martes, 18 de noviembre de 2025

HAY QUE SALVAR AL LAGO TITIKAKA

TITICACA: ¿INICIOS DE UNA CATÀSTROFE?

Víctor Alvarado

En revista BRISAS, diciembre 2023 

E

l Lago Titicaca (en Puno a 3,812 msnm), el mítico “lago de los pumas de piedra", según traduc­ción de sus vocablos aymara y quechua (Titi: gato montés y kaka: montaña o roca), enfrenta advertencias de una calamidad climática o, más drásticamente hablando, de un terrible desastre ambiental.

Sus causas: el calentamiento global, determinante de la dis­minución del nivel de sus aguas de hasta 2.2 metros desde el año 2001, y que iría peligrosamen­te en aumento en los próximos años hasta poner en riesgo su existencia milenaria de 6 millo­nes de años.

Esta advertencia no es un alarmismo ni una ligera ocu­rrencia, pues en el mundo te­nemos hasta 5 grandes lagos, como el Titicaca, en proceso de desaparición principalmente de­bido a 1) fenómenos climáticos, como el llamado calentamiento global que está incidiendo sobre el Titicaca y 2) el mal manejo de las fuentes de agua que lo abas­tecen, como lo han hecho los go­biernos centrales en el caso del lago puneño.

Un precedente

A estos cinco lagos habría que añadir un sexto, el antiquí­simo lago salado Poopó, ubicado a 3,686 msnm, en territorio hoy boliviano, en el departamento de Oruro, unos 200 metros más abajo que el Titicaca, conocido durante la Colonia como lago Aullagas o lago Paria, consi­derado el segundo más grande de Bolivia (después del Titica­ca que lo compartimos los dos países), ahora convertido en desierto.

El lago Poopó se secó una vez en 1994 a causa de una sequía prolongada, y ahora 30 años des­pués, todo indica que la desapari­ción de sus fuentes hídricas sub­terráneas que le suministraban aguas, es irreversible.

Esta constatación llevó al gobierno boliviano, el pasado 16 de diciembre de 2015, a darlo oficialmente por desaparecido y con él, la eliminación de una fauna de 200 especies silvestres entre aves, mamíferos, peces y reptiles.

El trágico final del Poopó amenaza a decenas de lagos en el mundo, entre ellos a cinco gi­gantes que por milenios eran el orgullo de las naciones donde estaban enclavados.

Arqueo fatal

Hagamos aquí un breve repa­so de ellos:

1) El lago conocido como Mar de Aral (Uzbequistán), del que queda solo un 5% de su ex­tensión original, debido a que en los años 60 durante el gobierno de la ex URSS, al que perteneció Uzbequistán, derivó los caudales de sus ríos afluentes Amu Darya y el Syr Darya, para la irrigación de las tierras destinadas al culti­vo intensivo de algodón y otros cultivos, que lo convirtieron en uno de los mayores productores de algodón del mundo.

La desviación de esos sus ríos evitó que el agua llegara hasta el ‘Mar de Aral” y este ahora es un remedo de lago y, para colmo de males, sufre la concentración de sales, pesticidas y fertilizantes, y la desaparición de la fauna, obli­gando a sus pobladores a emigrar a otros lugares. El panorama que ha quedado es el de un completo desierto.

2) Lago Urmia, en Irán, uno de •los lagos de agua salina más grandes del mundo, desaparece lentamente, y en la actualidad solo el 5% de su superficie tiene agua.

3) Lago Chad, que se extendía a lo largo de los países afri­canos de Chad, Camerún, Níger v Nigeria, ha perdido desde la década de 1960 el 90% de su extensión lagar.

4) Lago Cachet II (Chile), de origen glaciar, desapareció definitivamente en marzo de 2012, luego de las desapariciones de los glaciares andinos que le surtían de agua.

5) Lago Sagrado Waiau (Hawái, EE.UU), empezó reducir el nivel de sus aguas en el 2,010 y no hay señales de que el proceso de desaparición se de­tenga.

Sustracción de aguas

Según una valiente denuncia del escritor puneño Ornar Aramayo, varios ríos, de los más de 25 que aportan sus aguas al Lago, entre ellos los ríos Ramis e llave, han experimentado descensos de sus cauces, entre otras razo­nes, porque habrían sido objeto de sustracciones de sus caudales, pero no en sus propios cursos, lo cual hubiera sido detectable y es­candaloso, sino en las partes altas, en los lugares de nacimiento de estos ríos, donde las aguas esta­rían siendo recogidas por tubos y llevados a Moquegua, Tacna y tal vez también al vecino Chile.

Aramayo no lo dice, pero uno de los artífices de la sus­tracción clandestina de las aguas en los propios orígenes de los cauces de los ríos que alimentan al Titicaca, sería el expresidente Vizcarra, uno de los impulsores a rajatabla de la Represa de Pasto Grande (Moquegua) y aunque este embalse aparece como el represamiento de las aguas del Río Vizcachas para irrigar tierras en Moque­gua y Tambo, cabría investigar si también, como dice Aramayo “están chupando” las aguas en los orígenes de los ríos que abas­tecen al Titicaca.

Tendencia grave

De otro lado, resulta claro que mientras continúe este dé­ficit hídrico derivado del calen­tamiento global y la presencia del fenómeno El Niño (léase la llegada de corrientes cálidas al mar frente a las costas de Perú y Ecuador), se mantendrá la dismi­nución de los caudales de unos ríos y la sequedad de otros, así como del nivel de las aguas del Titicaca.

Necesaria movilización

Se trataría de motivar y/o emplazar a los gobiernos regio­nal y central a desarrollar una cruzada para asegurar: la in­tangibilidad de los caudales de los ríos que desembocan en el Titicaca, y la descontaminación de sus aguas a través de la eje­cución del proyecto de creación de 10 plantas de tratamiento de aguas residuales, una para cada provincia, que camina a paso de tortuga.[1]

De la existencia del Lago de­pende la vida de cerca de 3 mi­llones de peruanos y bolivianos, de los cuáles 1.3 millones residen en Puno.

Este fenómeno tiende a agra­varse, según Sixto Flores Sancho, jefe regional del SENAMHI en Puno; desde que se declararon las altas temperaturas, las aguas del Titicaca disminuyeron 59 centímetros, que deberán aña­dirse a los 2.2 metros de dismi­nución registrados desde el 2001.

«A pesar de que se tienen pre­cipitaciones ligeras estas no compensan la fuerte evaporación de­bido a las temperaturas”, explicó Sixto Flores, luego de adelantar que a fin de año el nivel del agua del lago Titicaca podría bajar en 90 centímetros.

Respecto al caudal de los ríos más representativos de la región, como el Ramis, Huancané, Coata y otros, advirtió que están 63 % por debajo de su estado normal en comparación de los años an­teriores, debido, reiteró, a la pre­sencia de las altas temperaturas.

Sobre cuernos, palos

Esta situación mantiene cris­pados a los puneños y de manera particular a los nativos Uros que residen en las islas flotantes del lago por la caída del turismo. El descenso del nivel de las aguas del Titicaca ha causado que los em­barcaderos estén ahora sobre lodo y no sobre agua y lógicamente los turistas rehúsan embarcarse.

Las altas temperatura han provocado también que se haya secado el 86% de los totorales en un área de 37,180 has., con lo cual los Uros perderán un nu­triente que les facilita su diges­tión y evita el estreñimiento.

La desaparición de los totora­les, además dejaría sin alimento a una amplia fauna silvestre y sin forraje al ganado doméstico y también sin materia prima a miles de artesanos que lo usan para fabricar canastas y objetos turísticos. <+>

[1] NOTA DEL DIFUSOR. Gustavo Flores Flores califica certeramente como un gran engaño a las proyectadas PTAR (Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales) Se sabe que la empresa española que ganó la licitación para construirlas, ha dejado abandonados los trabajos iniciales al no haber sido atendidas como ella pretendía las inaceptables adendas al contrato respectivo. La indiferencia de las autoridades competentes para buscar una salida efectiva a los impases y la increíble indolencia y pasividad de los pueblos de las localidades en las que se tiene prevista la construcción de las PTAR en mención, agravan el problema día a día, convirtiendo paulatinamente al lago en un vaso hídrico cloacal.

En cuanto a la reducción del caudal del lago, recientes temporadas lluviosas han generado el incremento del nivel de las aguas, aunque sin llegar a los anteriores, La tendencia, infortunadamente, continúa. (GVC) 

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