domingo, 22 de mayo de 2011
La pintura en Puno
Escribe: Moshó | LOS ANDES 22/05/2011
Puno, actualmente se encuentra en el nivel de las grandes ligas del Arte Contemporáneo. Nuestra ciudad de maravillas guardadas, goza de por sí una posición geográfica privilegiada que hace de los viajeros una escala obligada para ver los atractivos tradicionales. Pero al querer apreciarlas en pintura, se llevan la gran sorpresa de su vida; en la ciudad no existe una pinacoteca específica, ni historia global escrita sobre sus pintores y sus obras.
La pintura puneña como parte global de hechos expresados, tiene una larga tradición en los Andes centrales del Perú. Para caracterizarla debemos remontarnos a los albores; las pinturas interiores de las cavernas como en Pisacoma, Quelcatani, los abrigos de Salcedo a dos kilómetros del titikaka etc. Ellas están animadas de seres de sustento en sentido alegórico y hombres estilizados con causación de origen orgánico (cochinilla y caracoles); óxidos y ocres de procedencia mineral. Estas pinturas rupestres han sido anotadas por los eruditos entre los 11,000 a 15,000 años Antes de Cristo.
Desde el Horizonte Temprano hasta el Intermedio, el arte mural en abrigos naturales fue de una visión monista, animo – abstracta.
En el decurso del tiempo, en los Andes, aparece el Gran Estado Pukara, allí los sacerdotes fueron depositarios del súmmum de conocimientos llegados de lejanas civilizaciones, y sucedió la cultura: Tiwanako. Y luego de miles de soles, aquella maravillosa ciudad se deshojaría en volutas doradas de hombres alados y en la predica de los mitos; se hizo eternidad.
En el sino del Titikaka, aparecen en perfecta armonía Manco Capac y Mama Ocllo como la primera pareja Inka: El Padre Sol mandó a ellos que enseñasen a nuestros pueblos las artes objetivas, oficios y la agricultura, se dirían los Ayan Arus y los Ayar Mallcus que lo transmitieron por sus verbos.
En el siglo XIII cuando en Francia se construía las grandes catedrales góticas; los Incas ya asentados en las comarcas del Cuzco, exhibían hermosos muros decorados en Tumbaga: ésta, es en planchas metálicas, de oro, plata y cobre. Vivían en ellas los Wilumis, Amautthas, Antaguallas, Yatiris, Sacerdotes y demás ministros de su culto. Para las vírgenes llamadas Yuyumarmis estaban sus recintos Uyu – Marmi, labrados con arabescos de cobre y estaño. “Causaban estas maravillas verdadero asombro que Europa no la ha visto, a lo menos los tallados de las fieras del África, como el elefante, el león y los camellos árabes. Todas engastadas en las peñas por medio cuerpo natural, que desde la distancia de cuatro pasos parecen vivientes” informaría así una bella yuyumarmi a Bartolomé de las Casas, al presbítero; sebastían Garzía Lazo de la Vega, al capitán Juan B. Boill en los ribazos de Yukaly… (Libro apócrifo: Copacabana de los Incas).
El pueblo Inca, y entre ellos selectos coloristas, usaban arcilla fina llamada phassa para los mandados de arte, la arcilla contenía cal hidratada, lana, zumo de cactus, como vehículo para aplicar los pigmentos de color.
En 1533, Francisco Pizarro quiebra con su karma la Cultura Solar y funda la ciudad de Lima, con la que la antigua capital Inca quedaría suprimida.
Después y una vez que los españoles llevaron a cabo la conquista del territorio de la actual Sudamérica, se empezó a aplicar un sistema de vida conocida como Colonia. Se denominaba Colonia, porque estos territorios pasaron a ser administrados por el Rey de España a través del Virreyes del Perú.
La Colonia empezó –podríamos decir– a medida que se fueron fundando las ciudades a replica de ellos e instalándose la administración española que obligaba a la obediencia, la dependencia; el coloniaje. Un cronista religioso cercano al poder español escribió: “no tiene Lima que envidiar las glorias de las ciudades antiguas, porque en ella se reconoce la Roma Santa en los templos divino culto (…) Tiene la cuidad de Lima más de cuarenta iglesias (…) más de mil religiosos, aun más otros trescientos clérigos sacerdotes, repartidos en sus barrios”.
La pintura de flor de luz que se realizaba antes del advenimiento del siglo XIX, recurre a una técnica nueva, el óleo, y lo adaptarían los artistas religiosos y laicos, criollos y mestizos en el taller de Juli (Puno), dirigido por el Jesuita Bernardo Demócrito Bitti S. J., quien nació en Camerino (Italia). El primer taller de pintura en el Perú de entonces perteneció al manierismo Italiano de fines del siglo XVI. En Puno, Bitti pintó “Nuestra Señora de la Candelaria” obra que actualmente se encuentra en la Iglesia de San Pedro de Lima, en Arequipa en la Iglesia de Yanahuara, la virgen con el niño, en el presbítero. En la iglesia de Cayma en una serie de lienzos que relatan los milagros de la virgen de la Candelaria Patrona del Santuario y otros óleos en la ciudad del Cuzco y en los templos de Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, España.
La América española surgió como resultado del encuentro de dos culturas totalmente diferentes en su contexto geográfico y cronología histórica. Los españoles venían de un continente influido por el humanismo del Renacimiento a diferencia de otra muy especial de Cultura Solar, Los Incas.
Al momento, nos hemos dejado llevar un poco por la historia, pero, el arte es más real que la historia por cuanto reproduce lo concreto en un estado de mayor espacio. Volvamos al tema. ¿Qué sucedió mientras tanto con la pintura puneña, si así lo llamamos? Para sus protagonistas se formaron organizaciones gremiales. Los gremios constituyeron cuerpos donde debían figurar los “artesanos legales” y ¿los no legales?, Se hallaron dispersos y enfermos de trapismo. Y ¿Quién trabaja cuando está agónico?
El Sol no estaba enfermo ni Illapa, ni Quilla, ni la Chakana (cruz del sur), Venus. Si hay Sol, hay color, entonces hay pintores, y para los pintores se han hecho los caminos del mundo.
No olvidemos que el Imperio Inca en el Tahuantinsuyo fue uno de los atractores desarrollados del más alto nivel en el mundo. El secreto del desarrollo andino estuvo en la combinación específica de factores tecnológicos, políticos y culturales; lo heterodoxo; los Incas constituyeron un resumen de todos los desarrollos previos como elementos Wari y Chavin, pero su escala geográfica fue mucho mayor que el territorio de cada una de las anteriores unificaciones. Los Incas llegaron incluso más allá de la zona propiamente andina, estaban por convertirse en un imperio diferente o de tipo global sudamericano. En cualquier caso, lo incaico es también Tlatico, Olmeca, Sapoteca, Mixteca, Maya, Azteca, Egipcia… todos, como el Pirú de sangre solar. Esta sangre nuestra tiene la ley del péndulo que va y viene y en aquellos momentos volverían en el Rococo; y será luego el Neoclasicismo con sus teóricos Montesquieu, Voltaire… y vendrá el Romanticismo con Goethe de filósofo y de pintores: Delacroix, T. Gericault…
El Arte Contemporáneo llegó a Puno el año de 1900, como fecha de inicio de la vertiginosa evolución artística que caracteriza al Arte Moderno. Debemos entender que éste comienza treinta años antes, en el Perú, y en Puno, cuando los pintores impresionistas rompían definitivamente el arte academicista que caracterizó el resto del siglo XIX. Desde 1848, la postura de los artistas del mundo frente a la realidad ya apuntaba hacia un desenlace revolucionario cultural e histórico y se hizo eco en los pintores del Titikaka, lejos del órgano intimador de una idea religiosa. Un fenómeno social de sinceridad cristalina que, al desprenderse de todo atavismo, siguió la máxima pureza de una pintura no de esclavos como quería la estética de Ruskin.
Leamos a Ruskin desde sus “Moderns Peintrs” a “Stone of Venise”, y de estas a “Sesamó” y la “Bible” d’ Amiens”, ¿Qué encontramos? La predica de la tradición, de la Imitación, de la copia servil de la naturaleza; la mecanización absurda del arte, fuera de todo genio.
PUNO DE 1900
En Puno, treinta años antes de 1900 se vio espontáneas presencias de artistas, intelectuales y pintores extranjeros que se matizaron con los colores del Titikaka. De aquellos caminantes se encuentran sus xilografías en revistas y periódicos como “Tea”, “Ande”, “Falo”, “Ritmos Andinos”, “Boletín Titikaka”, una revista entre la vanguardia y el Indigenismo.
A partir del gobierno de Leguía que duró once años, se dio en el Perú significativo panorama a inversión extranjera, que atrajo a prestigiosos pintores, entre ellos a José Yuquimura, Ramón Subirats, al norteamericano Mr. Eben F. Comins que con hermosos carbones y sanguinas de rudos Tobas, de guaraníes, paraguayos, rostros de quechuas y aymaras como recios balseros del Titikaka. Aquí estaba también Malanca, Domingo Pantigoso, De Santo, Orloff, Walt Disney; Sabogal, Camino Brent, Camilo Blas, Julia Codesido, Mariano Fuentes Lira, Alzamora, Gil Coimbra.
Lo universal, vanguardia; el Lago, lo nativo. Espacios adecuados para la aparición de Orkopata (1925); ocho años después se funda el Circulo Pictórico Layccakota, abril de 1933. El círculo pictórico Layccakota, una élite que se iluminó con lo nativo.
No existe un libro de ellos, o si existe estarán los pintores: Enrique Masías, Antonio Etrobell, Portugal, Landaeta, Zegarra, Carlos Rubina, Gustavo Corso, Luis Dreyer, Francisco Chávez, Elsa Echave, Juan Peñaloza, Genaro Escobar, Manuel Morales, Jorge Pardo del valle, Joaquín Chávez, José Aguilar, Noé Fernández, Lucas Guerra, Víctor Valdivia, Raúl Echave, Lino Goyla V., Francisco Montoya, Diego Kunurana. Actores del grupo u hombres libres amantes de la quimera del Sol.
EL LLAMADO DEL LAGO
Existe una hermosa realidad en el Titikaka, existen montañas de cristal en su entorno; montañas de los inmortales, de las cuales, la Ciencia no puede atestiguar, pero la existencia misma de muchos detalles, parece obligarla a reconocer y admitir. Esas montañas del Lago invitan.
En Puno vivieron Vinatea Reinoso, Sérvulo Gutiérrez, ellos ante el Lago Demiurgo, fueron cubiertos con fosforescencias solares. Se cubrieron de colores-poesía; sabían de esto Enrique Masías, Víctor Humareda. El pintor argentino José Malanca lo afirma: “a los hombre, a la luz, al color y al fantástico Lago que hace de Puno, la Patria de los Pìntores”, y… después, un himno al silencio.
Un rayo de luz desde el silencio amanece en Puno y se crea Quaternario (abril 1983). Quaternario, “Artistas Puneños Contemporáneos”, fue un grupo con rostro de pueblo, Quaternario atrajo como imán a más de cien pintores. El primer objetivo: hacer querer el arte al pueblo y al mundo. Segundo objetivo: trabajar siete años consecutivos y dedicar sus Salones Anuales a siete artistas vivos como homenaje a su razón de existir como tales.
Los Salones Anuales de Quaternario fueron dedicados a: Florentino Sosa, Víctor Humareda, Francisco Montoya, Roberto Tuni Garcilazo, Simón Valencia y Ramón Alemán Castilla.
En el presente siglo XXI, todo problema –si las hay– debe ser superado por los nuevos artistas y pintores, quienes deben estimar que no hay separación posible entre tradición y lo nuevo. La tradición, sostuvo Harol Rosenberg, es una invención permanente. Y en esa permanencia se inventa en Puno un Ismo: ORSISMO, un arte inédito desde la libertad de los rayos y tenazmente apasionado a fecundar una estrella hermosa del cosmos.
Los más de cien artistas plásticos que integraron Quaternario volverán en sus dibujos y pinturas en polifacética sucesión de estilos, en la barca – libro del Sol de la Nueva Era.
BIBLIOGRAFÍA
COPACABANA DE LOS INCAS. J. Viscarra F. Parte Primera – 1501 a1901 (libro Apócrifo relacionado al Imperio de los Incas).
TODO LO QUE SE DEBE SABER SOBRE ARTE Y LITERATURA. Dr. M. E. Alvares del Real Panamá 1990.
ARTISTI ITALIANI DEL XX SECOLO. Francisco Salmi. Museo de Arte Italiano – Lima 1988.
SESENTA AÑOS DE ARTE EN EL QOSQO. Julio G. Gutierrez Loayza. Cuzco 1994.
HISTORIA SOCIAL DEL ARTE Y LA LITERATURA. Arnold Haoser, Madrid – España 1976.
LA NECESIDAD DEL ARTE. Ernst Fisher, México – 1957.
ARTE EGIPCIO. Francesca Español, Barcelona – España 1988.
LAS CLAVES DEL ARTE MANIERISTA. José R. Buendía. Barcelona – España 1988.
EL NEOCLASICO. Isabel Coll Mirabent, Barcelona – España, 1986.
ARTE MODERNISTA. Francesc Fontbona, Barcelona – España, 1988.
ARTE IBEROAMERICANO. Leticia de la Casa y otros, Lima – Perú, 2009.
MAESTROS DE LA PINTURA PERUANA. “El Comercio” Lima – Perú, 2010
HISTORIA DEL PERÚ. (Poder, Sociedad, Arte). Patricia Martínez I Alvarez, Lima – Perú, 2011
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