LECTURAS INTERESANTES Nº 750
LIMA PERU
31 MARZO 2017
SON LA MISMA COSA
César
Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE”
Nº 341, 31MAR17, p. 12
Hay
quienes piensan que Keiko y Kenji son dos opciones diferentes. Un ilustrado
columnista hasta ha llegado a decir que habría “un fujimorismo de izquierdas”.
Qué ingenuidad.
Alberto
Fujimori fue bifronte de nacimiento y un ambiguo rapaz de la política. Se
presentó como de izquierda para impedir que el Perú cayera en manos de la
derecha insensible que despediría a un ejército de empleados públicos y subiría
los precios hasta su brutal sinceramiento. Hizo exactamente eso y mucho más. En
el mucho más incluyó la edificación de un régimen que infectó al país con una
bacteria invencible y que supuso, como todos sabemos, el cierre del Congreso y
la concentración del poder como no se había visto ni siquiera en el virreinato.
Keiko
y Kenji no son diferentes. Lo que pasa es que el fujimorismo, ante dos derrotas
consecutivas y mal deglutidas, aspira a unas primarias populares que habrán de
dirimir cuál de los dos hermanitos representa electoralmente la herencia del
exjefe del grupo Colina.
Si
Kenji sigue en camino ascendente, podrá disputarle a Keiko la franquicia de
sangre que aparentan disputarse desde orillas rivales. Pelea menor y anecdótica
puede haber, pero diferencias sustanciales, ninguna.
El
fujimorismo fue el rey de las máscaras, el sumo pontífice del camuflaje y el
cinismo. ¿Ya no recuerdan a Alberto Fujimori diciendo que todo lo hacía por los
pobres? ¿Ya no lo recuerdan visitando “El Comercio” después del golpe de Estado
y el establecimiento provisorio de la censura? ¿Ya no lo recuerdan yendo a Cuba
a negociar con Fidel Castro la liberación de los rehenes mientras esperaba que
se terminara el túnel a través del cual los comandos liquidarían a los
emerretistas según el plan trazado? ¿Ya no lo recuerdan siendo bombardeado
falsamente en la cercanía de la Cueva de los Tayos, lugar donde no había
llegado en aquella guerra que perdimos? ¿Ya no lo recuerdan gritando ¡Soy
Inocente!?
Keiko
y Kenji simulan pelearse pero ambos son hijos de Alberto, anverso y reverso,
cara y sello, uña y mugre. Ahora han creado esa variante distractiva que se
llama Kenji y que se hace la liberal (del mismo modo
que Keiko se hizo la
liberal en Harvard). Pero eso es como la Inca Kola Zero: sabe a jarabe de
caramelo tanto como la otra. Y si Kenji desplazara a Keiko y ganara las elecciones y llegara al poder, repetiría
la faena de su padre: palo a las leyes, lentejas a los damnificados,
asistencialismo presencial y venta de lo que nos queda por vender. ¿Qué mejor
homenaje podría hacerle Kenji a su padre que duplicarlo? ¿O ustedes se
imaginan al amo de Puñete haciendo un gobierno limpio y democrático que nos
hiciera recordar las miserias dictatoriales de su adorado progenitor? Never.
La pregunta de Zavalita, esa que hace poco retomó
con tan poca fortuna “El Comercio”, ya tiene respuesta: el Perú se jodió cuando
las columnas políticas del año 2017 continuaban refiriéndose a la familia
Fujimori como una instancia protagónica de la política. Jodidos estamos. <>
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