viernes, 13 de enero de 2023

INSTRUMENTOS MUSICALES DEL ALTIPLANO

DE CONTRACUARTAS Y CONTRAQUINTAS

EN LA AJP

Por: Andrés Miraval Centón.

Integrante de la Filial Puno de la Asociación Juvenil Puno, entidad dedicada al cultivo, práctica y difusión de la música interpretada con el Siku, instrumento milenario de los andes centrales. El articulo ha sido tomado para fines de trabajo cultural de la revista PUQUINA Nº 2

 

E

n el último Concurso Regional de Sicuris nuestra institución obtuvo el primer puesto en la sede Puno, es bueno decir que el puntaje alcanzado es superior al del ganador de la sede de Huancané.

Es probable que el público común y corriente e incluso muchos miembros de otros conjuntos, no se hayan dado cuenta de que nuestros socios participantes presentaron dos interpretaciones diferentes del sicuri: el de contraquinta (estilo Qhantati Ururi) y contracuarta (estilo Queny Sankayo).

Para su ejecución se requiere cambiar instrumentos de manera física, porque son de diferente tamaño.

Estimamos que los jurados si lo notaron y entendieron así.

Tanto el uso de la nomenclatura como la armonización con contracuarta y contraquinta, tienen largo historial en nuestra institución. Fue nuestro propio trabajo comprometido con la difusión del sicuri el que nos empujó a crear esta definición y utilizarla en nuestra práctica diaria.

Los conjuntos originarios tocaban, y tocan hasta ahora, cada uno con su instrumento llamado contra sin preocuparse por definirlo técnicamente o saber si es contracuarta o contraquinta. En tanto que, nosotros teníamos que establecer la diferencia porque enfrentábamos el problema en el mismo campo, ya que ejecutábamos en lo posible, la mayor cantidad de estilos de sicuris existentes del Altiplano.

Esta preocupación era concordante con nuestro objetivo trazado desde los 70, y consagrado en Convención Nacional, que proponía la defensa y difusión de nuestras culturas aymara y quechua, siendo nuestro conjunto de sicuris el instrumento o la herramienta principal de trabajo para tal objetivo.

El caso concreto fue que el conjunto Qhantati Ururi de Conima usaba una línea armónica basada en la contraquinta, innovación realizada por ellos en la primera mitad del siglo XX, que les permitió incorporar el bajo (bajomalta, bajosuli y bajozanja) logrando una mayor riqueza armónica. Esto lo hacía completamente diferente a los demás conjuntos de sicuris del altiplano, puesto que estos últimos tenían como base de su línea armónica a la contracuarta, instrumento de tamaño más pequeño y, según todos los indicios, mucho más antiguo.

Fue nuestro socio Jaime Montaño quien creó e introdujo la nomenclatura de contracuarta y contraquinta en el ámbito de la AJP a finales del 79, producto de sus investigaciones y experiencias de carácter personal, además de su formación como músico profesional, enfrentando incluso la incomprensión y celos infundados de los conjuntos originarios. Su aporte en ese sentido es claro e indiscutible.

Coincidió también con la aparición de las bases o filiales de la AJP, logrando la base Puno en la década del 80 un desarrollo impresionante en la ejecución de diversos estilos de sicuris altiplánicos, que se consolidó y expresó en dos sendos discos de vinilo que presentan antologías de los estilos de sicuris del Altiplano, y un posterior viaje a Europa en el año 1992.

Se llegó a sistematizar y ejecutar nuestros conocimientos sobre el estilo Qhantati Ururi basada en contraquinta y el bajo (ojo, no segunda); los estilos de Qheny Sankayo, Turputia, Lloquesani y Cojata, todos en sistemas de contracuarta del Altiplano peruano; incursionando también en el estilo Kantus de Charazani y Lakitas de Bolivia.

A esta forma de denominar a los sistemas de armonización del sicuri basados en contras fue asimilada y utilizada por otros conjuntos ejecutantes del sicuri que también querían incursionar en estilos diferentes, aporte del cual también nos sentimos orgullosos.

Es muy probable que este asunto haya sido dilucidado y razonado por algunos músicos de manera individual y/o personal, pero el trabajo institucional, la transferencia del conocimiento colectivo a través de generaciones enteras es nuestro.

En discusiones internas de más de dos años, sobre todo en nuestros Jueves Culturales, hemos llegado a la conclusión de que nuestro aporte en la difusión del estilo armonizado con contraquinta está largamente cumplido. Sin embargo, hemos descuidado los estilos armonizados con contracuarta mencionados líneas arriba. Es por ello que se está trazando una política nacional interna que ponga énfasis en la difusión, puesta en valor y recreación de los estilos basados en contracuarta. <*>

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