CERRITO DE HUAJSAPATA,
TESTIGO DE AMORES Y
DESAMORES
Escribe:
Raúl Cornejo Coa
El
amor es un sentimiento intenso, propio del ser humano, que hace que busquemos
naturalmente en otra persona lo que nos completa, alegra y da energía para
vivir y convivir; generando un deseo de unión para entregarse, comunicarse y
crear un mundo real o imaginario. Pero, ese sentimiento así como genera
felicidad, también nos puede traer infelicidad. Por ello a través del tiempo,
se han escrito muchos poemas, compuesto innumerables canciones y perennizado
diversos lugares en homenaje al amor. Uno de esos lugares es el Cerrito de
Huajsapata, testigo de amores y desamores, según la famosa y siempre vigente
canción que lleva el mismo nombre.
La
canción Cerrito de Huajsapata, es un huayno tradicional de la ciudad de Puno.
Durante la etapa de mi niñez, mi padre en las primeras horas del día, siempre
sintonizaba su radio a pilas para deleitarse con la música del Perú profundo y
la indicada canción era una de las que escuchaba continuamente, por lo cual
quedó grabada en mi mente. Pero, también despertó en mi cierta curiosidad por
conocer el famoso cerrito, ya que la letra de la canción lo alude y expresa
resignación, desprecio y orgullo por un amor perdido, con el consecuente
sufrimiento, propio de uno de los extremos de ese sentimiento tan especial y a
la vez controversial, como es el amor.
Con
el paso del tiempo, cada vez que escuchaba la canción me imaginaba al
intérprete, como en un video clip, quien en una tarde de clima frío, con el
viento acariciando su rostro y el sol perdiéndose en el horizonte, subía por
una pendiente, bien abrigada, con dirección al cerrito para recordar a su amada
ausente. Luego de llegar a la parte alta, se sentaba para calmar el cansancio y
controlar su respiración. Seguidamente cogía su pequeño charango y con rápidos
rasgueos, le extraía una sonora melodía que acompañaba a su canto sentimental,
expresando así sus penas y añorando los momentos que habría pasado junto a la
ausente, en el mismo lugar donde alguna vez sintió felicidad.
Recientemente realicé un viaje por el sur del Perú junto a mi familia, incluyendo en el itinerario a la ciudad de Puno, situada a orillas del inmenso Lago Titicaca. Uno de los lugares que llegamos a conocer durante el día, fue el Cerrito de Huajsapata, ubicado por la zona oeste de la ciudad. Actualmente se puede llegar en vehículo ya que hay una vía de acceso. En el lugar existe una buena cantidad de grandes piedras calizas de color blanco y también se encuentra un enorme monumento en honor a Manco Cápac, el primer inca del Tahuantinsuyo. El cerrito es continuamente visitado por los turistas y por los lugareños, siendo un mirador natural, desde donde se puede visualizar la ciudad y la bahía de Puno en toda su majestuosidad.
El
Cerrito de Huajsapata además de ser un lugar turístico, forma parte de la
historia y tradición de Puno. Durante la revolución encabezada por Túpac Amaru
II, se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas patriotas y realistas en
Huajsapata, Azoguini y Queroni, específicamente en los meses de marzo y mayo de
1781. Asimismo todos los años, durante la época de carnaval, un extremo del
cerrito especialmente acondicionado, sirve como escenario de los concursos de
danzas típicas, donde participan diversas agrupaciones como pandillas,
tarcadas, chacalladas y pinquilladas. Además, cada 21 de junio es tradición que
las autoridades y la población de Puno suban al cerrito de Huajsapata a brindar
ofrendas y venerar a la tierra (Pacha Mama).
En
cuanto al origen del huayno “Cerrito de Huajsapata”, este habría sido compuesto
entre 1920 a 1930, por lo cual es antiguo y se le considera como una de las
canciones más representativas del Altiplano. Ha sido grabado por diversos
grupos musicales en lengua castellana, quechua y aimara, en versiones cantadas
e instrumentales. No se conoce con exactitud quien es su creador, por lo cual
se atribuye la autoría de manera indistinta a las siguientes personas: Augusto
Vidangos, Luis Chevarria, Alberto Rivarola Miranda y Carlos Eugenio Salazar
Carpio. La letra y música con el paso del tiempo fueron objeto de algunos
arreglos por lo cual no todas las versiones son exactamente iguales.
Luego
de conocer el famoso cerrito e indagar sobre su historia, deseaba compartir con
mi familia la emoción de ver interpretar en vivo dicha canción. Por tal motivo
en horas de la noche asistimos a un restaurant turístico de la ciudad. Luego de
ver y escuchar diversas danzas y canciones, algo estilizadas para mi gusto,
pedí que el grupo musical interprete el huayno Cerrito de Huajsapata. Una vez
que empezaron a tocarlo el estado emocional de los asistentes sufrió un cambio
total. Todos nos pusimos alegres y empezó el baile general, habían grupos de
turistas de Japón, Canadá, Brasil y Estados Unidos y aunque no entendían la
letra, bailaron y disfrutaron con la música ya que esta canción es rítmica, brillante
y agradable al oído, por ello es considerada como el segundo himno de Puno.
CERRITO
DE HUAJSAPATA
Cerrito de
Huajsapata
testigo de mis
amores (bis)
tú no más estas
sabiendo
la vida que voy
pasando. (bis)
Un besito y un
abrazo
a cualquiera se
le da (bis)
al rico por su
dinero
al pobre por su
cariño. (bis)
Te acuerdas
cuando en las tardes
contemplaba tu
hermosura (bis)
desparramada la
dicha
naufragada la
esperanza. (bis)
Baila no más vida
mía
baila que te
pagaré (bis)
una rosa en las
manos
y un clavel en
cada pié. (bis)
Con tus flores
amarillas
cerrito de
Huajsapata (bis)
olvidaré para
siempre
el nombre de
aquella ingrata. (bis)
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Cortesia: Paginas del Altiplano
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