Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas | Opinión - 00:01h
Theodoro Valcárcel es, como se sabe un músico cuya gran calidad artística-musical lo sitúa en la Historia de la Música Peruana como “uno de los más destacados y talentosos iniciadores de la actividad creadora académica musical del Perú del presente siglo”, para no citar sino la opinión de Nelly Suares de Velit, que fuera Directora del Conservatorio Nacional de Música.
¿Cuándo nació?
Varias publicaciones que contienen sinopsis biográficas de Theodoro Valcárcel registran como año su nacimiento alguno de los últimos del siglo XIX. Entre esas publicaciones están el Diccionario Histórico Biográfico de Milla Batres, la biografía escrita por Enrique Mamani Fernández, así como muchos escritos y artículos periodísticos.
Las Enciclopedias Salvat y Sopena -que son citadas como fuente “autorizada” en forma recurrente en muchos ensayos y artículos sobre la vida y obra de quien fue destacadísimo compositor musical peruano y puneño- refieren que el natal de Theodoro fue el 19 de octubre de 1900. La Guía Musical del Perú de Carlos Raygada pone puntos suspensivos a la cifra 189... La Enciclopedia de Tauro del Pino registra erradamente el año 1902; año que, al parecer, ha sido recogido por la enciclopedia de Internet Wikipedia, en la que se consigna como fecha de nacimiento el 19 de octubre de 1902.
Los actos importantes basados en fechas, tienen que fundarse en la verdad de los hechos que fluyen de documentos incontrovertibles. Theodoro Valcárcel Caballero nació el 23 de octubre de 1896. Esta real fecha de su natalicio se acredita con copia de la respectiva Partida de Nacimiento que obra en la Municipalidad de Puno.
Theodoro o Teodoro
En el documento en mención se nota que el “nombre de pila” del ilustre músico ha sido registrado como “Teodoro”, sin la letra “h” entre la “t” inicial y la “e” que le sigue. En cierta época se planteó la posibilidad de que la “h” fuese un error de escritura que –como ha ocurrido en muchos casos- ganó legitimidad en su uso reiterado por críticos, comentaristas y periodistas poco avisados. Sin embargo, consultas que absolvieron muchos de sus parientes y descendientes, nos hicieron conocer que la interposición de la letra “muda” fue obra de la voluntad de nuestro personaje, expresada en sus primeras presentaciones públicas y cuando aprobó la impresión de sus primeras partituras.
Si esa fue su voluntad, a nadie le está permitido contrariarla. ~