VÍCTOR EMILIO CUENTAS AMPUERO
BREVE NOTA BIOGRAFICA
Escribe: Iván Alfredo Cuentas Aparicio*
En
este breve aporte biográfico se resume la vida de un reconocido e inspirado
compositor puneño autor de su popular obra cenital: “Cholitas Puneñas”. A lo
largo de su existencia nunca se distanció anímica y espiritualmente de Puno, su
amado terruño, permanentemente alojado en su retina y activo en su memoria.
Hacia el año 1900 la pareja
conformada por Juan Mariano Cuentas Monge y Sara Ampuero Soto, se traslada a
Puno, pues su matrimonio se realizó en La ciudad de Arequipa, tierra donde
nació la señora Sara.
Como se sabe los años
posteriores a la primera Guerra Mundial sumieron al mundo en una pobreza
generalizada que, en pueblos como Puno, agudizaron la escasez de trabajo,
donde la juventud no tenía posibilidades de desarrollo social y económico.
Estas condiciones obligaron a Víctor Emilio a salir de Puno y recorrer el Perú
en un largo y contin uado periplo por
Cusco, Apurímac, Ayacucho, Junín y Pasco. A raíz de esa experiencia escribió
una pequeña novela con el nombre de “Sobre el dorso andino”. Nuevamente de
retorno a Puno trabaja en el Banco de Crédito y luego en La Prefectura; no obstante,
su afán de estudios lo lleva a La Paz, Bolivia, y se inscribe en el Instituto
Superior Greeg, donde estudia Contabilidad.
La población de Puno,
asentada en una ciudad pequeña y de encantadora placidez provinciana estaba
conformada por gente citadina y algunos grupos de familias que venían de
diferentes distritos y provincias, por lo que el correlato social era fluido.
Todos se conocían.
El mismo músico Andrés
(Pupa) Dávila Martínez se trasladaba desde Chucuito frecuentemente, hacia la
ciudad de Puno para frecuentar a sus conocidos. Él fue amigo de Víctor Cuentas
con quien se encontraba para departir fraternalmente. En una ocasión Víctor
Cuentas le preguntó al “Pupa” Dávila sobre su producción artística. La
pregunta iba por Las letras de Las canciones como Calabozo de Chucuito y Campanazos,
en las que está presente la angustia y se recrea el dolor y se aviva la
desesperanza. Ante esa crítica el “Pupa" le indicó que sus creaciones
eran reflejo del espíritu indígena cuyas vivencias eran de carácter taciturno
y triste. Víctor Cuentas Le indicó que no era así que el pueblo indígena gozaba
en Las fiestas de carnaval, en las cosechas y tantas otras manifestaciones
del campo que eran oportunidad para el puro júbilo y la algarabía. Le aseguró
que él compondría una canción que exaltara el gozo de la vida con letra alusiva
a la vida poética con música vivaz inspirada de puneños y puneñas.
Así pues, con este reto
auto propuesto se inició la composición del huayno “Cholitas puneñas” cuyo
nombre primigenio fue Laramkota, significando el Lago azul intenso que vio en
su niñez. En Los versos de La Letra no se encuentran frases de tristeza,
congoja o agobio. El quinto verso dice “...y
la Luna soledosa", adjetivo que no existía en el castellano
y que se traduce como “la Luna parecida al sol".
Con el tiempo la canción
se expandió por el centro y sur del Perú, tanto así que el Ministerio de
Educación dispuso que, en toda escuela rural, al momento de formarse, los
alumnos la cantasen.
La difusión del arte era
precaria y en el caso de “Cholitas puneñas" sufrió cambios en su letra,
por lo que Víctor Cuentas la inscribió en la APDAYC hacia 1953.
A finales de la década
de los años 30, llega a Puno la firma Singer, distribuidora de máquinas de
coser. Víctor Cuentas accede a esta labor y le asignan la ruta del norte de
Puno y de todo el departamento del Cusco.
Oscar Cuentas Ampuero,
hermano de Víctor, fue contratado como profesor en el Colegio Mateo Pumacahua
de Sicuani e invitó a su hermano Víctor Emilio a trasladarse a Sicuani. Otro
tanto sucedió con José María Arguedas Altamirano que luego de haber salido en
libertad de la cárcel El Sexto de Lima, arribó a Sicuani donde ya vivían y
trabajaban Luis (“el cholo") Nieto, poeta cusqueño, los hermanos Alencastre
y Alfredo Macedo Arguedas, escritor puneño, todos con quienes Víctor Cuentas Ampuero
se relacionó y empezó a departir conformando un grupo juvenil de difusión de
arte y cultura. La amistad que se creó con José María Arguedas se expresa en la
composición, hecha al alimón, del huayño “Tankar morada", letra de Cuentas
y música de Arguedas. Esa composición no se ha podido recuperar.
Pasados algunos años
Víctor Cuentas se traslada e instala en Lima, trabaja en el terminal marítimo
y luego en el Ministerio de Hacienda de aquella época.
La colonia puneña era pequeña y los paisanos se encontraban para departir
en tardes domingueras y tener La oportunidad de compartir recuerdos y
seguramente degustar el chairito
puneño. Cuando se aprestaban a ejecutar con sus instrumentos musicales, recuperaban
la magia de las melodías de Puno, la ensoñación de la tierra y el lago y todo
era avivado por melodiosas y sentidas voces cantoras.
En la capital ya se
había fundado algunos clubes departamentales. Víctor Cuentas y algunos
paisanos decidieron crear el Club Departamental Puno. Para ello acotaron dinero
compraron una edificación en calle Cervantes. El club existe en la actualidad y
acoge a paisanos que arriban desde Puno.
En su oportunidad Víctor
Cuentas Ampuero y su esposa Violeta Bellido fueron socios de la Asociación
Cultural Brisas del Titicaca, teniendo así la oportunidad de donar instrumentos
musicales.
La familia Rodríguez,
grupo musical familiar de origen cusqueño, grabó el huayño de Víctor Cuentas
“Noche carnavalera” en un Long play de música puneña, y para el tricentenario
de ciudad de Puno en 1968, el grupo musical Los Violines de Lima hizo lo propio
con “Cholitas Puneñas".
Dentro de la producción
artística, Víctor Cuentas compuso Cholitas puneñas, Atardecer, Noche
carnavalera, Hasta mañana y varios valses, además de un florilegio de poemas
publicados por la Universidad Nacional del Altiplano, como “Dolmen”.
Víctor Cuentas Ampuero,
como sobresaliente músico y compositor puneño, ha recibido múltiples
reconocimientos por instituciones ligadas a la actividad artístico cultural en
el Perù. <>
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· Iván Cuentas Aparicio es hijo de Víctor Cuentas Ampuero. Nació en Puno el 30 de octubre de 1941. Estudió en el Colegio Nacional San Carlos de esa ciudad y en la Universidad Nacional del Altiplano. Participó activamente en el Grupo de Teatro “Chasqui”. Fue actor en la película “El misterio del Karisiri”. Es integrante de la Agrupación Puno de Arte Folklorico y Teatro APAFIT y pertenece al grupo de intelectuales puneños “Los Siete Ciudadanos”.
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Cholitas Puneñas
Cholitas puneñas somos
venimos del lago azul
donde incendia el sol sus maravillas
y la luna soledosa
surca como un velero de amor
Puno, Puno tierra de ternura
son tus calles pandilleras
suspiros de un amanecer.
Traemos en las pupilas
un paisaje arrobador
de colinas llenas de alegria
y de pampas rumorosas
y de cielos llenes de arrebol,
tus montañas
de aguas cristalinas
de este lago que te besa
son mi vida, son todo mi ser.
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