquegua, Tacna y provincias como Quillabamba, Ilo, Juliaca, Majes y otras, combinada con la minería y con el agro de exportación, ocurre sobre una enorme infraestructura de caminos transversales y longitudinales, así como de conexiones con países vecinos (Brasil, Bolivia, Chile). Sin embargo, la interconexión vial no ha generado una cohesión política y cada región tiene sus propios objetivos, a veces en conflicto con otras regiones.

Además hay que resaltar algunos problemas serios. Camisea significó un gran aporte a la matriz energética nacional, sin embargo, para el sur, sigue estando pendiente el gasoducto superuano, que no se concesionó ni construyó. Fracaso estrepitoso y no exento de corrupción, en los gobiernos de García (2006-2011) y Humala (2011-2016), que el gas natural domiciliario e industrial no llegue a las ciudades surperuanas. Un nuevo proyecto, quizá con una inversión de 1000 millones de dólares, significaría al menos cinco años más. Este fracaso se hace más grave cuando se compara con el gas licuado que en Bolivia --gobernada por Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (desde 2020)--, se vende barato a precios subsidiados.

Con lagrimas y con sangre

Otro tema complicado es la pugna por el uso del agua de las cuencas que comparten las regiones. Tenemos los ejemplos de Majes y de Tambo. No hay que omitir el proyecto minero Tía María, en el que la incompetencia del Estado nacional y regional no ha trabajado para construir las necesarias garantías para que los impactos ambientales sean estrictamente controlados, que es lo que la población, principalmente de los valles, exige. Por cierto que hay otras serias desigualdades en el crecimiento económico, especialmente en salud y educación. En esto regresamos a la ineficiencia e incompetencia de los gobiernos regionales y locales en cuanto al gasto de sus recursos, además de las responsabilidades del gobierno nacional. Tampoco se pueden omitir los graves problemas que significan las actividades vinculadas a la informalidad y la ilegalidad, donde sobre todo los dos recientes gobiernos han mostrado poca voluntad de hacer cumplir la ley.

Entonces, si esta propuesta es irreal y utópica, ¿por qué se la propone? Quienes conocemos en las últimas décadas los pliegos de reclamos sindicales, o de los frentes de defensa regionales o provinciales, sabemos que el objetivo de elaborar dichos pliegos de reclamos, con una numerosa lista de exigencias, es una táctica de negociación que permite generar procesos de gran duración e intensa conflictividad. Aun cuando se llegue a algún arreglo dialogado, siempre quedarán temas pendientes. O sea que esta propuesta no nos parece seria. Creemos que solo es un relleno más en una táctica perversa de plantear reclamos imposibles de atender.

Escrito el 30 de diciembre del 2022