Miércoles, 05 de octubre de 2011
Efraín Miranda Luján se está muriendo y nosotros lo estamos dejando morir. Lo visité hace unas horas en compañía de Lolo Palza, Carlos Mendoza, Sandrita Mendoza, el editor Walter Bedregal Paz y el novelista Javier Núñez . No me dio pena, nada de nada, me dio dolor y cólera, indignación. No entiendo, por Dios, que no entiendo cómo tanto homenaje, y cómo tanto periódico, revista, estudios, y ninguna manifestación práctica, de amor al prójimo, para retenerlo siquiera un poco más. La falta de cuidado, de una enfermera, de alguien que pueda procurarle un poquito, solo un poquito de calidad de vida, es abrumadora, es algo que cualquier persona en sus cabales repudiaría, está en el aire de su lóbrega habitación. Me dijeron que andaba loco, no es verdad, está cuerdo y lúcido, sus reflejos obedecen a la realidad perfectamente. Me vio y como un relámpago me dijo: Omar, hace diez años que no nos vemos. Tenía miedo a que no me reconociera, a encontrarlo en un mar de tinieblas e incoherencias, pero está claro como el cielo del mediodía, y no exagero, él sabe lo que quiere y lo que dice; pero sufre de abandonado, y en exceso. Su hermana se lo trajo de Puno hasta esta casita en jirón Zela, Yanahuara, Arequipa, pero ella es otra anciana y tampoco puede procurarle más atención. Y con las bajas pensiones que reciben los maestros jubilados del Perú, él que dio su vida a los niños aymaras en los fríos páramos, atravesados por un río helado que tenía que cruzar cada vez que iba o venía de Puno. No es posible contemplar a uno de los hombres más lúcidos del país en ruinas de manera impasible, al carajo lo homenajes. Se ha caído y tiene una costilla rota, cicatrizada ya, felizmente; pero que le provoca un inmenso dolor. Ha caído y tiene una cicatriz en la cabeza. No podemos hacer una descripción de la situación patética en la que vive, sería ruin y cruel. Y los congresistas y alcaldes presidentes de la región que se llenan la boca con palabras de amor a la patria y a los valores. ¿Y los seres humanos? ¿Y sus mejores hijos? Por favor amigos, por favor, escríbanme con sugerencias prácticas, es necesario tenerlo con nosotros todo lo que se pueda. Que que no muera como Sologuren, Bendezú o Romualdo. El Perú no puede asesinar a sus poetas de manera tan vil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario