LECTURAS
INTERESANTES Nº 811
LIMA
PERU 2 MARZO 2018
JALAR LA CADENA
César Hildebrandt
Tomado
de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 386, 2MAR18, p. 13
N
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o hay tiempo que perder.
Si no queremos que el bicentenario de la república
nos reciba con el mismo país del fracaso y la purulencia, deberíamos actuar.
El presidente Kuczynski debe irse. Es imperativo que
salga de la escena. No hay regeneración posible con él simulando que preside
esta deriva.
El presidente sucesor, Martín Vizcarra, debería
gobernar un año y luego renunciar y convocar a nuevas elecciones. Con el Congreso
actual es imposible imaginar algún cambio que valga la pena.
Mechain en Peru21 2mar18 |
Necesitamos renovarnos. Necesitamos depurarnos.
Necesitamos refundarnos.
Ni siquiera pienso en derechas o izquierdas. Pienso
en el Perú de siempre: el de Garcilaso de la Vega, el indio bioceánico; el de
Pumacahua, el que hizo de su arrepentimiento rebeldía; el de Castilla, el
estadista instintivo; el de Grau, Bolognesi y Cáceres. Pienso en ellos, en lo
mejor que tuvimos, en lo más noble de nuestra levadura.
En nombre de ellos, barramos esta basura. Jalemos la
cadena. Intentemos otra cosa.
Que no vengan los de siempre a decirnos que debemos
temer por el futuro, que no es hora de desestabilizar. Con esta clase política
no tenemos futuro. Sólo tenemos prontuario y reincidencia. Que no vengan a
decimos que lo que nos ha pasado es relativamente normal. Hay que tener
vocación por el hampa para decir eso.
Hay que hacer un alto y planteamos un país
distinto. Necesitamos nuevas reglas de juego.
Para empezar, una nueva ley electoral. Y, en el
fondo, un nuevo marco constitucional. Uno que impida que lo privado sea
sagrado y lo social sea maldito. Un marco que no sea la herencia de una mafia
que secuestró el país ante el aplauso del empresariado y de un electorado
convertido en chusma.
El Perú es más que la gentuza nombrada por Barata.
No nos resignemos a que los ladrones nos sigan creyendo indiferentes.
Repito: no pienso ni en derechas ni en izquierdas.
No dudo que hay gente valiosa y honrada en las filas del conservadorismo. Sé
que en la izquierda hay mejores personas que algún exgobernador que licitaba
para sus amigos.
Tenemos que volver a la selección natural. Hagámoslo
en nombre de Sánchez Carrión, el republicano predicador, el secretario de
Bolívar, el constitucionalista de 1823, el hombre que nos quitó la mancha de
Riva Agüero y Sánchez Boquete.
Tenemos que repetirlo: el Perú es más que este océano
de miasma.
El Perú no merece estar en estas manos.
El problema menor es cómo se financiaron las
campañas. El mayor es que los presidentes están acostumbrados a hacer de Palacio
de Gobierno una guarida donde preparan adendas mágicas y hasta fe de erratas
que significan millones para ellos y para sus proveedores. El problema es que
los presidentes roban. No importa si lo hacen a través de terceros,
sofisticadamente, sin registros rastreables: roban.
Las admisiones de Barata, que ni siquiera se han
completado, nos regresan al escenario del fujimorismo, ese cáncer que nos persigue
sin damos tregua.
¿De qué han servido todos estos años si, al final,
terminamos pareciéndonos a aquello que nos dejó sin alma y sin entrañas?
Es hora de decir basta. Es hora de decir que el
sistema, el modelo, los paradigmas merecen ser revisados.
Es hora de decir que el reinado del capitalismo
montuno y sin contrapesos tiene que terminar.
Hagamos una sociedad de centro. Volvamos a ser una
república y no una payasada donde el llamado “pensamiento liberal” está
escrito por lobistas y mercenarios.
Dejemos de creerles a quienes llaman populismo a
todo aquello que se sale del libreto ultraliberal que ha permitido todo esto.
No es populismo pensar en la gente.
No es populismo controlar los monopolios.
No es populismo redistribuir mejor.
No es populismo devolverle al Estado ciertas
prerrogativas.
No es populismo afiliarse a posturas
socialdemócratas.
No es populismo desconfiar de la CONFIEP.
Tenemos que volver a creer en el Perú.
Sin derechas abusivas ni izquierdas hegemonistas.
El pueblo quiere decencia y un mejor futuro.
No hay futuro posible con los enlodados de hoy -por
más que sus abogados produzcan coartadas que los medios masivos reproduzcan-.
O nos limpiamos o nos morimos lentamente.
Termino citando al mesurado Jorge Basadre:
“Vemos ambular ejemplares humanos que juegan con las
palabras, simulan creer en ideales, entonan a voces los cánticos de la liturgia
-religiosa, política, intelectual, profesional- pero en lo íntimo son
esencialmente cínicos o escépticos. Un inmenso aparato de mentira convencional
les sirve de guarida y de trampolín. Por más que gesticulen y que aparentemente
les vaya bien, están podridos. Son los venales natos”.
Así sigue siendo. ■
Carlin en LA REPUBLICA 1MAR18 |
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