POR QUÉ A MUCHOS PERUANOS LES CUESTA RECONOCERSE COMO CHOLOS
Pierina Pighi Bel
BBC Mundo
Un día de su infancia, en los años 80, el cronista
peruano Marco Avilés (Autor del libro "De dónde venimos los cholos") se sorprendió al encontrar a su hermana
conversando con la empleada en la sala de su casa.
Es decir, conversaba con "la chola",
pues las trabajadoras domésticas en su hogar eran por lo general jóvenes
llegadas de la sierra, como ocurre en muchas ciudades de Perú.
El lugar de "las cholas" era la
cocina, explica Avilés. Y en su casa de Lima no comían con sus jefes y
dormían en un baño que nadie usaba.
¿Qué hacía entonces aquella hablando de igual a igual con su
hermana?
El pequeño Marco se acercó entonces a la muchacha y la
empujó varias veces, para que se fuera de la sala.
Más de 20 años después, el autor del libro "De
dónde venimos los cholos" se reconoce como uno de ellos, pero en
ese momento fue un cholo discriminando a otro.
BBC Mundo conversó con él sobre la realidad de este grupo de
peruanos, mayoritario, pero marginado en las ciudades.
¿Está la discriminación en Perú tan interiorizada que se ejerce incluso entre "cholos"?
Perú está organizado de manera tal que la gente se educa en
la discriminación. es algo que aprendes en la escuela, en las familias. Es algo
"normal" y pasa en todos lados, incluyendo las provincias.
Mi papá, por ejemplo, era de la sierra, es decir cholo. Y
para él los campesinos eran indios, "cholos" que no se podían sentar
en la mesa a comer con el resto.
Si te educas un poco, si vas a la universidad, te das cuenta
de que (la discriminación) no está bien y aprendes a callarla o a moderarla un
poco. Pero igual está adentro, ¿no?
Que no se exprese
no quiere decir que uno no lo sienta o piense...
Claro, quizás escuchamos menos (la expresión) "cholo de
mierda". Y creo que sí ha bajado bastante la frecuencia con la que uno ve
escenas de racismo y cuando ocurren, son cada vez más un escándalo. Si una
marca de ropa, por ejemplo, lanza una publicidad con solo niñas gringas,
rubias, la gente empieza a discutir.
Lo que me da gusto es que ahora se puede discutir, la gente
está más sensible, las redes sociales han ayudado. Pero se ve la
discriminación, los que somos cholos la percibimos en cómo te trata la gente,
cómo te hablan.
Se sigue sintiendo. Pero no quiero decir que todos los
peruanos sean en esencia discriminadores. Creo que eso no sería justo ni
exacto.
O.K., pero antes de
seguir, ¿cómo le explicarías a un extranjero qué es "cholo"?
Los cholos son personas de los Andes (pero también a sus
descendientes y a los de la Selva), generalmente, que llegan a la ciudad y
viven situaciones de discriminación, no se adaptan.
Es una categoría que engloba, en el Perú, a los mestizos,
indígenas. Ves la choledad en las familias mestizas que migran
a la costa y viven en barrios de la periferia.
Lo más cercano a cholos son los latinos en Estados Unidos,
que no son totalmente aceptados. La discriminación que ejercemos en Perú es la
misma o equivalente a la discriminación en EE.UU., que ciertos gringos ejercen
con los latinos: gente que mira con desprecio, que no te quiere atender o que
te preguntan si eres legal.
Lo universal de ser cholo es enfrentarse a la
discriminación.
¿Has tenido alguno
de esos problemas por ser cholo?
Ser cholo para mí no ha sido una barrera. Pero lo que he
visto que es más difícil para un cholo es tener buena educación.
Los cholos son esencialmente más pobres que los blancos y
reciben una educación deficiente, entonces no escalan socialmente. Ahí hay algo
que no es necesariamente discriminación, sino desigualdad, falta de
oportunidades.
Los cholos son una gran cantidad de personas y eso ha hecho
creer que somos todos. Pero no.
Algunos no tienen nada que ver con la historia de amor-odio
español indígena. Por ejemplo los descendientes de chinos, japoneses, árabes,
italianos no pueden decir "Oh, yo soy cholo". No tiene sentido.
¿Y por qué algunos
de los que no son cholos no saben hasta ahora de dónde vienen estos? El título
de tu libro suena como si les estuvieras dando una noticia a los peruanos...
Hemos vivido 20 años de guerra y antes de eso, hubo 12 años
de dictadura militar. Recién estamos saliendo de esa oscuridad y empezando a
darnos cuenta de qué maravilloso es Perú, de qué rica es la comida peruana.
Además, en los años 90 la gente no viajaba. Han empezado a
viajar mucho más. Entonces la noticia de dónde venimos los cholos tiene sentido
en ese contexto en que recién estamos empezando a conocer Lima y Perú.
Y
"recién" algunos se están empezando a reconocer como cholos,
incluyéndote...
Al final de mis 20 años, cuando empecé a viajar por Perú,
empecé a escuchar huaynos (música de los Andes peruanos) y dije qué buena es
esa música. Ahora también escucho chicha, cumbia, pero en los 80 no escuchaba
esa vaina. Era música de cholos, de las empleadas domésticas. Éramos un país
traumatizado.
Pero ahora yo puedo decir sin vergüenza "yo soy
cholo". Ahora es más frecuente que la gente se reconozca como chola sin
ningún problema. Pero creo que en los ochenta todavía no. No me hubiera
atrevido.
Desde los 70 sonaba
en Perú una canción que decía "Cholo soy y no me compadezcas". ¿Qué
crees que ha cambiado desde entonces hasta ahora, que dices "soy
cholo" y tu libro es uno de los más vendidos de la última Feria del Libro
de Lima?
Muchas cosas. Para empezar, hay más cholos no solamente con
plata, sino con educación. Hay más cholos visibles trabajando en empresas, en
el gobierno. También ha terminado el terrorismo y se han revalorizado las
provincias a través de la comida.
En los 80 estábamos en el sótano del mundo, Alan García era
presidente, había colas, no había comida, el cólera, era horrible. Ha tenido
que pasar todo eso y ya somos un país que ha aprendido a sentir un poco más de
orgullo de sí mismo.
Ese orgullo está
relacionado con el boom de la gastronomía. ¿Crees que se viene un boom de lo
cholo, en el sentido de que la gente va a estar más orgullosa de sus orígenes?
Que haya un boom de lo cholo, no me imagino. Más que boom
deberíamos empezar a ver cómo la política se va diversificando, cómo las
gerencias de las empresas se van tiñendo de otros colores, más artistas -no
solo andinos o cholos- sino también de la selva; que sea un país más tolerante
y curioso con lo que tiene.
El resultado tendría que ser un país menos acomplejado.
¿Crees que el boom de la gastronomía ayuda a reducir la discriminación?
La filosofía que hay en la cocina peruana es deslumbrante.
un plato está hecho de ingredientes que vienen de todo el país, un solo plato
te traslada a distintos lugares.
El Gran Mercado de Mistura (feria gastronómica anual), por
ejemplo, es un lugar a donde llega gente de todas las provincias de Perú para
mostrar sus productos. Entonces la comida, la gastronomía se vuelve una
oportunidad de conocer ese país que no hemos conocido durante tanto tiempo.
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La palabra "cholo" o "chola" es de uso
extendido en Perú, por lo que ha generado numerosos derivados. BBC Mundo le pidió
a Marco Avilés que definiera algunos de ellos:
- Choledad:
es ese sentimiento de ser cholo, que a veces es trágico y a veces es
feliz, como de orgullo. Pero a veces puede ser una condena también, para
la gente que no quiere ser chola. Su choledad es algo tan triste…
- Pitucholo (combinación
de "pituco", o persona de clase alta, con cholo): un cholo con
plata.
- Cholo
power: cholo triunfador o guapo. Una chola muy guapa, un cholo que es
modelo, exitoso.
- Cholear:
es insultar a alguien usando el color y lo cholo como arma.
- Chollywood:
es ese "Hollywood" formado por cholos.
- Cholada:
es algo que solamente pueden hacer los cholos. "Los cholos paran
haciendo choladas". Se puede decir en tono despectivo, pero también
un cholo puede decir "solamente hago choladas", riéndose de sí
mismo. También decimos cholo, cholito con afecto. Lo bonito del lenguaje
es que te permite usar las mismas palabras de distintas maneras, a veces
para herir, a veces para querer y cholo es una de esas palabras
mágicas que a veces hieren y a
veces dan cariño.
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