PAGINAS POCO CONOCIDAS SOBRE INDIGENAS EN LA INVASION HISPANICA

 INDIOS “CONQUISTADORES”

Los españoles no conquistaron a NADIE,

solo hay que imaginarlos peleando en la altura,

recién llegaditos, les da el mareo.

Simplemente se quedaron con todo después que

NOS VENCIMOS ENTRE NOSOTROS

.

El encuentro entre los europeos y los pueblos americanos en el siglo XVI es un tema muy complejo de entender y hasta ha sido politizado con el pasar de los años. La alianza político-militar entre las Antiguas Naciones y las Empresas de Conquista resulta un tema desconocido o difícil de asimilar para muchos, hasta el punto de que es inaudito aceptar a indígenas como Conquistadores y Pacificadores.

Contrario al pensamiento popular, los nativos de América no eran ajenos a la guerra, diplomacia, alianzas estratégicas, así como tampoco eran un solo pueblo. La gran mayoría de estas sociedades consideraban a la guerra como un mecanismo de supervivencia, de prosperidad a nivel comunitario y también a nivel individual, los curacas y comandantes indígenas encontraban el camino al ascenso social, económico y político a través de los logros en el campo de batalla.

Cañari
“En la mentalidad de los Huancas, Cañaris y Chachapoyas en el siglo XVI y durante casi todo el periodo colonial, perduró la idea de que ellos eran “indios conquistadores” a semejanza de los españoles, resultando este pensar de su alianza y cercanía”. (Schjellerup, 1997)

Con la incursión de los exploradores españoles muchas sociedades del norte vieron una oportunidad para librarse del yugo del pueblo hegemónico en la región, y decidieron participar en la conquista del Tahuantinsuyo a cambio de la promesa de libertad, riquezas y autonomía política.

La ayuda de estos pueblos no solo se limitó a proveer suministros, guías, traductores, sirvientes y cargadores, sino que también cumplieron funciones militares, es decir que combatieron contra las tropas incaicas, y es menester aclarar que fueron el grueso de las tropas conquistadoras.


Así mismo cumplieron roles de mando, como el caso del Curaca de Latacunga que lideró tropas de españoles e indígenas en la conquista del Napo (Ecuador).

En los enfrentamientos contra las tropas incaicas los “indios conquistadores” se revelaron como unos magníficos soldados, que a diferencia de los españoles se lanzaban sin temor alguno a la batalla realizando incluso temerarias cargas frontales contra las líneas enemigas, su habilidad natural para la guerra se convirtió en una pesadilla para la existencia del mismo Tahuantinsuyo, la cual terminó de sucumbir ante la alianza en 1572.

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Referencias:

.- Cronistas indios y mestizos.- Francisco Carrillo (1991).

.- Incas e indios cristianos: Elites indígenas e identidades cristianas en los Andes coloniales, Jean-Jacques Decoster (2002)

.- La guerra de reconquista inka: historia épica de como los incas lucharon en defensa de la soberanía del Perú o Tawantinsuyo entre 1536 y 1572, Edmundo Guillén Guillén (1994).

.- Cacicazgos y nobiliario indígena de la Nueva España, Guillermo S. Fernández de Recas (1961).

.- Boletín del Archivo General de la Nación de México, AGN (1935).

 

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INDIGENAS AMERICANOS ALIADOS DE LOS INVASORES EUROPEOS

https://laamericaespanyola.wordpress.com/2017/05/29/aliados-americanos/

Fueron numerosos los aliados americanos que apoyaron a los españoles en el Nuevo Mundo. Sin ellos, «la conquista» no se hubiera producido, dado su escaso número (y no solamente al principio), por lo que muy probablemente la historia habría sido otra. También se podría haber contado la historia de la conquista de América como la liberación de los pueblos americanos más débiles, sometidos por los mas fuertes. Pero esa también sería otra historia.

El mismísimo Cristóbal Colón, que llegó a las nuevas tierras allá por finales del siglo XV tenía clarísima la consigna de que había que entablar contacto con los nativos de forma amistosa, saludarles, darles regalos y preguntarles por las rutas y productos existentes. Es lógico que cuando se llega a un lugar sin saber nada o muy poco sobre el mismo tu mejor guía, asesor y ayudante vaya a ser el que sí lo conoce.

En las islas del Caribe

Ya en ellas comenzaron muy pronto las alianzas. En la mayoría de ellas siempre hubo tribus que se aliaron con los españoles como la del cacique Guacanagarix en la isla de La Española Agüeybaná y Caguax en la isla de San Juan Bautista (Puerto Rico).

De los cinco caciques de la isla de La Española, cuatro se rebelaron contra los españoles: CaonaboGuarionexBehechio y Cayacoa. La excepción fue Guacanagarix, cacique del territorio de Marien, donde Colón desembarcó la primera vez y con el que mantuvo siempre su alianza.

 En Puerto Rico

El cacique Agüeybaná recibió a Juan Ponce de León amablemente cuando éste desembarcó en 1508 con la intención de asentarse en la isla, recibimiento que imitaron otros muchos caciques. Luego, Agüeybaná auxilió a Ponce de León en sus exploraciones. Los sucesivos intercambios entre ambos jefes reflejaban una alianza pacífica entre los habitantes de la isla y los españoles. Agüeybaná, según las costumbres taínas, se convirtió en guaitiao de los recién llegados, es decir, aliado o amigo de los extranjeros.

Azteca

En el continente fueron numerosas y relevantes las alianzas, tanto al inicio de la conquista como en años sucesivos, e incluso durante los procesos de independencia de las naciones americanas.

 En México

Los pueblos sojuzgados por el Imperio Mexica no dudaron en apoyar a Hernán Cortés para quitarse el yugo al que estaban sometidos. Totonocas y Tlaxcaltecas fueron decisivos en las batallas sobre la capital del Imperio, Tenochtitlan.

El cacique gordo de Cempoala (totonaca), ofreció su sobrina a Cortés como medio para ratificar la alianza política establecida. Los pueblos xochimilcosotomíeshuejotzingoscholusenseschinantecos y chalqueños, se sumaron a Tlaxcaltecas y españoles.

Antes de emprender el definitivo ataque contra Tenochtitlan, Cortés habló a su ejército y a sus aliados en Texcuco:

» ...Ninguno de vosotros blasfemará del nombre de Dios ni de la Virgen María. Nadie armará pendencias con sus compañeros, ni pondrá mano a su espada para ofenderles. Ninguno hará violencia a mujeres, bajo pena de la vida. Nadie quitará la propiedad a su prójimo. Nadie castigará a indio alguno salvo que sea su esclavo. Nadie se entregará al pillaje de casa particular, a menos que el general lo disponga. Ningún español tratará mal a los aliados americanos, antes al contrario, hará cuanto posible sea para mantenerse con ellos en buena armonía».


En el territorio de Nuevo León, la ayuda por parte de los Tlaxcaltecas fue notable. Desde su alianza con Hernán Cortés se habían convertido en eficaces colaboradores de los españoles.
El virrey Luis de Velasco firmó capitulación con la República de Tlaxcala (14 de marzo de 1591) para que cuatrocientas familias pasaran al norte, concediéndoles iguales privilegios que a los españoles, tales como recibir mercedes de tierras, usar armas, anteponer a sus nombres el tratamiento de don, montar a caballo, etc. Con estas familias fue sistemáticamente establecida una cadena de pueblos: Mezquitic, Venegas, Venado, San Luis Potosí, Guadalcázar y Santa María. En ese mismo año de 1591 fundaron, en los aledaños de Saltillo, el pueblo de San Esteban.

Pedro de Alvarado, uno de los capitanes de Cortés, que había partido en 1524 hacia el sur a la conquista de Guatemala, llevó en su ejército Tlaxcaltecas y otros mesoamericanos. Una vez en territorio guatemalteco se alió con los Cakchiqueles, uno de los pueblos mayas indígenas de las tierras altas del medio oeste de Guatemala. Con su alianza derrotaron a los Quichés, los zutuhiles y los pipiles y conquistaron la ciudad de Iximché.

La primera capital española de Guatemala, Tecpán Guatemala, fue fundada cerca de Iximché el 25 de julio de 1524. Posteriormente también los Quichés se unirían a los españoles.

 En el Perú del Imperio Inca

Antes de la guerra civil entre Huáscar y su hermano Atahualpa, los pueblos Huancas, Cañaris y Chachapoyas vivían sometidos al Inca.

Durante dicha guerra civil, los Cañaris tomaron partido por Huáscar. Atahualpa había conseguido el apoyo de la confederación norteña (Caranquis-Quitus-Puruhaes), y bajó a Tomebamba para pactar una alianza con los Cañaris. Sin embargo estos ya habían tomado partido por Huáscar, por lo que acabaron con la guardia de Atahualpa y a él mismo lo apresaron.

Atahualpa consiguió escapar y volver a Quito, donde después de reunir a sus ejércitos, regresó a Tomebamba, e hizo una masacre generalizada de todos los Cañaris, destruyendo su ciudad.

Casi desde la misma llegada de los españoles a Tumbes, algunos curacas tallanes no dudaron en apoyarles y en el viaje de Pizarro hacia Cajamarca, tanto ellos como los chimú les advirtieron de que se cuidasen de Atahualpa.

Derrotado y hecho prisionero Huáscar por el ejército de Atahualpa, tanto sus seguidores como sus aliados, decidieron unirse a Pizarro al que le aportaron apoyo logístico y militar para derrotar a los incas rivales.

Después de que Francisco Pizarro capturase a Atahualpa en Cajamarca, los Cañaris fueron a entrevistarse con el jefe español. Su odio contra Atahualpa era tan fuerte que serían el primer grupo étnico del Imperio Inca en formar alianza con los recién llegados. Poco tiempo después de que se unieran los Cañaris, Pizarro recibiría también el apoyo de los Chachapoyas, de los Huancas y del huascarista Manco Inca.

Con todos ellos partió hacia la conquista del Cuzco. Durante el dominio español, los Cañaris lo aceptaron y se convirtieron a la religión cristiana, guerreando durante años contra los Incas rebeldes de Vilcabamba. Finalmente Cañaris y españoles derrotaron a los Incas en la Batalla de Sacsayhuamán.

Los Cañaris también se unieron a las huestes de Sebastián de Benalcázar en su conquista del reino de Quito. En la «Relación» de Tomebamba (localidad al norte del imperio inca), se afirma que tanto la presencia de Benalcázar en estas tierras (primer español que lo hizo), como la posterior de Almagro, fue motivada por el llamamiento que a ambos hicieran los principales caciques Cañaris.

Huancas
No hay dudas respecto a la actitud que adoptaron estos belicosos pueblos del norte de Quito, enemigos de los descendientes del Inca Huayna Capac, demostrado por las informaciones existentes, que fue igualmente absoluta su lealtad a la Corona de España y otro tanto cabe decir de los Chachapoyas, no solo de los que estaban presentes en el Cuzco a la llegada de Pizarro, sino de toda la población de la tierra explorada por Alonso de Alvarado en 1535.

Como consecuencia de la enemistad de los Chachapoyas con sus vecinos, la alianza con los españoles fue aún más firme. Cieza de León dice que cuando Alvarado llegó en compañía de sus hombres, trece en total, a Cochabamba: «… fueron bien recibidos de los naturales, porque de toda la comarca los vinieron por los ver mostrándose como amigos…». Cieza menciona un ejército de tres mil guerreros indígenas confederados con Alvarado para someter a los grupos indígenas de la región oriental de Chillao (en el centro del alto Marañón), que se habían mostrado hostiles a los españoles y destaca la gestión decisiva de un principal de los aliados, llamado Guamán, que logró avenir las voluntades de los belicosos defensores de Chillao.


La política de establecer alianzas con los indígenas fue una estrategia que Alonso de Alvarado cultivó con una prudencia que Cieza de León, tan crítico con la conducta de algunos conquistadores, reconoce sin reservas. De la firmeza de esas alianzas y de la lealtad de los indígenas que las suscribieron, da fe una relación escrita por un indio «ladino», natural de Cochabamba, hijo de un cacique principal, que amplía la información de Cieza sobre el Guamán «embajador» de Alonso de Alvarado. A cambio el indio hace una petición de mercedes a la Corona como recompensa por su larga colaboración en las campañas de la conquista del Perú.

Los Huancas por su parte celebraron la venida de los españoles (esperaban librarse de la esclavitud de Atahualpa) y los consideraban sus salvadores, por lo que se unieron a ellos. El 9º Inca Pachacuti les había infligido un enorme castigo por haberse sublevado contra su imperio. Mandó cortar las dos manos a los hombres y la mano derecha a las mujeres. Desde entonces habían estado sometidos al estado Inca.

Abastecieron y equiparon a sus nuevos aliados con ganados, comida y ropa. Y en su momento, a la hora de enfrentar la última resistencia militar de las huestes que permanecían leales a Atahualpa, españoles y Huancas decidieron jugarse el «todo por el todo”. Más tarde, con miles de guerreros, contribuirían a combatir la resistencia de Manco Inca.

Fueron reconocidos por la Corona de España por su ayuda en la lucha contra los incas. Felipe II les otorgó un blasón en señal de la unión entre ambas naciones. Los curacas y la nobleza huanca recuperaron sus privilegios y el gobierno español mediante Real Cédula prohibió el establecimiento de latifundios en territorio huanca.

La enemistad de estos pueblos en general con las autoridades incas había sido tradicional y, desde el inicio de la marcha sobre el Cuzco, ya se ha dicho que acompañaron a los españoles. El cronista Sancho de la Hoz, secretario de Pizarro, nos ha dejado importante información sobre estos pueblos, que colaboraron en el asentamiento de los españoles en Xauxa, Perú: «… celebrando mucho su venida, porque con ella pensaban que saldrían de la esclavitud en que los tenía aquella gente extranjera (refiriéndose en este caso a los incas). El mismo cronista nos informa también de que en Andahuaylas (al sur del actual Perú):  «…hubo gente procedente de comarcas vecinas que venían huyendo de las tropas quiteñas que desde el Cuzco dominado por Quizquiz actuaban en toda la región en una campaña devastadora; y desde luego ha sido suficientemente resaltado el apoyo que Manco Inca brindó en un principio a los españoles«

Cuando Hernando Pizarro lideró la defensa del Cusco contra el asedio de Manco Inca, doscientos soldados españoles estaban apuntalados por “más de treinta mil indios auxiliares”, entre los que se contaban muchos Cañaris y Chachapoyas.

Poco más tarde, cuando los incas cercaron la ciudad de Lima, colaboraron en el levantamiento del cerco los yungas de Lima (Lurigancho, Surco, Chilca), los huaylas de los Andes Centrales y nuevamente sus vecinos, los Huancas. También vecinos de éstos, los yauyos, los tarmas y los chankas, mostraron en otro momento su alianza con los españoles.

El historiador peruano Waldemar Espinoza Soriano, en la destrucción del Imperio de los Incas, por su parte, centra casi toda su atención en el papel descollante que, como aliados de los conquistadores españoles cumplieron los Huancas de los ricos valles agrícolas de Jauja, Concepción y Huancayo, en los Andes Centrales del Perú.

En otro momento de la historia, durante el proceso de independencia del Perú, los ejércitos realistas tenían un numeroso componente de indígenas. Eran descritos por sus superiores, como el general Pezuela, como soldados dispuestos a hacerse matar en sus puestos. Lo curioso, es que después de tres siglos de presencia española en esos territorios, la mayoría de esos indios no hablaba la lengua de Cervantes; sus lenguas nativas, siendo el quechua y el aymara las mayoritarias, estaban protegidas por las leyes de la Corona, razón por la cual muchos mandos medios españoles aprendían sus idiomas para darles instrucciones en batalla; no es de extrañar que hubiera tal lealtad a España, que siempre fue muy respetuosa con las tradiciones y culturas locales de sus súbditos.

En el Perú se conformó el regimiento de Nobles Patricios del Cuzco, cuyo cuerpo de oficiales estaba compuesto por los descendientes de las 13 casas de sangre Inca. Es decir, en plena guerra de independencia, los descendientes del imperio Inca continuaban con el estatus de nobleza de sus ancestros dentro de la estructura social española.

 En la región del Río de la Plata

Los Guaraníes se aliaron con los españoles para defenderse de sus grandes enemigos, los guaykurúes de la vecina región de Chaco y de los ataques de los portugueses. Cuando a mediados del siglo XVI los primeros españoles llegaron a tierras de los Guaraníes en el Paraguay, un gran número se aliaron con ellos.  Los españoles se integraron en la región utilizando el sistema tradicional de este pueblo, de intercambio de bienes y mujeres. Muchos españoles tuvieron hijos con mujeres guaraníes, y esos mestizos formaron una población criolla. Así fue como el idioma guaraní se hizo general en zonas del nordeste argentino y del Paraguay, país donde aún hoy gran parte de la población es bilingüe.

La mujer indígena, desde su rol de procreadora, se convirtió en el primer nexo de unión entre Guaraníes y españoles, a la vez que integraba en el incipiente orden hispánico a toda su parentela, que enseguida les reconoció el estatus de tovayá o «cuñado».

A través del matrimonio de sus hijas, los Guaraníes sellaron una alianza, que también incluyó a los mas ilustres de ambas naciones, como fue el caso de las uniones de los capitanes Gonzalo de Mendoza con doña Isabel de Irala y Pedro de Segura con doña Ginebra de Irala en los últimos años de su gobierno.

No por ello dejó de haber abusos, por lo que La Corona prohibió las rancherías en 1543, en dos Reales Cédulas en las que se suspendían conquistas y descubrimientos en el Río de la Plata: «…Por cuanto somos informados que en las nuestras Indias se han hecho y hacen entradas rancherías […] y los naturales de ellas han recibido y reciben daño y queriendo poner el remedio de ello […] mandamos que ninguno y algunas personas de cualquier estado y condición que sean, sean osados a hacer entradas, rancherías.»  

A partir del siglo XVII, los sacerdotes jesuitas  instalaron varias misiones para aborígenes en el Paraguay, el sur de Brasil y el nordeste argentino. Allí, muchos Guaraníes encontraron protección contra los abusos. Las misiones constituyeron un importantísimo freno a las aspiraciones expansionistas de los lusos, que liderados por los bandeirantes se dedicaban a la caza de indios para venderlos como esclavos en São Paulo y Río de Janeiro.

Tras varias incursiones lusas en 1641, una gran tropa de bandeirantes paulistas fue vencida en la batalla de Mbororé. Aunque volvieron a atacar en 1562 y en 1676 el Gobernador de Paraguay consiguió detenerlos gracias a la participación de las milicias jesuitas.

Estos frecuentes ataques de los bandeirantes obligaron a una mayor militarización de las misiones. Las reducciones empezaron a fortificarse y a formar milicias armadas con armas de fuego y entrenadas en tácticas de guerra modernas, gracias al entrenamiento con veteranos de las guerras europeas. De esta manera se constituyeron milicias permanentes a las que, a cambio de participar en campañas convocadas por los Gobernadores de Asunción y Buenos Aires, se les liberaba de la mita.  Los Guaraníes aportaron numerosos contingentes de tropas en las batallas por la Colonia de Sacramento en los años 1680, 1704 y 1735 con hasta 4.000 guerreros en cada ocasión.

Desde los primeros tiempos de la conquista de América, la corona española otorgó a los indios o naturales americanos, el mismo estatus jurídico de hombres libres, equiparándolos a los vasallos peninsulares. Esta era la condición que tenían los Guaraníes en el Virreinato del Perú.

En Norteamérica

En La Florida, los Timucuas y los Apalachees fueron aliados de los españoles ante los ataques de los ingleses y los Creek, que se recrudecieron a partir de 1700 desde Carolina del Sur. En 1793 los pocos centenares que quedaban, se marcharon con los españoles cuando estos abandonaron Florida, y unos pocos restantes se unieron a los seminolas.

Los Yamasee que contactaron con los blancos por primera vez en 1521, con la expedición de Ponce de León, no estuvieron libres de su influencia hasta el siglo XVII, cuando decidieron ir hacia San Agustín, Florida, y ahí se vieron involucrados en las guerras entre españoles e ingleses para dominar la región. Aunque inicialmente ayudaron a los españoles, finalmente en 1687 se rebelaron contra ellos al permitir que los ingleses expulsaran a los españoles de las Carolinas, a cambio de un asentamiento en la zona, cuyo nombre no quedó registrado. Al firmarse el Tratado de París de 1763, por el que se cedía a Inglaterra el territorio conocido como Florida, los Yamasee establecidos en él se trasladaron a Cuba con los españoles.

En la frontera colombo-venezolana

Los indios Guajiros históricamente han ocupado una buena parte del territorio. En sus dominios, fueron una total maldición para las tropas independentistas. Muchos de los refuerzos de los ingleses, entraron por esa zona al país y en los anales de la historia militar británica hay volúmenes enteros que hablan de la feroz resistencia de esos nativos a los que llamaban bárbaros, pero que los reconocían como valientes y decididos por la causa del rey de España.

En Venezuela todavía resuena la feroz lucha de los indios Caquetios de Coro, que fueron más realistas y españoles que numerosos criollos blancos. Estos indios fueron leales a España desde la conquista, habían rechazado a los piratas ingleses y franceses durante los siglos XVI y XVII y cuando llegó la guerra de la independencia, combatieron sin descanso a las tropas de Francisco Miranda. Sus últimos reductos fueron finalmente derrotados en 1823. Su lealtad fue castigada con sangre, ya que de los más de 8.000 indios Caquetios que habitaban la localidad antes de la guerra, poco menos de 1.800 sobrevivieron al conflicto.

 En Chile

Arauco
Los ofrecimientos de las tribus indígenas de ayuda logística y militar a la causa del rey tuvieron un carácter permanente. En 1813 el cacique Villacurá se declaró a sí mismo y a sus gobernados como leales al Rey y dispuso todos sus recursos para combatir hasta el último hombre en la defensa de Chillán.

En 1817 media docena de caciques y otros tantos nobles ofrecieron al rey todos sus medios para la lucha. Los jinetes Araucanos eran sumamente habilidosos y respetados por los españoles, siempre combatieron con sus ropajes tradicionales, como lo hicieran los pueblos nativos europeos junto a los romanos. A todos sus nobles se les daban posiciones de oficiales en el ejército y vestían con el decoro propio de Europa.

Por su parte los Pehuenches combatieron a muerte en todo el territorio continental chileno y en la Patagonia argentina contra las fuerzas independentistas. Su lucha fue tan extensa que no fueron derrotados hasta el año de 1832, tiempo para el cual, las batallas por la independencia como las de Ayacucho, Pichincha y Junín eran historia casi olvidada. En el cono sur también los españoles contaron con el apoyo de los lafkencheswentechesboroganosreches y en general todo el mundo Mapuche.

 A manera de Conclusión

Baste traer un párrafo admirable de Carlos Arturo Calderón Muñoz en sus «Cartas desde Colombia: Los indios del Rey»:

«Desde San Bonifacio de Ibagué, Colombia, el mestizo que esto escribe no puede aceptar que los indios lucharan obligados a favor del Rey. España no tuvo colonias, sino provincias. La madre patria era la tierra de seres alegres y orgullosos que desconocían el rigor del mundo feudal de la edad media, eran libres, o arrogantes dependiendo quien los juzgue, gracias a que habían aprendido a vivir bajo el cerco enemigo. No se rindieron, sino que hicieron de la lucha por la subsistencia su actuar habitual, rendirse nunca ha sido su costumbre. Eran herederos de Roma por lo tanto llevaban civilización, no arrasaban en obras de saqueo masivo como suele hacerlo el Islam. El aymara, el quechua, el guaraní, los múltiples dialectos mayas, las más de 65 lenguas indígenas de mi natal Colombia y muchos otros cientos a lo largo del continente sobreviven al día de hoy porque fueron respetadas, mantenidas y legalmente protegidas por La Corona.«

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Fuentes consultadas:

Historia de Méjico. M. de Larenaudiére

http://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2013/03/leyenda-negra-los-espanoles-eran-enemigos-de-los-indigenas/

http://elmiradorimpaciente.blogspot.com.es/2011/08/cultura-totonaca-ii.html

http://archivohistorico.monterrey.gob.mx/index.php/noticia/5636

ffile:///C:/Users/javier/Downloads/Dialnet-GuaraniesYEspanolesPrimerosMomentosDelEncuentroEnL-3740447.pdf

http://www.alertadigital.com/2016/05/12/cartas-desde-colombia-los-indios-del-rey/

https://www.forosperu.net/temas/aliados-de-la-conquista-o-traidores-huancas-huaylas-chachapoyas-etc-etc.723156/

https://es.wikipedia.org/wiki/Ca%C3%B1ari

 

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martes, 27 de septiembre de 2022

OPINIONES SOBRE LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERU

 SITUACIÓN COYUNTURAL Y PERSPECTIVA

Escribe: Milcíades Ruiz

Mientras la guerra por la hegemonía mundial nos arrastra negativamente, nuestro país afronta una situación de recesión económica, inflación, vampirismo de inversión extranjera, crisis política, corrupción, impunidad, desempleo, inmigración nociva, delincuencia común y gubernativa, mediocridad y componenda política, caída del PBI, delitos políticos contra la fe pública, tráfico de influencias, nepotismo, manipulación mediática, ineptitud estatal, baja inversión pública y privada, mal uso del dinero público, pasividad popular, y otros males.

PUEBLO QUE NO LUCHA, ACEPTA SU OPRESIÓN

Es costumbre echarles la culpa a otros, de todo lo que nos pasa, cuando en realidad, la culpa es nuestra de una, u otra manera. “El que calla otorga” y, si no hacemos nada por impedir las malas decisiones gubernamentales, seguiremos sufriendo las consecuencias. Las lamentaciones, no son solución. Si la derecha crece, es porque la izquierda decrece. Es la norma dialéctica. Echarle la culpa a la derecha, de lo que genera nuestra conducta política, es irracional.

También, EE UU y su férula europea, le echan la culpa a Rusia por los padecimientos que sufren, como escasez de suministros, inflación, recesión que, sus propias represalias han ocasionado, en su estrategia de efecto contrario. Pese a que no da el resultado esperado, se persiste, esperanzado en cálculos improbables. Nada impedirá el nuevo orden mundial, por cambio en la correlación de fuerzas.

Lo malo es que, la decadente hegemonía occidental se aferra a su pasado y toma decisiones que afectan a países como el nuestro que está subordinado a sus mandatos. EE UU prolonga la guerra en Ucrania, ocasionando pérdidas gigantescas para todos sus aliados. Pero todo tiene un límite y si la factura crece sin compensensación, entonces, habrá desmoralización y deserciones de países comprometidos.

El tiempo, juega a favor de Rusia en este enfrentamiento bélico. No se puede evitar que el planeta gire y cada vez está más cerca el invierno en el hemisferio norte. Ya hay desesperación en Europa por lo que pueda pasar, si el conflicto no se detiene. Las dificultades derivadas de la guerra, se acrecientan y están creando malestar social como también, inestabilidad política.

Lo que nos dice la historia es que el invierno siempre ha sido el mejor aliado de Rusia en todas las guerras. El invencible Napoleón lo sufrió horriblemente, tras la primera guerra mundial surgió la revolución bolchevique que implantó el socialismo soviético. En la segunda guerra mundial el invierno fue fatal para Hitler, marcando su derrota y la expansión bolchevique a gran parte de europa.

Esta vez, ya hay una serie de bancos centrales de todo el mundo que están subiendo las tasas de interés tratando de combatir la inflación a costa de perder renta nacional. El nuestro también ha llegado a una tasa referencial de 6.75% desde que estaba en 0.25%. Los mercados mundiales de inversiones van a la baja, y cuando arrecie el invierno, en Europa, los desastres naturales crearán otros problemas adicionales. Todo esto entra entre los cálculos estratégicos.

A través de la historia, nadie ha podido derrotar a Rusia como ha ocurrido con los reinados de Europa, sometidos hasta por los bárbaros. Como podemos apreciar en el mapa geográfico, Rusia capitalista es mucho más grande que toda Europa. Es el país más grande del mundo y tiene todos los recursos naturales para su autosostenimeinto sin tener que depender de otro país.

En esta perspectiva, en la que, no teniendo acceso al manejo de las condiciones mundiales, solo nos queda presionar para que nuestro país, tenga una posición soberana, independiente y defensora de los intereses del pueblo. La carestía del suministro de fertilizantes no solo afecta el erario nacional y el bolsillo de los agricultores peruanos, sino también, cargamos con la inflación importada, en desmedro de los consumidores de alimentos.

Según Agrodata, a agosto del 2022 las importaciones agropecuarias alcanzan los U$ 4,52 millones con un incremento del 28% con respecto al 2021 a pesar de que las cantidades son menores. Los precios se elevaron de U$ 0.52 kilo promedio a los U$ 0.64 kilo. El precio del trigo importado sigue subiendo. La producción nacional sigue cayendo.

Hemos dejado atrás el invierno y nos adentramos a la estación de primavera que es el mes de las primeras siembras para las cosechas del 2023. De esto, depende nuestra seguridad alimentaria del año siguiente. Los fertilizantes ofrecidos por el gobierno hace cuatro meses mediante “Decreto de “urgencia” no llegan al campesinado, y el clima no espera. En cambio, la subvención a los partidos políticos es inmediata.

Las señas climáticas tampoco son buenas. Los organismos especializados advierten un enfriamiento de la superficie del mar, en toda nuestra costa, que se prolongará hasta el próximo año (Fenómeno “la Niña”). No habrá evaporación suficiente para la formación de nubes lluviosas. Si las lluvias no llegan oportunamente, no habrá agua, ni producción agraria suficiente para el 2023, en que la recesión mundial será más aguda.

Estamos pues en una situación en que las condiciones económicas se están deteriorando, tanto como las condiciones políticas. No solamente el campesinado, que es el sector social mayoritario del país, verán reducir sus ingresos, sino también toda la cadena de los circuitos productivos. Productores, acopiadores, transportistas, comerciantes, agroindustriales, etc.

Las condiciones de vida de todos los sectores estatales serán afectadas. Si la administración gubernamental no toma las precauciones para afrontar lo que se viene, el descontento social se irá agudizando. El presupuesto público tendrá que reajustarse para proteger a los más indefensos. Pero no podemos esperar a que lo haga, ni confiamos en su racionalidad. Tenemos que tomar nuestras propias precauciones familiares y prepararnos para la lucha.

No esperemos que el gobierno decida por nosotros. Tenemos que actuar antes de que sea demasiado tarde. La dominación avanzará si no hay resistencia. Resistir y luchar para hacer retroceder la dominación es el camino a la justicia social. O no. Ustedes, ¿Que dicen?

Septiembre 26, 2022

 

EL ARTE POPULAR COREOGRAFICO EN EL ALTIPLANO PERUANO BOLIVIANO

 EL ÚNICO ORIGEN DE LA MORENADA: VIRREINATO DEL PERÚ

Tomado de  BOLIVIA: Gente de raíces peruanas y reproducido en TIERRA DE LEYENDA

#MorenadaPuneña

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as famosas minas de Laykakota fueron descubiertas y explotadas en 1657 por los hermanos Gaspar y José Salcedo, que en poco tiempo se convirtieron en los hombres más adinerados. Se llegó a decir que la riqueza de Laykakota no era igualada en América por la cantidad de plata que se podía extraer finalmente de los mencionados yacimientos.

Aunque se les tenía por hombres generosos y desprendidos, la actitud autoritaria, su ambición por ganar posiciones sociales y políticas; y su menosprecio por personas que se consideraban importantes, originó malestar y descontento contra ellos.

Según afirman algunos, los hermanos Salcedo fundaron la ciudad de Puno a la usanza española, con el nombre de San Juan Bautista, cuando descubrieron las minas de Laykakota en mayo de 1657.

No existe acta, ni documento que compruebe la fundación de Puno, pero es evidente, según han señalado varios autores, que al lado de las minas de Laykakota se formó otra población que adquirió gran importancia, llamada San Luis de Alba, que llegó según algunos a tener hasta 10 000 habitantes y que fue designada capital de la provincia de Paucarcolla que así se llamaba entonces Puno.

Según la tradición señala como fecha de fundación el 4 de Noviembre de 1668. Por bando del 3 de Noviembre del citado año, Puno fue elevado a rango de Villa con el nombre de San Carlos Borromeo de Puno, en Homenaje al Rey Carlos II y a San Carlos Borromeo. El 4 de Noviembre de 1668, se oficializa el hecho con una misa solemne celebrada en la Capilla de la Inmaculada Concepción. Es asi que dicha aldea sufre una modificacion considerable a consecuencia del traslado de la poblacion de Laykakota por efecto de enfrentamiento entre mineros españoles.

Al crearse el Virreinato de la Plata por Cédula Real del 1º de Agosto de 1776, se incorporó a él la Audiencia de Charcas, dentro de la que estaba incluido Puno. Pero en 1776 Puno, convertido en Intendencia, fue reincorporado al Perú en atención a las dificultades que había en las comunicaciones con Río de la Plata.

Los negros en el altiplano.- Por investigaciones de Ignacio Frisancho Pineda conocemos de la significativa población negra en la región Puno durante la colonia, escribía: “Los primeros negros que pisaron tierra collavina fueron aquellos, que en 1535, estuvieron en la expedición que Almagro organizó para la futura Capitanía de Chile… el comercio de esclavos en la zona de Puno… fue… intenso” (1983:16-18); “este comercio se incrementó notablemente, a partir de 1700 y más aún a partir de 1713” (1983:24); “Las cantidades de negros traídos a Puno, eran realmente grandes. En ‘tropas’ mayores a las que se llevaban a las Charcas. Basta poner dos ejemplos… En 1723, Gabino Pacheco trajo desde Buenos Aires, a la Villa de Puno, una ‘tropa’ de 87 esclavos; en 1727, doña María Juárez Peralta condujo personalmente desde Buenos Aires, para su venta en Puno, 100 esclavos de ambos sexos” (2002:3). Los negros se establecieron “en los pueblos que bordean el Lago Sagrado de los Incas… en las vastas llanuras de la meseta andina o en las cumbres y faldas de los cerros cuajados de minerales de oro y de plata” (1983:21-22).

A estos negros, la población andina los llamaba: Ch’ara (Bertonio 2004:273) o yanaruna (Bertonio 2004:273, González Holguín 1989:600). Y a la geta pronunciada que tenían, decían: Lakha llint’a (Bertonio 2004:511). A inicios del siglo XVII, según Gonzales Holguín y Bertonio, a los africanos se les aludía indistintamente como negros o morenos.

Los Morenos.- Los negros o morenos que residieron en el Collao y en las Charcas se desempeñaban en la servidumbre y en actividades mineras. Estos pobladores, que ostentan similares sensibilidades artísticas que los andinos, se incorporaron en una expresión coreográfica ancestral, la de los Sikuris, para dar forma a una nueva manifestación dancística, denominada Morenos. Esta danza practicada fundamentalmente por esclavos y acompañada por grupos de Sikuris, en sus comienzos estuvo asociada a la minería, principal actividad de la colonia. Hacía de escenario de los Morenos la hoy región Puno y buena parte de la actual Bolivia, porque en éste ámbito de los Sikuris florecían numerosos asientos mineros, siendo emblemáticos los de Potosí y Laykakota. Los Morenos desde sus orígenes se distinguió por ser una expresión coreográfica urbana.

Juli 1876
Adaptación de Los Morenos.- En los años republicanos continuó la danza de los Morenos, sin la presencia de los negros, porque esta expresión coreográfica resultó adaptada por grupos de naturales o mestizos; sin embargo, persistió la esencia de la manifestación dancística. La parte musical seguía a cargo de los Sikuris. En el proceso de adaptación apareció la máscara como una reminiscencia a las danzas satíricas y de enmascarados del período prehispánico.

Traje suntuoso.- Además de la máscara, la indumentaria de los Morenos se distinguía de las otras danzas, por su “elegancia”, sus “ricos vestidos de fantasía”, “casacas recamadas de oro y plata”, “trajes costosísimos” o “vistosos trajes”. Una valiosa referencia de 1878, de Charles Wedell, dice: “Han salido los morenos ha bailar a las calles: ¡Qué elegancia!”. Otra elocuente nota periodística de 1903 sobre la fiesta patronal puneña, alude al atuendo de los Morenos en estos términos: “con la solemnidad de costumbre se sacó ayer en procesión la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de la ciudad. La plaza principal y las calles han estado con tal motivo muy concurridas con los bailes, luciendo una de las comparsas ricos vestidos de fantasía” (EEP 3/2/1903).

Los Morenos en el Siglo XIX.- Es indiscutible la presencia de los Morenos en el Altiplano del Titicaca durante los años decimonónicos. Así, atestiguan las referencias de 1852 y 1878 publicadas por Charles Wedell; también esta presencia se colige de las notas periodísticas halladas para este estudio; una de ellas, la de 1906, alude a los Morenos como baile “consabido” o habitual: “Terminada la fiesta de la Candelaria, en la iglesia Catedral, se condujo al medio día de hoy, la efigie de esa Virgen, en procesión, a la iglesia de San Juan, siendo acompañado por numeroso concurso. En la plaza de armas levantaron los indígenas devotos los tradicionales altares. Antes y después de la procesión, no han escaseado los consabidos bailes” (EEP 11/2/1906).

La Primacía de Los Morenos.- En la primera mitad del siglo pasado, los Morenos se entronizaba como la principal expresión coreográfica en la Festividad de la Virgen de la Candelaria y en otras fiestas patronales de la hoy región Puno, caso de la Festividad de Nuestra Señora de las Mercedes de Juliaca. Así, refrendan las referencias periodísticas ya aludidas (las de 1903 y 1906), como las que siguen: “Ayer… Tres partidas de morenos y numerosas de indígenas, han recorrido las calles de la población” (EEP 5/2/1912); “Desde esta mañana siguen recorriendo las calles, las comparsas de morenos, haciendo las visitas de costumbre a domicilios” (EEP 14/2/1916); “La más suntuosa presentación de los morenos obedece en el almanaque a los primeros días de febrero. Es una ofrenda indígena a la Virgen de la Candelaria, patrona de Puno” (EP 12/5/1923); “La asistencia de numerosas comparsas de ‘morenos’ dieron a la festividad un tono de honda alegría” (EEP 11/2/1932). En el concurso de danzas de 1934 realizado en la ciudad de Puno, el conjunto Morenos de Orkopata ganó en traje (LA 23/2/1934).

De la fiesta patronal juliaqueña, de los años veinte de la centuria pasada, Dionisio Torres Juárez reseñaba: “De estas fiestas pasadas de ahora de más de cinco lustros… se celebraba con mucha fastuosidad y salían los tradicionales ‘Morenos’ y cuyo mayorazgo insustituible era el recordado Miguel Ortiz” (1962:210). Por su parte, Pascual Carpio Idiáquez rememoraba: “Recordamos bastante la variedad de bailes típicos que se organizaban para dar nota de mayor realce a la festividad de la Virgen, entre esos se destacaba la comparsa de pusamorenos… que lucían sus vistosos trajes y al son de las zampoñas penetraban en la Capilla a rendirle veneración a la Virgen de las Mercedes” (A 9/1950).


Los Morenos y La Pandilla Puneña
.- Cuando la danza de los Morenos se constituía en la emblemática de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, la Pandilla Puneña hacía lo propio en los carnavales. En 1923 César Guillermo Corzo hacía notar tales empoderamientos, al escribir: “Morenos y pandillas, esas dos típicas manifestaciones de la raza que divinizó al Sol, son entre las ruinas colosales de los monumentos, los últimos regazos vivos del espíritu indio” (EP 12/5/1923).

La Danza de Los Morenos.- Hallamos una extraordinaria descripción sobre los Morenos redactada por el narrador y poeta arequipeño J. Víctor Neira, quien presenció la Festividad de la Virgen de la Candelaria de 1913. Veamos un fragmento de esta categórica y esclarecedora reseña: “Una docena de indígenas, ataviados de casacas recamadas de oro y plata, pantalón corto y turbante ó chambergo guarnecido de plumas, resaltan entre la multitud, con sus colores chillones y el ruido monocorde de las zampoñas y de los tamboriles. En cada esquina, en medio de la turba trashumante, danzan un baile grotesco, ritmando el cuerpo al compás de una matraca que agita, en medio del círculo, por ellos formado, el rey de la comparsa, y avanzan después, uno tras otro, rápidamente, acentuando los ademanes, gesticulando, como una murga fantástica… Celebran la festividad religiosa de la Virgen, la Patrona del pueblo, y acuden al templo repetidas veces y al pié del altar, en medio de la fanfarria vertiginosamente ejecutada, repiten sin cesar la misma danza, incansable, monótona, desesperada…” (EEP 11/2/1913)

lunes, 26 de septiembre de 2022

MUCHO MÀS SOBRE GAMALIEL CHURATA

 EVANGELIO DE CHURATA

SEGÚN FLÓREZ ÁYBAR

José Luis Ayala

En diario UNO 25SEP22

J

orge Flórez-Áybar, ha escrito sin duda uno de los ensayos más importantes y novedosos en referencia a Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda). Tres virtudes se perciben nítidamente durante la lectura de “El evangelio según Gamaliel”. Un conjunto de renovados instrumentos de análisis literarios, manifiesto deseo de reordenar la crítica literaria en torno al “Pez de oro” y, establecer un canon que obedece al deseo de ejercer una crítica dialéctica, desde una distinta forma de leer y entender a Churata.

Esas son las razones por las que dice Flórez-Áybar: “Lo que propongo, en abierta polémica, es la perspectiva de análisis que hay que desarrollar en textos difíciles y oscuros. Hay que reconstruir el mapa literario manejado por el ensayista. Y en este caso no se puede tener una visión global de los ensayos de Churata sino partimos de sus dos obras mayores: “El pez de oro” y “Resurrección de los muertos”, el resto, posiblemente, sean obras complementarias”.

Hasta ahora mucho se ha escrito sobre Churata, pero al mismo tiempo se ha acumulado una gran cantidad de hojarasca. Sin embargo, el aporte de Flórez-Áybar es distinto y singular debido a que tiene la intención de reordenar la crítica en torno a los fundamentales de Churata. “Hay que encontrar las diferencias entre estilística literaria y estilística del lenguaje, dice Flórez-Áybar. “El estatus ontológico del profeta. En resumen, acaso, podríamos adelantar que “El pez de oro” se perfila como la praxis de ideologías: sociales, políticas, filosóficas, religiosas, testimoniales, culturales y literarias. Se violan todos los códigos y la ruptura ideológica baña todas las formas por la naturaleza de su estructuración. Su ordenamiento churatiano (a veces tan irracional que va más allá del subconsciente) se encuentra con su realidad”.1

Es verdad que: “Churata anduvo por el camino mágico. Si las novelas se Arguedas responden a un proyecto, el objetivo concreto: Dar a conocer la realidad social del indio. Churata anduvo por el mismo camino, pero se internó en el mundo de los mitos: usa formas tradicionales y populares lejos de la estructuración occidental. En el fondo busca la confrontación ideo-estética.

La narrativa moderna tiene en cuenta tres elementos claves: el narrador, el punto de vista y el desenlace. Bajo este paraguas, generalmente, se definen los planos; por ejemplo, en el plano temático (personajes, acción y ambiente) sus elementos no tienen la misma importancia estructural. Habitualmente uno predomina sobre los otros. Así en la narrativa churatiana: el achoqallo sobresale en el cuento; al inicio de la novela, “Morir de América”, la tormenta; y, el Chambilla, los hechos. Como se puede apreciar el flujo narrativo nos envuelve en una atmósfera donde se desmoronan la estructura social, moral, hasta el acaso de la naturaleza”. (Pág. 279)

Jorge Flórez-Áybar consigna la presencia de Emilio Armaza y dice: “Percibo la molestia de Emilio Armaza porque se dio cuenta que no comulgaba con ese racismo escondido de Churata lo condujo a retirarse del grupo que se formó en torno a la revista La tea. Alejandro Peralta, tomó conciencia paulatinamente del contenido que se iba construyendo hasta desatar la gran polémica entre Sánchez y Mariátegui Así nace la corriente indigenista que lidera el grupo Orqopata. Lo que escribió Emilio Armaza en el diario El Comercio fue una oportunidad para desahogar lo que llevó a cuestas durante muchos años y seguramente fue una mochila muy pesada. Sin embargo, si tuviera que hacer un deslinde entre ambos escritores diría simplemente que Churata (pensando en Sartre) es un escritor y Armaza es un poeta”, (anti comunista, fascista, amargado, envidioso). Esta afirmación es nuestra.

Cuando le entregamos la edición de “El pez de oro” que conforma el II Festival del libo puneño (CORPUNO 1987). Armaza al recibir el texto dijo: “Churata es un mito. Este libro es incoherente como el autor. Los indigenistas que de indígenas no tiene nada han escrito barbaridades. Debían ocuparse de la sociedad a la que pertenecen. Para mí es una impostura”. Armaza no conformó el Grupo Orqopata. Tuvo un temprano desencuentro con Churata.

Mucho se ha escrito y especulado cómo se escribió “El pez de oro”. Hay mucha hojarasca de aficionados que pretenden “crear” su propia teoría genial. Lo cierto es que los originales de “El pez oro”, fue tipeado por Enrique Cuentas Ormachea, cuando fue secretario de Churata en la Biblioteca Municipal Pública de Puno entre 1928 y 1931. Churata formó varios cuadernillos y un día decidió unirlos para formar un libro. No tuvo el proyecto de escribir un libro de acuerdo a los cánones clásicos. Durante el exilio debió haber corregido algunos textos. Sin embargo, Cuentas Ormachea cuando apareció “El pez de oro”, señaló que se trataba de las mismas narraciones que Churata dictaba o escribía cuando no había lectores2. 

Gamaliel Churata, será siempre asediado desde las ciencias sociales y analizado desde la crítica literaria. Cada generación leerá sus libros de acuerdo a los cánones que se impongan. Sin embargo, el desafío será siempre leerlo desde distintas perspectivas históricas. Entonces, estamos hablando de un escritor que cada cierto tiempo requerirá de nuevos asedios.

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1.- Jorge Flórez Aybar. El evangelio según Gamaliel. Universidad Nacional del altiplano. Pág. 108. 2021. Puno.

2.- José Luis Ayala. Innata vocación del escritor. Gamaliel Churata. Pág. 119. Pakarina editores. 2017. Lima.

domingo, 25 de septiembre de 2022

MAS SOBRE CHURATA

 HOMENAJE A

JOSE LUIS AYALA

Por: Filomeno Zubieta Núñez* 

Intervención en la presentación del libro CHURATA: ROTACIÓN DEL COSMICO TIEMPO, realizada el 23 de septiembre 2022 en la Casa Mariátegui, en la cual se otorgó varios reconocimientos al escritor puneño por haber sobrepasado los cien libros publicados y por celebrar ese día su cumpleaños número 80. La centena de volúmenes se exhiben al público en el Museo Mariategui. Participaron comentando el libro Guillermo Vásquez Cuentas, escritor puneño, quien abordó el tema de lo indio y lo indígena en la obra de Churata y Dante Castro Arrasco escritor, periodista y docente peruano ganador del Premio Literario Casa de Las Américas, En esta oportunidad el profesor universitario Zubieta Núñez pronunció estas sentidas palabras en homenaje a José Luis Ayala.

E

sta noche hemos sido convocados para rendir un sencillo pero significativo homenaje a uno de los personajes más relevantes de la cultura nacional, el Maestro José Luis Ayala Olazábal. Él es yatiri, escritor, novelista, poeta, narrador, ensayista, periodista, biógrafo, promotor cultural, un multifacético hombre del quehacer cultural, querido y admirado por todos nosotros. Voy a intentar resumir algunos aspectos de su vida profesional y cultural, dejando a mis colegas de la mesa el comentario literario del libro que esta noche se presenta.

Como la gran mayoría de los amigos asistentes a este evento sabe, José Luis, cumple años mañana 24 de setiembre, nació en 1942 (hace 80 años) en Huancané Puno). Fueron sus padres, el maestro huancaneño Juan Luis Ayala Loayza y la dama moheña Leonor Olazával Angles, ambas familias de origen mestizo vasco y aymara. Puede decirse que por sus orígenes es un aymara, el mismo se considera así.

En 1966 se recibió de profesor de educación primaria en la Escuela Normal Superior San Juan Bosco, Puno. Dos años después de profesor de educación secundaria. Siguió estudios de especialización en Castellano y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1969. Estudios de clasificación y catalogación en la Biblioteca Nacional en 1971. Estuvo becado en el Instituto internacional de Investigación y Formación en Vía de Desarrollo (IRFED), París. 1985. Es, también, periodista profesional y miembro del Colegio de Periodistas del Perú. Además, miembro de muchísimas instituciones, como ACLAPADES donde compartimos quehaceres comunes.

Su desempeño laboral ha sido de lo más diverso: desde profesor en el Colegio San Ambrosio de Puno (1967-1968), director de la Biblioteca Municipal Pública de Puno (1969), director de Relaciones públicas del Tribunal Agrario de Lima por 15 años de 1975 a 1990; director de Relaciones Públicas del Jurado Nacional de Elecciones por 13 años de 1990 al 2003. -Profesor en la GUE Melitón Carbajal de Lima en 1999. Además de sus labores de redactor en revistas y diarios como Oiga, Kollao, El Comercio, Correo; y, responsable de la página cultural de los diarios La Primera y Uno.

En su largo trajinar de escritor, literato, poeta y difusor cultural ha participado en infinidad de eventos a lo largo del país y del extranjero, especialmente en Francia, Italia, España, México, Chile, Colombia, Nicaragua y Estados Unidos, recibiendo muchos reconocimientos de sus instituciones académicas y culturales.

Como escritor se inicia en 1966 con su libro Viaje a la ternura publicado por la Editorial Rosas de Arequipa (aun cuando un año antes había publicado su poemario Geografía del corazón), a este le siguen, Carta de residencia en 1971 en Lima, hasta 1987 publica 08 libros, cerrando este primer ciclo de publicaciones espaciadas de 21 años. Puede decirse es su etapa de mucho aprendizaje en todos los aspectos como académico y escritor, para luego dar el gran salto. El ejercicio del periodismo que exigía preparar crónicas y ensayos permanentes, el interactuar con maestros del periodismo como César Lévano, contribuyeron a este impulso hacia su plena dedicación a la escritura.

Precisamente, desde 1989 al presente año sus publicaciones se aceleran, de dos a tres libros por año, redondeando los 100 libros. Un caso único entre los escritores peruanos que por lo general publican un libro cada cinco años. Pero esto no queda aquí, ya tiene otros 13 libros listos para entrar a la imprenta y una decena de otros en plena elaboración.

Todos los que publicamos sabemos que lo hacemos pensando en ser leídos, lo que significa que los lectores son un estímulo especial para seguir escribiendo; pero, también, es indispensable tener un cúmulo de informaciones producto de la investigación y lectura permanentes. La simple imaginación o inspiración no da para tanto. Esto significa que José Luis no solo es un escritor compulsivo en el mejor término, también un lector e investigador a dedicación exclusiva.

Algo singular en José Luis Ayala es que aborda los más diversos temas de las humanidades y ciencias sociales, como escritor nato. Produce en ensayo, crónica, cuento, novela, poesía, crítica, teatro, historia y las vertientes del periodismo. Su vocación vanguardista lo ha llevado, como señalan los conocedores de su trabajo, a transgredir los géneros literarios, para escribir lo que se llaman las cronivelas, antinovelas, kipuemas, solemas, graemas, que los especialistas pueden explicamos mejor a qué se refieren ellas. Además, es uno de los pocos que escribe en aymara, resaltando las luchas reivindicativas y aspiraciones de los pueblos de puno.

Como nadie ha contribuido a visibilizar la trayectoria y aportes de César Vallejo, Carlos Oquendo de Amat, Gamaliel Churata, Juan Bautista Túpac Amaru, entre otros personajes, sobre quienes reunió documentos desconocidos por sus estudiosos.

Hoy que estamos este recinto sagrado para los mariateguistas, un libro de José Luis Ayala que me impactò hondamente es el que publicó en 1990 con el título de Yo fui canillita de José Carlos Mariátegui, que no es sino la autobiografía de Mariano Ladeo Yujra, que había trabajado en esta casa junto al Amauta. Para él José Carlos Mariátegui fue un yatiri, con solo tocar un libro, una revista o publicación cualquiera le era suficiente para conocer su contenido.

Hay, como no podía ser de otra manera, muchos estudios de la obra de José Luis Ayala, de todos ellos el más singular y holístico es el que nos brinda la Dra. Giovanna Iubini Vidal, de nacionalidad chilena, con su libro Vanguardia andina, migrancia y heterogeneidad textual: Hacia una poética de lo cósmico en Cabala para inmigrantes de José Luis Ayala, publicado en enero del 2019.

Apreciado José Luis, cuando los apus decidan llevarte al descanso eterno ya sabes que tendrás un quipu de Cuspón preparado por Mama Licuna para que llegues sin contratiempos a reunirte con nuestros mayores, entre tanto sigue brindándonos todo lo que tu intelecto, esfuerzo y cariño se plasmen en libros como esta noche estamos presentando y la centena que estamos apreciando.

Larga vida productiva, Maestro Ayala.

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   Filomeno Zubieta Núñez.

     (Chiquián, Bolognesi, Ancash). Profesor principal de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho. Doctor en Ciencias Sociales (Historia) por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fundador y primer director del Archivo Provincial de Huaura–Huacho (1992-2005), hoy Archivo Regional de Lima. Presidente del XVII Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina y Amazónica «Alfredo Torero Fernández de Córdova», llevado a cabo en la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (2011). Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Historia desde el 2005, la institución académica de mayor significación del país. Pertenece a instituciones, como la Federación de Periodistas del Perú, Asociación Cultural Ínsula – Huacho (su actual Presidente); Patronato de Defensa del Patrimonio Cultural del Valle de Ámbar y Huaura; Centro Cultural Luis Pardo, en la ciudad de Huacho; la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash, AEPA, miembro de la Comisión de Bicentenario de la provincia de Huaura.