LECTURAS
INTERESANTES Nº 614
LIMA PERU
22 MAYO 2014
eL
TC
“HILDEBRANDT EN SUS
TRECE” N° 201. 9 DE MAYO 2014, p.24
Los países civilizados tienen Tribunal Constitucional. Y
esto por una simple razón: porque en los países civilizados la Constitución,
que es el contrato social que garantiza el equilibrio de las fuerzas y la
convivencia pacífica de los contrarios, se suele respetar.
Pero en las llanuras salvajes como el Pirú, donde los
cocineros son cotizados pero los físicos nucleares se tienen que largar aunque
sea a la Argentina para sobrevivir, la Constitución es una colección de papeles
mojados, un libro de humor involuntario, una lista de consensos palabreros
escritos con la convicción de que jamás podrán cumplirse.
Y si la Constitución es burlada todos los días por todas y
cada una de las autoridades, ¿qué diablos es entonces el Tribunal Constitucional?
Pues lo que es ahora: un antro apristón, la madriguera de las sentencias
delivery, el servicio de limpieza de los cochinos.
Que el Perú tenga un TC es como si los burdeles tuviesen
capilla, los cirujanos plásticos consideración y las vacas sostenes de
Victoria's Secret.
La Constitución que el TC alanista debería defender dice por
ejemplo: "El
Estado propicia el acceso a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión" (artículo
segundo, inciso 2). ¿No es un cague de risa?
Dice también este evangelio de comediantes: "El Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y
cultural de la Nación. Todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma ante
cualquier autoridad mediante un intérprete" (artículo
segundo, inciso 19). Pregúntenle al racismo erecto si esto se cumple.
Pregúntenle a Hilaria Supa.
Fabula así este mamotreto que supera a Ña Catita: "Toda persona es considerada inocente mientras no
se haya declarado judicialmente su responsabilidad" (artículo
segundo, inciso 24). Risas de los medios de comunicación cuando reservan la
frase "supuesto delito" sólo a los casos que involucran al
blanquiñosismo. Porque todos los negros, indios y cholos son, de frente y con
foto del Reniec, culpables de lo que la policía tenga a bien.
Más humor de sal gruesa: "Los
medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y
en la formación moral y cultural" (artículo
14). Como se recordará, la prensa chicha y la seria que se vendió acataron ese
mandato casi al pie de la letra. Y la prensa de hoy, empezando por
"Trome" y terminando en "Exitosa", es un fiel reflejo del
"espíritu constitucional".
Siguen los chistes de nuestra Carta Magna con su artículo
68: "El
Estado está obligado a promover la conservación de la diversidad biológica y de
las áreas naturales protegidas".
Firmable por Heduardo es este juramento: "El Estado promueve el desarrollo sostenible de
la Amazonia con una legislación adecuada' (artículo
69).
Y aquí viene lo mejor: "El
Estado apoya preferentemente el desarrollo agrario" (artículo
88). Chaplin es un adefesio. Groucho Marx es aburrido ante esta epopeya de la
carcajada.
Y la cereza en el helado quizás pueda ser esta: "Las Comunidades Campesinas y las Nativas tienen
existencia legal y son personas jurídicas. Son autónomas en su organización, en
el trabajo comunal y en el uso y la libre disposición de sus tierras, así como
en lo económico y lo administrativo, dentro del marco que la ley establece. La
propiedad de sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono
previste en el artículo anterior. El Estado respeta la identidad cultural de
las Comunidades Campesinas y Nativas" (artículo 89). La Constitución
del Perú es un libro de pendejadas, cinismo en ristre, sarcasmo por toneladas.
Es el libro más chistoso que se haya escrito en la literatura peruana. La
Constitución del Perú debería llevar la firma del Guasón
¿No ven que el tal
Ernesto Álvarez se parece ya al enemigo mayor de Batman?
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NOTA DEL DIFUSOR: Ahora que el
Congreso de la República acaba de elegir seis nuevos magistrados del Tribunal
Constitucional ¿cambiará la percepción negativa que sobre ese alto organismo fluye
del artículo anterior, escrito antes de la elección? ¿Seguirá el manoseo
político partidarista del TC, toda vez que sus miembros han sido propuestos (como
en toda buena partidocracia) por los partidos políticos a través de sus
bancadas parlamentarias?. ¡Los colegios de abogados, las facultades de derecho
de las universidades, los altos órganos jurisdiccionales, no han tenido
participación directa y efectiva en la postulación de candidatos al TC!. Esa reciente
elección ha sido producto del abuso del “toma y daca” entre las cúpulas partidarias:
por tanto no puede sino esperarse la politización de los fallos,
particularmente en los casos en los que se ventilen conflictos en los que esté
involucrada la membresía de la clase política gobernante. Por lo demás, un
breve análisis de los antecedentes de la mayoría de los nuevos magistrados, nos
enfrenta con una cruda y desesperanzadora realidad: La derecha bruta y achorada,
antipopular y anti indígena ha tomado el control del Tribunal Constitucional. Más
de lo mismo. (GVC)
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