domingo, 26 de marzo de 2023

ANALISIS. UNA VISION DEL PRESENTE Y EL FUTURO DE PUNO

 UNA REGION POSIBLE

Sol Pozzi Escot Noriega

Dominical de EXPRESO 19MAR23

S

i bien el título de la película ganadora del Oscar, "Todo en todas partes al mismo tiempo" podría aplicar a la situación que vive nuestro país en la actualidad a causa del Ciclón Yaku, que ha venido dejando estragos en toda la nación, se trata de un nombre que podría, con más precisión, describir aquello que viene pasando en la región Puno desde el día 7 de diciembre del 2022, cuando el expresidente Pedro Castillo decidió jugar el todo por el todo, perdiendo y arrastrando al país- y sobre todo a Puno- en una espiral de violencia y autodestrucción.

Desde entonces, los bloqueos de vías nacionales y carreteras han puesto en jaque la subsistencia de los puneños, a tal punto que el Ministerio de Economía y Finanzas ha estimado que la tasa de desempleo en la región de la sierra sur se habría alzado al 70% por el cierre de actividades económicas. Asimismo, desde el 9 de enero hasta el 28 de febrero, las pérdidas económicas en la región generadas por esta situación se habrían alzado hasta los 295 millones de soles, según aseguró el presidente de la Cámara de Comercio y Producción, Francisco Aquise.

A esta debacle económica y social gatillada por el golpista Castillo se han sumado los embates del ciclón Yaku, de cuya llegada, al parecer, el "profesor" habría sido advertido, pero ignoró, sentenciando a miles de peruanos a perderlo todo. Si bien en las regiones costeras este fenómeno climatológico ha ocasionado lluvias extremas, activaciones de quebradas, huaicos y enormes pérdidas, en regiones como Puno, Yaku estaría agravando una ya destructiva sequía, la cual, según el presidente de Conveagro - Puno, Roger Florez, estaría causando la muerte de las alpacas en la región, además de agravar la inseguridad alimentaria en la zona.

¿Qué hacer ante esta realidad que pone en peligro directo las vidas de los peruanos de la región Puno? Lo primero, dada la urgencia de la situación, es coordinar una serie de acciones que permitan paliar lo que viene sucediendo. En eso, el gobierno central de la presidenta Dina Boluarte viene cumpliendo, y la mandataria ha anunciado un shock de inversiones por más de 5/ 1300 millones en proyectos en la región Puno.

 Al respecto, adelantó que se llevarán a cabo más de 800 actividades de mantenimiento de los canales de riego, para así fortalecer la agricultura en Puno, beneficiando a más de 60 mil familias dedicadas al sector agro. Finalmente, la presidenta aseguró que micro y pequeñas empresas de la región serán beneficiadas, a través de una inversión de 9 millones de soles, con la subvención Turismo Emprende y se invertirán 220 millones de soles para la implementación de 8015 "casas calientes" ante la llegada de las heladas, así como se repartirán 45 mil kits de abrigo en esta temporada.

Sin embargo, estas medidas anunciadas por el gobierno de Dina Boluarte son, como precisamos previamente, una medida paliativa para contener la crisis de gran magnitud que ya se vive en Puno. A mediano plazo, creemos, debe existir un trabajo de acompañamiento y fiscalización, por parte del gobierno central pero también- ¿por qué no? - del sector privado si este lo desea, con el objetivo de asegurarse de que los recursos de la región sean ejecutados correctamente al servicio de la ciudadanía.

Según informó un reporte de la organización Convoca, más de la mitad del canon minero que reciben las regiones del sur- incluido Puno-, el cual es administrado por el gobierno regional, se gasta en obras menores, es decir en proyectos que no tienen mayor impacto en la calidad de vida de los ciudadanos. Durarnte el 2022, la región recibió una suma récord por canon minero: 548 millones de soles. Sin embargo, las obras que se trabajan con estos fondos son de bajo presupuesto y no representan las necesidades de los ciudadanos de la región.

Pero, nuevamente, una mejora del nivel técnico- y de la integridad- de los funcionarios elegidos en la región Puno no será posible si esto no viene acompañado de una revolución de mayor trasfondo, es decir, una revolución cultural, guiada por un concepto, el de la integración. ¿Cómo entender que Puno, en la segunda mitad del mes de marzo, sea la única región del país donde aún se reportan paros y bloqueos cuando ya las demás regiones han entendido la necesidad de retomar sus actividades para de esa manera garantizar su subsistencia y su día a día? No se trata de que los puneños sean más aguerridos que el resto de los peruanos. Lo que sucede es una muestra del fracaso del sistema educativo en nuestro país, tanto en Puno como en las demás regiones. Puno es el Perú. Solo que los puneños -y los limeños- no lo ven así. Mientras eso no cambie, Puno seguirá en la cola del desarrollo nacional.

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