PERSPECTIVA
ECONÓMICA MUNDIAL
Escribe: Milciades
Ruiz
La invasión rusa a Ucrania, ha evidenciado fragilidades
estructurales en muchos países incluyendo el nuestro. Eso, nos obliga a pensar
y obrar estratégicamente en cuanto al desarrollo nacional. Por nuestra
dependencia sin soberanía, estamos atados y subordinados a las decisiones de
países dominantes, que nos hacen pagar los costos de sus supremacías. Defender
este sistema, es mucho más que masoquismo. Veamos.
PROYECCIONES DEL CRECIMIENTO MUNDIAL (FMI)
Como consecuencia de la intromisión de EE UU y su férula
occidental en este conflicto, aplicando represalias a uno de los bandos y
prestando ayuda bélica al otro, se ha generado un efecto contrario en los
países intrusos que, sufren por ello, encarecimiento de sus condiciones de vida
por inflación de precios en todos los rubros y estancamiento económico.
Según Moody's Analytics, los consumidores estadounidenses
están gastando mensualmente, unos US$ 500 adicionales solo en alimentos,
reduciendo su capacidad de compra en otros rubros, que caen en ventas e
ingresos. No nos importaría si EE UU se hundiera solo. El asunto es que estamos
atados a su hegemonía y nos arrastra, aunque no tengamos culpa alguna.
Por lo que hace EE UU, ahora compramos a precio duplicado el
pan, fideos y todos los derivados de trigo. Pero lo mismo sucede con otros
productos e insumos que, de allí, adquirimos: alimentos, medicinas,
tecnologías, servicios y otros suministros encarecidos. Hay pues, un trasvase
inflacionario de EE UU a nuestra economía.
La estrategia de EE UU y sus aliados contra Rusia, erosiona
nuestra base alimentaria ocasionando desabastecimiento y encarecimiento de
fertilizantes para la producción agraria. Suben los precios de los fármacos
agropecuarios y demás insumos productivos primarios y agroindustriales, todo lo
cual deteriora las condiciones de vida nacional.
Pero también sus aliados europeos sufren las consecuencias
de esta intromisión hegemónica pues las represalias que aplican generan crisis
energética por desabastecimiento que ellos mismos se infringen con su
estrategia de efecto contrario. El presidente de Francia, Emmanuel Macron ya
reconoció que, su país está "pagando cuatro veces más" por el gas
estadounidense que la industria en EE.UU. Este país se beneficia a costa de sus
aliados.
Por su parte, el pueblo francés en número de 140.000
aproximadamente, hizo marcha de protesta en París, contra el alto costo de la
vida, participando más de 80 organizaciones políticas y gremiales. Alegan la
pérdida del poder adquisitivo frente al aumento vertiginoso en los precios de
la electricidad, alimentos, combustibles y servicios.
Pero todo es una cadena. Para combatir la inflación que ha generado contra sí mismo, el bloque dominante occidental, obliga a que los bancos centrales de reserva de los países involucrados, estén recurriendo a elevar tasas crediticias, encareciendo el dinero. Nuestro país también lo viene haciendo. Pero con ello, también se elevan costos crediticios y deudas contraídas. Las tasas de cambio en Europa, están a la baja.
La revista The Economist, da cuenta que dicha medida ha desplomado las cotizaciones de numerosas compañías estadounidenses y multinacionales, por falta de liquidez e insolvencia. El primero de ellos ya ha afectado a los fondos de pensiones británicos. En nuestro caso, los fondos AFP, en setiembre 2022, intensificó su caída al registrar pérdidas de hasta -9,08%, según información de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
El dólar es la moneda comercial mundial. Si EE UU encarece
el dólar, entonces produce devaluación de todas las monedas del mundo y los que
más han sentido este problema han sido sus aliados. Según el FMI, el dólar se
ha encarecido un 22% frente al yen, 13% frente al euro y 6% frente a las
monedas de mercados emergentes. Nosotros también pagamos ese costo y el dólar
ya bordea los cuatro soles pese al contrapeso que pone el BCR. Afecta todos los
negocios e inversiones financiados a plazos y desalienta nuevos proyectos.
EE UU hace pagar sus culpas a todo Latinoamérica, a la que considerada su patio trasero. La situación es grave, sobre todo para los países endeudados, que tendrán que pagar un mayor costo, tal como se muestra en las proyecciones del gráfico siguiente.
AUMENTO DE LOS COSTOS DE ENDEUDAMIENTO PARA LATINOAMÉRICA
(Tasa de fondos federales de EE.UU. por WEO Vintage. %)
Como sabemos, la gente de negocios no utiliza su propio
dinero para los proyectos de inversión, sino el dinero ajeno acumulado en los
bancos a un costo financiero calculado para obtener ganancias. El
encarecimiento crediticio y de suministros desbarajusta el costo beneficio,
haciendo perder rentabilidad que se traduce en morosidad y quiebra.
Pero también, los créditos de consumo bajan y la morosidad
pone en riesgo el patrimonio personal por cobranza coactiva, embargos y otros
castigos. Así, se van creando condiciones para la desaceleración económica en
todos los negocios. La producción entonces decrece y, si baja en dos trimestres
seguidos, técnicamente entramos en recesión. A menor producción, mayor problema
social.
El encarecimiento crediticio retrae la circulación del
dinero, dejando sin liquidez a los negocios. Se pierde capacidad de compra
(demanda) de bienes y servicios, se despide personal, caen los ingresos, se
vive en déficit, se truncan planes, aumenta la pobreza, la delincuencia y todo
se derrumba poco a poco, si no hay recuperación. En la gran depresión de 1929,
la recuperación en nuestro país, duro ocho años.
En suma, podríamos decir que estamos en riesgo severo por
decisiones extranjeras y, si a eso agregamos los riesgos internos, tenemos
entonces un panorama sombrío en el devenir. Pero como dice el refrán: “No hay
mal que, por bien, no venga”, será el próximo gobierno el que tendrá que
afrontar la cadena de problemas sociales derivados del derrumbe. Entonces, la
derecha decaerá, haciendo crecer la izquierda.
Octubre 17.2022
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