ROSENDO HUIRSE
In memoriam
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12 de junio de 1971, sucumbía en Arequipa la preciada vida del músico,
compositor y periodista puneño don Rosendo A. Huirse Muñoz, vigoroso y longevo
tronco de una ya legendaria estirpe de músicos y periodistas cuya cumbre mayor
fue su hijo Jorge, también músico, compositor, director de orquesta y
renombrado arreglista de los ritmos de América.
Nacido en 29 de febrero de 1880 en Santa Rosa, entonces distrito de la provincia de Lampa hoy provincia de Melgar, Puno, don Rosendo es quizá el músico y compositor puneño más antiguo que se conozca entre quienes llevaron al pentagrama la inmensa riqueza musical y rítmica de esa privilegiada tierra que es Puno, en el confín de la Patria.
Mandolinista
y guitarrista autodidacta al ingresar jovencísimo en el Seminario San Ambrosio
de Puno, mucho antes de finalizar el siglo en que nació, estudió en ese
claustro flauta traversa, melodía y armonía para luego dedicarse íntegramente
al piano.
Sus
composiciones son innumerables entre huayños, marineras, marchas, himnos,
suites, valses tipo Boston, polkas de salón e incontables captaciones de temas
quechuas y aimaras.
Compuso
el Himno de Puno reconocido y oficializado por la Municipalidad de la bella
capital lacustre. Entre sus composiciones, mundialmente reconocidas y
difundidas a través de las grabaciones en discos que de ellas hizo en Buenos
Aires (1944-1962) y Lima (1962-..) su hijo Jorge al frente de sus propias
orquestas, pueden citarse ‘Quisiera ser picaflor’, ‘Los Carnavales’, ‘Balsero
del Titicaca’, ‘Paja Brava’,
‘Pastorita’, y muchas otras. Numerosos artistas entre ellos ‘Los Trovadores del
Perú’, ‘Los Morochucos’, Jesús Vásquez, Eloísa Angulo, Los Kipus, Luis Abanto
Morales, Esther Granados, Judith Acuña ‘Wara Wara’, además de artistas y
cantantes argentinos y cubanos, entonaron con singular talento sus
composiciones.
Periodista,
desde ‘El Eco de Puno’ diario que fue de su propiedad desde los años 30, y
director hasta casi la fecha de su muerte, defendió los caros intereses de su
Puno amado y venerado, defensa hasta por la que purgó prisión temporal, y lo
convirtió en adalid del pensamiento crítico y cultural del altiplano puneño y
peruano.
Porque
de la pequeña chispa que encendió don Rosendo pudo prenderse la inmensa llama
que es hoy la música puneña a escala global, le debemos loor y recuerdo
imperecedero a su límpida pianística, a su versátil pentagrama, a su
perseverancia periodística y a su talento creativo, don Rosendo A. Huirse ¡POR
SIEMPRE JAMAS! (AHC)
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