Enviado por SER 01/10/2014
Los daños que causa la mala
disposición de los agentes contaminantes son evidentes (basta con mirar las
carreteras, las calles y los paisajes). La mala o nula política de control que
llevan los entes gubernamentales especializados tiene su cuota de
responsabilidad, pero no olvidemos que esta recae también sobre cada uno de
nosotros. Para mejorar la situación urgeconocer la importancia de la
separación, selección y segregación de residuos, con miras a su reducción,
reutilización y reciclaje.
Las empresas que producen
todo tipo de artículos de plástico, tales como bolsas, envases, envolturas,
frascos, plásticos derivados, entre otros, no se comprometen de manera alguna
con su disposición o eliminación. Los establecimientos comerciales entregan
bolsas plásticas en grandes cantidades, sin por lo menos recomendar cómo se
podría reducir su uso o de qué manera saludable para el planeta se podría
disponer de ellas al final de su ciclo de vida. La mayoría de objetos plásticos
terminan siendo enterrados, sin mayor tratamiento, en rellenos sanitarios
comunes o en botaderos, donde permanecerán algunos cientos de años,
empobreciendo la calidad de los suelos, contaminándolos.
Analizando el caso de la ciudad
de Juli, vemos que, según el último estudio de caracterización de residuos
sólidos, cada persona genera, por día, 380 gramos de residuos, lo que nos da
una suma total de 3.100 toneladas diarias de basura en dicha localidad. Como no
hay una adecuada disposición ni un tratamiento conveniente de ella, termina
convirtiéndose en un problema bastante grande, que, sin embargo, también es una
potencialidad. ¿Tener basura puede ser una potencialidad? ¡Claro que lo es! O
podría serlo, pues los RRSS que generalmente consideramos basura (algo
inservible), pueden convertirse en un recurso que, gracias a un nuevo enfoque,
se transforma en un bien susceptible de ser aprovechado.
Tomando en cuenta los datos
de la investigación ya mencionada, veremos que casi el 10% de los RRSS son
plásticos que pueden ser reciclados. Las cifras relativas al papel y al cartón
superan también el 10%, y en metal se alcanza alrededor del 5%. Es decir queuna
cuarta parte de los deshechos pueden ser reciclados, opción que también
generaría un ingreso sostenible para la municipalidad.
El aprovechamiento de esta
potencialidad depende de un proceso largo y, entre otras cosas, habría que
reformular tres aspectos importantes: lograr que la segregación desde la fuente
llegue a ser una costumbre. Esta consiste en la separación y clasificación de
los residuos, a fin de poder determinar cuáles podrían ser aprovechados y
cuáles no. Se trata de un reto bastante grande, pues este nuevo hábito debe ser
acompañado de otros procesos, como sensibilización y capacitación a la
población, para poder logar que se reduzca, reutilice o aproveche la mayor
cantidad posible de residuos generados. Depende, así mismo, de una toma de
conciencia por parte de la población, además de que se requiere crear
capacidades en todos y todas para hacer de este proceso una costumbre
definitiva.
El segundo aspecto es
fortalecer la gestión ambiental municipal, en base al PIGARS (Plan Integral de
Gestión Ambiental de Residuos Sólidos), que no es más que un instrumento de
planificación. Este tiene por finalidad disminuir la producción de RRSS,
incluyendo su recolección y transporte, que es la etapa del proceso más
cercana a la población, pues la municipalidad, a través de sus trabajadores,
recoge los desechos y los traslada. Posteriormente se lleva a cabo el
tratamiento, que consiste en definir qué puede ser aprovechado, reutilizado
o comercializado, en el caso de restos inorgánicos, o usado para el
compostaje o generación de biocombustible, en el caso de orgánicos. La etapa
que muy pocas personas ven es la disposición final.
La tendencia en la actualidad
es que todos los RRSS sirvan de materia prima para otros procesos, pero no en
todos los lugares se puede lograr este objetivo. Por eso, se crean los rellenos
sanitarios, que son hoyos de gran tamaño que cuentan en su base con
geomembranas para que los lixidiados (liquidos) no contaminen el suelo ni lo
más importante: el agua subterránea (acuífero), lo que hace más trascendente el
proceso de segregación desde la fuente.
Otra instancia del tratamiento
de desechos que generalmente no vemos la constituyen los funcionarios y
trabajadores de la municipalidad que realizan estas actividades. Tuve la
oportunidad de conocer y trabajar con funcionarios de la Municipalidad
Provincial de Chucuito – Juli, buenos profesionales y mejores personas, con
bastante conocimiento de su zona y de sus problemas ambientales. Sin embargo,
su trabajo y sus retos son titánicos, pues no solo ven el problema que venimos
abordando, sino también otros procesos (limpieza pública, parques y jardines,
EIA, CAM, PIGARS, ZEE, entre otros), y tienen un limitado presupuesto así como
un personal reducido.
El tercer aspecto a tomar en
cuenta y es el más importante, a mi parecer, y es la decisión política. Esta se
refiere a la necesidad de que las autoridades aborden el problema de los RRSS,
pero no hay luces de quese tenga esta intención, pues se ha avanzado poco en
los dos aspectos antes mencionados. También hay que tomar en cuenta que,tal
como lo establece la Ley General de Residuos Sólidos, las municipalidades
provinciales son las responsables de la gestión de los RRSS en su jurisdicción,
es decir, en toda la Provincia, y para eso las autoridades provinciales
deberían tender puentes hacia la concertación con las municipalidades distritales,
para apoyarlas en el tema de RRSS.
Aquí tiene mucho que ver la
realidad de la población, que tiene poco interés y poco conocimiento del tema
de los residuos sólidos. Para notarlo, basta con echar un vistazo a los pedidos
de la población en los talleres del presupuesto participativo: Nada respecto al
tema, ni a otros tópicos ambientales que mejorarían las condiciones de vida del
vecindario, pero sí mucho sobre parques, ferias, locales comunales, apoyo
económico a fiestas y demás.
En conclusión, la problemática
es muy compleja, aunque las soluciones implican la puesta en marcha de procesos
no muy complicados, así como la voluntad y el compromiso de cada uno de
nosotros: tomando conciencia del problema, minimizando el uso de elementos
contaminantes, informándonos sobre su correcta disposición final, cambiando
nuestros hábitos de consumo, prefiriendo empaques y elementos más naturales y/o
biodegradables.
Es también importante que la
población conozca y exija, en esta época electoral, que los candidatos incluyan
temas ambientales en sus planes de gobierno, en especial sobre la problemática
de los residuos sólidos y la forma como ella será abordada.
Una vez electas, las
autoridades deben afrontar este problema de manera frontal y destinar más
presupuesto a la consolidación de procesos como los arriba descritos. Muchas
veces estos no son bien recibidos por la población porque aún no estamos
comprendiendo que gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de
la vida es un derecho y deber fundamental (reconocido en la constitución
Política del Perú art. 2 Inc. 22) que toda persona tiene.
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