LA SOLUCIÓN FINAL
César Hildebrandt
EN HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 660, 3NOV23
¿ |
Estoy condenado a ser un cronista de lo
nacionalmente cotidiano? Si esa fuera mi condena, tendría que ocuparme de lo
siguiente:
-No se han descolmatado los ríos de Piura y La
Libertad.
-El hampa venezolana es derrotada por la protohampa
peruana en las calles de La Victoria.
-La señora Boluarte exhibe su miseria intelectual en
un nuevo viaje.
-Femando Rospigliosi demanda que Indira Huilca
devuelva 250,000 dólares de indemnización.
-Una energúmena agrede a una perra que paseaba a su
tutor.
-La madre de Maldito Cris, el asesino, era ladrona.
-Los generales de la PNP apenas pueden hacerse
entender.
-Raúl Diez Canseco condecora a Erasmo Wong por ser
gerente de Willax. Diez Canseco, por fin, se quita la máscara.
-El presidente del Jurado Nacional de Elecciones se
siente amenazado por la misma mafia que proclamó el fraude inexistente.
-Keiko Fujimori gobierna de verdad.
-El mariscal Benavides está vivo.
-La derecha se acuesta con quien sea.
-La izquierda tiende a desaparecer.
-Los sindicatos son la melancolía.
-La Fiscal de la Nación finge que investiga a la presidenta presunta.
-El Congreso es como dos kilos de guano metidos en
una bolsa de medio kilo.
-Lapadula acaba de anotar un gol.
-Les cobran cupos hasta a los mototaxistas.
-De las alcantarillas brotan jueces, fiscales,
secretarios de juzgado.
-La garúa es la lluvia que quebró.
-El criollismo consiste en robar.
-Lima es la ciudad de los reyes de la papa.
Y así por el estilo. Así de etcétera. Así de
repetición y disco rayado y tiempo circular y náusea clonada.
De modo que salgo de la condena que me ancla a mi
gris país de silenciados, y vuelvo a Gaza.
Me persiguen los niños palestinos que la aviación
israelí hace pedazos o deja que sobrevivan malheridos.
Quiero huir de esas escenas y no puedo.
¿Cómo será estar allí, en medio del fuego, esperando
la lotería del azar, la decisión de un piloto, la orden de un comandante?
¿Te tocará hoy? ¿Será mañana que el vecindario vuele
en una nube carnes y concreto? ¿O el blanco será la cuadra siguiente y a ti te rozarán
las esquirlas, los bloques de cemento lanzados por la onda de choque?
Dependes de lo que no sabes, de lo que el dios del
diluvio universal quiera entre furias, de los trazos y triangulaciones en una
pantalla de computadora. Dependes del humor de un general de boina y grito.
Dependes de la muerte voraz, del destino maldito que
te tocó, de. la condición infrahumana que la llamada civilización te ha
asignado
Y tus hijos te hacen preguntas que no puedes
contestar. Que no vas a contestar.
Preguntas que no debieran hacer los niños comunes,
pero que sí pueden hacer los niños que están próximos a morir.
La primera de las cuales es la más simple: ¿Por qué?
Nadie responde. En toda Europa, esa ruina romana,
no contestan. Simulan no oir.
En Estados Unidos, si responden. “Porque se lo
merecen”, dicen. “Porque Israel es nuestro aliado. Porque es parte de la red de
poder que hemos construido para el dominio del mundo y provecho de nuestra
hegemonía”, dicen. “Que mueran los que deban morir”, dicen.
Que Hamas responda por lo hecho es una cosa. Que
Israel extermine a un pueblo es otro asunto. Y Occidente está autorizando una
masacre que tiene todos los elementos de un plan genocida.
Esa es la solución final israelí: fumigar Gaza y
homogenizar Cisjordania. Es la paz de Vespasiano, el triunfo de Tito, el
desenlace de Pompeyo.
Así quieren acabar con Palestina. Netanyahu piensa
como un nazi. Es un nazi involuntario.
Israel ha mostrado al mundo, hasta ahora, la única
cara que no podía mostrar: la de aquellos verdugos que mataron a millones de
judíos en nombre de la “superioridad racial”, el odio antisemita y la meta del
dominio mundial.
No puedo dejar de pensar en esos niños. Y maldigo.
Dios -si existe- sabrá por qué lo hago. ▓▓
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