MAZOCRUZ
BAJO CERO
LA REPUBLICA. Suplemento DOMINGO 7MAY17
D
|
OMINGO visitó las zonas más frías de Puno, donde los poblados ubicados
arriba de los 4 mil metros sobre el nivel del mar soportan hoy
temperaturas de menos siete grados. Y el invierno recién está llegando: para
junio estas zonas podrían alcanzar los 18 grados bajo cero. El
gobierno está advertido.
Luciano y Juan Carlos Caputi frente al río helado |
Los hermanos Luciano
y Juan Carlos Capauti, de once y nueve años, respectivamente, abandonan su cabaña a las
seis de la mañana para calentarse con los primeros rayos del sol. Hacen esto
desde hace dos semanas porque –pese a que duermen junto con sus padres,
cubiertos con frazadas y cueros de oveja– es imposible soportar el descenso de siete
grados bajo cero durante la madrugada.
Su choza está
asentada en la parcialidad de Zaparani,
jurisdicción del distrito de Mazocruz,
provincia de El Collao-Ilave, a 4 mil 994 metros sobre el nivel del mar, al sur de la ciudad
de Puno.
La zona es
literalmente una estepa. Los riachuelos y bofedales, principal fuente de
alimento de alpacas, están congelados desde hace varios días. Los campesinos no
salen de sus chozas para no exponerse al frío, ni sus hijos. Por eso el
pastoreo de animales comienza a partir del mediodía.
“Nosotros igual salimos
abrigados porque dentro (de la cabaña) también hace frío. Para eso tenemos que
esperar el sol”, dice Luciano.
Su padre le permitió
exponerse al sol por un momento, ante la ausencia de su madre que hace una
semana viajó al distrito fronterizo de Desaguadero,
a comprar ropa. Debe volver en unos días.
“Ahora mi papá no quiere
salir porque está mal, pero nos da permiso con la condición de estar bien
abrigados y con zapatos. Y solo por una hora”, dice Juan Carlos.
Salir a la
intemperie muy temprano, para calentarse exponiéndose al sol, es una práctica
común en este lugar, pero siempre se hacía en junio, nunca antes.
Percy Quispe Carpio, vecino de los hermanos, dice que este año el frío se adelantó. “Este lugar siempre es castigado por el frío, pero ahora ha
venido antes. Hace quince días que los riachuelos comenzaron a congelarse. El
viento sopla fuerte y el frío es insoportable. No quiero imaginarme cómo será
en junio”, dice.
Basilio Mamani, su esposa e hija en poblado de Jihuaña |
Admite que también
sale a tomar sol para calentarse pero a partir de las once de la mañana, luego
de tomar
el desayuno con su esposa.
“No hay otra forma de
calentarse. En la tarde ya no salimos porque el frío hace doler hasta los
huesos. Vivimos así porque acá están nuestros terrenos y animales. Lo triste es
cuando nadie nos ayuda si nos enfermamos”, cuenta.
El puesto de salud
más cercano está ubicado en el distrito de Mazocruz,
a doce kilómetros de Zaparani.
Luciano y Juan Carlos lucen más abrigados por estos días gracias a que sus padres
compraron todo lo necesario para el invierno. Pero no todos tienen las mismas
condiciones económicas en la zona.
Leonel Quispe, del sector Chajalla, a siete kilómetros de Zaparani, cuenta: “Acá vivimos de la crianza de alpaca y nuestros ingresos por la
fibra son una vez al año. A veces nos dedicamos al comercio. Así es la vida de
un campesino en esta zona. Las autoridades prometen de todo, pero en la
práctica no hay nada”.
Dice que hace cinco
años vio morir a su vecino de 80 años y a su hijo menor con neumonía. “Esa vez el frío era igual al de ahora y no había ambulancia.
En la noche se puso mal. Había nevada y todo estaba congelado. Después de dos
días murió en su cuarto porque con mates nomás intentaba curarse”, recuerda.
El panorama que
describe no dista mucho del presente. Las capas de hielo que se han formado
superan los cinco centímetros de grosor, debido a que la temperatura en las
noches y primeras horas del día fluctúan entre -2 y –7 grados Celsius, según el
Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Se prevé que el frío
será aún más intenso: puede llegar a los -18 grados Celsius en la quincena de
junio. “Parece que el frío de este año va ser más fuerte. Qué será. Ojalá nomás
nadie se nos vaya a morir”, dice con preocupación Leonel Quispe.
Hace unos días, en
prevención de estos fenómenos, el presidente Pedro Pablo Kuczynski lanzó en el
Cusco el Plan Nacional ante las Heladas y el Friaje 2017, llamado Antes Perú. Este año hay
100 millones de dólares para prevenir y mitigar los efectos de las bajas
temperaturas en las poblaciones del sur peruano.
El plan llevará
abrigo y alimentación a 242 distritos y 71 provincias en 16 regiones. La
estrategia es multisectorial: el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social,
por ejemplo, construirá mil 141 casitas calientes, 3 mil 200 cocinas mejoradas
y entregará más de 3 mil paquetes de emergencia en estas zonas; el Ministerio
de la Mujer distribuirá en las próximas semanas 214 mil kits de abrigo y 82 mil
frazadas.
Por su parte, el
sector Salud proporcionará 240 mil vacunas contra neumonías e influenza para
niños menores de 5 años, gestantes y ancianos. Y Agricultura distribuirá 7 mil
kits veterinarios para evitar la muerte del ganado. Igual que durante el
fenómeno de El Niño Costero, las Fuerzas Armadas participarán en todas las
labores de emergencia.
Hasta el momento,
las regiones en alerta por las heladas son Puno, Tacna, Cusco, Moquegua,
Arequipa, Apurímac, Áncash, Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Junín, Pasco y
Lima. Según Senamhi, la alerta para esta semana era de nivel 4, el más alto,
con temperaturas de -15 grados por arriba de los 4,200 m s.n.m. en Tacna, Moquegua
y el sur de Puno, justo la zona adonde llegó este diario.
Rincón helado
Volvamos a Puno. La
situación no es menos dramática en el sector de Jihuana, distrito de Capazo,
zona alta de Ilave. El nombre de esta comunidad en aimara significa “muerte”.
“Parece que vamos en
ese camino porque, como verán acá, vivimos abandonados a nuestra suerte. Hace
dos días mi señora se puso mal porque el frío es cada vez más fuerte. Con mates
nomás a veces nos curamos”, se queja Basilio Mamani Ordoñez.
En la zona, los
riachuelos también están congelados igual que los bofedales. Los niños solo
pueden salir a la intemperie en compañía o con permiso de sus padres. “Sino se
nos mueren. Varios vecinos han perdido a sus niños. Por eso los sacamos
abrigaditos con cuero (de oveja)”, nos explica.
Basilio cuenta que
su mayor preocupación es proteger a su hija Yanet, que sufre de retardo mental.
“Es la única a quien cuidamos, porque mis demás hijos ya se han ido fuera, a
otras regiones. Ahora me preocupan los próximos meses, cuando haga más frío”,
dice.
Admite que la poca
ayuda que les llega la reciben del único tambo que existe en la zona.
Bernabé Ordoñez,
otro poblador, afirma que este año el frío se adelantó por el cambio climático. “Ya no se puede vivir a esta altura, pero no tenemos a donde ir.
Hasta dan ganas de llorar”, dice
resignado.
Nelson Quispe, jefe
de la Subdirección de Predicción Meteorológica del Senamhi, afirma que las bajas
temperaturas son usuales en esta época del año, pero lo peligroso es cuando hay
descensos de un día para otro. "Cuando hay siete grados bajo cero y al día
siguiente desciende a quince bajo cero, eso impacta en la salud de las
personas", dice.
Mazocruz y Capazo
son las zonas que siempre registran las temperaturas más bajas en Puno porque
se encuentran en una planicie, lo cual facilita que el viento se desplace a más
de 50 kilómetros por hora.
Eso ha convertido
estos lugares en las zonas más gélidas del altiplano. Ni las alpacas pueden
alimentarse porque el pasto queda congelado. Las crías son las más afectadas y
mueren a los días de nacer por falta de comida.
A las tres de la
tarde, en ninguno de los poblados aledaños a Capazo y Mazocruz hay gente en el
campo. Los adultos se guarecen en sus cabañas y los menores quedan prohibidos
de salir. Los hermanos Luciano y Juan Carlos, así como Basilio Mamani, piden
-al gobierno, a sus autoridades- no olvidarlos en los próximos meses, cuando el
invierno sea aún más crudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario