LECTURAS
INTERESANTES Nº 819
LIMA PERU
1 ABRIL 2018
DEMOCRACIA
DE LA CORRUPTELA
G
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ran consternación ha causado en la población peruana la
explosión de la corrupción al más alto nivel. Se tenía la certeza del deterioro
de la vieja república pero al levantarle el velo hemos podido ver
descarnadamente la gusanera que la aqueja y la repugnante podredumbre que hay
en todo su organismo. El proceso de deterioro es alarmante y es necesario
cortar la infección. No obstante, al designarse un nuevo gobierno, el velo ha
vuelto a cubrir la realidad. Se piensa que todo se arreglará cambiando
solamente las personas y no, el modelo que ocasiona dicho cáncer político.
Se ha puesto en boga la tramposa palabrita “gobernabilidad”
como pretexto para dejar pasar por alto las atrocidades del sistema y en nombre
de ella, asumir el comportamiento de “perro simpático que no da problemas”, al
decir de PPK. Por lo pronto, el vocero de la bancada de Nuevo Perú, Alberto
Quintanilla, según consigna el diario La República del 30.03.18,“subrayó que
hay entre los grupos políticos el ánimo de dejar atrás la confrontación para
dar paso al trabajo por el bien del país, y que esa nueva voluntad se verá
reflejada en el voto de confianza que otorgará a los nuevos ministros”.
“Asimismo, el legislador opinó que el gabinete debe impulsar
la reforma política y un diálogo con las bancadas para fortalecer la
gobernabilidad. Ratificó la disposición de su agrupación de apoyar al gobierno
en temas sustanciales, como la reactivación económica, lucha contra la
corrupción y cambios en la normativa electoral y política”.
La moción de la izquierda parlamentaria pidiendo la vacancia
del defenestrado presidente gringo, ha culminado triunfalmente pero, no se
debería aflojar el empeño tras la derrota del chupasangre. Se ha aprovechado
bien las circunstancias para ganar pírricamente apenas un combate de una guerra
en que la correlación de fuerzas sigue siendo desfavorable. La derecha está
recomponiendo sus fuerzas y la izquierda tiene que seguir golpeándola en los
puntos vulnerables.
Pero, ¿qué significa “fortalecer la gobernabilidad? Entiendo
que se refiere al fortalecimiento del sistema de dominación que causa estragos
en la vieja república. Esta consigna es diametralmente opuesta al de fortalecer
el poder popular, en su lucha contra la opresión y la degeneración de los
órganos de gobierno. La gobernabilidad de este sistema arroja por quinta vez
consecutiva presidentes corruptos. ¿No es suficiente demostración de las fallas
del sistema? ¿Es lo que se quiere fortalecer? Esto plantea un deslinde en el
seno de la izquierda pues el proceso degenerativo también alcanza nuestras
filas.
El fraude electoral a través de filtraciones millonarias
para tergiversar la voluntad del electorado ha encumbrado a personas corruptas
que han perdido toda legitimidad tanto en la derecha como en la izquierda,
aunque nos duela decirlo. Si como consecuencia de este fraude muchos líderes de
izquierda se han beneficiado con una curul o cualquier otro cargo público en
gobiernos corruptos, lamentablemente también, pierden legitimidad de origen. No
solamente las personas sino también, los movimientos políticos que lideran.
En este sentido, el dirigente brasileño Lula no solamente es
un corrupto sino también corruptor, pues claramente ha quedado confirmado por
Odebrecht, que atendía pedidos del Partido del Trabajo para apoyar campañas
electorales en Perú. Las donaciones millonarias son inversiones empresariales
como lo manifiestan abiertamente los dirigentes de la CONFIEP. Es que los
neoliberales tienen como principio aquello de que “No hay lonche gratis”. Solo
es un adelanto a cuenta de (…). La factura se carga a los costos de los
proyectos pero la empresa nunca pierde y lo que se invierte en apoyos
electorales se recupera por otro lado, con adendas, peajes, etc.
Si como autoridad recibes tres millones de dólares en la
forma que fuere, ya estás comprometido. Y si este favor lo retribuyes con
reajustes en peajes o, en el costo de los proyectos, no lo sentirás en propio
bolsillo porque son números en el papel del contrato pero brutalmente estás
endeudando coactivamente a los sufridos contribuyentes que pagarán tu picardía
por decenas de años. Nada justifica este daño a la población. Podrán decir: “Yo
no tengo nada que ocultar”. “No hice nada ilegal”, “Nunca recibí dinero
alguno”, “Yo no sabía, no manejé la caja de la campaña”, etc. Pero todos
sabemos que son artimañas y, favor con favor se paga.
En un estudio mundial realizado por “Transparencia
Internacional” antes del escándalo ODEBRECHT se hizo la siguiente pregunta a
los pobladores de más de un centenar de países, para que en un rango de 1 a 5
calificara a las instituciones por su grado de corrupción (Nada corrupto (1)…
Muy corrupto (5) ¿En qué medida percibe Ud. que los siguientes sectores se ven
afectados en su país por la corrupción? – Partidos políticos, parlamento,
ejército, ONG, prensa, iglesias, empresas privadas, sistema educativo, poder
judicial, sector salud, policía, burocracia.
De los 12 sectores mencionados, los partidos políticos
tenían el más alto porcentaje de ser percibidos por la población como
corruptos, con un promedio de 3,8. Pero en el caso de Perú, los partidos
políticos se llevaban la bandera con un puntaje de 4.3, (cercano a muy
corrupto) solo igualable por el Parlamento, que precisamente proviene de los
partidos políticos*. Sin embargo, todos los partidos políticos y parlamentarios
dicen que luchan contra la corrupción. Los corruptos flagrantes también lo
decían. ¿Es creíble este decir de los políticos?
No se debería generalizar pero las excepciones son muy
escasas. Después de lo sucedido, es probable que la percepción de la población
sobre los partidos políticos haya subido a 5 por encima de cualquier otra
institución, pues se ha comprobado que casi todos los partidos políticos en el
Perú han sido penetrados por la corruptela y han falseado información
financiera para justificar gastos de campaña electoral tanto de los candidatos
como del partido político en su conjunto. El dinero de la corrupción estaba
destinado a la institución y es ella a la que también se debería castigar
descalificándola como persona jurídica.
Podrán decir, yo no vi nada sospechoso a pesar de que el
dinero corría por raudales frente a sus ojos. ¿No era para preguntarse, de
donde viene tanto dinero? No hay peros que valgan y hay que reconocer que la
corrupción estaba en el ambiente pero nadie decía nada. Entonces, de aceptarse
la premisa de que todos los partidos están contaminados, llegaríamos a la
siguiente conclusión:
1. La
democracia en el Perú se sustenta en los partidos políticos.
2. Los
partidos políticos son las instituciones más corruptas del Perú.
3. Los
partidos políticos están descalificados para gobernar el país.
Siendo así, no deberíamos aceptar que los partidos políticos
tengan el monopolio del proceso electoral y del poder político, suplantando la
representación de los sectores sociales. Hay que acabar con los vientres de
alquiler y las vallas de inscripción política. El alto número de firmas de
respaldo ciudadano no garantiza para nada que un movimiento político sea
representativo. Las firmas se compran. La experiencia descarta este
procedimiento. Resulta absurdo conservar el foco infeccioso sin contrarrestar
el mal. Tenemos que buscar alternativas de solución al problema.
En esta perspectiva, planteo una renovación del sistema
político abriendo al abanico de opciones para una democracia más amplia y
equitativa. Una alternativa es acabar con la exclusividad de los partidos
políticos y permitir el acceso a otras formas de agrupación social al proceso
electoral. Muchos partidos políticos son solo cascarón que solo cobran vida en
época electoral. Pero hay organizaciones nacionales centenarias, colegios
profesionales, federaciones de trabajadores de cada sector económico,
asociaciones empresariales, asociaciones civiles y militares, gremios
nacionales e integraciones sociales que sin ser partidos políticos son más
representativos que estos.
AQUI ESTÁN, ESTOS SON |
¿Y Por qué no dejar que las regiones (no los ex
departamentos) tengan autonomía política propia para la elección de sus
autoridades?
¿Ustedes qué dicen? Nada impide formular sus propios
planteamientos. Pero sería de mucha utilidad intercambiar ideas al respecto. En
uno de mis libros, “Trazos para una República Equitativa” he tratado este
asunto con mayor detalle. Por esta vía tengo que ser breve. Así que, dejo para
otra ocasión mayores explicaciones sobre lo planteado.
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