LECTURAS
INTERESANTES Nº 690
LIMA
PERU 11 MARZO
2016
FRAUDE MANIFIESTO
César Hildebrandt
Tomado
de “HIULDEBRANDT EN SUS TRECE” Nº 290, 11mar16, p. 12
M
|
ás varado que nunca, Alan García celebra la exclusión de
Julio Guzmán. Cree que comerá de sus restos.
Nano Guerra García y Ántero Flores Aráoz abogaron en público
por la expulsión de Todos por el Perú. Creen que dejarán de estar en "otros"
si algunas migajas les caen cerca.
Los periodistas al servicio del fujimorismo y el Apra están
felices. Trabajan para empresas que tienen prontuarios policiales y dicen que
están satisfechos porque "la ley se ha cumplido".
Los congresistas que escudan a sus líderes ladrones y
asesinos salen a la tele a manifestar su contento "porque la ley es para
todos". Claro, excepto para quienes esperan, con experta paciencia, la prescripción.
Raúl Castro, el rey del Jockey Plaza, también está
exultante. Piensa que su alianza
funeraria con el Apra podría ahora despegar.
Los abogaduchos del JEE y los jurisperitos manchados del JNE
se regodean.
Han pasado del anonimato, donde la vida los había depositado,
a la celebridad. Ahora los nombran, los citan, hasta les mientan la madre.
Lo cierto es que hemos pasado del caos electoral al fraude
manifiesto. Y no hablo de Acuña, cuya exclusión ha sido una medida profiláctica.
Hablo de Guzmán, con quien no simpatizo, cuyo prosionismo arrastrado fui el
primero en denunciar, cuyo pasado laboral describimos en esta revista con todo
su colorido y visos de promiscuidad.
Sin embargo, echar a Guzmán de las elecciones, a estas
alturas y luego de un fallo que decía exactamente lo contrario, es alterar de
un modo cualitativo el proceso electoral y quitarle a uno de cada cinco peruanos
el derecho de optar libremente.
El escándalo crece cuando comprobamos cómo es que la
autoridad electoral finge no ver los "problemas administrativos" en
otras tiendas políticas. Y cuando vemos cómo es que el fujimorismo hace a
escala nacional lo que Acuña se limitó a hacer en Piura y en Chosica.
Tengo varias décadas en este oficio de testigo ocular de lo
que pasa en el Perú.
Jamás había asistido a un proceso electoral en el que el
protagonismo lo tomara este desenfreno actual de incompetencia, turbidez y
malignidad. Hablo de procesos electorales realizados en climas democráticos,
por supuesto, y no tomo en cuenta, por ello, el escándalo moral del año 2000, hechura
neta del fujimorismo inmutable que hoy, para el horror de más de la mitad del
Perú, se jacta de haberse librado de quien podía hacerle pelea en una hipotética
segunda vuelta.
en
"El guason de las elecciones" por Chillico en "Hildebrandt en sus Trece", 11Mar16 |
La culpa de lo que está pasando la tiene el Congreso, que no
aprobó a tiempo la ley que todos reclamaban. La culpa también es de Humala, que
se demoró un mes en promulgarla. Pero la responsabilidad mayor recae en
Francisco Távara y su combo.
Estamos a un mes de las elecciones y el escenario sigue
siendo incierto. La OEA se preocupa y algunos medios de comunicación
internacionales le han puesto el ojo a este proceso electoral que empieza a tener
tintes venezolanos.
Si la ley es la ley y las normas se cumplen, ¿por qué se
permitió que tachas interesadas de origen groseramente político esgrimieran
argumentos vinculados a la democracia interna de Todos por el Perú?
Y si la ley es igual para todos, ¿dónde está el pronunciamiento
sobre los muy desprolijos procedimientos que se permitió realizar el PPC para
fraguar su pacto con el Apra?
El Jurado Nacional de Elecciones tiene en sus manos limpiar
el proceso que ha ensuciado. Si no lo hace, una atmósfera de duda sobre la
legitimidad de su origen flotará sobre el próximo gobierno. Y eso sí que será hacerle
un flaco favor a la democracia que decimos tener. ¿Le preocupará esto a gente
como Távara? Las próximas horas nos lo dirán. <>
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