PUKARA:
ORIGEN DE LA CULTURA EN PUNO
Juan
Palao Berastain
L |
a Cultura
Pukara, que se desarrolló en el altiplano del Lago Titicaca, muestra su
principal centro político, administrativo y ceremonial en la cercanía al pueblo
de Pucará, de la provincia de Lampa ( Puno).
Esta
cultura ha sido estudiada inicialmente por insignes intelectuales, antropólogos
y arqueólogos como: Luis E. Valcárcel, Emilio Romero, Julio C. Tello, Manuel
Chávez Ballón, Luis A. Pardo, Alfred Kidder II, Alfred Kroeber, Wendell Bennet,
John Rowe, Luis Lumbreras, Jorge Flores Ochoa y Máximo Neyra.
Posteriormente
y hasta la fecha realizan estudios sobre Pukara: Clark Erickson, Sergio Chávez,
Karen Mohr, Margaret Hoyt, Elizabeth Klarich, Lee Steadman, Charles Stanish,
Cecilia Chávez, Edmundo de la Vega , Henry Tantaleán y David Oshige, entre
otros.
Todos
ellos, de una u otra forma, coinciden en la importancia de Pukara en los
desarrollos culturales posteriores, como Tiwanaku, al sur, y Wari, al norte,
así como para los señoríos Aymaras y los Incas, por ser su antecesor, ya que la
presencia de Pukara se documenta arqueológicamente desde los 1800 años antes de
Cristo hasta los 400 años después de Cristo.
Los
actuales trabajos de investigación arqueológica consideran como Periodo
Formativo partir del año 1800 a.C. al 400 d.C. (Stanish et. al. 1997). Durante
este Periodo, en el altiplano del Titicaca, la presencia de características
nuevas en la cerámica, ha posibilitado establecer varias Ëpocas o Etapas para
la Cultura Pukara, denominadas como: Pre Qaluyo (1800.C. a 1450 a. .C); Qaluyo
(1450 a.C. a 800 a.C.); Cusipata (800 a.C. a 200 a.C.); Clásico Inicial (200.C.
a 0 de C.); y Clásico Final (0 de C. a 400 d.C.). Cabe anotar que dicha
nomenclatura no es compartida por todos los arqueólogos, ya que hay quienes
prefieren separarlas, individualizándolas como “culturas” diferentes,
denominando solamente a las dos últimas Épocas como Pukara. Las fechas tampoco
son definitivas dado que los análisis radio carbónicos muestran ciertas
tolerancias o márgenes de posibilidad de más o menos años, siendo su existencia
de 2200 años, aproximadamente.
La cultura
Pukara, es la primera en llegar a tener una organización social que se denomina
como Estado. Creó las bases productivas mediante la realización de diversas
técnicas en la agricultura, como son los campos elevados o waru warus, los
campos hundidos o qochas, las ladera aterrazadas o andenes o tacanas; e inventó
y fabricó diversos instrumentos de labranza según la actividad a realizar.
El área que
muestra huellas de waru warus es de 102,441.64 hectáreas, (C. Díaz. y E.
Velásquez.1992). Las qochas en la zona entre los ríos Pucará y Azángaro están
sobre una extensión de 23,956 hectáreas. Se ha verificado, también, la
existencia de qochas entre los ríos Desaguadero y Callacame sobre una extensión
de 15,124 hectáreas. Calculándose que en las, aproximadamente, 25,000 qochas
existentes, se tendría una superficie cultivable de (C. Díaz y E. Velásquez
1992). La presencia de andenes en el Altiplano se observa en el ámbito circun lacustre
denominado como Región Suni (Pulgar Vidal 1981), donde se han identificado con
andenes. En la vertiente nororiental de de Carabaya en se tienen con andenes
(C. Díaz y E. Velásquez 1992).
La época de
inicio de la construcción de los andenes correspondería a los Pukara de la
Época Qaluyo, dado que en los andenes contiguos a los centros ceremoniales con
patios hundidos, como es el caso de Tunuhuiri en Ichu, entre Puno Chucuito, se
observa la presencia de cerámica tipo Qaluyo en sus terrazas.
En dichas modalidades
tecnológicas productivas lograron la diversificación de las plantas
domesticadas como la papa, oca, olluco, tarhui, quinua y kañihua. Así como el
perfeccionamiento y la utilización estratégica para la seguridad alimentaria
con la elaboración del chuño y de la tunta o moraya con las papas de las
variedades “amargas”. Con similar propósito, perfeccionaron la elaboración de
charki. a partir de los numerosos rebaños de alpacas y llamas, que fueron muy
importantes pera su desarrollo económico y por ende en el social y cultural.
A partir de
una cerámica incipiente, la fueron perfeccionando para el uso cotidiano y para
el uso ritual, logrando un nivel nunca igualado posteriormente, siendo muy
característico su estilo final por el trazo inciso que delimita los espacios de
color.
El sitio
más notorio y relevante, por su arquitectura, se encuentra junto al pueblo de
Pucará, denominado Qalasaya, el cual está constituido por una estructura
escalonada de varios niveles, presentando una magnífica escalinata principal de
acceso y otra escalinata accesoria con trazo escalonado en planta. En la parte
superior se observan tres patios ceremoniales hundidos, de los que solo uno ha
sido restaurado por el Plan COPESCO. Se tienen otros elementos importantes como
túneles que vinculan sitios de niveles diferentes.
Elaboraron
piezas líticas o monolitos, representando personajes y lápidas con iconografía
simbólica que estaría relacionada a las creencias religiosas, mitología y
cosmovisión. El diseño y estilo le son característicos, denotando una gran
sensibilidad estética y dominio de los conceptos de la simetría. Esa
iconografía ha perdurado en el tiempo entre los desarrollos culturales
posteriores anotados, y aún es observable en los textiles actuales de las
comunidades de Puno.
Durante los
2,200 años, de evolución y cambios, la Cultura Pukara, ha dejado múltiples
vestigios de su presencia en diversos lugares del Altiplano, como en Qaluyo, a
cuatro kilómetros al norte de Pucará; en Chincheros, a ocho kilómetros al norte
de la ciudad de Puno; Tunuhuiri, en las cercanías del pueblo de Ichu; en las
cumbres de los cerros Llacastiti y Coanos, en la isla Amantaní y del cerro
Mulusiña, en la isla Taquile; así como en la cercanía de los pueblos de
Capachica, Taraco, Arapa, Conima, Juli y Azángaro.
Se tiene
información arqueológica de la presencia de Pukara en las provincias de la
región Cusco, como en Chumbivilcas, y también en lugares de las regiones de
Arequipa, Moquegua y Tacna; además de localidades del norte de Chile;
Copacabana y Tiwuanaku en Bolivia.
Los Pukara
habría incursionado en la selva o amazonía de Puno, de Carabaya y Sandia, ya
que en su iconografía se observa la presencia del otorongo o jaguar, felino que
adquiere connotaciones rituales y míticas; cuya presencia es relativamente
cerca de las zonas pastoriles de Macusani. Las serpientes tienen
representaciones como tales o como seres míticos en diversos monolitos. De la
cercana selva proceden productos alimenticios como la coca, ají, rocoto y maíz,
que fueron parte de la actividad agrícola en los andenes de Sandia y Cuyo Cuyo,
para ser difundidos a toda el área andina, incluyendo la Costa.
Por todo
ello es necesario, no solo mostrar sus restos arqueológicos más visibles sino,
explicar sus logros, realizaciones y aportes a Considerando que fue en el
altiplano de Puno donde se consolidó esta gran civilización, que se organizó
como el Primer Estado del Sur Andino.
Por la importancia histórica de Pukara especialmente para Puno y el Sur Andino, se debe considerar el estudio y conocimiento de como Objetivo Regional.
Por ello es necesario:
- Continuar
la labor de investigación arqueológica y la restauración del sitio de Pucará.
- Ampliar y
mejorar las instalaciones del Museo de Sitio, implementando las actividades de
investigación y publicaciones.
- Crear la
biblioteca especializada con los documentos publicados sobre Pukara, incluyendo
las traducciones de investigaciones y tesis en idioma extranjero.
- Realizar
investigación arqueológica y restauración en los sitios Pukara del altiplano y
ampliar la prospección en el ámbito Regional.
- Propiciar
la realización de eventos sobre Pukara, tales como congresos, simposios y
otros, de carácter regional, nacional e internacional.
- Difundir
la trascendencia e importancia de Pukara, especialmente entre la población
escolar, a fin de propiciar la identidad cultural.
Chucuito, Octubre del 2016
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