LAS ALASITAS ANTIGUAS
ERAN MEJORES
Mauricio Miguel Ruelas Cutimbo
En:
revistita AL DIA, 3MAY24
L |
a fiesta de las alasitas, la compartimos con los
hermanos bolivianos. Hay para gustos y creencias, la divinidad prehistórica
Tunupa, según apunte de Ludovico Bertonio y Valdizán y Maldonado acerca del
Ekeko es el misti muñequito de la buena suerte, con traje andino "el
colorado, no hombre de campo con chullo y ojotas" fuma cigarro, (¿por qué
el Ekeko no tiene figura andina?) Lo digo, en la cosmovisión andina, no existe
la costumbre de fumar cigarro, pero, va para la ley de la costumbre.
Un carrito de hojalata, habilidosamente diseñado,
soldado con plomo, modelo GMC, con llantitas de madera, sus puertas se abren,
el registro de marca, la carrocería, una miniatura primorosa hecha por manos y
talento del artesano puneño. Una casita de campo, sus relieves del adobe, su
techo a dos aguas de paja, su única puerta y adornos de patio. Obras de arte de
quechuas y aimaras.
Nos retratábamos en miniaturas y sus formas de
nuestro diario vivir. Con igual genialidad artística, trabajos de
"llinqui" arcilla hecha manejada en las manos de los pucareños
exhibiendo sus famosos "toritos” con adornos brillosos parecidos a la
cerámica. Añoramos los trabajos antiguos, lo decimos, la fiesta se ha
comercializado en actividades ajenas a sus orígenes.
Las efemérides de la prosperidad y abundancia, la fe
andina de creer que la magia nos conceda una casa, un carro, un negocio, la
aspiración popular en pleno. Los tiempos cambian, la fiesta de las alasitas ya
es similar a la feria navideña con toda la parafernalia de plástico y
juguetería moderna. Hemos desplazado el arte, la creatividad de nuestros
artesanos. Laboran sin incentivos, menos disponen asistencia de gobiernos
municipales que la presentan como: Feria de Alasitas y Miniaturas del Altiplano
de Puno. Rehusamos ser parte de la decadencia de una fiesta de creación y
talento, se ha desnaturalizado sus orígenes, se ha sobreseído la maestría del
artesano.
Revistas "en miniatura publicadas en Puno durante la feria Alasitas |
El saldo de dolor y muerte a los pobladores puneños,
los ha puesto en la atención nacional e internacional. Tema lacerante por
lentitud de investigación y enjuiciamiento a los responsables. Puno ha
demostrado temple, el orgullo aimara, sic párrafo de Dante Nava, ’’ Soy un
indio fornido tengo treinta años y soy de acero. Labrado bajo el yunque de la
meseta andina" Esta fuerza es contestaria a la indiferencia gubernamental.
Junto a la desgracia place la atención de la empresa privada utilizando la
cultura puneña para bautizar sus locales. Aruma -noche- de un local de mercancía
internacional. Patapampa -por sobre la pampa- comercio de finas prendas de lana
de alpaca y vicuña.
Tanta - pan. Restaurante de Larcomar. Además del
inmenso conglomerado comercial de Cachipucara en Villa el Salvador. Se destaca
nuestra cultura, es la fuerza de los puneños en todas latitudes que acepta que
el Perú, nació serrano desde las orillas del Titicaca. Nuestros migrantes
llevan capital, ofrecen con generosidad su fuerza laboral. La gente puneña se
consolida en las principales urbes comerciales de nuestro querido Perú, es
motivo de satisfacción y orgullo. ¡Viva Puno! <>
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